Damien Westermann

—Odio patológico, eso fue lo que pasó con tu madre —me explicó Scott en nuestra última sesión, después del juzgado no sabría si volvería a verlo, esperaba que si y me pudieran concederme el permiso por problemas mentales y seguir recibiendo sus terapias. —El enojo con tu madre es evidente, fue algo que marcó mucho tu interior, tu trastorno era algo que desarrollaste pero por lo que he podido ver tu siempre fuiste un niño muy introvertido, eso es una de los factores que influye en los sociópatas.

Baje solo un poco la mirada, los recuerdos de mi niñez eran borrosos pero quería volver a tenerlos conmigo.

—¿Cómo puedo recuperar todo lo que se ha borrado de mi memoria?

Scott ladeó la cabeza, intrigado y un poco sorprendido por la pregunta, trataba de encontrarme una respuesta que pudiera explicármelo a detalle como si se tratara de un niño, eligiendo la respuesta con cuidado.

—Bueno, existe solo una manera en el área terapéutica, la hipnosis por ejemplo podría ser una solución aunque no se pueda asegurar cuanto puedas recuperar.

—También puedes cambiar mi forma de ser, hacerme una mejor persona.

Hizo una mueca, disintiendo.

—No sabemos cómo vas a responder, cada mente es diferente, Damien, a muchos les funciona a otros no.

Le clavé los ojos, esta era la oportunidad que necesitaba para darle el avance a mi ficha en el tablero, no iba a perder este juego, iba a intentar todas las estrategias.

—Quiero hacerlo, necesito recuperar mis recuerdos.

Scott parpadeó, desconcentrado, a juzgar por su expresión le daba terror lo que le dije.

—¿Estás seguro? ¿Y si no funciona?

—Intentémoslo -me aproxime a recostarme sobre el largo sofá para que comenzara.

Vi de reojo que Scott estaba un poco nervioso, me pregunté que lo tenía tan preocupado.

—¿Sabes hacerlo?

Asintió.

—Sí pero no me esperaba que en esta última sesión fuera de hipnosis, quiero que me sigas hablando de lo que sentiste con la mentira de tu madre, necesito reunir mucho de ti porque también seré parte del testimonio.

Me incorporé para volver a sentarme, la esperanza se desvaneció un poco por lo que debía mantenerme positivo a lo que quería.

—Sí te cuento algo muy importante, ¿Podríamos intentar lo de la hipnosis?

Asintió sin problemas, bien, al menos ya contaba con eso si le daba a Scott el material que tanto estaba esperando. Inhale aire, esto era algo personal era increíble que todavía lo recordara con tanta claridad, podía sentir el poder, el odio quemándome en carne viva igual a como lo hizo en ese entonces, el flashback se manifestó con intensidad otra vez.

—¿Quieres que te lo cuente? —indague en su semblante para ver si captaba lo que intentaba decirle.

No expresó nada y dio permiso a que lo contara manteniéndose en silencio, con una expresión comprensible.

—Adelante —musitó.

Y me preparé para relatar cómo fue que planee el asesinato de mi propia madre.

Tenía suficiente dinero para poder comprar el veneno, mi padre como siempre me daba más de lo que necesitaba, solo faltaba ir a la tienda y comprarlo. Esa vez nuestro chofer de pila fue a recogerme al colegio, tenía instrucciones de llevarme a casa pero yo necesitaba comprarlo hoy mismo así que le ordene que necesitaba comprar unos materiales orgánicos para la escuela, que yo le explicaría a mi padre el cambio de ruta. Obedeció tal y como esperé y fuimos hacia el mercado que era donde vendían de todo.

Era un edificio pequeño de un piso en donde había varias tiendas dentro, no tenía problema en poder ir a comprar lo que necesitaba, le ordene que se estacionara enfrente y que yo iría a comprar lo que necesitaba de inmediato. Bajé y camine por los pasillos, vendían de todo, comida, ropa, artículos nuevos como usados, era un laberinto si no sabías a donde ir pero yo ya tenía el lugar bien definido en mi mente. Camine siguiendo el mapa que me había hecho mi compañero de clase, Elliot, él me recomendó venir aquí a comprar el veneno cuando le dije que tenía a una serpiente encerrada y que deseaba matarla con algún veneno potente.

—"En el mercado del centro venden un veneno para ratas que puede matarla e inclusive sacudirla como una lagartija decapitada —me explicó, con los ojos brillándole de emoción  —Maté al hámster de mi hermana con una sola gota y lo dejó tieso en menos de media hora, es muy potente, yo lo uso cuando me encuentro animales o cuando quiero vengarme de mi hermana"

—"¿Solo una gota"? —pregunté interesado.

—"Solo una" —afirmó, levantando el dedo.-Y en el tiempo en que muere el veneno se desintegra del cuerpo, es genial.

Me dio la dirección y el local exacto donde lo vendían, tenía todo lo que necesitaba. Al llegar supe que se iba a tratar de una tienda que se dedicaba a los venenos para animales rastreros como ratas, cucarachas, alacranes, serpientes, escorpiones, vendían cada cosa para exterminarlos, era una variedad tan apantallante.

Al llegar al recibidor pedí el veneno con el nombre que mi amigo me había dado, el hombre que me atendió se mostró escéptico, quizá por como iba vestido pensaba que no debía ser un buen lugar para que yo anduviera solo y pidiendo tal cosa.

—¿Para que lo quieres, hijo? —me interrogó con esos ojos llenos de sospecha.

—Es para matar a las ratas que tenemos en el ático a mi madre le aterran que bajen y que puedan dañar la madera recién barnizada y que puedan hacer sus necesidades cerca del cuarto de mi hermana recién nacida, me ofrecí a comprarlo porque ella está ocupada igual que mi padre así que solo me dieron el dinero para venir a comprarlo y dárselo a nuestro jardinero y que él se encargue.

Siguió viéndome con ese aire pensativo pero después se despreocupó porque de todas formas no era algo que debía importarle mucho, me entregó el veneno no sin antes advertirme.

—Dile a quien vaya a ponerlo que solo ponga una gota en las trapas de las ratas, en menos de dos horas se van a deshacer de todos, es muy efectivo.

Le sonreí con inocencia y asentí.

—Sí, me dijeron que era efectivo, esperemos que sea así.

Al llegar me encontré con la casa sola, no había nadie, ni siquiera mi madre, era perfecto. Corrí a mi habitación y guardé el veneno en una pequeña caja fuerte donde guardaba mis cosas más importantes y valiosas, me pregunté donde esta mi madre pues no la veía en ningún lado aunque no fue difícil suponer. Me dedique a comer porque nuestra cocinera siempre tenía la comida lista cuando yo llegaba del colegio, al terminar escuche que mi madre entraba, nos echó una mirada rápida y se fue a su habitación.

Subí sin que se diera cuenta y espié por la puerta entrecerrada, la escuche hablar y supe que se trataba de ese tipo otra vez y esta vez escuche información desagradable, asquerosa que alimentó el instinto por deshacerme de ella sabiendo que era lo mejor.

—Sí, por supuesto, ya te tengo tu regalo —se carcajeo —No puedo decirte que es pero te encantara. ¿Podemos vernos mañana?

Hubo una pausa.

—No, tengo solo mañana porque los siguientes días iremos a visitar a mis padres. -rió más fuerte, fuese lo que el hombre le estuviera diciendo le encantaba —Por dios, ¿No puedes esperar hasta mañana? ¡Ethanl! Jaja.

Así se llamaba, el hombre que nos robaba tenía nombre y era igual de patético que él, no podía espera menos, era patético. No pude escuchar que era lo que le decía porque era inaudible, susurraba tan bajo que no podía captar mucho.

No pude escuchar que era lo que le decía porque era inaudible, susurraba tan bajo que no podía captar mucho.

—Por supuesto que quiero, sabes que si —le dijo en voz cariñosa, fingiendo se runa estúpida niña mimada. —Mañana, ¿De acuerdo?

Colgó, corrí para esconderme en cualquier lugar y que no me viera al salir, sabía lo que tenía que hacer, esta oportunidad valía oro, se iba a arrepentir de vernos la cara.

El día especial llegó, por lo que sabía ella se encontraría con el hombre en la tarde que era cuando mi padre estaba en el trabajo y yo en el colegio, ya tenía planeado todo, si todos mis cálculos estaban bien al saltarme una materia yo podría llegar antes de que se fuera y realizarlo todo como lo tenía justo en mi mente. Tuve ayuda de Elliot para fugarme de la escuela, brinque el muro y corrí hacia la casa, me daba igual si se creía o no la mentira de que porque salí temprano, ella era la menos indicada para decirme que era lo que estaba bien o mal.

Al llegar a casa corrí hacia la cocina, por suerte estaba vacía, seguro la cocinera se fue de compras al mercado, rápido saque todo para hacer el café que mi madre a veces tomaba, subí a mi habitación por el veneno y cuando estaba a punto de bajar ella apareció saliendo de su habitación, estaba arreglada, llevaba un collar de perlas que mi padre le regaló dos años atrás, iba muy perfumada, el penetrante olor a rosas era insoportable, llegando a ser irritante.

Su sorpresa fue evidente, me miró rabiosa pues no le gustaba que la viera irse.

—¿Damien? ¿Qué estás haciendo aquí? Se supone que debes estar en la escuela.

Esperé a que un poco de su coraje desapareciera del rostro pues al no contestarle se remplazó por mucha confusión.

—¿A dónde vas? —le cuestione.

Su nerviosismo la recorrió en una pequeña sacudida leve, trató de que la situación no fuera incomoda pero era tarde.

—Tengo que comprar algunas cosas que hacen falta, además no tienes porque preguntarme a donde voy, lo que quiero saber es porque no estás en la escuela, le voy a decir a tu padre que te haz fugado.

—No me he fugado —respondí de súbito, con un enojo que era más evidente —Me sentía mal y pedí que dieran permiso para volver a casa.

—La escuela me llama primero antes de poder dejarte salir —me recordó con los ojos entrecerrados, indagando mi rostro para ver si podía intimidarme y que la verdad fuera descubierta. —No mientas, Damien.

Le eche una mirada indiferente y me giré hacia las escaleras.

—Cómo sea, solo vine a tomar una medicina que estaba en mi habitación y voy de regreso.

Rápido baje las escaleras, ella iba a llegar a la planta baja en unos segundos, preparé el café a como pude y le eche una gota exacta de veneno, deje todo como estaba y cuando se acercó a la cocina ella entró en shock al ver que yo tenía una taza esperándola.

—Hice café, ¿Quieres un poco?

Fingí que bebía de una taza que contenía chocolate caliente en lugar de café, analizó la taza de café desde lejos y luego a mí, yo la observaba esperando a que la tomara pero estaba vacilante.

—¿Hiciste café? Tú no sabes hacerlo.

—De hecho yo no lo hice, lo dejaron ahí pero solo lo calenté en la estufa, afuera hace frío y antes de salir pensé que debía mejor tomar algo caliente.

El clima afuera era perfecto, estaba tan frío que la punta de mi nariz se entumecía y los huesos se me acalambraban, era la excusa para obligarla a tomárselo. Con la sospecha evidente en su apariencia yo hice como si no me afectara en absoluto y parecía que lo estaba haciendo excelente porque ella estaba quedando ridiculizada.

—Ya sabes, deberías tomarlo ya que vas a salir —levanté las dos cejas, estudiando su vestimenta de pies a cabeza.

Su expresión se endureció un poco, irritada tomó la taza y le dio giros para mezclar el café que no se había diluido bien.

—Ya sabes a donde voy ¿No? Parece que no necesito explicarte nada —se encogió de hombros, despreocupada pero todavía malhumorada, no podía controlar ese genio nunca, en eso nos parecíamos —No es de tu incumbencia, preocúpate en tus asuntos.

Di una amplia sonrisa juguetona, lo recibió tan mal que vi como su mandíbula se tensaba por resistirse a verme tan feliz.

—Sí madre, es lo que estoy haciendo, créeme, cada quien debería ocuparse en lo suyo.—ladee la cabeza, meditando —Tal vez no vuelva a interferir en tus asuntos, dejaré que tu consciencia te este torturando aunque lo dudo porque pues...no creo que funcione.

Fingió que también le parecía graciosa la situación, yo estaba atento a como levantó la taza para poder darle un roce con los labios y finalmente darle un trago, hizo un mueca porque no le supo bien pero deje cerca la crema y la azúcar a propósito, de todas maneras no iba a detectar el veneno, cuando lo preparó a su gusto le dio un sorbo grande y largo, justo ahí me deslumbre al ver como su garganta pasaba el liquido que la llevaría a la muerte segura, a su desaparición total

—Te odio, me arrepiento justo del día en que te tuve —susurró, con la voz desvaneciéndose como si quisiera decírselo para ella misma pero de nada servía, fue diciendo más con un expresión llena de decepción —No hiciste más que arruinar mi vida, yo nunca quise hijos, tu padre me obligó a tenerte porque quería su estúpido legado y dejarle su empresa a quien fuera menos a mí, yo solo quería la vida de lujos para mí y nadie más pero llegaste tú y tú padre se enfocó en darte la mejor educación en escuelas privadas, ¿De que sirvió? Ahora eres un maldito fisgón, inoportuno que no haces más que arruinar todo los planes.

La sonrisa nunca desapareció de mi rostro y eso hacía gruñir a mi madre, pobre desgraciada mal nacida, no se iba a esperar su muerte cuando estuviera conduciendo por la carretera.

—¿De verdad, madre? —contesté con inocencia —No lo sabía pero bueno esa es tu opinión respecto a mí y no la de papá y cómo a mi no me importa en absoluto tu opinión puedes estar segura de que yo digo lo mismo de ti porque seamos realistas, nunca te superaste en la vida y esperaste a que un hombre rico se casara contigo para darte lo que siempre quisiste y que al final de todo no fuera para ti y lo peor de todo es que lo poco que tienes lo compartes con alguien que seguro también lo debe estar compartiendo con otra.

Dio una sonrisa forzada, estábamos compitiendo para ver quién de los dos mostraba mas cinismo, yo sabía que estaba ganando.

—Él me da lo que tu padre no y si lo comparte con otra me vale un carajo porque mientras me de lo que quiero no estoy perdiendo, está cumpliendo como debe.

Su sonrisa cínica fue sombría y yo con orgullo pude mantener todavía la mía, fingiendo impacto a lo que decía yo podía mantenerme positivo porque me complacía más imaginarla al volante perdiendo el control y derribando algún árbol o cayendo por algún barranco, sentía lastima justo ahora.

—Pues disfrútalo mientras puedas, madre —concluí en tono mordaz, alzando mi taza para celebrarlo —Disfrútalo mientras puedas porque nada dura para siempre, espero lo entiendas aunque lo dudo, nunca fuiste inteligente, a propósito, conduce con cuidado y no te preocupes por mí, volveré a la escuela caminando, no quieras darme un aventón.

Dejó caer la taza con brusquedad y esta casi se rompe pero tuve suerte de que no lo hiciera, me dedicó una mirada breve, llena de menos precio antes de irse por la puerta.

—No cuentes con eso, no lo hubiera hecho ni aunque me lo suplicaras, prefiero ver que te mueras de frío antes que llevarte en el auto, malnacido. —masculló, casi escupiéndolo.

Intenté controlarme porque por dentro yo era un desastre masivo, estaba contrayéndome porque no podía lanzarle la taza y estrellarla contra su cabeza, vi como se alejaba a pasos acelerados y cerrar la puerta de un golpazo, sonreí más fuerte y con más felicidad a como nunca lo había hecho mientras me terminaba mi chocolate.

Fue inteligente en una sola cosa ahora que lo veo desde mi perspectiva, hubiera tenido lo que quiso si jamás hubiera nacido, su infidelidad sería un éxito sin mi presencia y sí, en eso tenía razón, porque de ser así se hubiera salvado de su asesino.

Madre no debió confiar en los hombres, no debió subestimarlos ni tampoco debió haber traído al mundo al que dio por terminada su existencia.

Ahora ya sabemos porque Damien es como es jajaja D: OMG.

Tengo que admitirlo, nunca me siento tan emocionada a cuando les escribo la historia oscura de Damien, todo su pasado y lo que falta :D *Insertese risa malvada*

Chicas he estado pensando en hacer un grupo de Whatssapp pero no sé si les guste la idea, si quieren pueden decirme si les gusta y les dejo mi número o me pasan el suyo, como ustedes quieran, ahí les puedo estar dejando ideas que tengo para los capítulos o pueden darme sus comentarios o sugerencias porque a mi me interesa su opinión y a fin de cuentas ustedes son las que apoyan la historia y trataré de darles lo que quieren o bueno casi lo que quieren jajaja porque mis ideas retorcidas se quedarán para sorprenderlas.

En fin, espero les guste el capítulo por cierto, de nueva cuenta no me deja dedicar, se que muchas me siguieron para una dedicación y es lo que voy a arreglar, seguiré a las que me faltan por etiquetar para ver si ahora si me deja. Okay? 

Otra cosita...¡¡¡¡Llegue a los 1k seguidores!!! Les quiero agradecer por el apoyo tan hermoso que no se me lo creo, joder, ya hasta parece mentira porque siento que el número va a desaparecer y estar otra vez en 700 o en 600 jaja.

Las amo, lo saben pero siempre se los recordaré porque son lo mejor que me ha pasado, besotes para todas y nos leemos prontito.