Capítulo 50. [FINAL]

POV Emily.

Comencé a caminar poco a poco hasta la camilla, sin que nadie se diera cuenta, tomé el control de Hanna y lo presioné.

—Tranquilos, por favor no disparen —gritó Saúl.

—Ustedes estúpidos, mandaron a Manuel a la cárcel, ahora morirán —Ariana sonreía.

¡Por favor, enfermeras vengan ya! Estaba muy nerviosa, Ariana y Carlos se miraban muy decididos en lo que quieren hacernos.

—¡Tú serás la primera, Hanna! Ya que tú eres importante para Ana —dijo Carlos acercándose a la camilla de Hanna.

—Si disparas, todo el hospital va a escuchar, no saldrán de aquí, solo lárguense y continúen con su basura de vida, pero dejen de jodernos la vida —mencioné.

Yo sé que eso los retrasara un poco, así las enfermeras pueden llegar a tiempo.

—Me tiene sin cuidado —dijo Carlos, él ya estaba lo suficientemente cercas para matar a Hanna.

Mi corazón latía demasiado fuerte, al mirar a Ian, él se miraba muy enojado, en cambio Valeria, que seguía sostenida por Ariana estaba muy asustada.

—¡Lárguense de aquí! —gritó Ian molesto.

El corrió hasta Carlos, lo golpeó tan fuerte que Carlos fue a parar hasta el suelo.

Ariana inmediatamente soltó a Valeria, la cual cayó al suelo, ella saco un arma más y le apuntó a Ian.

—¡Eres un estúpido! —exclamó Ariana y disparó.

La sangre saltó por todo el suelo.

—¡Nooooooo, Ian! —Hanna empezó a llorar.

La puerta se abrió de golpe, en la entrada estaban unas enfermeras algunos guardias, ellos rápido apuntaron a Ariana, quien muy asustada tomó a Valeria del cabello y puso el arma en su cabeza.

—¡Abajo el arma! —gritó un guardia.

—Por favor, no me haga decirlo —dijo Ariana riendo.

Carlos se puso de pie, rápido se puso junto a Ariana.

—Solo despejen el paso, saldremos de aquí, si intentan hacer algo, la chica muere —ordenó Carlos molesto.

Los guardias rápido se hicieron a un lado, ellos entraron a la habitación.

—¡Ariana, por favor déjame! —grito Valeria, ella estaba muy asustada.

—No dejen que se la lleven —mencioné molesta. —Hagan algo.

Ariana y Carlos salieron de la habitación cerrando la puerta al salir, uno de los guardias tomó su radio y llamó a otros guardias del hospital.

No podía creerlo, justo ahora que creí que todo estaría bien, resulta ser que no, Ian está muerto.

***

POV Valeria.

—Ni grites estúpida, o te vuelo los sesos —me dijo Ariana molesta.

Estaba muy asustada, no quiero terminar como Ian, no quiero morir.

—Seguro la policía estará afuera, Ariana, ¿Por dónde carajo vamos a salir?

La gente solo nos miraba confundida, Ariana me tenía sujeta del cabello, me dolía mucho.

—Hasta aquí llegaste, solo quiero que le digas una cosa a Ana, dile que esto no se va a quedar así, dile que Manuel se vengara de ella, él no estará para siempre en la cárcel, dile que juntos haremos de su vida un infierno, que preferiría estar muerta, además de que ya no tiene a nadie, Melanie y su estúpida tía están muertas —ella me soltó.

Comencé a correr de regreso, cuando estaba por dar la vuelta en un pasillo, Ariana comenzó a dispararme, solo que no pudo darme, yo solo continúe corriendo hasta llegar a la habitación de Hanna.

—¡Dios mío, Valeria! Qué bueno que estás bien —menciono Emily al verme.

Estaba muy asustada, estuve a nada de morir, el cuerpo de Ian seguía tirado en el suelo, no podía creerlo aún, estábamos tan tranquilos aquí.

—Pobre, Ian.

POV Ana.

Esto no debe estar pasando, Rosa no puede estar muerta.

Pablo se acercó hasta mí, me tomó de los hombros y ayudó a levantarme.

—Lo siento mucho —Pablo me dio un abrazo.

—La voy a extrañar mucho.

—Todos la echaremos de menos —mencionó Silvia agachando su cabeza.

La enfermera se puso de pie, pues ya no había nada más por hacer por Rosa, se acercó a Gabriel, luego lo llevo hasta la ambulancia.

Yo esperaré a que se lleven el cuerpo de Rosa, no la dejaré sola, aunque yo sepa que ya no es ella, es solo un cuerpo sin vida.

***

1 semana después...

POV Ana.

Abrí los ojos, pues el despertador ya había sonado, miré alrededor de la habitación, Hanna estaba recostada en una cama y Selena en la otra.

No me puedo creer que ahora estoy sin mi familia, el día que me enteré casi estuve a punto de dejarme vencer, pero no, mis amigos no lo permitieron, tengo que ser fuerte y seguir adelante.

Isaac está yendo a terapias, él regreso con su madre.

La escuela ahora parece otra, todo es tranquilidad sin ver a Manuel, ni Carlos, ni a Ariana.

—¡Ana lo tengo! —gritó Diego entrando al cuarto.

—¿Que tienes? —preguntó Hanna despertando.

Me quedé callada, pues le había jurado a Hanna que ya no haría nada, pero en realidad no puedo permitir que esto se quede así, no lo permitiré y si puedo hacer algo lo haré.

—¿De qué hablan? —preguntó Selena.

—Lo haré, Hanna —dije. —No estaré tranquila si no lo hago.

—¡Dios mío, Ana! Solo te estás lastimando, olvida a ese maldito y sé feliz, vive la vida.

—Para ser feliz, Manuel tiene que estar muerto, así conseguiré algo de tranquilidad, como alguna vez la tuve al asesinar a Candice.

Me puse de pie y rápido corrí a cambiarme, todo está listo, Diego llevaba más de tres días tratando de conseguir el veneno, ese veneno que te mata en segundos, ese veneno que no se puede encontrar en los exámenes que hacen cuando alguien muere, por eso es el ideal para matar a Manuel en la cárcel.

***

—Si, vengo a ver al joven Manuel —dije seriamente.

Pase por un detector de metales, al no encontrar nada, me dieron el pase, ahora solo faltaba esperar a Diego.

No tardó ni 20 segundo y él pasó conmigo.

—Todo saldrá bien, Ana, yo siempre te apoyaré en todo —Diego sonrió.

—Cuando hayamos terminado con él, esto amerita una celebración, tenemos que ir por algunas pizzas, hay que saltarnos las clases hoy.

Comenzamos a seguir a un guardia, llegamos y Manuel ya estaba esperándonos en la sala de visitas, para mí buena suerte no había nadie más que el, y nosotros.

Me senté enfrente de él, todo está planeado, Diego sostendrá su mano, y yo lo inyectaré rápidamente, después la aguja se va a mi bolso, dónde tengo más, por si algo llevará a salir mal, solo diré que es mí medicamento.

—Sabía que no podías vivir sin mí, Ana —menciono Manuel mientras reía.

—¡No seas idiota, solo vengo a burlarme de ti! —dije molesta.

Manuel tomo mi mano izquierda, comencé a ponerme nerviosa, temía que no saliera como quería, con mi manos derecha tomé la aguja ya abierta y espere el momento indicado.

Diego rápido tomó la mano de Manuel, por lo cual me soltó, dirigí la aguja a su mano y rápido inyecté el veneno.

Pero para desgracia, el hizo lo mismo, pero en la mano de Diego.

—¡Debiste ser tú! —dijo apretando su mano, creo que tal vez intenta detener el veneno o algo.

—¡Vete, Ana! —gritó Diego.

—Carlos y Ariana vinieron antes, Ana, ellos sabían tus intenciones, así que me llevaré a tu novio conmigo, en cuanto a ti, Ariana y Carlos se encargarán de arruinar tu puta vida —dijo Manuel antes de caer al suelo.

—¡Diego, noooo! —grité y lo sostuve en brazos.

Él ya no me respondió, él había muerto al igual que Manuel.

Tomé la jeringa del suelo, la metí a mi bolso, sin mirar atrás salí de la cárcel, nadie me dijo nada, nadie me detuvo, solo salí sin decir ninguna palabra.

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Espero la historia les haya gustado.

Mañana el epílogo de la historia.

¿Les gusto que Manuel haya muerto?

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