10ma Conversación
Cuando despertó ninguna parte de su cuerpo dolía, observó el suelo de madera sobre el que estaba recostada, no tuvo las ganas de levantarse hasta que se dio cuenta de que estaba manchada de sangre por todas partes, sangre ya seca que se pegó a su piel, su ropa, y su cabello.
Se levantó mirando sin expresión el ocaso desde la entrada sin puerta del templo.
Recordó haber visto un arrollo al caminar cerca de la zona, y su había un arrollo existía a la terminación de este alguna aglomeración de agua en algún lugar cercano.
Caminó hasta encontrarlo y quito las partes de su traje hasta quedarse en en su ropa interior, no lo pensó dos veces antes de sumergirse en aquel pequeño manantial, estuvo bajo el agua durante unos pocos minutos hasta que necesitó salir por aire, se lavo todas las partes manchadas por sangre y deshizo el adorno de su cabello castaño dejándolo suelto, quitando cada parte manchada.
Cuando terminó tomó su ropa e hizo lo mismo, suspiro cuando se dio cuenta de que algunas partes no eran recuperadas en su totalidad, suspiró pensando que en la siguiente aldea podría conseguir una ropa diferente.
Volvió a perderse en sus pensamientos al tener la idea de que ya no necesitaba esa ropa ninja nunca más.
Pensó en que su situación no tenía remedio, estaba en soledad junto a un criminal que no la iba a dejar ir sin matarla primero.
Por más que a sus pensamientos quería a pagarlos con el dolor intenso que ahora podía causarse sin consecuencias a morir, Tenten no queria la muerte, no todavía.
Pero ya no le importaba escapar de Hidan, no tenía ganas de hacerlo, no tenía ganas de hacer nada de nuevo.
Se colocó su ropa ninja de nuevo y caminó de regreso hacia el templo, observó de reojo a Hidan no muy lejos de ahí, colocando varias agujas clavando las en piernas y brazos.
Tenten observó con atención y después se acercó con curiosidad deteniéndose a cierta distancia entre los árboles observándo.
Notó de inmediato como no tenia la misma expresión de extasis cuando sentía el dolor que le provocaba a ella este solo hacía muecas de molestia, siendo totalmente diferente a hace unas hora, él no sonreía en ningún momento y no parecía disfrutarlo.
Se acercó justo cuando Hidan clavó una de las aguja en el corazón quedando de rodillas por el dolor y esfuerzo.
Él se dio cuenta de su presencia mirando con dificultad alzando la vista hacia él, sonrió de lado.
-¿Correrás asustada de nuevo?- ambos lados de su boca derramaron hilos de sangre- no tienes esa expresión de pánico que tenías esa noche...ya no es divertido de esa manera- entrecerró los ojos enojado y dejo de verla para clavar más a profundidad la aguja cayendo al suelo en su totalidad- largo de aquí.
Tenten se arrodilló a su lado sin expresión en su rostro haciendo que Hidan se sorprendiera cuando habló.
-No haces esto para disfrutarlo... -habló en voz baja segura de lo que decía - esa sensación cuando lo haces, es igual a la que quiero sentir todo el tiempo para olvidarlo todo... lo necesitas...
Después de mirarla con aburrimiento cerró los ojos y sonrió.
-Hace años que no noto ninguna diferencia.
Tenten se sorprendió de la sinceridad de aquella pregunta pero no lo mostró en su expresión, bajó la mirada tratando de entender y luego notó como Hidan tomaba la aguja en su corazón queriendo hundirla más, pero no podía ya que le quedaban pocas fuerzas para hacerlo.
Tenten se aproximó y tomó con sus dos manos la aguja que estaba más gruesa de lo que se podía ver a simple vist, empujó hacia abajo con todas sus fuerzas, Hidan se quejó del dolor intenso y escupió más sangre.
Hidan volteo a ver a Tenten segundos después, su cabello castaño todavía estaba suelto pero podía ver el rostro de la chica a través de el, no tenia una expresión en particular cuando los ojos castaños le miraron de lentamente supo que había encontrado algo más que el placer en provocarle dolor.
-Vaya sorpresa... eres igual a mi- soltó mientras rio un poco y luego más fuerte perdiendo su cordura de nuevo.
Tenten no cambió su rostro sin expresión, ya no tenia miedo en lo absoluto, pensaba que frente a ella no había un monstruo como lo había creído desde el principio si no más bien una persona, una persona con mayor sufrimiento que el que ella había sentido en unos cuantos días.
Se quedó con él hasta que este tuvo las fuerzas para levantarse y quitarse él mismo las aguja, se levantó al quitarse de golpe la aguja del corazón haciendo parecer que Tenten no estaba ahí.
-Aquello que dijiste.... parecías conocer los reglamentos de las aldeas...-habló Tenten rompiendo el silencio.
Él le miro irritado y sin tener ganas de contestar aun así lo hizo.
-Porque fui jefe de escuadrón ninja en mi estúpida aldea pacifista, era mi trabajo saber todos los protocolos a seguir de las aldeas ninja aunque no sirvieran de nada, lo cual si me lo preguntas era frustrante- le miro irritado.
-¿Qué fue lo que pasó para que desertaras? - la chica preguntó con curiosidad.
-Me aburrí y los maté a todos en el nombre de Jashin-Sonrió con satisfacción hacia ella.
Tenten frunció el ceño hacia él.
-Eso no suena nada sincero
-Qué lástima por ti porque es la verdad- dijo Hidan irritado- ahora basta de hacer preguntas estúpidas y levántate de ahí-le dio la espalda -tenemos más mandatos benditos de Jashin por cumplir.
Tenten caminó detrás de él como ya le era costumbre.
Al amanecer estuvieron en una aldea más pequeña que la anterior y más pobre, las casa estaban más maltratadas pero a diferencia de esta la gente que estaba en las calles no parecía tenerles miedo cuando caminaban entre ellos, Tenten pensó que tal vez era por que ya no les importaba, no tenían nada que perder.
Entró después de Hidan a una de las casas más grandes y aún así maltratada y sin puerta, un hombre mayor le observó de inmediato sentado desde una mesa en el centro de toda la habitación e Hidan sonrió, el lugar apestaba a alcohol.
-Jashin ha escuchado tus plegarias, he venido en nombre de él a bendecirte- Hidan sonrió con amabilidad falsa.
El hombre mayor se puso de pie tambaleándose a causa del alcohol.
-Sólo... traela de regreso...- el hombre miró hacia abajo y luego señaló uno de los muebles en la habitación- y dile que lo siento.
Hidan se dirigió a él y abrió un cajón encontrándose dinero en el, volvio para acercarse al mayor y cortó su garganta cayendo al suelo muerto, después de tomar el dinero Hidan revisó las botellas de alcohol que estaban vacías y tomó unos cuantos tragos de las que no.
-¿Por qué los matas?- preguntó con seriedad Tenten ya sin ver el cuerpo muerto del hombre mayor.
-Los servicios de Jashin tienen un precio- caminó hacia la entrada sin dejar de sonreír hacía Tenten- la muerte en forma de sacrificio por lo que más quieres es lo que a Jashin más le gusta... terminar con el sufrimiento y quedarse con el por la eternidad.
Salieron de la casa y caminaron saliendo de la aldea subiendo una pequeña colina y después una mansión se presentó ante ellos.
-¿Cuál fue su petición?- Tenten miró extrañada hacía a Hidan quien ya se encontraba caminando hacia aquella enorme casa.
-Matar al señor feudal de estas tierras por secuestrar a una mujer- le respondió con obviedad observando a los primeros guardias frente a la entrada, sonrió y se aproximó corriendo hacia ellos.
Tenten observó cómo aunque lo atacaron Hidan se movía con más velocidad y maestría matando lo que se pusiera frente a él, lo vió a adentrándose a la casa burlando toda la seguridad y entonces Tenten escuchó gritos de mujeres haciéndola reaccionar.
"Sólo traela de regreso y dile que lo siento"
Volvió a escuchar las palabras del hombre mayor y corrió hacía los gritos de mujeres, antes de entrar tomó la espada de uno de los ninjas que Hidan había matado, dentro de la casa vio a Hidan matando a unos más frente a él pero Tenten desvío la mirada al escuchar de nuevo a las mujeres y varios gritos de lo que parecía un hombre mayor, se aproximó hacía la gran puerta donde venian y la abrió de par en par.
Un hombre mayor y regordete con sólo una bata estaba en la esquina de esa gran habitación, con la mirada asustada hacía la castaña mirando la espada que cargaba, después la vista de Tenten se dirigió hacía dos mujeres desnudas atadas de pies y manos con heridas y moretones en todo el cuerpo, una más jóven que la otra que también la miraban con más temor que el hombres.
-Espera...¿quieres dinero?- el hombre se paró con voz suplicante hacía la chica- puedo dártelo... piénsalo puedo convertirte en una de mis consortes... puedo darte mucho dinero, no me mates por favor.
Tenten observó con algo desagrado deduciendo que esas mujeres no tenían esa expresión de miedo sólo porque ella había llegado si no que él se las había provocado desde antes.
Ignoró al hombre y fue hacía las mujeres levantando la espada y rompiéndo las cadenas, pero no alcanzo a romperlas todas cuando el hombre mayor la tomó por detrás tratando de golpearla con una bata de metal, debido a la maestría de Tenten evitó ser golpeada en la cabeza esquivando el golpe y empujándo al atacante y golpeandolo con el mango de su espada haciéndolo retroceder y caer al piso sangrando por la nariz que Tenten casi rompió.
Enojada Tenten se colocó frente a él y alzó la espada con la intención de atacarlo.
Su mano fue detenida en seco en su trayecto tomándola por sorpresa, Hidan se encontraba junto a ella con lo que parecía una expresión molesta que Tenten no había visto antes en él, y luego sonrió hacía ella acercando la mano de Tenten a su boca lamiendo los restos de sangre de aquel golpe que ella dio al señor feudal.
-Basta- habló hacia ella con voz tranquila pero tan severa como una orden.
La piel de Hidan se tornó negra con blanca y dejó la mano de la chica libre, mirando hacia el hombre mayor en el suelo suplicando por su vida.
Tenten se dirigió hacia las mujeres terminado la tarea de liberarlas, las cubrió con unas cuantas telas que encontró y salió junto con ellas de la habitación, cuando salieron se escucharon los gritos de desesperación del señor feudal.
Tenten llevó a las mujeres hasta la aldea para asegurarse de que estaban seguras.
-Gracias- mencionó la más jóven de ellas con lágrimas en los ojos.
La castaña bajó la mirada algo ida y después habló.
-Un hombre mayor pagó por matar y salvar a una de ustedes, ¿a cuál?
Las mujeres se miraron entre sí y la mayor caminó dejándolas solas.
-Es mi padre- habló la menor con algo de furia en sus palabras.
-Murió...pidió que te dijera que lo siente- Tenten le dijo con incomodidad de mencionar que había muerto.
-No creo que se haya arrepentido- frunció el ceño hacia Tenten- ese maldito me vendió para comprar alcohol... por mi se puede pudrir en el infierno.
La chica se fue dejándola sola, Tenten volteó hacia la mansión de nuevo y buscó la Hidan en el interior, escuchó el eco de una toma de agua derramándose y siguió el sonido encontrándose con el asesino en una de las habitaciones principales donde había una gran bañera en medio de esta, Hidan se encontraba dentro con los ojos cerrados y brazos extendidos recargados en el contorno de la bañera.
-¿No deberíamos irnos?- interrogó Tenten con algo de molestia desde la puerta- alguien podría alertar sobre esto, era un señor feudal.
-Un señor feudal sin una pizca en sus pensamientos de importancia hacia sus tierras o la pobreza de sus pobladores-sonrio hacía ella- tardarán días y hasta semana en qué a alguien que le importe se entere, relájate- entrecerró los ojos sonriendo de lado con provocación hacía ella- hay lugar en esta enorme bañera para los dos.
Para su sorpresa, Tenten se aproximó hacía la bañera y empezó a quitarse varias de sus prendas hasta quedar en ropa interior sumergiéndose del otro extremo opuesto a donde él estaba.
Se soltó el cabello y se hundió por unos segundos en el agua hasta que necesitó aire para respirar después sólo simplemente cerró los ojos.
Sintió la presencia de Hidan junto a ella y abrió los ojos encontrándose con la mirada inusualmente violeta.
-¿Acaso no te enseñaron a comportarte frente a un hombre?- le sonrió de manera burlona- Las mujeres tan atrevidas como tú pueden ser presas fáciles para enfermos como aquel señor feudal que acabo de matar.
-Sé cuidarme sola- le mencionó segura de sí.
-Si, ya lo noté- buscó la mano de Tenten y tomó su muñeca derecha apretando ligeramente- no vuelvas a interrumpir mi trabajo- le miró severamente- mancharse las manos está mal visto en una mujer.
-Pensé que para eso me querías contigo- Tenten le sostuvo la mirada seria- que para eso estaba viva todavía, para matar como tú.
-Te conservo viva por el simple mandato de Jashin, no para que hagas el trabajo por mi- bajó la mirada hacía los pechos descubiertos por el escote de la chica y luego sonrió hacía ella de nuevo- aunque igual... puedes servir en otras cosas, como relajarme después de un día de trabajo duro.
La acercó a él tomándola de la cintura con la mano libre y bajó su rostro para besar el cuello de la chica, está se tensó primero tratando de alejarse pero Hidan la aprisionó entre él y una de las esquinas de la bañera, después de que sintió los labios fríos de él besando su cuello lentamente la chica dejó de luchar por lo contrario, sus mejillas se sonrojaron en su totalidad y cerró los ojos sintiendo como las manos de Hidan le recorrían el cuerpo debajo del agua, desde la cadera hasta su espalda, gimió cuando sintió que uno de los besos se transformó en una mordida en su clavícula, abrió los ojos para ver con exitación como Hidan sonreía al haber visto su reacción.
Recorrió todo su cuello con los besos hasta que llegó a su mentón y antes de que sus labios se tocaran se detuvo y habló con una sonrisa.
-Puedes servirme para muchas otras cosas más, para las cuales serías perfecta desempeñando tu papel.
Tenten gimió de nuevo y más fuerte cuando sintió una de las manos de Hidan tocó su pecho derecho debajo de su sostén.
-No soy tu juguete- la chica le frunció el ceño y le miró con molestia tratando de tranquilizar su respiración entre cortada por la exitación.
-Oh parece que ahora voy a tener que enseñarte a no ser tan insolente con tu amo, conejo estúpido- le dijo furioso- ni tan atrevida frente a otro hombre nunca más.
Tenten trató de que Hidan no agarrará sus manos pero le fue imposible, él era más rápido, las alzó arriba de su cabeza y bajó su rostro hasta su sostén y tiró de el hacia abajo con sus dientes liberando el pecho izquierdo de Tenten, está se estremeció tratando de liberarse pero de nuevo le fue imposible cuando gimió con fuerza al sentir como Hidan mordía su pezón tirando de el y después jugueteando varias veces con su lengua para después volver a morderlo.
Cuando escuchó el gemido fuerte de Tenten este sonrió satisfecho y dejó de jugar con su pezón para ir con otro haciéndo lo mismo.
La chica estaba fuera de sí llena de exitación que ya no diferenciaba que era Hidan quién le hacia sentir tal cosa, había un hombre frente a ella, tocandola como nunca lo habían hecho.
Finalmente la soltó y Tenten quedó respirando con dificultad y temblando con todo el cuerpo, Hidan sonrió con malicia.
-¿Ahora lo entiendes?- tomó el sostén de Tenten y volvió a acomodarlo correctamente- por esa razón no debes de jugar a mover las caderas tan atrevida frente a un hombre... no es algo que ninguno de nosotros pase por alto, mucho menos los peores.
Se separó de ella y salió de la bañera, Tenten observó todo el pecho desnudo de Hidan marcado por cicatrices al igual que su espalda así como varias partes con puntos de sutura que unían extremidades en pies, manos y la cabeza, con sólo unos pantalones cortos que cubrían su parte íntima.
Lo vió tomar su ropa alejarse saliendo de la habitación, su respiración no pudo regularizarse hasta unos minutos después, el rubor en sus mejillas no se iba por más que intentara hacerlo desaparecer.
Salió de la bañera aún temblando y con la sensación de las manos de Hidan en cada parte de su cuerpo.
Aún en ese estado buscó un lugar para dormir y ropa que ponerse, no volvió ni quiso a ver a Hidan hasta la mañana siguiente cuando desapareció el rubor en sus mejillas, se fueron de aquella mansión del señor feudal.
Yo les advertí que esta historia iba a tener escenas subidas de tono:)
Cuidense, gracias por leer🤗
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