Capitulo 17

Narra Nico:

No sé bien el por qué fui hasta la ventana de Nina. Solo que necesitaba verla; y cuando estaba entre sus brazos sentí calma, pero esa misma calma me dejó confundido, tanto que sin previo me desvanecí entre las sombras, yéndome de allí.

Narra Nina:

Nico se fue sin previo aviso de mi habitación, dejándome con los brazos cruzados literalmente. No sabía qué hacer, así que solo cerré la ventana, entre al baño a lavarme la cara, me cambie la ropa por una que estuviese seca y me dormí nuevamente. Los sueños no se hicieron esperar, desde luego.

En esta ocasión se trataba de Nico, era seguido por una especie de sombra, un fantasma quizás, que le decía cosas al oído, cosas que no lograba oír pero sabía que eran malas. Bianca me lo había advertido: Nico está muy sensible a los estímulos externos; y esa sombra no me daba buena espina.

-No dejes que le abra su alma al Rey Minos...-me dijo la voz de Bianca en mi sueño- Es un hombre muy manipulador...

-¿Pero cómo lo protejo?-la duda me asaltó de repente- ¿Cómo evito que lo haga...?

No hubo respuesta porque fui despertada por la alarma de mi teléfono al ritmo de una de las canciones de Michael Jackson, uno de mis hermanos más famosos. Nunca había odiado tanto "You rock my word" como esa mañana.

Seis meses más tarde:
Gotham. Junio 2008.

Han pasado seis meses, y no he tenido ni la más mínima noticia de Nico, salvo por los constantes sueños de él en compañía de Minos. Se veía muy, MUY diferente a como lo recordaba, seguramente ya cumplió once años, pero parecía mucho mayor. El oscuro cabello negro ahora estaba más largo y despeinado, le llegaba unos centímetros por encima de los hombros. Sus ojos se veían más oscuros, y carecían de cualquier brillo que antes tuviesen. Su piel, antes de un saludable tono oliváceo, estaba más pálida y tenía unas leves ojeras. Vestía con unos jean's negros desgarrados, una chaqueta de aviador que le quedaba grande, y bajo esta, una camisa negra. Su expresión se volvió más lúgubre (irónico, teniendo en cuenta que es hijo de Hades). No soportaba verlo solo en mis pesadillas, era muy doloroso para mí.

Gotham. 13 de junio. 2008
12:00m

Con el mes de junio llegó mi cumpleaños, y como siempre el cielo estaba despejado. Ni siquiera disfruté debidamente el ratatouille que Alfred me preparó al igual que otras veces. Pues estaba demasiado preocupada, ahora además de los sueños recurrentes relacionados con Nico DiAngelo, venían otros más crueles e intensos, que si los describo... me tomaría toda una eternidad.

-Nina... ¿te encuentras bien?-la voz de mi papá me sacó de mis pensamientos, pero sólo logré asentir lentamente.

-Estoy bien... sólo que estoy realmente preocupada por Nico... y el futuro del Campamento Mestizo...-mis manos temblaron un poco-

-Ya veras como todo resulta bien al final.-me dijo mi papá, intentando sonreír-

-¡Ja! Ya quisiera yo que fuera así. Pero mis sueños me dan negras perspectivas...-susurré aunque de todas formas fui oída-

-Cambiando de tema... ¿vas a ir hoy al Campamento verdad?-Dick optó por cambiar de tema, pues siempre me animo al hablar de dicho lugar, pero no surtió efecto ésta vez. Fruncí más el ceño-

-Sí... tengo que hablar con Quirón sobre mis sueños y será mejor si lo hago en persona... Si bien los hijos de Apolo solemos ver el futuro en sueños, los míos me dejan muy preocupada.-termine de comer y me levante de la silla- Gracias Alfred, estuvo delicioso igual que siempre-le sonreí al viejo mayordomo, el cual me respondió con movimiento de cabeza y una sonrisa-

-Nina, te espero afuera para llevarte hasta Long Island.-Bruce también se puso de pie- Gracias Alfred, con permiso-dicho esto salió del comedor-

Long Island Sound.
03:30pm

El trayecto a Long Island Sound fue largo gracias al tráfico en Manhattan. Fue extrañamente agradable el llegar finalmente al Campamento; aunque todo se veía en aparente calma, se sentía una tensión a lo largo del campamento una vez que pasé la barrera mágica que lo protegía.

Dejé mis cosas en la cabaña número siete (la de Apolo, por si no lo recuerdan) y tras ser saludada entusiastamente por mis hermanos me dirigí a la Casa Grande para hablar con Quirón.

Le conté sobre mis pesadillas, las que no tenían que ver con Nico por supuesto, y él me confirmó que las cosas no están para nada bien, y que hasta Dionisio tuvo que irse para asegurarse de que los que decían ser aliados se mantuvieran como tales. Eso solo logró preocuparme más, ya que si el señor D tuvo que ponerse en movimiento es porque las cosas de verdad están mal.

Salí de la Casa Grande y me dirigí a la Arena, necesitaba descargar tensión. Por lo que tomé mi palillo para el cabello y lo convertí en una lanza de Oro Imperial y ataqué directamente a uno de los maniquíes. A más de uno le corté la cabeza o los convertí en pinchos de madera y paja.

-Buenos movimientos.-escuche que decían a mi espalda-

-Eh... gracias. Supongo...-fruncí el ceño, detallando al hombre que me había hablado. Tendría aparentemente unos cincuenta años, su pelo y barba eran grises y los llevaba cortos. Parecía en buena forma para su edad. Pero ¿quién soy yo para juzgar a las personas?

-Soy Quintus, el nuevo instructor de combate a espada. Le echo una mano a Quirón mientras el señor D está fuera-me tendió la mano-

-Nina Wayne-estreché su mano, áspera como papel de lija-

-¡¡Guau!!-de la nada apareció un perro del infierno, tan o más grande que un tanque-

-¡¿WTF?!-estuve punto de dirigir mi lanza hacia el pecho del descomunal animal-

-No le hagas daño. Es inofensiva-Quintus detuvo el movimiento de mis manos- Es mi mascota, la Señorita O'Leary-señaló a la perro del infierno-

-¿¡Mascota!?-lo miré incrédula- ¿Y se llama Señorita O'Leary?-bajé mi lanza y la convertí en un palillo para el cabello nuevamente- Esto es, hasta ahora, lo más extraño que he visto, y eso que vivo en Gotham City...-me acerqué un poco a ella, y eso al parecer lo tomó como una invitación a tirarme al piso y llenarme de babas-

-¡Señorita O'Leary! ¡Basta!-le obedeció-

-Iuuu... babas de perro del infierno...-me levanté e intenté sacudirlas un poco, pero el resultado fue casi nulo-

-Lo lamento, a veces es muy entusiasta cuando conoce a alguien.

-Meh... no es lo peor que me ha sucedido el día de mi cumpleaños... que un perro del infierno me llene de babas podría considerarlo hasta algo bueno para mi treceavo cumpleaños-solté una pequeña risita mientras me dirigía a mi cabaña par ver si lograba quitarme las babas de perro.

♎️

¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!

Después del bloqueo mental que me dio después de escribir el capítulo 16, surgió éste luego de releer una parte de Percy Jackson y La Batalla del Laberinto.

Espero que les guste.

¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!

Pd: ¿Recuerdan los retos que les deje? Al ver que nadie adivinó, o no quizo responder, no lo sé. Les diré las respuestas: El primero era "Taurofidio", y el segundo era "Annabeth Chase".

Ahora sí: Adios!

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