Capítulo 23.

POV Ana.

Yo tengo mi llave —mencionaron afuera.

Comenzamos a retroceder de poco a poco, teníamos que escondernos o en verdad terminaríamos como Andrea.

—¡Ellos van a matarnos! —exclamó Grace asustada. —No hay nada que hacer.

—¡Cállate, van a escucharte! —Ian se miraba nervioso.

—Shhh, hay que regresar al sótano —dije y rápido comenzamos a caminar hasta allá.

Al cerrar la puerta del sótano, miré como la puerta principal se abría.

Mi corazón comenzó a latir muy deprisa, estaba muy asustada al igual que los demás.

—¡No quiero que me encuentre! —Selena comenzó a llorar.

—Él no te encontrará Selena, tenemos que escondernos —dijo Diego.

—Tienen que esconderse, lo más seguro es que ellos vengan por el cuerpo de Andrea —mencionó Isaac.

Isaac corrió a la esquina donde estaba, miré todo el lugar, no sabía qué hacer, los demás comenzaron a correr y esconderse detrás de cualquier cosa que veían.

—Creo que no hay que escondernos, mejor debemos matarlos —dije.

—Sería buena idea —Valeria me apoyó.

—¿Estás loca? No somos asesinos —dijo Hanna mirándome mal.

—Hanna tiene razón, no quiero matar a nadie —menciono Emily.

Corrí debajo de una gran mesa que ahí se encontraba, en cuanto me escondí la puerta del sótano se abrió.

—No lo creo, Manuel —mencionó Henry. —¿Como por qué rayos pagarías la colegiatura de Ana?

Debí imaginarlo, Manuel es el culpable de que otra chica esté en mi habitación ahora.

Es un maldito, jamás le diría dónde está Selena, no soy capaz de hacerlo.

—Solo por estrategia, ella me dirá dónde está Selena, y esa perra pronto estará muerta —Manuel sonaba muy enojado.

—¡Dense prisa, no quiero llegar tarde! —gritó Ariana desde las escaleras.

—¡No me presiones, ustedes estúpidos debieron hacer esto en la noche, está estúpida niña comenzará apestar todo el sótano —dijo Manuel caminando hasta la sábana.

—¡Ariana tienes que traer la bolsa! —gritó Henry.

Ariana rápido llegó con una gran bolsa negra, pobre de Andrea, ella terminará en algún basurero cercano.

—Espero esto no se relacione con lo que está sucediendo en la escuela, no quiero perder mis jugadores.

—¡El auto está listo! —pude escuchar la voz de Carlos llegando al sótano, entre los tres se llevaron a Andrea.

—Toma los guantes, están por ahí —Manuel señaló el mueble en el cual estaba Hanna escondida.

—¡Los tire, quiero que los metan a la cárcel, malditos! —gritó Isaac impidiendo que Carlos fuera a donde Hanna se encontraba

Nadie se dio cuenta que todos nosotros estábamos aquí, ellos tomaron el cuerpo y salieron de inmediato.

—Estuvo cerca —suspiré.

***

POV Jessica.

—Por ahora te salvas, Danna, la primera eres tú Jessica —dijo Ángel entrando a la pequeña habitación.

No puede ser, no puedo ser yo la elegida.

—¡No, por favor, no quiero morir! —grité asustada.

Miré que Ángel solo se reía de mí, estaba muy asustada no quiero morirme ahora.

—No hagas esto difícil, Jessica —él comenzó a caminar hasta mí.

—No retrases lo inevitable, Jessica, tarde o temprano todos moriremos —Silvia solo me veía, hasta mantenía una sonrisa en su rostro.

—¡Mátala a ella, a mí no, yo no quiero Ángel, por favor déjame!

Miré la puerta, pensé en correr, pero sería inútil, el hombre me atraparía y de todas formas moriría, creo que Silvia tiene razón, es mejor estar preparados.

Ángel comenzó a acercarse a mí, se acercó a mí rostro y lo tomó con fuerza, sentí un piquete, seguro es un sedante.

—¡Ángel, no lo hagas! ¡No estoy lista para morir! —dije comenzando a llorar.

Quiero ver a Ana, a mi tía, quiero ver a mis padres, no quiero irme.

—¡Déjala en paz, Ángel! —escuché que gritó Rosa enojada, ella se puso de pie de inmediato, con la tabla que yo había quitado minutos antes, Rosa golpeó a Ángel y él rápido cayó al suelo.

Corrí hasta el sujeto de la puerta, cuando estaba por llegar a él, la cadena que estaba amarrada a mi pie me detuvo, por unos momentos la había olvidado.

—¡Cambio de planes, la que muere eres tú, Rosa! —exclamó Ángel poniéndose de pie.

Tomé a Ángel de la camisa, intenté traerlo a mí, no permitiré que maté a Rosa, no es justo.

—¡Vaya, vaya! —Silvia comenzó a reír.

Pronto comencé a sentirme mareada, el piso se movía, no pude más y caí al suelo, unos segundos más y todo se puso de negro.

***

POV Ana.

Salimos de la casa de Manuel, ahora Isaac estaba a salvó, eso es genial, ahora tengo que resolver mi asunto, no puedo perder mi beca por la culpa del estúpido de Manuel.

—Ana, júrame que no le dirás a Manuel dónde me escondo —Selena estaba asustada.

—No, eso jamás, además no lo sé —dije sonriendo, y comencé a caminar hasta la universidad.

Por el momento, esconderemos a Isaac en el dormitorio de Rosa, yo iré a arreglar mis problemas con el director.

Los demás se fueron a clases, rápido me dirigí a la oficina del director, estaba muy nerviosa, en verdad no quiero irme de aquí, quiero seguir estudiando.

Comencé a tocar, la puerta rápido se abrió, dejando ver al director.

—Hola —saludé amablemente.

—Pase señorita —dijo el profesor dándome paso a su oficina. —¿Qué se le ofrece?

—Esta mañana llevo una chica a mi dormitorio, ella dijo que yo Ana Davis había perdido mi beca, no entiendo.

—Ana Davis —dijo mientras abría su gran cajón al lado del escritorio. —No soy el encargado de eso, pero por lo que veo aquí, la que renunció a la beca fuiste tú, Ana, por lo que la beca paso a manos de Verónica Johnson, una chica que estaba en lista de espera.

—Eso no puede ser, yo jamás renunciaría a mi beca, ¿Por qué haría eso?

—Señorita Davis, eso no me incumbe, le recuerdo, tiene 3 horas máximo para salir de la institución, o depositar lo equivalente de su carrera a la cuenta bancaria de la escuela, la espero, no hay prisa —él sonrió.

Estaba por irme, no me quedaba de otra, pero la puerta se abrió de golpe, justo en mi cara.

—Hola, director Heck, soy Lucas Gómez, estudiante, quiero ayudar a mi compañera Ana a pagar su colegiatura, ella es una estudiante excelente, quiero que finalice sus estudios satisfactoriamente —Manuel me estaba mirando con una gran sonrisa.

¡Santo Dios! Manuel no bromeaba con lo de que ahora él tenía otro nombre, ¿Qué mierda hace aquí?

—No quiero tu dinero, Lucas —caminé hasta la salida.

—¡No te pregunté! —dijo Manuel tomándome de la mano.

—Bueno, ¿Tienes el recibo del banco? —preguntó el director.

Manuel le entrego el papel, no entiendo porque lo hace, de todas formas, yo no diré nada de Selena, nunca.

La puerta nuevamente se abrió de golpe, por ella entró el profesor Víctor, por la expresión de su cara, pude notar que había pasado algo muy malo.

—¡Director, tenemos un asunto, un estudiante fue encontrado sin vida! —exclamó el profesor asustado.


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Espero les haya gustado.

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