3ra Conversación
Los días pasaron y Tenten supo que nadie iba a hacerle caso a sus demandas de ver a Hidan.
Las comidas y vitaminas que necesitaban llegaban a sus horas correctas, no intento nada acerca de escapar por el bien de su bebé dentro de ella.
No contaba los días, pero le importaba que cada día que pasaba Hidan podía estar muriéndose de hambre, así que decidió dejar de comer.
—Tu inmortalidad es imperfecta Tenten— decía Neji quién la visitaba día tras día sentándose en silencio con una silla recargada en la entrada— necesitas seguir comiendo o morirás.
Tenten no habló ni lo miró, le irritaba su presencia a solas con él.
La chica se acostó de lado dándole la espalda, tocó su vientre entre sus manos, a veces sólo comía lo necesario para que su bebé no sufriera y tomaba agua para no deshidratarse totalmente pero era todo, ellos sabían que no era suficiente, utilizaría esa preocupación a su favor.
—¿Hasta cuándo seguirás así?— la molestia en las palabras de Neji se notó de inmediato— ¿sabes lo cerca que estoy de amarrarte a la silla y obligarte a comerlo todo?
—Quiero verlo— Tenten soltó sin cambiar de posición.
—No sería bueno para ti— suspiró cansado de explicárselo de nuevo— tienes un trastorno psicológico que te provocó el trauma, entre más tiempo estés sin verlo o tener contacto con él más rápido entrarás en razón sobre dejarte ayudar por nosotros.
Tenten no habló de nuevo, las lágrimas cayeron de lado, oprimió más su vientre.
De nuevo el silencio se hizo presente hasta que llegó la hora de la cena, de nuevo solo tomó el agua que le ofrecían, volvió a acostarse de nuevo en la misma posición.
—Descansa— Neji se despidió de ella como todos los días desde que la visitaba, ella nunca respondía.
Se dejó perder en la oscuridad, con el recuerdo de Hidan en su mente, con el recuerdo de estar juntos hace unos meses desde el día que la salvó.
Era una misión de reconocimiento que terminó en una trampa puesta por el enemigo, la paz estaba en todas las aldeas, pero sin embargo algunos pequeños territorios estaban llenos de personas que no arreglaban sus diferencias con otros.
Existían misiones tranquilas en donde se aseguraba la seguridad de los gobernantes de esos territorios. Tenten llegó a las tierras de un señor feudal que había sido amenazado a muerte por otro.
Shikamaru Nara se encontraba con ella como el líder del equipo, la chica revisaba constantemente todas las instalaciones de la gran casa en busca de artefactos explosivos y trampas. Después de días velando por la seguridad del señor feudal hubo un ataque a la aldea al que acudieron de inmediato.
El incidente fue ocasionado por una banda de delincuentes que saqueaban la aldea los detuvieron de inmediato.
—Tenten vuelve a dar una vuelta al perímetro en busca de explosivos— el Nara le ordenó de inmediato y ella siguió la orden.
Cuando la castaña se encamino a la gran casa observó de inmediato los cuerpos de los soldados y en la entrada de esta, corrió y se adentró a ella de inmediato tuvo que ignorar los cadáveres en el proceso cuando a se encontró en la sala principal fue la primera vez que lo vio.
A él no le importaba el desastre de sangre que dejaba, entre más sangre manchara a los alrededores más satisfecho se sentía con su trabajo.
―Lo siento―rio mientras miraba el cuerpo cercenado del señor feudal con una sonrisa satisfecha― llegas tarde.
Fue la primera vez que lo vio y no fue más relevante para ella que ninguno de sus enemigos anteriores. Aquello que a simple vista no parecía ser humano hizo temblar a Tenten en ese primer encuentro.
Ella atacó de inmediato, sabia que no era suficiente para enfrentarse a un ex-Akatsuki ella sola, pero podría entretenerlo mientras Shikamaru y los demás se daban cuenta de lo que pasaba. Invocó dos espadas encorvadas en cada mano inclinando una frente a la otra preparándose, Hidan rio emocionado.
―Jashin te bendecirá a ti también― levantó su guadaña y se abalanzó contra ella, los metales chocaron de inmediato, la fuerza del mayor empujo a Tenten hacia atrás, aumento su resistencia tratando de mantenerse a la par, la castaña sintió la patada que terminó por empujarla por inercia soltando las dos espadas.
Desde el suelo levanto la vista y se dio cuenta de que su mejilla derecha se sentía mojada tocó de inmediato, observo como Hidan lamia la punta mas alta de su guadaña.
―La sangre de una mujer― Hidan se acercó a ella mientras Tenten observó como poco a poco su cuerpo se volvía negro con blanco― ha pasado tiempo desde la última que mutile.
Hidan volteo ágilmente hacia atrás y retrocedió evitando la sombra que se desplazaba hacia él casi quedando atrapado en el jutsu de Shikamaru.
―No volveré a caer en eso maldito mocoso― sonrió hacia el Nara que lo miraba con furia.
― ¡Tú! ― Tenten notó la furia de Shikamaru ahora en sus palabras― ¿Cómo escapaste de tu maldita tumba?
Hidan le miro sin interés y alzó los hombros.
―Soy el más fiel servidor de Jashin, me ayudó a seguir con su mandato en este mundo― sonrió con satisfacción―pero parece que tienes otros asuntos que atender.
Primera de las explosiones resonó haciendo temblar toda casa.
―Imposible...― Tenten balbució incrédula― yo...yo revisé...no había ninguna bomba...
―Querrás decir... ninguna que no estuviera con vida― Hidan rio divertido― es un regalo de agradecimiento para Jashin de mi parte.
Más explosiones se escucharon en la aldea junto con gritos de desesperación de diversas personas.
―Tenten― Shikamaru ordenó de inmediato― ve a desactivar las que encuentres.
La castaña se levantó y salió corriendo hacia la aldea, el panorama era horrible había personas corriendo y fue cuando Tenten observó a un chico con papel explosivo alrededor de su cuerpo arrodillado y rogando por su vida, se aproximó a él y después de calmarlo quitó con cuidado las bombas, le ordenó al chico que fuera a un lugar seguro.
―¡Ayuda! ―una mujer con explosivos en ella gritó hacia ella mientras varias explosiones más sonaban alrededor envolviendo la aldea en humo y llamas, era una masacre―mi hijo se lo llevaron para ponerle explosivos.
Después de que la chica le quitará las explosiones la mujer señaló una dirección y Tenten encontró al niño llevado a rastras por un mayor.
―¡Oye suéltalo ahora! ― la castaña apartó al mayor del niño.
―Todos en esta maldita aldea merecen morir por robarnos territorio que no les correspondía― el mayor arremetió hacia ella tirándola al suelo y rodando cuesta abajo llegando a la orilla de un pequeño acantilado, el niño corrió hacia la dirección donde se encontraba su madre.
Tenten forcejó con el mayor hasta que logró empujarlo casi al borde de caer sin darse cuenta, fue cuando extendió la mano, no iba a dejar que una vida más que perdiera, aunque fuera alguien con malas intenciones había formas de hacerles pagar por ello, pero cuando ella trató de ponerlo a salvo él fue el que la empujó, perdiendo el equilibro vio como en cámara lenta como caía y no había de donde sostenerse, nadie que la sostuviera.
Trató de invocar una pequeña guadaña prensándola en la rocosa pared, funcionó por poco tiempo cuando observó como una explosión cercana hizo temblar la pared rocosa desprendiéndose parte de las rocas cayendo con Tenten, sintió en su espalda el dolor del agua cuando la tocó, tuvo que reaccionar rápido para que una de las piedras grandes la golpeara, sin embargo después de evitar varias una la alcanzó hundiéndola al fondo, gimió sintiendo como su espalda choco con una piedra en el fondo del agua que la arrastraba, sintió un dolor intenso en varias partes de su cuerpo, varios huesos se quebraron dejando escapar todo el aire en sus pulmones, finalmente dejándose arrastrar inconsciente por la fuerte corriente.
Cuando volvió a recuperar la conciencia todo su cuerpo dolía al sentir la ligera corriente del agua queriéndola arrastrar de nuevo desde la orilla. Levantó su mano derecha que se encontraba dolida e hinchada, no sentía sus piernas, algo en su cadera producía un dolor intenso, sacó su cuerpo del agua arrastrándose, temblando por tener mojado todo el cuerpo, sentía el sabor de la sangre en su boca, sabia que estaba muy herida y si pudiera adivinarlo algunos huesos jamás volverían a ser lo mismo que eran, dejó escapar una pequeña lágrima por el dolor intenso al descansar por fin en los arbustos más cercanos.
Observó su pie torcido en una posición nada natural, no lo sentía, decidió cerrar los ojos y trató de dormir, pero no lo logró, el dolor intenso no se lo permitía.
Horas después su ropa se secó sola pero aún seguía temblando, no podía caminar, por más veces que lo había intentado ya levantarse sus piernas no respondían, observó la corriente del rio y no vio ningún acantilado cerca, dedujo por lógica que había sido arrastrada durante horas por la corriente, cerró los ojos y pensó en Neji quién meses antes se había ido de la aldea en una misión permanente, se había convertido en el guardaespaldas personal de una princesa la cual Naruto había salvado hace mucho tiempo en una misión antes de la guerra.
Se lo imaginó mil veces como la encontraba antes de que se muriera desangrada o de inanición por no poder moverse, los tontos sentimientos de enamorada jugaban con su cabeza entre ratos, se imaginó deteniéndolo cuando se marchó a esa misión, recordó haberle dicho que lo esperaría y él no había respondido a eso tan solo le había dado una triste sonrisa mientras se iba, después de dos días ya no le importaba quien la encontrara, sólo deseaba que lo hicieran.
Le dolía el respirar y el sabor de la sangre en su boca no cesaba, sabia que algo andaba mal, tocó la parte de lado en su torso, sintió el hueco y el dolor al hacerlo, pensó en costillas rotas y seguramente la perforación de alguno de sus pulmones con ellas.
En el tercer día escuchó detrás de si los pasos de alguien, apenas podía abrir los ojos por el cansancio, pero hizo un intentó de todos modos averiguando que solo se abrían a la mitad.
―¿Ah?, ¿qué es esto?, parece que encontré a un conejo al borde de la muerte― Tenten cerró y volvió a abrir los ojos pensando en que tal vez era su mente jugando con ella, sin creerse que aquella persona la había encontrado antes que nadie, Hidan le sonrió sin interés, colocándose de cuclillas frente a ella― tienes muy mal aspecto.
Tenten trató de hablar, su garganta completamente seca sólo logró emitir un pequeño gemido.
"Púdrete" era lo que la castaña trataba de decir sin éxito, frunció el ceño hacia el con la poca fuerza que tenía.
―¿Con esa mirada te enfrentas a la muerte?― Hidan soltó una carcajada levantándose la miró desde arriba con la sonrisa llena de locura colocó la guadaña en el cuello de la chica― interesante sacrificio para Jashin.
Tenten cerró los ojos aceptando su final, no podía mover ni un dedo para evitarlo, después de unos segundos abrió los ojos con dificultad de nuevo al no llegar el golpe final, observó los ojos violetas que la miraban con seriedad, después retiró la guadaña espumándola en una nube de humo, se puso de cuclillas frente a ella con la misma mirada durante unos segundos después sonrió una mano se acercó al rostro de Tenten limpiando con su pulgar un poco de sangre de sus labios, después la lamió, poco a poco su piel se volvió negra con rasgos blancos, se levantó y dibujó una versión pequeña del símbolo de la maldición frente a Tenten.
―¿Qué te parece si continuamos lo que ese maldito idiota interrumpió?
Hidan sacó una aguja y lo clavó en su mano derecha, Tenten gimió al descubrir que era posible tener más dolor del que ya había soportado. Cerró los ojos y luego los abrió al escuchar gemir de satisfacción a Hidan este volteo a verla con los ojos bien abiertos después sonrió como si hubiera encontrado un tesoro.
―Tú ...tu dolor es tan fuerte... es impresionante...― se acercó inclinándose a ella y tomó su rostro sonriendo emocionado― No cabe duda... Jashin me envió ante ti para recompensarte a cambio del dolor que has sufrido todos estos días.
Hidan la levantó y todos sus huesos rotos parecieron romperse más, la llevó a sus espaldas, a medio camino Tenten volvió a quedar inconsciente.
Ese día la vida de Tenten cambió, y ahora acostada en aquella cama en la soledad de la noche sabia a la perfección que no haría otra cosa para que no hubiera sido de esa manera.
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