POV Ana.

—Tu vida tiene que ser miserable como la mía, Ana —dijo Lizbeth para luego salir junto a Verónica de la habitación.

Mi vida es más miserable que la de todos aquí, mis padres y mi hermana han muerto, ahora estoy yo sola, no poder vivir así, no sé cómo voy a hacerlo.

—Hola, Ana —dijeron y la puerta se abrió, por ella entro Melanie y Hanna.

—Hola —sonreí, es lo mínimo que puedo hacer, fingir ser fuerte.

—Ya le han avisado a mi madre, ella vendrá, Ana, tiene que reconocer el cuerpo, también tendrás que ir tu —mencionó Melanie.

No creo que pueda verla de nuevo, todo esto está mal, ella debería estar viva, esto no se puede quedar así, tengo que decirle a alguien todo lo que se, lo de Manuel, todo.

—Siento mucho todo —Hanna se acercó a mí y me dio un gran abrazo. Solo sonreí, agradezco en verdad que ellas estén aquí, me dan fuerza. —Tenemos que ir a clase.

Es verdad, no quiero hacer nada, pero no tengo de otra, al menos tengo que seguir mi vida, Jessica ni mis padres quisieran que me deprimiera por nada del mundo.

Tomé mi mochila y salimos del dormitorio, en el pasillo miré a Eduardo, no lo había visto desde aquel día, aunque no quiero ni hablar con él.

—Ana necesito tu ayuda —dijo él acercándose a mí.

—No quiero hablar contigo, Eduardo, solo lárgate, no me interesa ni que Manuel quiera matarte, te lo mereces.

—Ana, tranquila, no descargues tu furia con él —mencionó Hanna.

—Él es jugador Hanna, él me uso, quería enamorarme para luego romperme el corazón, y lo peor de todo es que lo logró —lagrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas.

Hacia lo posible para no llorar, pero no podía, las lágrimas salían solas.

—¡Maldito! —gritó Hanna enojada. —Lárgate de aquí.

Comenzamos a caminar por el pasillo, pero Eduardo aun nos estaba siguiendo, no lo soporto, no quería que él este aquí, no quiero.

—¿Es verdad? —preguntó tomándome del brazo. —¿Lo logré?

—Eres un idiota.

—Ana, en serio me gustas —dijo él, su sonrisa se veía tan linda en su rostro.

Hanna me tomó del brazo y siguió jalándome, seguimos por el pasillo hasta llegar al dormitorio de Hanna, entramos, al parecer Eduardo se quedó fuera.

Más peor aún es que el me gusta también, solo que no puedo aceptarlo, esto no puede ser.

—Seguro él le ayuda a Manuel a matar a todos esos jugadores —dijo Melanie.

—¿Qué pasa? —preguntó Valeria.

—Ana tiene un pretendiente afuera —Hanna se rio.

Creo que él sigue ahí, solo no quiero verlo, ni es cucharlo, quiero que se largue de aquí.

Miré que Selena caminó hasta la puerta, la abrió y quedo sorprendida.

—¿Eduardo? —preguntó Selena.

—¿Qué haces aquí, Selena?

—¡Aléjate de Ana maldito, estúpido! —gritó Selena y cerró la puerta de golpe. —Él es quien mató a Kate, por órdenes de Carlos, pero él lo disfruto, Ana, a él le gusta matar.

Solo me quedé en silencio, no podía pensar nada.

—Siento mucho lo de Jessica —mencionó Isaac.

—Si, ella está en un lugar mejor ahora Isaac, eso es lo que importa.

Emily tiene razón, ahora Jessica esta en un lugar mejor, no está sufriendo.

Miré en todo el cuarto, no estaban Ian, ni Saúl, ni Diego, solo Nina, recostada en la cama, caminé hasta la cama y me recosté a un lado de ella, espero poder enfrentar todo esto.

***

POV Manuel.

—Todo listo, Manuel, en esta memoria USB está el video, solo déjalo en la oficina del director —Ariana estaba demasiado emocionada de mandar a Ana a la cárcel.

—¿Seguros? ¿Qué tal si Ana dice algo de ustedes? —preguntó Pablo.

—Nadie va a creerle a una maldita asesina, Pablo, ella se va a podrir en la cárcel —Carlos comenzó a reír.

Tomé la memoria y me dispuse a salir de casa, después de caminar algunos minutos llegué a la oficina.

Miré que el director y el profesor Alberto salieron rápido de la oficina, es mi turno, tengo que entrar y dejarla donde la vayan a encontrar.

Comencé a caminar a la puerta de la oficina, la abrí, por suerte no había nadie adentro. Escuché que alguien venia, así que rápido fui hasta el escritorio y me escondí debajo.

—Debemos darnos prisa, no entiendo porque lo hizo en el estacionamiento, ¿No pudo hacerlo más lejos de aquí?

—Esta noche será, todos ellos estarán muertos.

¿De qué carajo están hablando? Todo era muy confuso, ¿Quiénes son?

Escuché que cerraron la puerta nuevamente, ni tiempo me dio de dejar la memoria.

Cuando estaba por salir, la puerta nuevamente fue abierta.

***

POV Ana.

No puedo quedarme aquí acostada, mejor iré a hablar con el director, él tiene que ayudarnos, le contare todo, aunque tal vez omita algunas cosas, la verdad es que no quiero ir a la cárcel.

—Ya regreso —dije sonriendo.

Salí del cuarto, por suerte nadie intento seguirme, lo haré, tengo que hacerlo.

Cuando llegué a la oficina del director toqué la puerta, al no recibir respuesta decidí entrar y esperarlo dentro.

Todo estaba muy ordenado, comencé a caminar hasta el escritorio, me senté en la silla dispuesta a esperarlo.

Comencé a ver todo lo que había en el escritorio, miré una carpeta, de ella salía una hoja, llevaba el nombre de Rosa.

Estiré mi mano y la tomé, mire que más había ahí, también estaba el nombre de Danna, de Vicky, de los amigos de Matt, al llegar a la última hoja mire que había unas notas.

Comencé a leer, "Deshacerme de todo lo relacionado con estos jóvenes"

Un hombre grande.

—¡Por Dios! ¡Es él! —grité asustada.

La puerta se abrió, rápido intente arreglar todo lo que había desordenado, más o menos, la hoja con el nombre de Rosa quedo afuera.

—Oh, Hola Ana, no sabía que estabas aquí, ¿Qué se te ofrece? —preguntó el director Heck.

—Descuide, puedo venir más tarde —dije muy nerviosa, me puse de pie, él estaba caminando hasta el escritorio, rápido giro su mirada a los papeles desacomodados.

—¿Estuviste viendo mis cosas? —preguntó enojado.

—¡Maldito, asesino! —grité y corrí a la puerta, pero fue inútil, él puso su mano, instruyéndome el paso. —¿Por qué lo hace?

—Ana, estas equivocada, yo no hago nada, más bien solo me veo beneficiado con el dinero —dijo él. —A él le dará mucho gusto verte.

Mire que el director saco una jeringa de su bolsillo, él estaba por inyectarme.

***

POV Rosa.

Estaba todo listo, en cuanto alguien viniera aquí, todos nos iríamos contra el estúpido.

Escuchamos unos pasos fuera.

—Creo que ya vienen —anunció Danna asustada.

A ella la pusimos hasta enfrente, se lo merece.

—Estoy lista —Vicky estaba emocionada.

—Shhhh, guarden silencio —mencionó Gabriel.

La puerta se abrió, en ella apareció Ángel, él tenía una jeringa.

—¿Quién quiere ser el siguiente? —preguntó él.

Cuando entré al cuarto, empezamos.

—Tú —Ángel señaló a Danna. —Llegó tu hora.

Miré que Henry se puso de pie, creo que después de todo él si nos ayudara.

—¡No te la llevaras! —dijo Henry tomando a Danna del cuello. —Yo sé que la quieres, quieres quitarle sus órganos, ¿Verdad?

—Henry, ¿Qué haces? —pregunté confundida.

—Sera mejor que me dejes ir, o perderás un buen dinero.

Henry comenzó a presionar el cuello de Danna, hasta el punto de que ella comenzó a ponerse roja.

—¡Ayuda! —la voz de Danna sonaba muy apenas, con mucha dificultad.

—¡Eres un idiota! —exclamó Henry molesto.

Henry comenzó a presionar más y más el cuello de Danna, eso hasta que ella dejó de moverse, miré a Ángel, él se hizo a un lado, miré al hombre con un arma y disparó, la bala impacto en la cabeza de Henry, lo cual hizo que soltara a Danna.

—¡Está muerta! —gritó Silvia asustada.

Ahora Danna estaba muerta, al igual que Henry.

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Espero y les haya gustado.