Capítulo 03 Reencuentro
Después de no haber encontrado a Hitohito en su departamento, las chicas estaban en un punto muerto, sin saber qué hacer a continuación. Fue entonces cuando Nene tuvo una idea que podría ayudar a resolver el misterio. Recordó que Najimi siempre parecía estar al tanto de todo y podría saber la dirección correcta de Hitohito.
Nene sacó su teléfono y abrió la aplicación de mensajería Line. Rápidamente envió un mensaje a Najimi preguntándole si podía proporcionarles la dirección de Hitohito.
Nene mostró el mensaje a Rumiko y Shouko, quienes se sintieron aliviadas al tener finalmente la dirección correcta. Sin perder más tiempo, las chicas se pusieron en marcha hacia el nuevo destino, con la esperanza de encontrar a Hitohito y aclarar las cosas de una vez por todas.
Después de recibir la dirección de Hitohito, las chicas llegaron a la casa indicada. Hitomi abrió la puerta y se mostró sorprendida y emocionada al ver a Nene.
—¡Hey, Nene! ¡Pasen, pasen! ¿Cómo ha estado? —dijo Hitomi con entusiasmo, dando la bienvenida a las chicas.
Nene, Rumiko y Shouko intercambiaron miradas confundidas entre ellas, tratando de recordar quién era Hitomi. Aunque todo parecía extraño, decidieron seguirle el juego.
—¡Hola, Hitomi! Sí, ha pasado tiempo. Estamos bien, gracias. —respondió Nene, tratando de recordar cualquier conexión que tuviera con Hitomi.
Las chicas entraron y se acomodaron mientras Hitomi les ofrecía bebidas.
—Siéntanse cómodas. ¿Les gustaría algo de beber? Tengo té y algunos refrescos.
Rumiko y Shouko aceptaron amablemente la oferta de Hitomi, mientras que Nene trataba de pensar en un plan de acción.
Mientras charlaban, Hitomi llevó la conversación con anécdotas y risas, recordando momentos que parecían estar fuera del alcance de la memoria de las chicas
—Por cierto, Nene, me alegra verte de nuevo y todo, pero ¿quiénes son tus amigas? No recuerdo haberlas visto antes.
Nene sonrió, agradecida por la oportunidad de presentar a sus amigas.
—¡Ah, cierto! Perdón por no presentarlas antes. Hitomi, ella es Rumiko —señaló a la chica de cabello oscuro—, y ella es Shouko —luego señaló a la chica de cabello castaño—. Son amigas mías de la escuela.
Rumiko y Shouko asintieron y sonrieron amablemente.
—¡Hola! Es un placer conocerte, Hitomi —saludó Rumiko.
—Sí, es un placer —agregó Shouko con una sonrisa.
Hitomi les devolvió la sonrisa, pareciendo encantada de conocer a las amigas de Nene.
—Oh, vaya, eso es genial. Me alegra conocerlas también. Si son amigas de Nene, entonces son amigas mías también.
—Hitomi, necesitamos hablar con Hitohito. ¿Sabes cuándo regresará?
Hitomi asintió con comprensión.
—Entiendo. Mi hermano debería regresar en cualquier momento.
En ese momento, Hitohito finalmente llegó a su casa, un tanto exhausto por las emociones del día.
Mientras la puerta se abría y se escuchaba como Hitohito anunciaba su llegada, podemos ver a Rumiko y Shouko intercambiando miradas nerviosas mientras esperaban en la sala.
Sus corazones parecían latir al unísono, y el sonido de cada latido resonaba fuertemente en sus oídos. La tensión en el ambiente era palpable, y sus manos, ligeramente sudorosas debido a la ansiedad, se apretaban instintivamente en puños discretos.
Rumiko, con los ojos ligeramente abiertos, mordisqueó nerviosamente su labio inferior. En su mente, una tormenta de pensamientos la hacía cuestionar si estaban tomando la decisión correcta.
Se reprochaba por haber dejado que la impaciencia la dominara antes, por haber actuado sin pensar con claridad.
Mientras esperaba la llegada de Hitohito, su imaginación la llevó a considerar una serie de posibles reacciones por su parte: rechazo, enojo o incluso indiferencia. A pesar de sus preocupaciones, sentía un fuerte impulso de disculparse y arreglar las cosas, de alguna manera, restaurar el equilibrio que habían perturbado.
Shouko, con su ceño fruncido y una mirada intensa en sus ojos, se mordió el dedo índice mientras suspiraba nerviosamente. Su mente era una mezcla tumultuosa de emociones encontradas. Se reprochaba por haber saltado a conclusiones precipitadas y por haber actuado impulsivamente.
A medida que escuchaba los pasos de Hitohito acercándose, su pulso se aceleró aún más. Sin embargo, a pesar de su ansiedad, estaba decidida a enfrentar la situación de frente y a disculparse sinceramente.
Cuando finalmente Hitohito estaba entrando en la habitación, el corazón de ambas chicas pareció detenerse por un momento. Miraron a Nene en busca de apoyo, sus ojos buscando seguridad y aliento. Aunque su nerviosismo era abrumador, estaban unidas en su deseo de corregir su error y esperaban fervientemente que sus palabras pudieran transmitir su arrepentimiento y deseo de hacer las cosas bien.
Al entrar, se encontró con la imagen de Rumiko y Shouko corriendo hacia él con expresiones angustiadas en sus rostros.
Las chicas comenzaron a hablar al mismo tiempo, disculpándose por lo sucedido, pero sus palabras se entrelazaban en un enredo incomprensible para Hitohito.
"—Lo siento muchísimo, Hitohito, nos precipitamos en juzgar —" "—Realmente lamentamos lo sucedido, nunca quisimos causarte problemas —"
Hitohito frunció el ceño, sintiendo cómo la molestia se acumulaba en su interior. Trató de entender la situación, pero la frustración y el agotamiento nublaban sus pensamientos.
—¡Esperen un momento! —exclamó Hitohito, elevando la voz en un intento de detener la confusión.
Las chicas se detuvieron en seco, mirándolo con expectación y aprensión. Hitohito suspiró, tratando de controlar sus emociones.
—Estoy cansado y confundido, no sé quiénes son ustedes, Por favor, háblenme una a la vez y explíquenme qué está pasando —dijo Hitohito, un tono sereno, pero aún impregnado de irritación.
—Sí, está bien —dijo Nene —, lamentamos molestar
—Nunca eres una molestia Nene, pero vengo cansado
—Oh sí, entonces nos retiramos
Así,las chicas se disculparon con Hitohito para luego retirarse del lugar con quizáuna ligera esperanza.
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