Capítulo 27. Búsqueda

Katherine Weber.

Realmente no bromeaba cuando había dicho que la inauguración se debía por una nueva remodelación del lugar, creí que sería algo mínimo pero no fue así, todo era enorme y lleno de flores de cada tipo, estaba posicionando en una de las calles más transitadas de la ciudad, eso claro que les iba a traer muchos clientes, además de los años que tenían de antigüedad pues también les habían dejado clientes muy fieles.

Llegue y quien me recibió fue Rebecca que invitaba los recién llegados a la parte de atrás que era donde habían hecho los cambios más impresionantes de la tienda. Me recibió con una sonrisa ancha y me abrazó junto con Lily que llevaba en brazo.

—¡Bienvenidas! ¿Qué te parece el lugar?

Tuve que hacer una vista completa una vez estando adentro, no podía describir el lugar más que con una sola palabra: Flores y cristales. Era tan elegante y hermoso, era un jardín en todo el sentido de la palabra.

—Precioso —susurré, boquiabierta, la gente tomaba fotos de los diferentes arreglos florales que estaban puestos en decoración por cada rincón.

Aspiré el aroma a rosas, jazmines, flor de naranjo, lavanda y orquídeas, una explosión aromática que hipnotizaba y le daba dulzor a cada inhalación, la tienda estaba empapada de las fragancias de cada flor emanaba, no querías salir de la habitación.

—¿Cómo han hecho esto? Solo huele —volví a inhalar, los vellos de la nuca y los brazos se me erizaron de respirar el perfume tan fresco y natural —No vas a poder sacar a toda esta gente de aquí, es mágico.

Rebecca rió a mi lado e igual inhaló aunque seguro ya estaba acostumbrada al aroma que sería difícil ponerse en mi lugar porque yo recién llegaba.

—Esa es la idea, queremos encantar a la gente con las flores, que se den cuenta que son de la mejor calidad. Pero adelante, por favor, no has visto la mejor parte. Luke está por allá, él te recibirá.

Fui detrás de la gente que también caminaban hacia el lugar donde Rebecca me había apuntado, alcancé a ver dos puertas abatibles clásicas de cristal con un listón encima en forma de un gran moño color purpura, haciendo juego con los tonos lilas de las paredes, al momento exacto en que la gente se iba dispersando pude ver que la parte trasera de la tienda la habían convertido en un amplio jardín colonial con millones de macetas en porcelana, una fuente de jardín rustica y un camino de piedra que te guiaba hacia ella y por supuesto inundado por miles de flores, tulipanes y helechos que colgaban de varios maceteros.

Era enorme el terreno que bien la utilizaron para hacer una pequeña y exclusiva reunión con los clientes más importantes pues habían reservado un amplio lugar del jardín para poner mesas con comida y sillas blancas de madera en donde sentarse.

—¡Katherine! —escuche que alguien me gritaba desde un extremo lejano del jardín.

Era Luke quien agitaba su mano por el aire para captar mi atención, lo salude y él se disculpó con varias personas con las que conversaba, caminó hasta mí con una grande sonrisa y nos abrazó. Lucía elegante y bastante apuesto con ese traje y corbata purpura que estaba a juego con la temática y el color de la florería.

—Nos alegra que hayas venido, ¿Qué te pareció el lugar? ¿Crees que hicimos un buen trabajo?

Asentí con rapidez, reí pues era increíble que hiciera la pregunta.

—No sé cómo lo han hecho pero esto supera todas las expectativas posibles. Sin duda merece esta inauguración, todo el mundo debe ver esto,  es cómo un jardín al estilo pemberley.

Luke rió entre dientes, produciéndome un cosquilleo en el abdomen, el sonido de su risa era muy agradable.

—Solo que con muchas más flores —añadió, echando un vistazo rápido detrás de él. —¿Quieres conocerlo? Vamos te daré un tour para que puedas ver que tenemos de todo.

Acepté en seguida, quería verlo todo, no sabrías por donde empezar porque además de que era enorme quería conocer cada clase de flores que habían sembrado pues conocía poco. Luke fue explicándome los tipos de flores y las estaciones del año más favorables para ellas, las que tienen más aroma y cuáles son sus cuidados, también me dio tips para mantenerlas frescas y vivas por más tiempo.

—Así que, ¿Cuáles son tus favoritas? —me preguntó al detenernos en la última línea de flores, la de las margaritas.

No sabía cuáles podrían ser mis favoritas, quise aprenderme todo los nombres que me dijo pero no era buena capturando tanta información.

—Am...No lo sé, seguro la que tiene más aroma, esa es mi favorita. Aunque todas huelen delicioso.

—Pero ¿Alguna en especial?

—El Jacinto y la Lavanda pues son las que también tienen el aroma muy fuerte, eso creo.

Rió con ese sonido que dio un apretujón ligero a mi pecho, siempre capturaba mi atención cuando reía de esa forma, tan contagiosa y atrayente.

—Si pusiste atención, me escuchaste porque fueron unas de las ocho que te mencione que tienen más aroma, la primera es la peonía.

—Entonces esa es mi favorita —señalé con una sonrisita tímida.

Reímos juntos y la sensación fue asombrosa, me llenó de emoción escuchar nuestras voces mezclarse, hubiera querido que fuese así por todo el día.

—Y creo que Lily ya encontró la suya.

Me giré hacia donde Lilian tenia agarrada una margarita y la aplastaba en su boca cerrada, intentándosela comer. Entré en pánico y en vergüenza al ver que la había arrancado, no supe que hacer así solo se la quite y la guarde en mi bolso.

—Lo siento —me disculpé, alejando a Lilian de las margaritas.

—Oh no te disculpes, la estuve observando y ella no tomó ninguna flor en el camino a excepción de la margarita, debe de llamarle la atención, el color amarillo es muy llamativo. Le haremos una corona de margaritas. ¿Qué te parece?

Ahora ya no me hablaba a mí, se inclinó hacia Lilian y como ella tenía la mano extendida hacia la margarita que quería agarrar él le tomó la mano y ella creyendo que era la margarita la apretó fuerte.

—Se verá muy bonita —rió al sentir que Lilian le apretaba más la mano y lanzaba unos balbuceos.

Lily parecía estar sonriendo mientras más se acercaba Luke por lo que no me pude resistir y le ofrecí cargarla. No lo dudó y la cargó sin dejar de sonreír, hacía lo mismo que con Abby, le hacía mimos, jugando a hacerle caras graciosas y cosquillas.

De inmediato Lily reaccionó a ello con muchas sonrisas mientras que Luke y yo rompimos en carcajadas. La expresión juguetona de Luke me distrajo de mis pensamientos, a pesar de hacer todas esas caras lucía muy apuesto y no se veía nada mal porque le quedaba hacerlos, eran parte de su personalidad y verlo era algo que podía llevarte todo el día.

Pero poco pude deshacerme de lo que en verdad estaba pensando, si Lilian tuviera a su padre con ella quizá esta podría ser la forma en la que se comportaría una familia normal, riendo de las cosas ocurrentes que hacían padre e hija, contemplando la escena, recordando estos momentos preciados de Lilian. Él nunca sabría lo que en verdad se sentía tener los mejores momentos de Lilian cerca, los había perdido.

Y me di cuenta que no le negaría la verdad a Lilian, ella sabría todo acerca de su padre cuando fuese la hora.

Damien Westermann.

Esperé lo suficiente para volver a tener una sesión con Scott pero esta vez mi inquietud por verlo era sobre el límite que podía controlar, esta vez me prometió traer noticias del bebé y yo confiaba en que me conseguiría algo, lo que fuera, lo más pequeño, haría su esfuerzo para dármelo.

Cuando entré a la habitación él ya me esperaba sentado en su silla habitual, se dio cuenta de mí desesperación que me sonrió en bienvenida, ofreciéndome el sofá como siempre. Rápido me senté y esperé a que hablara, lo contemple con ojos ansiosos aunque esto no le causaba ninguna reacción, él como solía ser lucía muy tranquilo.

—¿Traes noticias? —le pregunté casi con presión.

Asintió y yo respiré aliviado, tenía que controlar esta ansiedad de cualquier manera, no podía esperar a lo que tuviera que decirme, había esperado muchas semanas y aunque esta actitud la podía desaprobar por completo tenía que comprender que hablábamos de algo que se había convertido en una prioridad para mí.

—¿Qué es lo que sabes? —insistí, me incline hacia adelante para acercarme más aunque no fuese necesario porque éramos los únicos ahí que cualquier susurro era audible.

Se acomodó sobre la silla, casi podía jurar que lo hacía para añadir más suspenso a la situación y mis nervios pendían de un hilo.

—No se mucho pero la información es muy buena, tuve que reunirme casi en secreto con la prensa porque el nacimiento fue muy privado, no se supo nada del bebé, ni el nombre ni el sexo pero ya sabes cómo son los periodistas, logran lo imposible.

Me concentré en él para que siguiera hablando, no quería que se detuviera.

—Solo se el sexo del bebé y el nombre.—me avisó con mucha honestidad

Mi corazón bombeaba desquiciado, no pude controlarme, tuve que levantarme y caminar de un lado a otro y aumenté la velocidad cuando empezó a decirme lo que sabía.

—Fue niña y se llama Lilian, también sé que fue prematura y estuvo en cuidados intensivos por casi dos meses, tuvo suerte de salir adelante y recuperarse.

Frené a medio camino al procesar solo lo primero de la información, inmóvil de pies a cabeza solo fui consciente de una sola cosa, Fue niña, una niña. Casi se me desbaratan las piernas que acelerado volví a tomar asiento, ahora sí mi corazón sufría de una crisis, respiré con cierta dificultad al imaginar a una pequeña niña con su dulce voz y risas cantarinas, la calidez, la sensación de alegría era sobrecogedora.

Los latidos acelerados de mi corazón parecían eternos y eso se debía a que la imagen de esa pequeña niña no desaparecía de mis pensamientos.

—¿Niña? —repetí con tono mortecino, la pulsación de mi sangre era tan elevada que lo escuchaba contra mis oídos —¿Es una niña?

La risa de aquella niña de mis pensamientos resonaba tan fuerte que lograba expandir el calor de mi cuerpo hacia todo los lugares posibles de mi anatomía, cubriendo todo a su paso de un goce y satisfacción enorme.

—Sí, así es —respondió de forma conmovedora.

Sonreí deslumbrado, llevé mi cabeza hacia mis rodillas, hundiendo mi rostro casi en el suelo, esto era nuevo e imposible de controlar, ¿Cómo se le podía definir a este sentimiento tan grande y poderoso que me llenaba de un gusto y alegría al mismo tiempo? Era alucinante y lo mejor es que se dispersaba por todos lados, embriagándome de un humor esplendido.

Scott se dio cuenta de mis pequeñas risas de incredulidad y aprovechó para hacerme preguntas.

—¿Qué te parece que haya sido niña? ¿La idea te agrada?

No podía salir de mi trance, estaba en shock pero en el buen sentido, parecía que todo esto era surreal, una clase de sueño bastante realista.

—Yo no...—las palabras no definían el sentimiento, era poco tratar de explicarlo —No me lo esperaba, no se que decir pero me pone feliz saber que ella está bien.

—Lo está —me explicó también muy deslumbrado, tal vez no se esperaba mi buena reacción —Ella está muy bien, ya no corre peligro.

No pude quitar mi sonrisa de oreja a oreja, estaba congelada sobre mi rostro, ella estaba bien, Lilian estaba bien.

—Lilian —aclaré para ambos, luego fui repitiendo su nombre una y otra vez en mi cabeza y descubrí que sonaba hermoso —Me gusta como suena.

Me dejé sumergir en lo agradable que se escuchaba una y otra vez en mi cabeza y en mis labios, poco a poco fui construyéndome un rostro para Lilian, pequeña, frágil, igual a Katherine, con sus ojos grandes avellanados y esas abundantes pestañas negras con esos pómulos redondos muy pronunciados cuando sonreía de más. Debía ser preciosa.

El único problema es que no estaba cerca de mí, y mi resignación era solo imaginármela, al menos solo por estos diez años porque mi objetivo era salir de aquí en esa cantidad de tiempo establecida, lo iba a lograr, por supuesto que lo haría, siempre había logrado mis objetivos pero este era el primero  que justificaba todos los sacrificios del mundo.

Katherine Weber.

La mañana siguiente de la inauguración de la florería tocaron a la puerta de mi casa, estaba a punto de irme al trabajo y de llevar a Lily a la guardería, fui a ver quien era y al abrir me sorprendí de ver a Luke con un grande arreglo de flores que incluían solo flores violetas, como lavanda, peonías y jacintos y si mi memoria no me fallaba eran de las tres más aromáticas de las que me había mostrado.

Sonreí con la mandíbula desencajada, parpadee de ver lo hermoso que era y lo delicioso que olía.

—Dios mío, son hermosas, ¿A que se debe esto?

Me regaló una sonrisa que le llenaba todo el rostro, sus ojos eran luminarias que aumentaron más su atractivo, de nuevo era algo que podías ver por horas.

—Todos los invitados se llevaron un arreglo de cortesía y tú olvidaste el tuyo, se que debiste irte temprano pero te lo traje personalmente. Puse todas tus favoritas y dio la casualidad que todas eran purpuras. También le traje algo a Lily —del fondo del arreglo sacó una corona de margaritas, le había hecho otra además de la que le hizo en la fiesta —¿Te gusta?

Sonreí, no fue fácil procesar esto, me había impresionado, no supe cómo pero me había robado las palabras, era un detalle que me había dejado atónita.

—No se que decir, ¿Le has dado a cada invitado un arreglo de flores?

Rió por lo bajo.

—Solo a los que tenían invitación, esos eran los invitados exclusivos.

No lo pude evitar y ruborice, para mi sorpresa solté una risa y mantuve mi vista fija en sus ojos por unos segundos hasta que recordé que necesitaba volver para terminar de arreglarlo todo e irme al trabajo.

—Te lo agradezco Luke, son preciosas y también por el detalle de Lily —no se porque a este punto no pude mirarlo muy bien a los ojos, no se porque me ganó una timidez estúpida —Es precioso pero debo volver adentro y terminar de arreglar mis cosas para irme a trabajar.

—¡Oh, si, si! Perdón, vine en mal momento. No es nada, me alegra que te hayan gustado y nos vemos luego.

—Claro.

Lo vi alejarse antes de cerrar la puerta, no se por cuanto tiempo duré viéndolo caminar hasta que entró hacia su casa, después me di cuenta que lo había visto alejarse todo el trayecto, ¿En serio había hecho esto? Parpadee asustada del tiempo que perdí y entré. Dejé el arreglo en la mesita de centro con la seguridad que al volver la casa olería exactamente igual que aquel mágico y glorioso jardín al estilo pemberley. 


Hola a todos, volví, siempre siento que me desaparezco una eternidad jajaja.

Lectores queridos, les tengo noticias, este mes termino de escribir la historia, por lo que tal vez a principios de agosto ya estaría actualizando los últimos capítulos de la historia, estoy escribiendo los capítulos tan rápido y por eso mismo yo estoy segura de que el final ya estará escrito muy pronto.

La historia a partir del capítulo 29 se vuelve a dividir, porque se abre otro ciclo importante, tal vez ustedes ya se lo pueden ir imaginando.

Ahora que Damien ya sabe que su hijo es niña y se llama Lilian, no es necesario decir que se convirtió en un otra persona jajaja, lo que hacen este tipo de cosas y lo que viene, a que no tiene idea de lo que va a pasar y entre Katherine y Luke....¡No puedo decir mucho! Pero es casi como si me estuviera dando un infarto.

Les mando un besote enorme y no se olviden de que los amo demasiado y gracias por todo.

No me di cuenta que Oscuros Encantos llegó a las 80K leídas ¡¡Me encorazona esto! ¡Billones de gracias!

Nos leemos 


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