CASO 5: CHANTAJE TROPICAL 1/2
Narra: Óscar Cáceres
"El crimen perfecto no es aquel que no se resuelve, sino el que se resuelve con un falso culpable ." By - Arthur Seldom.
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Después de mi último trabajo (Leer caso 3) había decidido tomarme unos días de vacaciones alejado de la gran ciudad, fue entonces que me decidí por las playas de mi país, estas bellas aguas cristalinas, de finas arenas, palmeras, buena gastronomía y sobre todo hermosas mujeres a las cuales era imposible no admirar.
Hospedado en un hotel cinco estrellas, era una maravilla con todas las comodidades que podía obtener, tenía ya tiempo descansado en la piscina cuando decidí irme a mi habitación a tomar una ducha y salir a almorzar, nada más entrar por la recepción, me interceptó un trabajador haciéndome saber que el director del hotel quería verme si estaba disponible, le respondí afirmativamente y lo acompañé hasta el despacho del director. El hombre que me recibió se veía muy receptivo, era un hombre de unos 55 o 56 años, alto, delgado, de piel muy bronceada, amplia sonrisa y ojos marrones, me invitó a sentarme en una silla frente a su escritorio y me puso un coctel de frutas, luego comenzó a explicar el motivo por el cual me quería ver.
—Sr. Cáceres, primero que nada, le ofrezco mil disculpas por interrumpir sus vacaciones, mi nombre es Julio Romero, director de este complejo hotelero y la razón por la que lo llamó es que tenemos un problema y por su ficha de cliente sé que es detective privado y por eso quiero solicitar sus servicios— me dijo el Sr. Romero.
—Ok. Cuénteme en que lo puedo ayudar.
—Cómo usted se puede dar cuenta está es una isla pequeña dónde disponemos de un aeropuerto, playas, exóticas, restaurantes y varios hoteles, pero por razones de la Gobernación del Estado no tenemos un censo como tal y ninguna estación de policía cercar, lo que contamos es con la seguridad privada del complejo y tenemos un problema bien serio.
—Disculpé, pero la verdad es que me empieza a poner ansioso, por favor cuénteme el problema— dije un poco desesperado.
—Bueno, sí, sigo...como habrá notado, aquí somos un complejo hotelero en el que los turistas son tratados como reyes, es una isla dónde el dinero corre; es decir, aquí es como vivir vida de millonarios y eso hace que sea un sitio donde vienen muchas parejas...digamos...a pasar unos días, en compañía de alguien que no es su esposo o esposa... ¿No sé si me entiende? — hizo una pausa el director.
—Claro, entiendo perfectamente— contesté.
—Pues, he recibido notificaciones de clientes muy importantes para este hotel que han venido por aquí con sus amantes, y después cuando regresan a sus ciudades origen o países han recibido una copia en video de sus relaciones extramatrimoniales. filmados en la isla, con una petición de mucho dinero a cambio de desaparecer las evidencias y el silencio.
—Estamos hablando de chantaje, para hablar claro.
—Ok, ¿Pero por qué no hablar con las autoridades para resolver esto?
— Pues, lo hablé, Sr. Cáceres— se levantó de su asiento y se dirigió al minibar ofreciéndome un whisky, pero no acepté.
— Hablé con ellos y no consideran que lo que nos ocurre le competa, por lo tanto, tengo que recurrir a mis propios recursos, y he pensado en alguien como usted— finalizó.
—Ok. Pues bien.... — volvió a tomar la palabra.
—Miré, yo le puedo asegurar que hasta donde yo puedo saber, el hotel no tiene nada que ver con esto, pero el caso es que muchos vídeos están filmados en las instalaciones del hotel y alrededores, así que sospechamos de alguien del servicio, pero claro, aquí trabajan más de 150 personas entre camareros, recepcionistas, cocineras, etc., el caso es que nuestra clientela ha bajado considerablemente y tenemos que poner fin a esto. Por otro lado, solo tengo año y medio en este hotel y si no pongo remedio mis superiores optarán por prescindir de mis servicios— el hombre estaba muy preocupado.
—Ok. Sr. Romero vamos a finiquitar esto. ¿Usted quiere saber quién chantajea a sus clientes, ¿No?
—Así es. Y a cambio el hotel le pagará sus servicios y por su puesto, su estadía aquí.
La verdad es que no lo pensé mucho, el Sr. Julio Romero se veía buena persona y preocupado por lo que pasaba en el hotel, entonces decidí aceptar... ¡Adiós vacaciones!
—Ok. Esto es lo que haremos. Me daré de baja en su hotel y volveré mañana con una nueva identidad, me haré pasar por un hombre rico, casado, con hijo y todo el combo de la familia feliz, pero este viene con su amante, "Tengo que llamar a mi compañera Nuria", pensé. Usted correrá la voz para eso, hágale creer a su gente que estoy forrado de dinero y de esta forma le atenderemos una trampa a esos chantajistas. ¿Entendió? — En ese momento tocaron la puerta y la abrieron, apareciendo una chica joven de unos 27 años, muy linda, era de piel blanca, pero con un bronceado menos notorio que el Sr. Romero, cabello oscuro, ojos grandes y verdes, la cara era fina y sus rasgos eran preciosos, tenía un buen cuerpo se notaba que se ejercitaba, con ella llevaba una pequeña maleta.
—Papá, hola... Disculpa que, entre así, pero es que quería darte la sorpresa. Acabo de llegar— le dijo la chica abrazando al que era su padre.
—Mi amor, pues si lo lograste— risas y abrazos, —Qué alegría qué estás aquí, pero ¿Y se adelantó tu llegada? — le dijo el padre visiblemente emocionado y sorprendido.
—Es que me desocupe allá y qué más iba a esperar— respondió.
Después de intercambiar algunas palabras en una corta conversación el Sr. Julio se dirigió a mí.
—Sr. Cáceres le presentó a Julia, ella es mi hija, acaba de llegar de Estados Unidos, de la universidad de Míchigan, donde ha estado viviendo los últimos tres años, ha venido a pasar las vacaciones y por supuesto a ver a su padre— la abrazó.
Me levanté de mi silla y le extendí la mano a Julia, —¡Hola! Un placer soy Óscar Cáceres... ¡Bienvenida! — le dije en un tono amable y sonriendo.
La estadía y presentación fue rápida porque Julia salió del despacho del director volviendo a quedar nuevamente enfocados en la conversión y viendo a esta chica se me había ocurrido una idea que podría funcionar.
—Sr. Romero tengo el plan perfecto para agarrar a estos chantajistas, pero necesitare su completa ayuda y sobre todo el de su hija— le comenté.
—Ok. La mía la tiene, pero no entiendo ¿Por qué mi hija? Explíquese.
—Pues, ella está recién llegada, nadie sabe que está por aquí, además si usted lleva solo poco tiempo como director imagino qué casi nadie sabe que es su hija, ¿Cierto?
—Es verdad, aquí nadie sabe eso — contestó el hombre con un tono de atención.
—Y dígame algo, ¿Usted no tiene esposa?
—No, Sr. Cáceres. La madre de Julia falleció hace cuatro años en un lamentable accidente automovilístico, yo sé que a ella le afectó mucho y por eso accedí en enviarla a Estados Unidos— dijo el hombre visiblemente conmocionado.
—¡Oh! Lo siento mucho. ¡Mire! Lo que necesito es que su hija se haga pasar por... — se me trabó la lengua, no podría completar la frase. —es decir, que su hija... se haga pasar por mi... Amante— logré finalizar. La cara del director era todo un poema.
—¿Su amante? — me respondió.
—Sí, pero entiendo que, si usted no accede, no hay problema... Yo podría llamar a una compañera y ella me ayudaría con el caso— respondí.
Por una extraña razón quería o, mejor dicho, deseaba que el Sr. Romero aceptará y obvio su hija también lo hiciera de lo contrario tendría que llamar a Nuria para que me ayudará.
—Bueno hay que consultarlo con Julia y si ella acepta entonces no hay más nada que decir.
—Ok. Bueno, usted hable con ella, es una chica inteligente, si quiere nos ponemos a armar una coartada, si no llamó a otra persona, pero ella es perfecta acaba de llegar nadie la conoce— traté de sonar lo más convincente. —Por mi parte, lo que voy a hacer es darme de baja en el hotel, recogeré mis cosas y usted se encargará de que esta noche la pase sin registrarme, y mañana apareceré con otra identidad y un nuevo look, me cortaré un poco el cabello. Así mismo necesito que usted me facilite una cuenta sin límite para gastar, está de más decirle que todo lo comprado se lo devolveré cuando termine la misión y sobre todo Sr. Julio, haga correr de que soy rico, casado y con hijos. Es muy importante.
—Está bien, cuente con eso— me dijo dándome la mano.
El plan empezó a funcionar, me di de baja en recepción, pero el Sr. Romero me alojó esa noche en una habitación del servicio, le pedí una lista de la gente que trabajaba en el hotel, una peluquera vino a la habitación, me corto algo el pelo, me hice unas pequeñas mechas, sugerencia de la estilista. Cuando esa noche estudiaba la lista del personal y subrayaba la gente de la que podía sospechar sonó unos golpecitos en la puerta de mi habitación. Solo podía ser el Sr. Julio así que abrí, pero no era él, sino su hija Julia. La chica se inclinó un poco en forma de saludo y me dijo
—Buenas Noche. Sr. Cáceres, vengo a hablar con usted, ¿Podría? — preguntó de una forma muy educada.
—Claro, pasa adelante y por favor para ti y tu padre soy Óscar.
La mujer era realmente hermosa, su belleza caribeña resaltaba con lo delicada y frágil que parecía, iba con un vestido floreado holgado entre colores celeste y morado. En su negra melena tenía una flor que le daba todo ese aire exótico de la isla. También llevaba un precioso collar de perlas pequeñas, con un tono amarillento.
Julia entró, y se quedó de pie en medio de la habitación, la invité a sentarse en un sofá que había y la puse un refresco, me senté enfrente.
—Bueno Julia, si estás aquí imagino que tu padre te contó el plan— Ella asintió con su cabeza y dejó que continuará. —Mi plan y la razón de escogerte a ti es que nadie sabe quién eres, ya que estas recién llegada, lo único que tienes que hacer es estar conmigo durante el día y reírte mucho, nos tomamos de la mano, nos haremos alguno que otro mimo, claro, siempre con tu consentimiento, te haré muchos regalos y llamaremos mucho la atención, quiero que los chantajistas se fijen en nosotros—
—Sí, papá me contó su plan y no tengo ningún problema— me dijo la chica un poco tímida. —Oscar, lo que sea para ayudar a mi padre será poco, desde que falleció mi madre se ha desvivido por darme una buena educación y estoy deseando pagarle todo lo que ha hecho por mí, así que estaré con usted todo el día y haré bien mi papel— al parecer todo lo estaba entendiendo a la perfección, —¿Qué haremos por la noche? — preguntó.
—¡Ah! ¿Por la noche? Nada, tú te vas a tu habitación y yo a la mía.
—Y bueno yo estoy pensando, ¿No será mejor para disimular bien que durmamos en la misma habitación? — la verdad es que su propuesta me dejó impresionado.
—Por supuesto, claro que es mejor, pero no quería que te sintieras invadida— le respondí.
—Tranquilo, además esto es un trabajo, así que, para mí, no hay problema— me respondió muy segura de sí misma. Tuve que hacer un gran esfuerzo para calmarme y no dañar la investigación, esta chica me atraía mucho, sus ojos hipnotizan. "¡Oh! Dios help me".
—Entonces, nos vemos mañana Julia y empezaremos la función— nos levantamos y la acompañe hasta la puerta.
CONTINUA...
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