PARVATI O6
Ese martes había pasado muy pronto, ya que en cuanto llegó a su casa, abrazó a su padre, besó la mejilla de su madre. Sin duda, amaba tener una familia después de tanto tiempo revivir su pasado en sus recuerdos. Sam la había notado mas ansiosa y feliz que de costumbre, era extraño que hoy justamente pasara por la cada materna, sabiendo que su hija y yerna tenían la suya.
-Aruna, ¿qué estás tramando? -preguntó directo, su padre al cruzarse de brazos.
Los hombros de la mujer de veinticinco años se tensaron, pero lo miró con una sonrisa inocente.
-¿Qué no puedo venir a visitarte papá? A mamá se lo prometí. -dice desentendida y ocultando sus intenciones de pura travesura.
-No nací ayer, Parvati.
-¡Maaaamá, papá está paranoico! Dile por favor, a lo que vengo. -haciendo un puchero, sabiendo que Emily siempre la va a apoyar.
-Sam, nuestra hija nos viene a visitar y ya otra vez estas con tus mañas de alfa. -dice Emily mientras la abraza con una sonrisa, acariciando la larga melena. -¿cuando te cortarás las puntas, hija?
Sam al escuchar aquello su ceño se frunce, resopla pero se queda sentado justo frente a ellas, Aruna nunca antes había tenido la necesidad de deshacerse de su cabello, le encantaba tener inmensa melena, él suponía que era gajes de haber sido un perro con mucho pelo antes de esta vida. Por eso, era que le sonaba extraño esa pregunta.
-Justamente de eso venía a comentar. Mañana saldré de paseo a la ciudad, me haré el corte que mas me parezca conveniente, ahora que estoy a cargo de la manada, es hora de también tomar un corte pelo correspondiente al cargo. -dice con total seguridad, pero intentando ocultar su sonrisa de travesura en su madre, quien la mira divertida.
-Pero, sabemos que tu cabello es sagrado para ti. Además, la puedes modificar, esa regla sólo era para... -empieza a inquietarse el lobo mayor y padre de la familia.
-Papá, es hora que siga con las tradiciones que has dejado en la manada, sabes que amo cada cosa que mantenga tu esencia pero hay otras que inevitablemente deberé cambiar y ajustar a la situación. Pero en esta vida, quiero realizar todo lo que tenga a mano y hacerte sentir orgulloso -al sentenciar y admitir entre mentira con sabor a verdad en tintes pequeños, había camuflado perfectamente su travesura.
Aunque la morena alfa, mas que nada quería dejarle en claro que no por ser su hija se liberaría de cosas como estas, era parte de la transformación, además que el ritual del mismo, junto con la transformación era todo un caos en cuanto se volvía loba. Cada vez podía lidiar menos con su cabello largo, le dolía el cuero cabelludo.
Sam estaba bastante confundido pero serio, no comprendía los arranques testarudo que empezaba a demostrar su única hija.
-¿En verdad es solo por eso? -pregunta aun reacio Sam.
Aruna hace una mueca y se acaricia la nuca entreverando sus dedos como hilos finos hasta acariciar la punta de estas. Lo mira con suma sinceridad:
-Me duele el cuero cabelludo. Es un costo que quiero correr, appá. -responde mirándolo a los ojos con esa palabra tan dulce que había elegido para decirle hace tiempo atrás.
Los ojos se Sam se contraen por el apodo tan sensible que había pronunciado su pequeña, al igual que sentir su corazón latir con tanto amor y dulzura por aquel detalle. Ambos aún tenían esa conexión especial de cuando era pequeña. Muy a pesar de que ya era todo una mujer. A lo que suspiró, cediendo a la decisión:
-Comprendo. Ya no preguntaré más.
Aruna al recibir esa respuesta se emociona y sin pensarlo sigue sus impulsos, arrojándose hacia su padre para depositarle un monton de besos, tal como una cachorrita antes lo hubiera hecho con su dueño. Logrando que ambos cayeran de espaldas al suelo por el efusivo, se hace un estruendo ante tal situación.
-¡Aruna! Por los ancestros, ¿cariño, estas bien? -pregunta totalmente preocupada la madre, Emily.
Sin embargo, Aruna no responde debido a que se mantiene arrimada aplastando a su pobre padre, pero ocultando su rostro en el cuello del hombre tras una sonrisa de pura emoción, mientras su padre tan sólo intenta recuperar el aire que aquel acto se lo había arrebatado.
-Se que algo tienes entre manos. Pero me alegra que me incluyas. -le susurró su padre al oído.
Aruna soltó una pequeña risita al escuchar las palabras de Sam, logrando que por un pequeño minuto sintiera cierta inseguridad en sí asustarlo para un disgusto hacia su figura paterna, pero tan rápido como se sintió se le esfumó. Después de todo, sabía que eso era el menor de sus problemas, debido a que aún no le había dicho a su padre que había encontrado a su impronta y que este era un vampiro.
Aunque con los antecedentes de su vida pasada, no sería tan malo... ¿O si? Todos sabían que ambos se reencontrarían, hasta ella lo deseaba antes de tener sellados sus recuerdos.
-Está todo bien, cariño. Solo fue sorpresa. -dice Sam trás un momento, había dejado pensativa a su hija, confirmando sus sospechas. Aruna Uley tenía algo tramando.
-Que alívio... -suspira tranquila Emily, que tenía su mano justo en su corazón al verlos caer así. Pero nuevamente una suave sonrisa se visualiza entre sus labios.
Por un momento había olvidado los genes lobiles que tenían padre e hija.
-Tranquila Mamá. No dañaría al señor de esta casa, después de todo, dejarte viuda no es mi meta~ -bromea levantándose Aruna de encima de su padre y ayudándolo a también pararse.
Seguidamente Sam levanta el sofá, para luego acercarse a su mujer y besar su frente.
-Soy un hueso duro de roer. No me matará algo así, cariño. -bromea igualmente sin tomarle mucho en cuenta lo viejo que le había hecho sentir nuevamente que su hija hubiera usado "señor" para dirigirse a él. Aunque sabía desde ya, que la educación budista junto a la de ellos, la hacía muy educada para el tiempo.
Ambos adultos mayores se besan para calmarse tras esa escena de leve susto para la única humana en casa. Después de todo, ambos eran impulsivos y aveces asustaban a su única figura femenina, mientras Leah no estaba.
-Bien, esa es mi escusa perfecta para dejarlos solos. Nos vemos el viernes o el sábado, queridos padres. -dice Aruna acercándose a ambos, algo incomoda de no darles espacio a sus padres, besa la mejilla de su madre y su padre. -Los amo.
Tras luego de eso, correr, ponerse su carterita de correas largas colgada por su hombro hasta tocar su cintura, para salir de la casa ante movimientos ágiles y alocados. Haciendo sonreír a sus padres.
-Aún sigue siendo nuestra niña. -susurra Emily enternecida.
-A veces una cachorrita. Se muy bien que esa emoción de abrazarme me recordó a cuando se tiraba sobre nosotros en sus tiempos. Pero, me alegra que ella sea así y nuestra hija. -corresponde tras una sonrisa divertida Sam.
Mientras que por otro lado, Aruna se estaba dirigiendo en su pequeño fusta hacia su hogar, donde debía llegar antes que su esposa a la casa para poder decirle de sus planes.
Aún no sabía cómo Leah tomaría su plan de tener un momento pasional en trío. Tenía sus presentimientos que lo suyo tendría final en ello, luego del momento compartido.
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━━━━━━hellou~
Les quiero comentar que inscribí la historia a los wattys2022, como que también intentaré subir más capítulos especiales de lo que ya debo del encuentro de Aruna con Leah y Edward. ¿Que les pareció este capítulo?
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