ACTO III (Veintitresava Escena)
Escena XXIII: La reflexión de Murlobo y el encuentro inesperado entre Ornedo y Murlobo
Fecha: 12 de marzo del 2020 (Tarde)
Lugar: La entrada de la comisaría ubicada en San Miguel
Personajes:
· Murlobo Jolun
· Rojuno
· Policía varón 1
· Policía varón 2
· Policía mujer 1
· Policía mujer 2
· Ornedo Lurena Binte
(Descripción del lugar: La entrada de la comisaria ubicada en San Miguel es un lugar grande que contiene los siguientes aspectos. En el lado izquierdo, se halla dos columnas de piedra que se hallan conectados por una reja negra. En los dos tablones, se puede mirar una bombilla apagada en cada una. En el lado derecho, nos percatamos de que también hay dos columnas de piedras que se hallan relacionados entre sí mediante una reja negra. Asimismo, estas columnas poseen un foco de luz en cada una. En el centro, se observa la fachada de la comisaría que revela un mensaje escrito que dice: «Comisaria PNP−San Miguel»)
(Se abre el telón) (Ingresan Ornedo Lurena Binte, Rojuno, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1 y la policía mujer 2 al escenario caminando por el pasillo derecho) (Todos los personajes hablan entre ellos)
Ornedo Lurena Binte: (enojado a todos los policías incluyendo a Rojuno) Ustedes ni siquiera me dejan libre para seguir viviendo en la calle. Ni se les ocurra llamar a mis padres, porque a ninguno de mis familiares está interesado en mi bienestar ni en mí mismo. Solo quiero que me suelten para poder sobrevivir en las calles.
Policía varón 1: (sincero a Ornedo) Deja de victimizarte cuando solo queremos preguntarte sobre tu vida antes de formar parte de un grupo criminal. Si sigues enojándote con nosotros, entonces quedarás detenido y llamaremos a tus padres para comunicarles sobre tu berrinche.
Policía varón 2: (honesto a Ornedo) Rojuno cree que eres el menos peligroso de ese grupo. Nosotros solo deseamos entender tu vida para poder hallar una solución con el fin de capturar a tu pandilla. Si colaboras, solo podrías estar obligado a realizar servicio comunitario por una semana.
Policía mujer 1: (alarmada a Ornedo) ¿Cuál era tu nombre? Seguro tu madre no te ha enseñado modales para saludar a cualquier autoridad como un policía o un señor mayor. ¡Qué malcriado eres! ¡Me desagrada la ira que tienes! Tienes que controlarte de forma urgente, jovencito.
Policía mujer 2: (curiosa a Ornedo) Jovencito, creo que no aprendiste a comportarte como un chico obediente y respetuoso. En consecuencia, no eres capaz de sentir vergüenza al insultarnos de una forma tan vulgar. Mejor cierra el hocico, ya que no te conviene seguir hablando.
Policía mujer 2: (curiosa a Ornedo) Jovencito, creo que no aprendiste a comportarte como un chico obediente y respetuoso. En consecuencia, no eres capaz de sentir vergüenza al insultarnos de una forma tan vulgar. Mejor cierra el hocico, ya que no te conviene seguir hablando. Además, recuerda que no te puedes escapar de nosotros.
Rojuno: (disgustado a Ornedo) ¿Te puedes calmar un poco? ¿Por favor? Espero que dejes de hacer berrinche. Es hora de que te prepares para que me respondas algunas preguntas. Asimismo, te recomiendo que disminuyas tu cólera, porque no te conviene seguir enojándote conmigo.
(Ornedo empieza a disminuir su ira y comienza a llorar) (Música dramática)
Ornedo Lurena Binte: (llorando a Rojuno) Señor, ¿Qué justificación válida tiene usted para alzarme la voz? Me da rabia que existan hombres como usted que desean someter su autoridad ante chicos rebeldes como yo. Es absurdo pensar que está haciendo lo correcto en controlar mi actitud.
Policía varón 1: (sincero a Rojuno) Compañero, no pierdas más el tiempo y comienza a anotar todos los testimonios de este chico criminal para poder hallar a todos los otros miembros de la pandilla. Las calles de San Miguel deben estar seguras sin el peligro de ningún delincuente.
Policía varón 2: (honesto a Rojuno) Eres muy tonto para confiar en este chico, Rojuno. Definitivamente, este muchacho pelirrojo solo es un delincuente más que busca ser bravo con los demás para conseguir intimidarnos con él de forma natural. A mí no me genera temor, pero tampoco confianza.
Policía mujer 1: (alarmada a Rojuno) Me parece tan raro que intentes conocer a este pelirrojo. Me haces pensar que te estás convirtiendo en un aliado de ese chico con pelo rojo. Te considero como un hombre inútil que ni siquiera puede desconfiar sobre el muchacho que nos está insultando.
Policía mujer 2: (curiosa a Rojuno) Rojuno, ¿No te das cuenta que este chico podría tener una pistola escondida para matarnos a muchos balazos en cualquier instante? ¡Ni siquiera sabemos su nombre para que continúes interesado por él! Ten cuidado con la elección de tus decisiones, compadre. Cualquier circunstancia inesperada puede ser riesgosa para nosotros.
Rojuno: (intrigado a Ornedo) Ornedo, mejor dime todos los nombres completos de los integrantes de la pandilla. Me lo deberías contar, porque te conviene ayudarnos a detener el grupo criminal del que formas parte. Si no dices nada, entonces pasarás varios días en la cárcel y llamaremos a tus padres urgentemente.
Ornedo Lurena Binte: (llorando a Rojuno) Yo fui exiliado de esa pandilla por fallar en un robo realizado en una tienda. Asesiné a un hombre cuando me quería acusar con el serenazgo. Estaba totalmente enojado que le disparé sin pensar en cómo me llevaría su cadáver. Me encontraba acompañado de otro chico, pero no quiero revelar su nombre por el momento. Estoy muy arrepentido, señores.
Rojuno: (intrigado a Ornedo) ¿Y por qué no te entregaste a las autoridades? Acaso no piensas en los cargos que podrías enfrentar Mejor solo confiesas los nombres de los otros chicos antes de que te mande a un juzgado para que se decida tu sentencia. Otros jóvenes como tú consumen drogas, pero tú definitivamente cometiste un delito más grave.
Ornedo Lurena Binte: (llorando a Rojuno) ¿Crees que no siento vergüenza? Me decepciona que un oficial como usted sea tan ignorante con las experiencias que me ha tocado vivir. Mis padres no me aguantan y no tengo una vida feliz, porque no puedo sentirme contento.
(Rojuno se comienza a alterar y le responde de forma colérica a Ornedo)
Rojuno: (colérico a Ornedo) ¡No me importa si te sientes triste o no! ¡Dime los malditos nombres de tus compañeros que pertenecen a ese grupo criminal! ¿Acaso ellos también cometieron delitos al igual que tú? ¡Qué es lo que estás esperando! ¡Muchas personas podrían morir en esta pandemia a causa de muchos delincuentes por culpa tuya!
Ornedo Lurena Binte: (llorando a Rojuno) El líder se llama Cobrutno. Otro chico se llama Murlobo y los demás no conozco sus nombres. Cuando usted apareció con su compañero, ya había asesinado al hombre en la bodega, pero no pude robar nada por temor de que me atraparan. También he pintado un grafiti por la avenida Federico Gallese con un frasco de tinta artificial de color negro.
(Ingresa Murlobo Jolun caminando al escenario por el pasillo izquierdo)
(Murlobo Jolun observa a los otros personajes)
(Murlobo y Ornedo comienzan a conversar entre ellos)
Murlobo Jolun: (decepcionado a Ornedo) Qué lástima me das, Ornedo. Ojalá pases un largo tiempo en la cárcel, porque realmente ni siquiera sabes sobre como pasar desapercibido. Tu familia tiene razón, porque eres mediocre, inútil y tonto para tomar conciencia de nuestras acciones.
Ornedo Lurena Binte: (señala a Murlobo mientras les dice a los policías) ¡Es él! ¡Es Murlobo! ¡Atrápenlo! De todas maneras, él ya no merece que yo le salve de pasar un largo tiempo en las rejas. Si yo soy el único de la pandilla que termina en la cárcel, entonces si me molestaré demasiado con ustedes por la injusticia de que los demás chicos no paguen por los crímenes que realizaron.
(Murlobo Jolun se retira corriendo del escenario por el pasillo derecho)
Rojuno: (colérico a Ornedo) ¡Ahuyentaste a tu compañero! ¡Gracias! ¡Ornedo! ¡Ahora nos vas a decir adentro de la comisaria sobre todo lo que sepas acerca de la pandilla! ¡Recuerda que debes colaborar para que tu situación no esté peor de lo que ya está!
(Rojuno, Ornedo Lurena Binte, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1 y la policía mujer 2 se retiran caminando del escenario por el pasillo izquierdo)
(Cierre del telón) (Fin de la escena XXIII)
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