¿Axel, Lutz y Loop?
Arribé a las 9:04 pm (hora de Corea del Sur). Fui por mi maleta y después por Dae, ya todo estaba listo, solo faltaba encontrarme con Víctor para... ¿Para qué?
-¿Eres Seung-Gil Lee?- se oyó una voz que desconocía a mis espaldas, me giré para encontrarme con un chico rubio de ojos color verde con una expresión algo terrorífica como si fuera a soltarme un golpe en cualquier momento.- Hey ¿me escuchas? ¿Eres Seung-Gil Lee, o no?
-Eh- Ehh sí.- ¿quién es este chico tan molesto?
-Ven, Víctor esta muy ocupado así que me mando por ti. Que molestia.
Se dio la vuelta y comenzó caminar. Lo seguí a paso rápido y trate de alcanzarlo, casi no lo lograba.
-Eres muy lento.- dijo el rubio en tonto burlesco.
Estábamos a fuera del aeropuerto esperando un transporte que llegó bastante rápido, el menor le dio unas indicaciones en ruso y el conductor asintió.
-¿Quién eres?- pregunté. Tengo derecho de saber quién es.
-Tsk! Eso no te importa.
Y así fue como se hizo una viaje largo y tenso para llegar a un lugar desconocido.
-Bájate.- ordenó el chico.- llegamos.
Al bajar vi que estábamos en un hotel y en la entrada estaba nada más ni nada menos que Víctor Nikiforov con su perro.
-¡Gracias, Yuri! ¡Te debo una!- dijo el sujeto de cabello plateado con una sonrisa en forma de corazón, Yuri solo le lanzó una mirada de enojo.- por cierto, Otabek vino hace unos momentos buscándote.
-¿En serio?- el rostro amargado del chico cambio al instante, ahora se veía más animado.
-Sí, le dije que no tardabas en llegar así que se quedo esperándote. Esta adentro del hotel.- y como si se tratara de una estrella fugaz el chico se adentró al hotel dejando caer su capucha negra mostrando su casi larga cabellera rubia.
-No parecen solo amigos- dijo el ruso viendo como el chico de hace un rato se encontraba con el tal Otabek.-Han pasado tanto tiempo juntos y cada vez que Yuri lo ve o regresa de hacerlo se le mira una expresión de máxima felicidad, esas sonrisas que tú a veces dejabas caer al ver a Phichit sin darte cuenta.
-¿Qué... Quieres decir?- pregunté sin comprender del todo "¿Sonrisas que dejaba caer sin darme cuenta?"
-Seung-Gil Lee, debes de estar cansado- respondió cambiando la conversación.- mañana viajamos a Japón. Tres niñas me pidieron verte.
-¿Tres niñas?
-Jaja así es, es curioso, ¿no crees? Yuuri me estaba hablando de ti cuando de repente Axel, Lutz y Loop interrumpieron nuestra conversación diciendo "¿conocieron al gran Seung-Gil Lee?" Y eso que yo creía que solo me admiraban a mi, pero es mucho decir- empezó a reírse de su propia broma.- en fin, esas tres niñas son hijas de grandes amigos de Yuuri, así que tendrás que firmar unos libros y resolver dudas de tus fans, ¿no es grandioso? Me temo que no he leído ninguna de tus obras y tampoco Yuuri, espero que tengamos alguna oportunidad después.
Me sentí tranquilo por un momento, a donde iré es a Japón y no a Tailandia. Sólo iré a conocer a unas seguidoras y volveré a Corea del Sur... Solo eso.
Estaba en mi cuarto de hotel con Dae, podía sentir que algo bueno iba a pasar, se sentí casi como felicidad pero desconocía la razón.
Una parte de mi quería que las cosas siguieran como tal están pasando y otra pedía a gritos ver a Phichit. Tan cerca y a la vez tan lejos. Así es como se sentía.
-Creo que Yuuri me odia-Dae ladro afirmando mi suposición.- no lo culpo, yo no puedo evitar odiarme a mí mismo y en vez de hacer algo al respecto solo huyo y no me enfrento a la verdad y al sufrimiento que he provocado.
Batalle en dormir por un principio pero al final lo logre.
Estaba en el aeropuerto junto con Víctor y los demás, por alguna razón Otabek estaba aquí también, tal vez solo para despedir a su amigo. Me sorprendió lo que escuche después.
-Yuri se llevó una buena impresión de Hasetsu cuando lo fue a visitar y me insistió en que lo acompañara.- dijo el sujeto con tal seriedad y formalidad que parecía que estaba pidiendo la mano de Yuri.
-No problem, Otabek, eres más que bienvenido.- contestó él ruso sonriendo como siempre y después su expresión cambio a sorpresa.- ¡qué descuido de mi parte!- dijo dirigiendo su mano a su frente.- Seung-Gil, él es Otabek Altin, proviene de Kazajistán y es al igual que Yuri, un patinador.- extendí una mano para saludarlo y él me la devolvió.- Este enano que ves aquí y el que te llevo al hotel es Yuri Plisetsky de Rusia al igual que yo.
-Ya cállate maldito viejo.
-Descuida Seung, debajo de esa pinta de Diva se encuentra un tierno gatito.- dijo Víctor.
-¡¿Qué te crees?! ¡Tú mal...
Fue interrumpido por el Kazajo cuando le puso una mano en la boca.
-Gracias, Otabek.- dijo Nikiforov
en los altavoces se empezó a dictar algo en ruso que solo Yuri, Víctor y Otabek comprendieron.
-Ya vámonos.- dijeron los rusos al unísono y es así como nos dirigimos al avión.
Según Víctor ya estamos a nada de llegar a Japón, solo una hora más.
Víctor y yo nos fuimos por un camino distinto que al de Yuri y Otabek ya que teníamos que ir por nuestras mascotas. Quedamos de vernos en unas aguas termales que mencionó Yuri.
-La familia de mi Yuuri es dueña de esas aguas termales así que los veremos allá, Yuri sabe cómo llegar.
Nos dirigimos a ese lugar.
Hasetsu es un lugar bastante bonito y agradable, el camino hacia las aguas tenía la vistan hacia una playa. Ya veo que se refieren con la buena impresión. Yo también volvería.
-Llegamos!- dijo Víctor emocionado buscando algo o alguien con la vista y parece que lo encontró pues corrió hacia un pasillo y desapareció.
-Hola, tú debes ser Seung-Gil Lee- dijo una mujer de cabello corto que usaba lentes.- Mi nombre es Hiroko Katsuki. Acompáñame, alguien te quiere ver.
Mi corazón dio un vuelco dejando que la imaginación volará ¿Será Phichit? Me sentí algo decepcionado cuando resultó ser una chica.
-Ella es la madre de las tres niñas, te va a guiar donde estarán ellas.- dijo Hiroko y se fue.
-Yo soy Yuko Nishigory, puedes llamarme Yuko. Ya sé quién eres tú y estoy ansiosa de que conozcas a mis hijas ¡vamos!
Tomo mi mano y casi corriendo salimos del lugar. Sin duda había prisa.
Corrimos sin parar hasta que llegamos a un lugar que parecía un gimnasio. La respiración me faltaba y mi pecho le costaba extenderse para inhalar más aire. Mi vida de escritor no me deja tener una buena actividad física.
Entramos al lugar, la chica dijo que era dueña junto su esposo y que era una pista de patinaje. También dijo que dentro de una hora iban a cerrar para así poder ver a sus hijas, tengo que esperar a que ese momento llegue.
Veía a la gente como se divertía patinando que sin duda se estaba volviendo contagioso. Pedí unos patines a Yuko y como venado recién nacido me adentré a la pista. Me costó mantener el equilibrio en un principio pero una vez con mayor seguridad me pude incorporar y patinar con más fluidez. Unos hacían piruetas y saltos de manera tan profesional y otro solo como practicantes. Se anunció la hora del cierre, todos salimos de la pista y entregamos los patines.
-¿Te gusto?- preguntó Yuko emocionada.
-Me encanto.- dije sonriendo.
-Eso es genial, no hay nadie que no se resista al hielo- se detuvo un momento para pensar algo y después agregó.- Llamamos amor a todo lo que se encuentra sobre el hielo.
Lo primero que se me vino a la mente fueron aquellas fotografías donde Phichit patinaba.
-Ven, ya están listas.
Fuimos a donde parecían haber unos casillero y tres niñas con chalecos negros parecía que se quitaban los patines. Primero una me vio y de ahí le siguieron las dos, sus expresiones de asombro fueron dulces, parecía que aguantaban sus gritos de emoción.
-¿Eres...
-Seung...
-Gil Lee?
Dijeron las tres por separado y yo asentí para después ellas brincaran corriendo hacia mi.
Primero una se agarro de mi cintura diciendo:
-Yo soy Lutz.
La segunda se agarro de mi pierna y agregó:
-Yo soy Loop
La tercera brinco agarrándose de mi cuello haciéndonos caer a todos.
-Yo soy Axel.
-Compórtense niñas.
-Cuando había llegado Víctor te costó aguantar la emoción.- dijo Axel.
-Pero me comporté, o no?- replicó Yuko algo sonrojada y las demás rieron. Al parecer son fans de aquel ruso.
-No es ninguna molestia.- dije tratando de incorporarme.
Preguntas volaron sin límites y yo traté de resolverlas. Firme unos libros y después seguimos hablando. Estas tres niñas eran una compañía agradable.
-¿Patinas, Seung-Gil?- preguntó Loop
-Me temo que hoy fue mi primera vez y no soy muy bueno.- conteste.
-¡vamos a patinar!- dijeron las tres y sin más ya teníamos los patines puestos y las tres le hicieron de mis entrenadoras.
=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•=•
Chan Chan chaaaaaaan
Hoy no fui a la escuela así que actualizo temprano.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top