Última Conversación
—Y esos son todos los reportes hasta ahora, ninguna eventualidad entre las producciones principales, la evaluación de nuevos ninjas se hará en una semana, está todo preparado para que viaje a Konoha a la reunión anual de Kages.
—Gracias Akatsuchi, puedes retirarte— Le ordenó Kurotsuchi desde su escritorio mientras se recargaba contemplado el amanecer tocando las primeras rocas de la aldea.
—Una cosa más Tsuchikage-sama— el chico se acercó y puso en su escritorio algo que Kurotsuchi miró con curiosidad, la foto de una chica— su nombre es Tenten Amma escapó de Konoha hace unas semanas, Konoha quiere que estemos pendientes si es vista en los alrededores, ¿quiere que ponga en alerta a nuestra seguridad?
Kurotsuchi tomó la foto con dos de sus dedos y la miró con atención durante unos segundos, antes de cerrar los ojos y suspirar cansada.
—Konoha pide muchos favores últimamente, ¿No lo crees?— hizo un gesto con la mano restando importancia—¿han pasado semanas? es una simple chica no reconozco que sea perteneciente a algún clan importante, pon en alerta por dos días, después de todo eso es un protocolo de ninjas desaparecidos.
—Ammm en realidad... ella es la chica que fue vista hace años con el criminal clase S ¿Recuerda?, al que usted...
—Conozco la historia Akatsuchi ya no me aburras con eso, haz lo que dije— volteó si silla completamente hacía la ventana ya sin tener contacto con él.
—Como diga— hizo una reverencia antes de desaparecer.
Cuando escuchó la puerta cerrarse supo que estaba sola, volvió a tomar la foto entre sus manos, el rostro de la chica estaba en completa seriedad, aunque era sólo una simple foto, ella vio la mirada perdida en los ojos de la chica, no le costaba mucho imaginar que fue tomada después de todo por lo que pasó.
—Eres bonita pero en tu mirada hay un vacío que da algo de miedo... no me sorprende que ese sujeto se obsesionara contigo, sus miradas son parecidas— Kurotsuchi arrugó la foto mientras se levantaba y la tiro al bote de basura más cercano, cogió su sombrero de Tsuchikage y se dirigió hacia el sótano donde solo ella tenía acceso ahora, el cuarto rocoso solo se iluminaba por velas y un muñeco de madera yacía recostado en el fondo de esta, después de asegurarse de que era seguro extendió el pergamino en el suelo frente al muñeco e hizo símbolos de Jutsu de inmediato.
Después de iluminarse todos los sellos en el muñeco este se levantó tomando la forma de alguien ya conocido para ella.
—Demonios, ¿Por qué sigues haciendo esto?— El muñeco de Deidara se quejó irritado.
—Estoy esperando a que me cuentes cómo es la vida en el más allá.
—Ya te dije que no recuerdo, es como si me borraran la memoria cada vez que me invocas, sólo tengo recuerdos de cuando estaba vivo.
—Lo seguiré haciendo hasta que recuerdes— Kurotsuchi sonrió provocativa, enseguida una tos fuerte la hizo borrar la sonrisa por completo, la hizo inclinarse en el suelo y toser sangre.
—¿Estás bien?— Deidara le observó con suma seriedad.
—Si...es lo normal...— limpió su boca y sonrió amable hacia él— no es nada.
—Lo será en unos años— Deidara entrecerró los ojos molesto.
—Está vez será la última— cerró los ojos con expresión tranquila.
—¿Qué mierda es lo que significa eso?
—Que tienes que dejar de preocuparte no soy una niña pequeña— abrió los ojos y le dedicó una sonrisa.
—Maldición Kurotsuchi ¿por qué haces esto?— Deidara alzó la voz estrellando su puño de madera en el suelo, se dio cuenta como otras veces que no dolía, no sentía nada— este jutsu te quita la vida en cuanto más lo uses... ¿Por qué?
—Cuando subíamos esa montaña y hablábamos por horas... era la mejor parte de mi día— la chica sonrió con la mirada baja al recordar— debi de haber hecho algo para que te quedarás, pero el hecho es que no importa cuánto hubiera podido hacer tú no ibas a regresar— tomó su sombrero de Tsuchikage y se lo colocó en la cabeza, desde abajo de las sombras de este ella sonrió hacía él— me dijiste que me convirtiera en Tsuchikage, fue tu idea así que... tenías que verlo con tus propios ojos para creerlo.
—La mitad de tu vida...— le recordó con frustración.
—¿Tú también has contado los minutos verdad?, cada minuto realizando este Jutsu prohibido es un año de vida que hay que pagar— escondió su rostro entre el sombrero— ¿Y bien?, ¿valió la pena verdad?— las lágrimas cayeron al suelo dejando sorprendido al chico— dime que te alegras... te alegras de haberme visto de nuevo.
—No eres arte Kurotsuchi— Deidara sonrió cuando vio el pergamino iluminarse y su cuerpo de madera también, se acaba el tiempo— el arte es algo efímero, algo que dura sólo un parpadeo como mis explosiones lo hacían, tú eres algo más duradero, algo que se puede admirar incluso estando rodeado en los brazos de la muerte.
El muñeco quedó inutilizado al dar por terminado el jutsu.
—Eres... un idiota...— se refugió más debajo del sombrero sin dejar de llorar.
Cuando fue a la casa ya abandonada, encontró en la entrada de esta el pago por sus servicios, tomó la pequeña bolsa de dinero y salió de aquellas tierras con problemas de esclavitud que el término al matar al terrateniente.
Regresó al país de la lluvia, caminando por aquel húmedo paisaje, finalmente se introdujo a uno de los edificios abandonados para por fin descansar, se recargó en el marco de la puerta y vio antes de cerrar los ojos la lluvia que caía con intensidad en aquel momento.
—¿Cuanto dinero fue esta vez?— la voz en su cabeza lo hizo abrir los ojos con molestia, cierta castaña se encontraba frente a él con las manos en la cintura y sonriendo— ¿ya juntaste lo suficiente para llevarte a Saiya contigo?, o ¿planeas dejarla más años con esa anciana mientras no estoy?
—Te dije que no volvieras a usar su imagen— Hidan le miró furioso.
—Si, bueno esto no es mi culpa, no es como si pudiera evitar que pensarás en ella todo el tiempo— sonrió con maldad hacía él— recuerdo como las primeras veces te dejaste llevar perdiendo tu cordura totalmente hasta que el llanto de Saiya te volvía a tierra firme, es por eso que corriste a buscar ayuda aquella líder de la aldea de la roca, tu trato con ella de un lugar seguro para Saiya a cambio de la otra mitad de los pergaminos que le robaste, fue de las ideas más inteligentes que hemos tenido ya sabes cuándo en realidad no tenemos muchas— amplió su sonrisa.
—Largo— Hidan volvió a cerrar los ojos con molestia, para su sorpresa la alucinación de su propia mente frente a él con la viva imagen de Tenten desapareció en ese momento.
Cuando la lluvia paró en unas cuantas horas Hidan se levantó y siguió su camino hacia el límite de la aldea de la lluvia, se dirigía a uno de los templos abandonados en donde siempre encontraba más trabajos pequeños que no llamarán tanto la atención de las grandes aldeas.
Cuando llegó subió los escalones y buscó en el mismo lugar de siempre, no había ninguna, hizo una mueca de disgusto inmediato, notó una sombra en el fondo del templo y miró con curiosidad el bulto que parecía el cuerpo de una persona recostada, recorrió con la mirada el cuerpo delgado deduciendo que era una mujer, el cabello castaño se deslizó al voltearse rostro inconscientemente mientras dormía.
"¡Iré a cada templo abandonado en el que Jashin escuche las peticiones desesperadas de la gente si desapareces!, ¡Te buscaré por todas esas las aldeas!... juro que desperdiciaré mi inmortalidad haciendolo..."
Recordó de inmediato con la voz de la castaña en su cabeza, cuando subió las escaleras que faltaban se dio cuenta de que sus manos temblaban, negó con la cabeza y se detuvo tomándola con ambas manos sonrió incredulo.
"Buscaré siempre la forma de regresar a tí"
Volvió a mirar a la chica que aún continuaba durmiendo en el suelo de madera, caminó ahora con una expresión neutra y se arrodilló frente a ella, acercó su mano para tocar su rostro y se detuvo, frunció el ceño deteniéndose temiendo que aquello fuera uno más de los engaños de su propia falta de cordura.
Observó cómo los ojos se abrieron primero parpadeando despacio y luego enfocando su mirada hacia él, la expresión de sorpresa de la chica se presentó en su rostro para segundos después mostrar una débil sonrisa.
—Así que este era el templo adecuado, ya veo... empezaba a preocuparme de que no vería la lluvia nunca más— cerró los ojos sin fuerzas y pequeñas lágrimas salieron de ellos— realmente estamos bendecidos por Jashin.
Aún incrédulo tomó su mejilla entre su mano y sonrió, la levantó y la recargó contra él en una clase de abrazo que ella correspondió.
—Tú... maldita sea estás muy delgada te ordené que comieras, maldición nunca me obedeces— entrecerró los ojos molesto mientras se aferraba a ella— mierda... maldición...
—Perdón por tardar...— se separó de él un poco al hablar y le sonrió— sabía que te encontraría...pero tuve que pasar desapercibida por un tiempo... hasta que pensarán que ya lo había olvidado...inclusive a veces sentia que perdia el sentido...pero...sabía que me encontrarías...
—Deja ya de causarme problemas o te lo haré pagar caro— con el ceño fruncido él tomó con sus dos manos su rostro y la besó en los labios, ella correspondió con las pocas fuerzas que le quedaban por haber vagado en territorios fuera del alcance de las aldeas pequeñas y grandes para que no lograrán reconocerla.
Al separarse ella sonrió mientras el solo parecía encargarse de convencerse a sí mismo de que ella era real.
—¿Dónde está?, ¿Por qué no está contigo?— preguntó de inmediato por su hija.
—Demasiado peligroso... es un fastidio, estorbaría para cumplir el mandato de Jashin— frunció el ceño hacia ella molesto— te dije que no servía para eso— volvió llamando su atención a la preocupación que ella mostraba, una expresión se volvió neutra— está a salvo, después de que me asegure de que comas algo te llevaré con ella.
—Sólo espero que no me odie por no estar con ella todo este tiempo— Tenten sonrió con algo de incomodidad—aunque la entiendo... sólo quiero verla una vez y con esto bastará.
Hidan no respondió sólo la miró con seriedad mientras ella volvía a recargarse en él, así estuvieron durante horas hasta que él la llevó por comida y después se dirigieron hacia el país de la roca.
No acompañó a la abuela Emiko a la aldea para bendecir la cosecha en lugar de eso aprovecho aquella ausencia para escapar bajando de aquel enorme templo a los campos de entrenamiento de la aldea.
Cuando sus pulmones se quedaron sin aire supo que aquello había sido una mala idea, la fuerza del puño combinado con chakra de Tsugumi la golpeaba de nuevo en el estómago cayendo al suelo por completo.
Mientras todo el pueblo estaba en la ceremonia que su abuela hacía, una emboscada le esperaba, y todo por la curiosidad que sentía de probar su puntería con verdaderos blancos y no unos hechos con el papel de los pergaminos de su abuela.
—¿Ya es suficiente para entenderlo monstruo o necesitas que mi padre se prohíba la entrada a la aldea?— Tsugumi sonrió con superioridad.
Saiya se trató de lavantar pero Tsugumi se lo impidió tomándola de su largo cabello haciendo que la voltearse a ver frente a frente, ella forcejeo con sus manos sin poder librarse.
—¿Por qué haces esto?, ¿Temes a un poco de competencia a caso?— Saiya sonrió retandola.
En el instante en que Tsugumi iba a golpearla en el estómago de nuevo ella empujó hacia arriba todo su cuerpo desestabilizando a su rival mientras hizo que está cayera con una simple barrida de sus pies, al tomarla por sorpresa Tsugumi vio desde el suelo como Saiya sacaba un Kunai y lo lanzaba hacia ella quedando justo al lado de su cabeza sin herirla.
—La próxima vez no vengas sola— Saiya sacudió sus ropas del polvo— o lo que llamas monstruo podía convertirse en uno de verdad— se dió la vuelta y empezó a caminar de regreso al templo de su abuela.
—Nadie de la aldea te quiere cerca— Tsugumi se levantó con una mueca de disgusto acomodando su cabello con superioridad— ni siquiera tus padres te querían cerca por eso te abandonaron, estás maldita.
Saiya estuvo a punto de abalanzarse a ella cuando se dio cuenta de que Tsugumi había escapado.
—Cobarde— fue lo último que mencionó al seguir su camino, suspiró con cansancio pensando en que en unos cuantos días dejaría de esperar a su madre y su promesa de venir por ella, se iría de ese lugar a encontrar un nuevo hogar.
En la entrada del templo divisó a una persona, una mujer, más alta que ella pero aún jóven, su cabello castaño estaba trenzado y sus ropas no se notaban costosas, a Saiya ya no le importó en lo más mínimo ni que aquella extraña la mirará con detenimiento y totalmente sorprendida, la pasó de largo para subir las escaleras, cuando la mujer trató de hablar Saiya interrumpió de inmediato.
—Si busca a la abuela Emiko vendrá en unas horas más o puede ir a la aldea a buscarla, yo no puedo ayudarla— casi entrando por la puerta la voz de la mujer la detuvo.
—¿Qué fue lo que te pasó?
Saiya suspiró viendo sus ropas arrugadas y sucias, definitivamente al verse en un espejo sabría lo descuidada que estaba en esos momentos por la pelea.
—Al parecer... nacer...— Saiya bajó la mirada al contestar.
—No digas eso, estoy segura y sé que tu nacimiento significó mucho para alguien.
Saiya no pudo más y encaró a la mujer con enojo.
—Ellos piensan que estoy maldita— señaló a la aldea— no me extrañaría que la abuela Emiko también lo pensara, pero por alguna razón extraña tiene que "cuidarme"
—Tus padres, ellos...
—Si claro— rio con crueldad— mi padre me abandonó aquí sin ningúna explicación y mi madre... ella...— apretó los puños y apartó la mirada— no estoy segura de que pasó con ella... prometió regresar por mi de donde sea que esté... de donde sea que proviene... ¡Pero ya estoy harta de esperar!
—Lo siento Saiya.
Saiya abrió los ojos con sorpresa hacía la mujer castaña frente a ella al oír su nombre, Tenten continuó hablando.
—Lamento haber tardado tanto, está bien que me odies pero al menos quisiera llevarme toda esa tristeza conmigo cuando me vaya y no dejar que carges con ella el resto de tu vida.
Saiya dejó de respirar por unos segundos antes de salir corriendo hacía Tenten y abrazarla.
—Madre...— su voz tembló al borde de las lágrimas y abrazó a Tenten con más fuerza.
Tenten correspondió de inmediato asegurándose de estar al fin en casa.
Desde los lejos Hidan observaba con seriedad alguna aquella escena, tenía en ese momento un solo pensamiento, ahora tenía una debilidad, por primera vez su inmortalidad parecía vulnerable y no le importaba ni le molestaba en lo más mínimo, sonrió al saber la ironía de aquello que nunca pensó que pasaría.
Y bueno aquí termina otra de mis historias, en realidad como ya saben esto empezó como un experimento realmente no esperaba mucho de ella pero estoy algo satisfecha con el resultado espero que la hayan disfrutado, como podrán ver hay ligeros huecos en la historia pero son cosas que deje a propósito espero que eso no haya arruinado la experiencia de leerla, el formato de esta historia es algo que cuide mucho para tratar que fuera original de cierta manera, eran capítulos cortos pero trataba de que lo más importante saliera a la luz mediante una conversación de no más de tres personas a la vez, nos leemos en otra de mis historias, cuidense mucho, gracias por comentar, cada comentario me ayuda a seguir escribiendo, en serio muchas gracias por el apoyo en esta y mis otras historias no serían nada sin que ustedes estuvieran al pendiente de ellas dándome todo su apoyo, gracias:3
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