Alen

"¿Qué hace un ángel como tú en en un infierno como el mío, entregandole amor al más pobre de los diablos?"

Ya habíamos llegado a nuestra luna de miel o, eso creo lo que era para Victoria y los demás.  Llegamos con algunos problemas que se pudieron solucinar ---- Como el de Victoria y Helen ---- y otros no tantos ---- El mio con Marcus.

No obstante de haber vivido esos sucesos, pense en lo que quería decirle a Victoria cuando estemos solos.

Sólo nosotros.

Quiero que el momento sea especial, para ambos, aun que más para ella que para mi.Ella habia esperado toda su vida para esto y lo tendria.

Quisiera que deje ciertas cosas, pero sufrió mucho por mi y mis maltratos, lo menos que podria ser es odiarme. Aunque no puedo remediar el pasado, tengo mucho que aprender de el. ¿Qué estoy diciendo? soy Alen, no puedo ser un vampiros con sentimientos, no tendria que estar haciendo lo que voy hacer por ella ahora, pero no queda otra opción o asi lo quiero ver yo.

Salí del baño al terminar de darme una ducha fria y ponerme el monótono traje, yendo a la sala a dónde me encontraria. Pero al llegar no la vi a ella, si no más bien a Helena viendo una película romántica bien comoda al respecto.

Minutos de mirar lo que hacia Helena salió Victoria, como lo presentía, tan hermosa con un vestido de estampado de flores azules acampanado y sandalias avellanas. Quisiera que mi mente piense  lo contrario,  pero es la verdad. Se acercó a mi antes de que yo lo hiciera y se quedó mirándome de una mirada extraña que no lograba deducir, era una mirada que te hipnotizada tanto como su sonrisa, demostrado lo ansiosa que estaba por salir.

Y claro, hacía semanas que estaba encerrada en un castillo. Luego de nuestros cruces de miradas y silencio sepulcral, por fin pude reaccionar.

---- Vamos ---- Ordene, pero quise que sonara más a una pregunta que a una orden. Mi voz me delató.

Ella asintió una vez y antes de irnos, Victoria saludó a Marcus que estaba al frente nuestro,  mirándonos con cara de pocos amigos. No nos habíamos percatado de ello, ya qué estabamos en nuestro trance de miradas.

---- Nos vemos, de seguro llegaremos tarde ----  Avisé qué llegaríamos tarde pero nadie escuchó.

Helena estaba muy atenta a la película que veía y Marcus estaba yéndose, para luego desaparecer en el pasillo del lugar en el cual nos hospedabamos. De seguro iria a leer o a darse un baño.

Al tomar el ascensor y bajar las escaleras, saliendo del hotel y llegar a la calle vimos que estaba esperando Damon en el auto, llegamos a esté con apenas unos cuantos pasos y le abrí la puerta a Victoria en gesto de amabilidad.

Se subió al auto, ruborizada y por su acto tan típicos y bello sonríe por mis adentros subiendo yo tambien, Damon puso en marcha el auto y comenzó el viaje a dónde tendria planeado ir y ese lugar eran las playas de Córcega.

Miré a Victoria unos nanos segundos para darme cuenta que estaba aliviada viendo el paisaje tranquila y en paz. Sonreí de nuevo,  pero está vez no sé por qué lo hice, no habia por que hacerlo o tal vez la razón era de que ella me había contagiado lo poco que le quedaba de felicidad en su ser gracias a mi.

Escuché un suspiró de su parte, no sé qué queria decir con eso.Podía decir tantas cosas, sólo habia que pensar y tal vez llegues a un punto en saber su resputas si ves sus ojos como la noche. O quién sabe, hay probabilidades de que nunca lo sepa.

El auto paró luego de minutos, pasando el tieme volando y mi vista se encontró con el vasto mar. Contemple como la espumas de las olas llegaban en la arena y antes de que Victoria viera más la llamé. Ella me miró con el ceño fruncido, haciéndome escapar otra sonrisa sincera, me acerqué a ella, lo cual hacia ver que estabamos a centímetros de nuestros rostros.

---- Cierra los ojos ---- Susurré y ella al poco tiempo lo hizo lo que habia dicho, asistiendo con los ojos cerrados.

Abrí la puerta y me bajé primero para guiarla a donde estaria la sorpresa y no caerse en el intento de caminar. Estiró su mano y la tomé en significado de que podia bajar.
Se veía nerviosa y bastante, de hecho, sus piernas la delataban tanto como las mias, pero no de nervioso. No esos nervios que no puedes hablar o que te suden las manos.

Nada de eso, era distinto lo mío. Yo en cambio, decía cosas sin sentido o si no hacia cualquiera estupidez.

Me aleje de ella un instante para rodear al coche e ir a hablar con Damon al respecto de que se valla a dar una vuelta larga,  para que me deje solo con Victoria. Aceptó Damon sin hacerse esperar y se marchó como dije. Caminé de nuevo hasta Victoria y ella supo que me estaba acercando por ver sus facciones.

Dio una sonrisa a la nada o más bien me la quiso dar a mi.

---- Espero que no sea un secuestro, Alen Mercer, por que si es asi. No sabes con quién estás tratando ---- Exclamó burlona, viendo su risa dulce cuando la oí.

---- No le haría eso a mi esposa ---- Dije y vi que sus mejillas se tornarnor rojas de un santiamén.

---- Cállate ---- Me riño, no obstante negué acercandome a ella y tomaba sus manos.Sentí que aparecía, más intensa y creo que ella lo notó por que su piel erizo por completo.

---- No podría ---- Le susurré en su oído, separandome de Toria y comenzando a caminar.

Seria una caminata larga para ambos, pero lo resistiria. Ella ahora sujetatado mis, siguiendo nuestra travesia hacia donde estaba su sorpresa. No me fijé si estaba viendo, ya que creía en que no lo hacia, no soy alguien inseguro.Pero ahora si sentia esa sensación.

Cuándo llegamos al poco tiempo vi lo que habia preparado Anika para nosotros dos y me dejó sin palabras. Había un mantel a cuadros de color verde y rojo, y contando la comida ni hablar. Había mucha para mi gusto y teníamos el bello atardecer en la playa que de seguro amara con todo su ser.

---- Abre los ojos, hermosa ---- Murmure y al poco tiempo lo hizo.

Estaba con la boca abierta y sus manos tapandola, conteniendo su asombro y de seguro felicidad. Se giró a verme ya que estaba atrás de ella, me miró con el mismo brillo peculiar suyo que me deja helado.

---- Antes de que hables tengo que decirte algo ---- Informé y tomé sus dos manos.

Ella asintió con algo de recelo y sonreí para que esté relajada. Habia sido una de las pocas veces que sonreía de verdad a lo largo de diecisiete años a alguien. Ella suavizo su mirada y por dentro me alivie.

---- Te escucho ---- Afirmó y tomé una leve bocanada de aire antes de hablar, ella se dio vuelta y cuando estuve por hablar ella me interrumpió.

----  No crees que es hermoso ---- Exclamó Victoria y sonreí por sus palabras----  Gracias, no sé cómo pagarte todas las veces que hiciste algo por mi aun que fueran forzadas y sin la intención de complacerme y perdón por lo estúpida que puedo llegar a ser y también por lo de aquella vez que te dije que te odiaba, estaba muy alterada y dolida con el mundo, no pensé o no quise hacerlo. Causaste dolor,  pero me doy cuenta de que cada dia estás remediando ese error cometido----  Replicó algo nerviosa, ella al parecer se me adelantó con lo que le queria decir.

Mientras su cabeza estaba agachada. Me paré en frente de ella y eleve su mentón para que me mirara, no queria verla así ahora de esa manera trists, me mata ver que ella está triste y no poder hacer nada.

Aun que de seguro el viejo Alen le había encantado verla asi de triste,  yo ahora no lo quiero. No sabiendo que ella en parte siente lo mismo que yo por ser mi Alma.

No estaba haciendo esto por simple y pura obligación, aun que al principio si lo fue, ya que no sentia nada por ella, pero ahora algo creció en mi. No era verla cada tanto a las mañanas en su cuarto y sentir repugnancia,ahora era verla y sentir un flechazo cada vez que lo hacía a escondidas.

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---  No tienes que agradecerme nada y menos pedrime disculpas ---- Asegure, tocando su suave mejilla de porcelana ---- El que debería pedirte perdón soy yo por haberte ocultado muchas cosas y hacer lo que hice, estaba cegado por la venganza de Irina. Sé que si te pido perdón no podré remediar el pasado y mucho menos ocultarlo ---- Confesé mientras lo hacía, estaba siendo sincero al igual que ella conmigo

Ella sostuvo mi mano, mientras movía su pulgar de un lado mirandome con ojos cristalinos.

Empecé a cercarme a ella lentamente, mientras veía cada rasgo suyo, cada parte de su piel y sus ojos tan profundos como cualquiera océano que oculta semejantes cosas. Cerró los ojos mientras yo ya estaba a centímetros de sus labios, estaba seguro de hacerlo, ya no queria esperar.

No tenerla cerca mia me mataba lentamente.

Su respiración mezclada con la mia era algo muy hermoso, nuestros labios rosando uno del otro hasta que ya no esperé y nuestros labios se juntaron en un beso lleno de pasión. Haciendome ver que tocaba el cielo, tantos sentimiento transmitian que no podia explicarlo. Sus labios encajaban perfectamente con los mios y se convertía en una danza tan lenta y delicada. Luego mis manos fueron a su cintura mientras los de ella envolvía mi cuello.

Profundice el beso, que a medida que pasaba se hacía eterno, pero una eternidad soñada. Ella dejó entrar mi lengua juntandolas, por ser nuestro segundo beso y primer no forzado era más que magnífico.

Era un sueño que no quería despertarme por ningún momento,  pero lo tuvimos que hacer por la falta de aire de ella y nos quedamos mirando uno al otro en silencio hasta que yo lo rompi.

----  Perdóname, amor ---- Susurré mientras miraba sus ojos y de estos salían una lágrima de la emoción.

Apoyamos nuestra frentes y nos quedamos asi durante un largo rato mirandonos que no nos importó. Podia mirarla toda la noche, todo el mes, todo el año o si la suerte está de nuestro lado :

Toda la vida, apreciando su dulce calor que me saca de mis tormentas frias de mis infiernos. Aveces quisiera que no arriesgue ángeles para salvar a mis demonios que ya están perdidos.  Yo estoy perdido y no sé cómo afrontar situaciones solo, por eso la necesito a ella y ella también me necesita a mi para cuidarla de los males que siempre acecharon.