Long Island Sound.
06:00am

Narra Nina:

Me levanté temprano y me di un rápido baño. Me vestí con la camisa del campamento, y sobre esta mi usual chaleco estilo cowgirl, blue jean y unas convers rojas.

Salí de la cabaña y reparé en que la Señorita O'Leary estaba masticando maniquíes la mar de contenta.

-Buenos días Señorita O'Leary-la saludé mientras rascaba su oreja-

-¡Guau!-respondió mientras se levantaba y movía la enorme cola de un lado a otro, yo tomé eso como un "Buenos días ¿quieres jugar?"-

-A ver si puedo seguirte el paso, chica-tomé uno de los escudos y lo agité delante de ella, captando su atención- ¡Búscalo!-y, sacando fuerzas de sabrán los dioses dónde, lo lancé como si de un frisbee se tratase, el cual fue a internarse en el bosque-

-¡Guau!-fue corriendo a buscarlo, regresando a los pocos minutos con el escudo entre los dientes, agitando la cola con más entusiasmo lo dejó a mis pies-

-¡Buena niña!-rasqué bajo su mentón y ella me volvió a lamer-Jajaja... Señorita O'Leary...jaja-no pude resistirlo, la Señorita O'Leary se hace querer, y me causa gracia que me demuestre tanto su afecto-

-Parece que le agradas...-la voz de Quintus hizo que me volteara, lucía sonriente-

-Y ella a mí-seguí con lo que hacía-

Cuando menos lo noté, la Señorita O'Leary se agachó.

-¡Qué sorpresa! Parece que quiere que te montes sobre ella para dar un paseo-Quintus se acercó y rascó una de las enormes orejas de la "perrita" del infierno-

-¿¡Qué!?-me sorprendí bastante-

-Vamos, no seas tímida. ¡Súbete!-insistió-

-De acuerdo...-me monté sobre la Señorita O'Leary-

-Sujeta con fuerzas de su collar. -así lo hice- Los viajes sombra suelen marear la primera vez- Quintus le dio una palmada a la Señorita O'Leary, haciendo que ésta se internara al bosque y se fundiera con las sombras-

No tuve tiempo ni de preguntar qué rayos era un viaje sombra cuando ya estaba sumergida en éstas.

No sabría cómo describir la sensación de un viaje sombra. Es difícil de explicar, es frío, asfixiante, pero muy rápido, es realmente rápido. Cuando quise detallar donde estábamos me di cuenta de que era el Golden Gate. Las nubes se arremolinaban sobre el Monte Tamalpais, pero no tanto como me lo contó Annabeth. Antes de que se produjera un accidente de tráfico por evitar a un perro del infierno, la Señorita O'Leary me llevaba a otro lugar por viaje sombra.

A lomo de perro estuvimos en el Monumento a Lincon, State Island, Utha, y de regreso al Campamento Mestizo. ¡Amo a este can!

-¡Gracias por el paseo Señorita O'Leary!-con una mano rascaba bajo su mentón y con la otra acariciaba sobre su hocico- Pero ahora tengo que irme, tengo hambre- me separé de ella y fui corriendo hasta el Pabellón Comedor-

La mesa de Apolo estaba más que llena, aún así logré sentarme a comer junto a mis hermanos luego de quemar una parte para los dioses, como es usual.

Will se veía más que contento, me gusta ver a mis hermanos así, tanto que me terminaron contagiando su entusiasmo. Pasamos el desayuno hablando de trivialidades muy amenamente, aunque esa sensación de que algo está a punto de pasar no logró quitármela nada ni nadie.

El resto del día pasó igual de "tranquilo". No voy a bajar la guardia, porque cuando menos me lo espere sucederán las cosas...

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