Westover Hall- Bar Harbor

07:00am

En fin, el día llegó y Grover y yo recibimos de nuevo los servicios de Argos y nos dirigimos a Westover Hall-Bar Harbor. Al llegar vimos un impresionante castillo negro, un "castillo maldito" diría yo pero decidí callarme, Grover por su parte masticaba latas desenfrenadamente por culpa de los nervios.

-Grover Underwood, ¿quieres hacer el favor de controlar tus nervios? No va a pasar nada, sólo somos un par de alumnos nuevos ¿está bien?-dije viéndolo a los ojos-

-Bahahaa... Lo siento no puedo evitarlo- dijo retorciendo su camisa-

Nos dirigimos con todos los demás alumnos, recibimos la "interesantísima" charla sobre las normas del colegio y bla, bla, bla... También el "entretenidísimo" discurso de comienzo de año y la "bien recibida" bienvenida a los alumnos nuevos (nótese el sarcasmo en mis palabras).

Con todo y todo Grover identificó a los mestizos: hermanos, de 10 y 11 años, sus nombres Bianca y Nico Di Angelo; acordamos que yo intentaría acercarme a Bianca ya que ambas vamos a sexto, Nico va a quinto; pero Grover va a octavo... Vaya lío.

Finalmente nos dirigimos a los salones, y como era de esperarse al momento de que me presentaran delante de toda la clase todos se pusieron a fangirlear...

-Buenos días clase-saludo la directora-

-¡Buenos días señorita Latiza!-respondieron a coro-

-Les presento a dos compañeras nuevas: ella es Bianca Di Angelo-señalo a la pelinegra- y ella es Nina Wayne-añadió apuntándome, en seguida se escucharon los murmullos de fangirleo disimulado; cosas como "es hija de Bruce Wayne" o "espero que se siente a lado mío". Menos mal la directora se dio cuenta a tiempo e hizo acallar los murmullos aunque se le veía visiblemente emocionada a ella también-

-¡Silencio todo el mundo!-dicho y hecho- Por favor chicas, siéntanse como en casa; si lo desean pueden sentarse juntas allá al fondo mientras se les asignan puestos fijos-dijo amable-

-Gracias señorita Latiza-contesté y Bianca y yo fuimos a sentarnos hasta que...-

-Si lo deseas te puedes sentar conmigo Nina, no tienes por qué sentarte con la chusma...-dijo una rubia con mucha laca mirando mal a Bianca- Me llamo Stacy- sonrió petulante-

-Styx...-maldije en griego antiguo y al instante se escuchó un trueno- No gracias, no ando con rubias mal-teñidas y ofensivas- Muévete Bianca, no le hagas caso a la Barbie humana esta...-dije mirando con el ceño fruncido a Stacy, la cual se había quedado muda; al parecer es la primera vez que alguien la deja con la mano extendida, pobre ilusa...-

-Gracias-musitó en cuanto nos sentamos-

-¿Por qué? ¿Por defenderte de la rubia petulante come-laca esa?-ella sólo asintió- No es nada, si cree que por tener dinero puede ofender a quien se le dé la gana está muy equivocada...-dije sonriéndole, quería ganarme su confianza-

La clase había comenzado, claro que se me dificultaba seguirla por el TDAH, pero a Bianca parecía irle peor; claro que con dislexia...

-¿Problemas con ese libro?

-No...no es nada... No te preocupes...-mintió ella-

-¿Tienes dislexia entonces?-la mire a los ojos-

-¿Cómo lo sabes?-me miró entre asustada y agradecida-

-Mi hermano tiene dislexia-dije la verdad a medias-

-Gracias, ¿podrías ayudarme entonces?

-Claro, voy a tomar apuntes; tú trata de prestar toda la atención que el TDAH te permita ¿sí?-la seguí mirando a los ojos-

-¿Cómo sabes que también tengo TDAH?-añadió asombrada-

- Fácil, en eso tengo 12 años de práctica-dije con una risita- Yo también tengo TDAH...

-¿Sabes? A mi hermano Nico también le diagnosticaron dislexia y TDAH

-Lo ayudaré en lo que mi propio TDAH me permita

Como lo prometido es deuda copie apuntes y se los pasé a Bianca, en ese momento nos acercábamos al comedor.

-Gracias, por todo. Por defenderme de Stacy y por ayudarme con las clases...

-No es nada, ¿para qué están las amigas entonces?-dije sonriente sin mirarla-

-¿Somos amigas?-preguntó asombrada y me volví a mirarla-

-Por supuesto...-dije y en ese momento vi a una chica notoriamente otaku sentada en solitario- Ven, vamos a sentarnos en esa mesa-dije señalando la mesa de la otaku-

-¿Segura? Es que pareciera que esa chica quiere seguir sentada sola...-dijo insegura Bianca-

-Claro, vamos-añadí casi halándola del brazo para que se moviera-

-¿A dónde creen que van a zorritas?-preguntó una vocecita aguda y petulante a nuestras espaldas, me giré sobre los talones y allí estaba Stacy, rodeada de un séquito de zorras populares come-laca devora-maquillaje-

-A almorzar...-inició Bianca pero fue interrumpida por Stacy-

-A ti nadie te preguntó becada huerfanita-dijo con todo el desdén que le era posible, el cual era mucho...-

-Tú no te metas furcia mal teñida-continué yo con desdén y en el tono que haría que se congelen las pailas del infierno-

-¿Cómo me llamaste?-preguntó confundida la cabeza hueca esa-

-Furcia, o como tú dices: zorrita-dije entrecerrando los ojos en un intento de controlar las ganas que tenía de ahorcar a la perra rubia de Stacy, logrando una muy buena "Batimirada" haciéndola callar de inmediato-

-Bi...bien...es to...todo lo que quería sa...sa...saber-tartamudeo ella mientras se alejaba-

-¿Cómo hiciste para callarla de esa forma?-preguntó un chico castaño acercándose a nosotras- Fue fabuloso.

-Años de práctica, gracias-le sonreí- Ven Bianca, vamos a sentarnos-dije reanudando la marcha hacia la mesa de la chica otaku-

-¿Puedo sentarme con ustedes?-nos miró ansioso-

-Claro...-esperé su nombre-

-Charles, Charles Xavier; Eric ven-llamó a un pelinegro de nariz pronunciada- Él es Eric Lensherr, mi mejor amigo.

-Mucho gusto, yo soy Nina Wayne y ella es Bianca Di Angelo-nos presenté-

-Mucho gusto-dijo Bianca-

Cuando nos acercamos a la mesa, a la chica otaku no le quedó más remedio que presentarse, resultando ser su nombre Daniela Ibarreche.

Ya sentados vimos cómo se acercaba Nico, completamente sólo y con taquitos de papel enredados en el lacio cabello negro, al instante Bianca le hizo señas para que se sentara con nosotros pero pareció que estar rodeado de gente paralizo a Nico porque se quedó parado a mitad del comedor hasta que Bianca se levantó y se forzó a arrastrarlo casi hasta nosotros. Finalmente vi a Grover y lo invité a sentarse, pero el Doctor Espino le cerró el paso.

Esa noche en la habitación decidí mandar un mensaje Iris al campamento para hacer un "informe" de los avances de la misión; claro no sin antes de recibir la advertencia de Grover.

-Bahahaa... Nina debes tener cuidado, ese sujeto, el Doctor Espino es en realidad un monstruo, puedo olerlo...-dijo en un susurro para no despertar a nadie y obviamente muerto de nervios-

-Respira niño cabra, yo me encargo; después de todo también soy una semidiosa y Espino lo sabe... ¿A qué olemos los semidioses a todas estas?-pregunté curiosa-

-Pues... no te sabría decir... sólo sé que muy fuerte, en especial si eres hijo de uno de los doce olímpicos o de uno de los Tres Grandes, claro que esos sólo son Thalía y Percy... y tú por supuesto.-dijo retorciéndose la camisa del pijama, iba con los cuartos traseros cubiertos por el pantalón pero no tenía cubiertas las pezuñas-

-Bueno, ve a dormir Grover, antes de que se te congelen la cola y las pezuñas. Yo me aseguro de avisar en el campamento-dije cerrando la puerta en la cara del sátiro-

-Gracias-dijo del otro lado y se alejó trotando llenando el pasillo con el sonido de sus cascos-

-Bueno, Nina tienes un mensaje Iris que mandar-dicho esto me encaminé hacia el baño-

Había encendido la luz y ya había conseguido producir niebla suficiente, sólo me hacía falta lanzar la dracma y recitar la oración.

-Oh Iris Diosa del Arcoíris acepta mi ofrenda-arrojé el dracma en la niebla- Muéstrame a Quirón en el Campamento Mestizo en Long Island Sound- Nueva York –al hacerlo vi al centauro en la forma de "profesor de latín" viendo las cenizas que todavía crepitaban en la chimenea de la Casa Grande- Quirón-lo llamé- Quirón-llamé otra vez- ¡Quirón!-llamé a la tercera sin alzar mucho la voz para no despertar a Bianca con quien compartía habitación-

-¿Ah? ¡Oh Nina qué gusto verte!-dijo despertando de su "trance"- ¿Qué tal va la misión?-preguntó entre interesado y somnoliento-

-Va bien, dentro de lo que cabe claro-dijo y se dio cuenta de que habían problemas-

-¿Sucede algo?-frunció el ceño-

-Nada que Grover y yo no podamos manejar. Encontramos dos mestizos, de hecho los reconoció Grover por todo eso de que olemos diferente, bendito sátiro y bendito olor a semidios; en fin, el punto es que los encontramos; que son hermanos, un chico y una chica de 10 años él, y de 11 años ella. No sé a qué olemos los semidioses, pero éstos no sé, se sienten... poderosos. No te sabría explicar, es una especie de que-se-yo-que-yo-que-sé diferente de los demás alumnos. También hay un monstruo, es uno de los profesores ¿Por qué siempre un profesor? ¿Por qué no puede ser, no sé, un alumno por ejemplo? ¿O el conserje? ¿Qué se yo? Bueno no importa... El punto es que hasta ahora está todo bajo control, si necesitamos ayuda te avisamos, o al Señor D o a quién se encuentre en la Casa Grande... En fin, eso es todo Quirón; no espera, cáete para atrás que tengo por compañera de habitación a la semidiosa de la que te hablé y congeniamos, ¡qué te digo, de las mil maravillas! Ahora sí es todo-sonreí-

-Gracias por avisar, estaré al pendiente de cualquier otro mensaje Iris que tengas para mí. Buenas noches Nina-dijo y cortó la comunicación-

-Bueno, aún tengo otra dracma... ¿A quién llamaré? Por la hora papá y Dick deben de estar ocupados pateando traseros de criminales en Gotham, y quizás en Reino Unido ya es de día; ¿Pero y si Draco está en clases? No, mejor no, será mejor que guarde la dracma para otra ocasión-dije y deshice la niebla y apagué la luz del baño-

Fueron pasando los días y con estos el trimestre, y el Doctor Espino se aseguraba de que nadie se nos acercaba, en especial Grover. Ya hasta la chica otaku, Daniela Ibarreche, se había alejado de nosotros gracias al Doctor Espino. Por fin llegó el final del trimestre y con él una mayor presencia de Espino a nuestro alrededor y un ostentoso baile de final de trimestre, "genial" (nótese el sarcasmo). Grover decidió que no podíamos solos con Espino por lo que llamó a Percy, Annabeth y Thalía quienes no vendrían sino hasta el susodicho baile.

Ω

Ave semidioses!!!