Yoongi siempre gustaba de neutralizar su aroma, todos sabían que era un alfa, pero a él no le gustaba su aroma, sentía que no era muy llamativo, además de que sabía que a muchos no les gustaba.

Suspiro mientras se dirigía al salón de música, le gustaba desperdiciar su tiempo en el piano, o eso es lo que siempre le decían, para él no era un desperdicio de tiempo, solo unos momentos de relajación cuando ya terminaban las clases.

Pero está vez no iba a estar solo, allí estaba aquel omega que se ha estado quedando con él cada que tocaba alguna melodía, estaba sentado frente al piano.

- ¿Sabes como tocarlo?

Jimin se exalto al escuchar la voz del alfa, Yoongi sonrió, le parecía tierno la manera en que se sobresaltaba cada que hablaba.

- Solo... quería estar más ¿cerca?

Yoongi se acerco al omega y se sentó a su lado, Jimin creía que lo echaría de allí, pero no, ambos estaban frente a ese piano.

- ¿Quieres qué te enseñe?

Jimin sintió gran emoción cuando escucho esa pregunta, pero antes de que pudiera responder, sintió como un delicioso aroma a menta fresca inundaba sus fosas nasales, olfateo un poco, y percibió que ese aroma venía del alfa a su lado.

- Menta -dijo en un susurro sorprendiendo a Yoongi.

No podía creerlo, ese omega había percibido su aroma, ¿cómo?

- Hueles delicioso -Jimin estaba más cerca de él-, me gusta la menta.

Solo tal vez eso hizo sonreír a Yoongi.