—¿Estas seguro de esto?, podría resultar algo problemático— Shikamaru habló mientras caminaban entre la oscuridad de las celdas de alta seguridad de Konoha.

—Si— Neji respondió a secas siguiéndolo.

Después de unos segundos más caminando se encontraron frente a una celda en particular, los dos chicos se tensaron y ambos tenían razones para hacerlo.

Cuando los observó, Hidan sonrió sentado desde el fondo de la celda con las piernas cruzadas, sus manos se encontraban atadas por delante y juntas en un pedazo de metal con sellos y pergaminos en el, fuera de eso él tenía la libertad de caminar libremente por ella.

—Quiero que escuches y respondas pedazo de porquería— habló Shikamaru, su actitud calmada y despreocupada cambiaba cuando el hombre frente a él estaba presente recordándole cosas del pasado— ¿Qué es lo que le hiciste a Tenten?

Hidan no dejó de sonreír y observarlo con sus ojos violetas, no respondió, en lugar de eso volteó a ver a Neji con la misma sonrisa que borró por unos segundos al hablar.

—Tu debes ser el Hyuga que la cambio por una princesa a la primera oportunidad, ansiaba conocerte para golpearte hasta morir—Hidan sonrió divertido — puedes estar tranquilo, cuide bien de ella

—Neji espera—shikamaru trato de detener al Hyuga mientras este abría la celda y se ponía frente a Hidan para golpearlo en el rostro.

Hidan quedó arrodilado por el golpe, antes de regresarle la mirada a Neji escupió la sangre dentro de su boca a causa del golpe, sonrió más al ver la furia en el rostro de Neji, el byakugan se había activado dándole un aspecto más amenazante.

—La única forma de matarme es lo que tu amigo de allá hizo hace tiempo pero no funcionó— Hidan rio— además mi querida Tenten te odiaria al averiguar que fuiste tu el que lo hiciste.

Neji se limitó a golpearlo de nuevo está vez en el estómago, Hidan cayó al suelo por falta de aire tosiendo.

—Vuelve a hablar de Tenten de esa manera y dejaré paralizado todo tu sistema nervioso— mencionó Neji con furia— desearas haber muerto.

Hidan rio en el suelo por unos momentos y después levantó el rostro mirando con furia al Hyuga.

—Adelante sólo harás que ella te odie— volvió a reír está vez más fuerte.

—¿Que le hiciste?— Neji entrecerró los ojos enojado.

—Nada—declaró Hidan entre risas— ella vino hacia mí por si sola, cuando Jashin nos unió, era inevitable hasta para mí resistirse.

Neji estaba apunto de tirar otro puñetazo en el rostro de Hidan cuando Shikamaru tomó su hombro deteniéndolo.

—Estas cayendo en su provocación Neji y es molesto— Shikamaru suspiró fastidiado— lo único que hace es alardear sobre su Dios ficticio, no obtendrás nada de él de esa manera, no es tan listo como parece, encontraramos otra forma.

Neji cerró los ojos tratando de calmarse, salió de la celda, Hidan se colocó de pie mirándolos seriamente.

—Por su seguridad espero que ella y el hijo bendito por Jashin estén bien— sonrió y sus facciones del rostro tocaron la locura que lo caracterizaba— de no ser así cuando salga de aquí voy disfrutar cortando en pedazos cada parte de sus cuerpos, mientras todavía están conscientes de que lo hago.

Neji le dedicó una última mirada de odio antes de dejarlo de nuevo en soledad.

Hidan dejó de sonrier para apretar los dientes furioso, observó de nuevo cada detalle de la celda para buscar un punto débil y escapar lo antes posible, deseo ser lo un poco más inteligente para lograrlo lo antes posible.

Ese día Neji no acudió a visitarla y eso estaba bien, Tenten no quería la compañía de nadie que no fuera Hidan.

Volvió abrazarse a ella misma al caminar con la habitación en la que estaba encerrada, analizó cada parte de ella hasta llegar a la puerta.

Podía burlarla con algo agilidad al abrirse, aunque sus intentos serían en vanos si alguien como Neji entraba.

En ese instante la puerta se abrió y Tenten se asustó abriendo los ojos de la sorpresa, la persona que había venido a su mente estaba frente a ella.

Neji estaba igual de sorprendido al verla levantada cerca de la puerta, el contacto visual no duró mucho Tenten dió la vuelta con intención de colocarse en la cama de nuevo.

—Intentabas irte— declaró Neji de manera rápida, con un tono de voz neutro que Tenten conocía bien, estaba enojado.

Tenten decidió no responder y terminar de dirigirse a la cama pero escuchó la puerta cerrarse y fue detenida tomada por Neji en el antebrazo derecho, Tenten se rehuso a devolverle la mirada al Hyuga aunque ella sentía que la observaba esperando que ella lo hiciera.

—Quieres irte, ¿No es así?— Neji apretó los dientes y siguió hablando— respóndeme Tenten.

Tenten forcejó sin fuerzas el agarre de Neji, después sostuvo la mirada aperlada sin expresión, cansada.

—No puedes seguir así por mucho tiempo y lo sabes— Neji volvió a hablar— sabes que terminara contigo en un hospital conectada a una clase de suero si decides seguir sin comer lo suficiente, lo sabes a la perfección... sabes que no te dejaremos morir y esa es la razón por la que haces esto....

—Yo... sólo quiero verlo, saber que está bien— Tenten bajó la mirada de lado.

—Bien— Tenten abrió los ojos sorprendida y tuvo contacto con los ojos aperlados pero se asustó que la mirada de Neji no era nada amable— Te llevaré a verlo una vez y después te olvidarás de todo esto, ¿entiendes? volverás a comer bien y te dejarás ayudar por nosotros en tu enfermedad.

—No estoy enferma— los labios de Tenten hicieron una mueca de disgusto.

—Tampoco estás enamorada como crees— Neji apretó ligeramente el agarre— él sólo abusó de ti, te utilizó a ti y a tu debilidad... y sea lo que sea que te hizo para que pronuncies esas palabras tan ensayadas yo juro que lo romperé— soltó el antebrazo de Tenten sin dejarla de mirar a los ojos.

—Ya no soy quién era...no puedes obligarme a nada... ni siquiera a amar...

Tenten calló de inmediato y desvío la mirada.

—No, no voy a obligarte a amarme— Neji dió la vuelta y antes de salir de la habitación habló de nuevo— nunca te he obligado... y sin embargo es la misma razón por la cual no puedes terminar esa frase.

Tenten se quedó de nuevo sola sentada en su cama, las lágrimas brotaron de su rostro mientras tomaba el bulto de su vientre acariciándolo suavemente.