CAPITULO 36

-Sal de una vez para que pueda verte. –Le advierto.

Pronto lo tuve a la vista, mi creador me sonríe, mirándome con el rabillo del ojo.

-Ha pasado el tiempo Ben.

-Hubiera deseado no verte nunca más.

-Así me agradeces el don que te obsequié.

-Don. –Repito. -¿Cuál don? Dirás maldición.

-Tómalo como quieras. –Ladea su boca curvándose en una sonrisa de burla.

-¿Cómo es que estás aquí? –Consulté analizando su presencia en este lugar.

-No lo sé, tú dímelo.

-Déjate de juegos.

Soltó sonara carcajada, que se escuchó resonar por toda la caverna.

-Oh Ben, controla tu carácter niño.

-Te mataré, me vengaré por lo que me hiciste.

-¿En serio? –Pregunta con sarcasmo. –Solo eres un cachorro asustado.

-Te demostraré que tan cachorro soy. –Me abalanzo sobre él, esquivándome con agilidad.

-Hazlo mejor.

Su comentario me enoja más y lo intento otra vez, me tomó por el dorso, y me propino varios golpes por el abdomen, dejándome sin aire.

-¿Eso es todo? Que decepción. –Ante mis ojos se transforma, lo imité, gruñí con la ira apropiándose de cada molécula de mi cuerpo.

Por tercera vez lo ataqué, logrando al menos atinarle un rasguño a la altura de la abdomen. Sus ojos rojos me miraron indignados, lo tuve sobre mí, pegando contra la pared rocosa.

-Estúpido muchacho. –Me habló en la mente.

Algo que tengo que admitir es que Gautier me intimida, pero dejando de lado esos sentimientos, lo volví a enfrentar. Ambos caímos de espaldas, el desprecio hacia él, me infundió valor, sin darle tregua, los rasgué con mis uñas, una y otra vez, hasta que su sangre se impregnó en mi pelaje. Sin embargo, él no paraba de reírse, el sonido de su risa me enfermaba.

-¿De qué demonios te ríes? –Interrogo, listo para darle el golpe final.

-De ti, te encontraré y cuando lo haga, destrozaré todo lo que amas.

-Ya me destruiste, no queda nada del antiguo yo.

-¿Quién ha mencionado tu pasado? –Responde con la cabeza recostada sobre la cruda piedra.

Caí en cuenta que se refería a Tabatha.

-Aléjate de ella. –Lo amenacé.

-La haré una de los nuestros, ella será mía.

-No. –Grité con rabia y de un zarpazo acabé con su vida. En el momento en que expiró su imagen se desvaneció. Miré mis manos, era humano, observé los alrededores, sin señal de alguna lucha, ni rastro de sangre, comprendí que todo sucedió en mi mente.

La cueva desapareció para verme ahora en una estancia por completo blanca, Soria se acercó a mí.

-¿Dónde estamos? –Inquirí.

-En el vacío. –Contesto.

-¿Qué hacemos aquí?

-Perdiste la prueba, te dejaste llevar por tus impulsos y el odio que sientes por Gautier.

-¿Eso qué significa? ¿Cómo se supone debía actuar?

-Para ser el protector de la princesa, ella siempre debe ser la prioridad.

-Y lo es. –Respondo confundido.

-¿Acaso no escuchaste la voz de ella llamándote?

-Sí, pero.... No estaba.

-¿Estás seguro?

-Yo... -Me quedé meditando.

-Dejaste que Gautier te distrajera, omitiste el llamado de auxilio de la princesa, de tratarse de un hecho real, ella pudo morir por tu incompetencia.

Agaché la cabeza, lo comprendía, una vez que vi a Gautier, me olvidé de Tabatha por completo.

-¿Y qué harás? Le buscarás un guardián más apto.

-Eso lo decidirá ella.

-Entiendo.

De nuevo estábamos con los demás, apenas Tabatha se dio cuenta, se unió a nosotros.

-Ha perdido la prueba, se ha demostrado que no tiene la capacidad de ser tu protector, pero la que tiene la última palabra, eres tú.

-Te refieres a que Ben ya no será mi guardián. –Frunce el ceño.

-Depende de ti, se ha comprobado lo contrario.

Taba me mira con detenimiento para luego sonreír con dulzura y comprensión.

-Se queda, confío en él.

-Pero princesa...

-Soria, he dicho.

Me sorprendió la seguridad en sus palabras, me alagaba su fidelidad hacia mí, pero ¿Y si se equivocaba?

-Taba, quizás deberías de escucharla. -Le aconsejo.

-Me salvaste la vida el otro día, y a Sam, has estado junto a mí en mis peores momentos. Te conozco, sé quién eres, y te quedas. –Repite.

-Espero no estés cometiendo un error.-Le advierte Soria.

-Sé que no, la magia no se equivoca, no fue eso lo que dijiste.

Soria sonrió vencida y con una reverencia nos dejó solos.

-Taba yo... -Antes de terminar la frase me besaba, sus labios se estaban volviendo mi adicción favorita.

-Tú y yo siempre. –Sostuve mis manos entre las suyas. –Lo que te haya ocurrido en esa prueba, toma para tu saco y sé precavido.

La abracé, solo ella podía hacerme sentir bien, no permitiré que nada ni nadie le dañe, la defenderé con mi propia vida, eso lo juro.

-Hey tortolitos, se requiere su presencia en la reunión. –Su tío hizo que Taba se sonrojara.

Varios Sombras y banshees planeaban la forma de ingresar a los dominios del enemigo, es obvio que somos minoría, aunque la unión hace la fuerza ¿No es así?

-Atacaremos dentro de dos días.

-Perfecto. –Taba se cruza de brazos.

-Tú no irás, te quedarás con Julissa en casa de Penélope. –Recalca Camile.

-¿Estás de broma? No me mantendrán al margen. –Expulsa enojada.

-Querida, déjame recordarte lo especial que eres, se te requiere con vida para poder tomar el trono y que las aguas regresen a su cauce.

-No tío, de ninguna manera.

-Lo mismo pienso. –Julissa se planta junto a ella, achicando sus ojos, fulminando a Camile con su mirada.

-No hagan berrinches.-Camile pone los ojos en blanco.

Tabatha abrió la boca para contestar, pero Soria habló primero.

-Es indispensable tu bienestar, por favor obedece. Si vienes con nosotros serás una preocupación más, no podemos velar por ti.

-Para eso tengo a mi guardián. –Me señala.

-Él no pasó la prueba, lo que lo hace vulnerable a nuestro grito.

-Siento que eso es únicamente un formalismo. –Le contesta altanera.

Soria sonrió para luego sin esperarlo, atacarme con su agudo grito, a los segundos tapaba mis oídos con las manos, volviéndose insoportable.

-Decías, los Sombras son inmunes a nuestro canto, valiosos aliados.

-Esto no se quedará así. –Pronuncia Taba con disgusto.

-Bien, será mejor que nos pongamos en camino, Jamie puede ser un ogro cuando se lo propone. –Camile sonríe para sus adentros.

Pronto estuvimos en aquel frondoso bosque, la banshee de cabellos dorados se despidió, y Taba de mala gana abrió el portal, atravesándolo de inmediato.

-¿Se puede saber dónde estaban? –Jamie chispeaba fuego por los ojos.

-Tranquilízate cariño. –Camile luce divertido ante su reacción.

-Que me tranquilice, me engañaste, tú... -Y hasta ahí llegó, porque Camile la besaba. Los presentes abrimos los ojos como platos, eso en definitiva, no lo esperábamos y más, que ella no lo rechazó, por el contrario pasó sus manos por el cuello del joven.

Julissa carraspeo, igual de incómoda con la situación, pero al notar que estábamos de mal tercio, nos alejamos, dejándolos en su burbuja de amor, o como se llame, su extraña relación.

Los tres subimos a la habitación de Taba, quién cayó de espaldas en la cama, con los brazos extendidos hacia arriba.

-No vamos a quedarnos de brazos cruzados ¿Oh sí? –Julissa tampoco aceptó de buena gana la instrucción.

-Desde cuando obedezco una orden. –Responde mi chica mirando al cielo raso.

-Entonces ¿Iremos? –Jul se aproxima a ella y se recuesta a su lado.

-Por supuesto, lo haremos después que ellos se vayan.

-¿Y cómo nos libraremos de Jamie? –Continua.

-Ya veremos, algo se me ocurrirá.

-Señoritas, no me parece una buena idea. –Añado concordando con Camile y Soria.

-¿De qué lado estás? –Taba se sienta sobre la cama, cruzándose de piernas.

-Del tuyo, pero ellos tienen razón, eres muy importante, debes mantenerte al margen.

-No, no y no, lee mis labios, no. –Repite Taba firme.

-La secundo. –Julissa la apoya.

-No están pensando con claridad, tú actúas por un sentimiento de venganza. –Refiriéndome a Jul. –En cuanto a ti, ¿Siempre tienes que llevar la contraria?

-Somos dos contra uno, la mayoría gana.

-Le diré a Camile lo que pretenden hacer.

-No te atrevas.- Tabatha se levanta.

-Inmoviles. –Dice Julissa y no puedo moverme. –Te quedaras así hasta que desistas de acusarnos.

-Tengo hambre Jul, me acompañas a la cocina.

-Claro. –Las dos amigas se van ¿Qué de verdad solo se irán? Lo supe cuando cerraron la puerta al paso.

¿Cómo las convencía? Aprovecharé mi estado congelado para pensar al respecto.

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Hola, les cuento que Oscuridad está en sus últimos capítulos, gracias por sus votos y comentarios. Aunque Oscuridad no tuvo la popularidad que esperaba, al menos me alegra que una minoría la lea.

Un abrazo y feliz fin de semana.

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