Realidad
Sus alas le dolían un poco, sus alas le dolían por el frío que azotaba sus extremidades aladas. El viento gélido rozó con fuerza sus mejillas el francés soltó un suspiro y vio al rededor, dónde podría estar...dónde podría estar...
Voló rápido manteniendo su mirada alerta a lo que sea que halla allá abajo,vió a lo lejos unas pequeñas casas, un pueblo, algo le decía que el peruano estaba allí, quizá si había llegado a entender esa escencia que caracterizaba al pequeño príncipe.
Perú: Señor, por favor, déjenos quedarnos...mandaré a mis hombres que traigan refuerzos, destituiremos a su rey y haré que todos quienes gusten sean aceptados como ciudadanos protegidos en el reino demoniaco.
Y no se había equivocado por lo que veia, sus alas lo mantenían elevado en el aire sobre el pueblo, vió al peruano allí hablando con los pueblerinos...ofreciendo ayuda...
Chile: Perú no hables por hablar, tu te vas de boca.
Perú: Soy el rey no? Puedo hacerlo si quiero.
Chile: No seas tan tonto, primero amistate con nuestro pueblo.
Perú: No están tan molestos.
Chile: Perú. --Regaña-- Al menos déjame planearlo bien, será complicado si somos muy impulsivos. Además, mínimo necesitas comentárselo previamente a Argentina...evitemos problemas ¿si?
Notó entonces algo, el francés vió con repudio y mucho asco como el chileno posaba su mano sobre esa mejilla que antes él había podido acariciar, vió como el peruano bajo su mirada viendo al bebé nerviosamente mientras está caricia parecía no querer detenerse. No era un simple tacto de amigos, él lo sabía y estaba seguro de que Perú también lo sabía.
Y eso lo jodia aún más.
"Trata de engañarte si quieres pero no puedes mentirle a tu corazón" "Te gusta Perú" ¿Si le gustaba Perú? Bueno...quizá eso no era del todo mentira.
Perú: --Suspira--aún no hemos hablado bien de eso...
Chile: Por favor Perú.
Perú: Ahh bueno bueno pero...Arge tampoco creo que se oponga.
Chile: Bueno...el es fácil de tratar, pero primero dile.
¿Decirle que? No entendía. Un nudo se formó en su garganta, su pecho se oprimio...solo atino a morder sus labios y tomar aire.
Francia: ¡aquí estás!
Aquello lo había soltado con un tono un tanto irónico, algo cinico, de inmediato el peruano puso atrás suyo al chileno y dió un paso al frente tomando nuevamente la espada.
Los ciudadanos se arrodillaron de inmediato, el anciano intento hacerlo también Pero los pesos de los años habían hecho del trabajo más complicados.
Francia: Mi rey --Aterriza--
Paso por entre los ciudadanos, ignoro totalmente al anciano y se acercó hacia el bicolor...bueno...hasta lo que el filo de la espada se lo permitía
Perú: Un paso más y estás muerto. --Amenazo--
Francia:..Ah...mi amor, vamos no seas tan intenso, solo quiero abrazarte --Pidio-- Vamos amor, sabemos que quieres
Perú nego, retrocedió otro poco más
Francia: ...Te amo. --Solto-- Perú, lo digo enserio, tu me gustas un montón --Confeso-- Hey... amor...
Aquello oprimió el corazón del latino de dos colores, aún sentía cosas por Francia...pero sabía que estaría cayendo en la trampa dos veces...sabía que si metía la pata otra vez sería un verdadero imbécil.
Perú: No...no lo haces --Dijo-- Y aunque lo hicieras, no me amas lo suficiente como para no hacerme daño.
Y eso ... Eso era realidad
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