CAPITULO 22

-¿Estás de broma? –Gritó Julissa dejándome casi sorda.

-No, y estoy aquí sabes. –Toco mi oído que aún me cimbra por dentro.

-Esto es algo así como "dimensión desconocida", ¡Que emoción!
–Chilla mi amiga extasiada con la situación.

-No le veo lo "emocionante".
-Recalco esto último formando comillas en el aire.

-Como no, es como estar inmerso en un libro de ficción, vives tu propia aventura.

-No sabes lo que dices. –Busco algún objeto que pueda incrustar en mi yeso para rascarme.

-Ten. –Brent me extiende una regla de madera, siento gran alivio al calmar la picazón.

-Y no es divertido, ni nada por el estilo, por el contrario, parece una maldita pesadilla.

-Bueno, hay una parte escalofriante debo admitir, y el hecho de que tus padres, no lo sean en realidad, no me gustaría estar en tus zapatos. –Añade Jul perdiendo la sonrisa.

-A mí me suena todo como una locura. –Nos indica Brent tocándose el mentón en actitud meditativa. –Pero debido a los acontecimientos que te han estado ocurriendo últimamente, puede que quizás, y solo quizás, lo revelado sea verdad.

-Y que Ben sea tu guardián, eso es wowwww, y no me digas que no.

-Tengo migraña. –La cabeza me iba a explotar con tanta información, de la cual, no entendía ni la mitad. –Sé que Ben guarda un secreto, logré escuchar cuando su padre le decía si yo sabía lo que él era.

-Eso hace que se me ponga la piel de gallina. –Juli se abraza y contrae sus labios formando una línea.

La puerta se abrió y al ver de quién se trataba mi engañoso corazón se aceleró al máximo.

-Hola Taba, ¿Cómo estás?

-Hola Sam, bien, supongo.

-Bien, supongo. –Repite con el ceño fruncido. -¿Qué clase de respuesta es esa?

-La única que te interesa saber en este momento, adiós. –Julissa lo empuja, tratando de sacarlo.

-Heyyy ¿Qué haces? –Sam se voltea, cruzándose de brazos.
–Ustedes en qué andan. –Nos fulmina con la mirada.

-No estás invitado a esta reunión.
–Su hermana lo enfrenta, sosteniéndole la mirada con las manos a ambos lados de su cadera.

Sam me vuelve a ver, achica sus ojos intentando escudriñar en mis pensamientos.

-Está bien, me voy, pero no porque me lo pides. –Vuelve a ver a Juli.
–Sino porque tengo pendientes.
–Nos vemos Tabatha. –Se va, cerrando la puerta al paso.

-¿Era necesario que fueras tan grosera? –Le reclamo.

-Un gracias, no estaría de más. –Me contesta ofendida.

-Estoy de acuerdo con Julissa, es mejor así.

-Ahh ahora se confabulan en mi contra.

-Que desagradecida, solo me preocupo por tus intereses. –Jul pone los ojos en blanco.

-Taba, lo que nos acabas de contar nadie debe saberlo. –El semblante de Brent parece una roca, no lo sé interpretar. –Investigaremos a fondo, lo descifraremos juntos, como siempre lo hemos hecho.

-No es lo mismo chicos, incluso tal vez los puse en riesgo en contarles. La mujer le temía a estos seres Sombras, y aunque aún no tengo el disgusto de conocerlos, presiento que pronto, tendremos nuestro primer encuentro.

-Oh vaya, me siento atrapada en una película de misterio y suspenso. Dices que Ben vendrá mañana.

-Sí, o al menos eso creo.

-Oh. –Juli se recoge el cabello en un moño improvisado.

-Deberías llamar a tus padres Taba, al menos diles que te quedarás aquí esta noche.

-Tienes razón, conociéndolos de seguro ya dieron parte a las autoridades.

Brent me prestó su celular y marqué el número de la casa, timbró varias veces hasta que salió la contestadora: "Hola, estás llamando a la casa de los Arlington, no estamos en este momento, no nos llamen, nosotros los llamamos, gracias". –Sonreí porque gravé el audio sin autorización y como ninguno de los dos era hábil en el uso del teléfono y sus funciones, se quedó en la bandeja, como mensaje de bienvenida. Lo intenté de nuevo, con el mismo resultado, me resigné y dejé un mensaje de voz: "Hola soy yo, solo quiero disculparme por mi actuar hoy temprano, mañana prometo que hablaremos largo y tendido, estoy donde Julissa, los amo".

-Gracias, cualquier persona al escuchar mi historia, hubiera salido corriendo lo más lejos de mí, pero acá están, conmigo, y no saben cuánto lo agradezco. –Las lágrimas escaparon sin mi permiso, odiaba llorar, pero es una forma de liberar la frustración que me invade.

Mis amigos me abrazan, se sintió reconfortante, así estuvimos unos segundos.

-Tengo que irme, le prometí a papá ayudarle con el arreglo del coche, pero por favor, manténganme informado de cualquier evento extraño.

-Lo haremos. –Contesto adorando a este par, aún más de lo que ya los quiero.

-¿Qué quieres hacer? –Me pregunta Jul al tiempo que toma mi cabello y lo trenza.

-Qué te parece Maratón de la Bella y la Bestia por Cuevana.

-¡Genial! y listo. –Me pone al frente del espejo. -Tu cabello era un desastre.

Intercambiamos una sonrisa, y nos dirigimos a la cocina a hacer palomitas. Quiero pensar que mi vida es normal, que esta es una noche tranquila compartida con mi amiga, que mañana asistiré a clases, y que mi mayor preocupación sea, la ropa que usaré y morir de aburrimiento con las tediosas clases. Una opresión me oprime el pecho, al punto que el aire me falta.

-Taba ¿Qué ocurre?

-Algo malo va a ocurrir, lo presiento.

Ambas guardamos silencio, nos topamos con Sam de camino, se colocaba su chaqueta todo indica que va a salir.

-¿A dónde vas a estas horas? –Le pregunta su hermana.

-Pendientes. –Se limita a contestar y sonriéndonos abandona la casa.

-Últimamente su comportamiento es sospechoso.

-¿A qué te refieres?

-No lo sé, no me hagas caso. –Pone los ojos en blanco. –Vamos, muero de hambre. –Me hala con dirección a la cocina.

******************

Mi sueño se debatió entre criaturas que lanzaban sus tentáculos para atraparme, pasé toda la noche soñando que me escondía y al despertar, me dolía cada parte de mi cuerpo. Es día de escuela así que Jul se fue temprano, no la escuché irse, me dejó una mudada sobre el baúl donde guardaba la ropa de cama.

Tomé una larga ducha, se sintió reconfortante, me mude y sin prisa sequé mi cabello; alguien tocó la puerta.

-Pase. –Contesto mirando de quién se trata, la mamá de Julissa ingresa.

-Hola Tabatha ¿Cómo dormiste?

-No muy bien.

-Oh cariño, Juli me contó que te peleaste con tus padres, deberías ir a hablar con ellos, no es bueno estar disgustados.

-Lo haré, gracias.

-Tengo que irme a trabajar pero te dejé el desayuno servido, puedes quedarte cuanto quieras.

-Lo agradezco.

Terminaba el desayuno cuando el timbre sonó, el corazón me dio un tumbo al recordar la visita de Ben. Cuando abrí la puerta, aquellos ojos grisáceos me miraron con preocupación.

-Pasa. –Me hago a un lado y él entra con cierta cautela, observando los alrededores. -¿No deberías de estar en la escuela?
–Lo cuestiono.

-Creo que es más importante que unamos cabos y comprender qué demonios está pasando.

-Primera vez que coincido contigo.

Le hago señas para que me siga, es tan silencioso que dudo que venga tras de mí, así que volteo.

-¿Qué sucede? –Frunce el ceño.

-Nada. –Me encojo de hombros hasta llegar a la recámara, él se sienta en la silla giratoria del escritorio y yo en la cama.

Ambos nos miramos, de repente me quedé muda, esto es tan extraño, Ben empieza la conversación al preguntar ¿Sabes lo que es una Banshee?

**********

Narra Ben:

-En realidad no. –Responde Taba, jugando con los dedos. – ¿Y tú?

-Busqué información en Internet, dice que son una clase de hadas, que tienen la habilidad de anunciar con su llanto y grito que la muerte está cerca.

-Tiene lógica. –Sonrió con amargura. –Imagino que sabes que también soy mitad Sombra.

-Sí, Penélope me contó.

-Penélope. –Repite, abriendo los ojos como platos.

-¿La conoces? –Indagó.

-No, pero mis padres la mencionaron, ella les explicó sobre mi naturaleza, si quiera sé si soy humana. –Ladea la boca en una mueca de disgusto.

-Sí, sé de lo que hablas. –Me quedo pensativo.

-¿Lo sabes? –La veo arqueando una ceja.

-Yo tampoco soy humano Taba, ya no.

Abrió la boca en una perfecta O, y su atención recayó por completo en mí.

-¿Qué eres? –Susurró a la expectativa.

-Un licántropo. –Revelé sin más.

Su mirada se asombro me envolvió, se quedó petrificada, ladeo su cabeza como si analizara la información recibida y cuando me volvió a ver, sonrió levemente y agregó: -Somos unos bichos raros.

La incredulidad se marcó en mis facciones, le acababa de confesar mi más terrible secreto, y actuaba con calma, como si no se sorprendiera de escucharlo.

-Ahora sé por qué eres mi guardián, y todo ese rollo de que soy una princesa, ¡Dios! La cabeza me va estallar. Pero ahora entiendo tu comportamiento, he leído un poco de tu especie, se caracterizan por ser volátiles e inestables emocionalmente, ufff, el rompecabezas por fin se resolvió.

-¿Te crees muy experta en hombres lobo? –Me cruzo de brazos.

-No, pero todo tiene sentido, eras tú la otra noche, en el sótano ¿Cierto?

-Sí, mi padre me encadena a la pared para que no pueda lastimar a nadie.

-¿Cómo se supone me cuidaras si eres una olla de presión andante? No te puedes controlar en luna llena, estoy perdida, por qué el destino es tan cruel conmigo.

-Gracias por el voto de confianza.
–Estoy de verdad ofendido.

-Mira no es personal, pero un ciego no puede guiar a otro ¿Oh sí?

-No entiendo muy bien tu comparación. –Arqueo una ceja.

No podemos continuar hablando ya que la puerta se abre, asomándose un joven, jamás lo había visto antes.

-Sam. –Lo llama Tabatha.

-Perdón escuché voces.

-¿Vienes llegando? –Sonsacó Taba.

-Ehhh sip.

-¿Y dónde pasaste la noche? Sabes lo peligroso que es andar en la calle con tanto loco suelto.

¿Quién es este individuo? ¿Y por qué el corazón de Tabatha se encuentra tan desbocado?

-Sé cuidarme solo, gracias, además ayer avisé a mamá que dormiría en casa de Allen. ¿Quién es él?

-Mi novio. –Pronunció al tiempo que me le quedé observando con interrogación.

-Tu novio ¿Es en serio? Estás mintiendo, ya me hubiera enterado señorita. –Se cruza de brazos.

-No todo tienes que saberlo. –Ella lo imita enfrentándolo.

-Como sea, no es conveniente que estén solos y menos aquí.

El rostro de Tabatha se torna escarlata.

-Sí bueno, ya nos íbamos, necesito ir a hablar con mis padres.

-Los llevo, dejé el coche parqueado al frente.

-No gracias. –Enuncia ella pausado.

El chico me escudriña con su mirada, sonará disparatado pero es como si leyera en mi interior.

-Hablaremos luego. –Se hace a un lado.

Tabatha se levanta de la cama y presurosa abandona la habitación, trato de alcanzarla pero Sam se interpone.

-Si le haces daño, te la verás conmigo. –Me amenaza.

Por segunda vez mi instinto lobuno me indica que hay algo en él que me produce desconfianza, como si una señal de alerta se activara. No respondo, paso a su lado, llegando donde Tabatha me esperaba en la planta baja.

*******
Las cosas se van poniendo más interesantes, ¿Por qué Ben sentirá algo negativo en Sam? 🤔
Bueno hasta la próxima semana si Dios lo permite, espero que el capítulo haya sido de su agrado.

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