Escena XXV: La confesión de Ornedo y el plan de los policías para atrapar a la pandilla

Fecha: 12 de marzo del 2020 (Noche)

Lugar: La comisaria de San Miguel

Personajes:

· Rojuno

· Ornedo Lurena Binte

· Policía varón 1

· Policía varón 2

· Policía mujer 1

· Policía mujer 2

(Descripción del lugar: La comisaria de San Miguel es un lugar amplio que contiene los siguientes aspectos. En el lado izquierdo de este escenario, nos podemos percatar de dos escritorios de color blanco que contienen una computadora en cada uno. El color de este lugar es blanco y las ventanas se encuentran abiertas, lo que genera que se vea el fondo de noche. En el lado derecho de este escenario, se hallan otros dos escritorios de color negro que poseen una computadora en cada uno. En este lugar, se hallan carteles de prevención para el coronavirus y recomendaciones para los oficiales para evitar contagiarse o enfermarse.)

(Se abre el telón) (Ingresan Rojuno, Ornedo Lurena Binte, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1 y la policía mujer 2 caminando al escenario por el pasillo izquierdo) (Todos los personajes se conversan entre ellos) 

Rojuno: (colérico a Ornedo) ¡Ahora sí me dirás todo lo que sabes de la pandilla! Si no me comunicas nada, entonces no me dejarás otra opción que llamar a tus padres para informarles sobre tu situación. ¿Quieres pasar varias noches encerrado en esta comisaría? ¡Entonces cállate! ¡Compórtate como un hombre!

Ornedo Lurena Binte: (llorando a Rojuno) Por favor, señor. No llame a mis padres, aunque a ellos ya no les importa. ¿Usted no puede empatizar conmigo? Yo solo quiero vivir mi libertad y seguir con mi vida. Lamentablemente pensaba que la pandilla iba a garantizar que sea libre, pero no fue así. Me siento tan apenado por lo que hice, oficial.

Policía varón 1: (sincero a Rojuno) Rojuno, este chico nos hace perder el tiempo y ni siquiera nos dice su nombre. Entonces, puedes ir comenzando a preguntarle sobre la historia de su grupo o las normas o reglas dentro de esa pandilla. Quizás alguna parte de la información que nos contará pueda ser útil para nosotros. 

Policía varón 2: (honesto a Rojuno) Compañero, pregúntale a ese muchacho sobre su familia o sus preferencias para saber cómo ayudarlo a reducir su sentencia. Espero que este chico nos brinde la información suficiente para elaborar un plan detallado con el fin de capturar a los demás miembros de la pandilla. 

Policía mujer 1: (curiosa a Rojuno) Colega, convence al chico que estás interrogando para conseguir mucha información sobre todo lo que sabe acerca de ese grupo criminal. Asimismo, no olvides que en cualquier momento esa pandilla de delincuentes puede realizar cualquier delito de forma inesperada. Por lo tanto, usted debe apurarse.

Policía mujer 2: (preocupada a Rojuno) Rojuno, mejor dile a ese muchacho que debe ser más respetuoso con los demás. Definitivamente, ha aprendido pocos modales y eso muestra que no sabe saludar, contestar de forma educada o escuchar a las autoridades policiales como nosotros.

(Rojuno se empieza a calmar y su ira comienza a disminuir) 

(Ornedo deja de llorar y se seca sus lágrimas con sus manos) 

(Ornedo se muestra con temor hacia Rojuno)

Rojuno: (calmado a Ornedo) ¿Cuál es tu nombre? ¿O solo tengo que llamarte pelirrojo? ¿Me vas a decir por lo menos cómo te llamas? Contéstame esa pregunta, jovencito. Te suplico que me respondas esa pregunta sencilla y directa.

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Mi nombre es Ornedo y no me da ganas de conocerlo a usted. Le pido que intente mantener una relación neutral conmigo, porque yo no vine a esta comisaría para que usted se convierta en mi aliado. Todo su equipo me obligó a estar aquí, señor.

Rojuno: (calmado a Ornedo) Un gusto conocerte, Ornedo. ¿Cómo llegaste a terminar en la calle? ¿Tu familia tiene antecedentes penales o uno de tus padres tal vez? Me intriga saber sobre tu motivación para acabar viviendo en la calle como un delincuente proveniente de una pandilla.

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Yo siempre fui un chico rebelde con mis padres. Siempre peleaba con mi hermana y mi madre. Una de ellas me dijo que me largara de la casa, porque solo era mediocre. Me sentía controlado por mi propia familia y quería obtener mi libertad, pero mis familiares me lo impedían.

Rojuno: (calmado a Ornedo) ¿Y por qué no te contactaste con alguno de tus amigos u otra persona cercana a ti? Es muy peligroso que vivas en la calle y peor siendo un delincuente callejero que solo busca robar con el fin de sobrevivir cada día. El delito no te hace libre, porque tus decisiones son las que están totalmente ligadas a tu libertad.     

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Antes de irme a casa, yo conocí a Murlobo cuando él asaltó una bodega cerca de mi casa. Descubrí que él pertenecía a una pandilla. Pensé que era feliz y se sentía libre dentro de ese grupo. Por lo que le dije sobre mi interés en conocer a su pandilla. Ahora me arrepiento de haberlo conocido.

Rojuno: (calmado a Ornedo) ¿Y cómo te integraste a ese grupo criminal pensando que Murlobo era feliz dentro de él? ¿No llamaste al serenazgo por lo que hizo Murlobo? ¿Robar una bodega no te parece grave? ¿Murlobo mató a alguien?

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Mató a un señor, porque le insultó muy feo. En ese momento, intenté charlar con él, pero me ignoró. Cuando me fui de casa, me lo encontré de nuevo pintando un grafiti en la pared de una casa vieja. Me dio un frasco de tinta negra y yo también realicé una cruz negra sobre esa misma pared.

Rojuno: (calmado a Ornedo) A ti no te basta en ayudar a un criminal, sino que también has realizado sus mismos delitos o actos delictivos. ¿Y de qué manera entraste a la pandilla si se puede saber de alguna forma o manera?

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Luego de terminar la pintura de esa cruz, apareció otro chico llamado Cobrutno que resultó ser el líder de la pandilla. Me dijo que había una serie de reglas para cumplir si decidía ingresar a ese grupo en específico. Aquel muchacho me intimidaba un poco, pero pensaba que era un buen chico por dentro.

Rojuno: (calmado a Ornedo) ¿Y cuáles son esas reglas para entrar a ese grupo? ¿Tienes alguna norma en claro o te olvidaste de todo lo que te dijo Cobrutno u otro chico que pertenece al grupo que mencionas?

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) En primer lugar, no podíamos expresar alegría o algún gesto de risa para no mostrarnos débil ante las demás personas. En segundo lugar, debíamos obedecer fielmente todas las indicaciones de Cobrutno al pie de la letra sin equivocaciones. Si llegábamos a fallar, entonces el líder nos castigaría.

Rojuno: (calmado a Ornedo) Ornedo, ¿Y qué crímenes cometiste y cuándo los realizaste? Un chico como tú puede estar influido por personas más dominantes, pero debes saber que tu libertad no debe quedar pisoteada por el sometimiento de otra persona sobre ti.

Ornedo Lurena Binte: (miedoso a Rojuno) Por mi parte, yo intenté robar en otra bodega y asesiné a un señor llamado Gurto para evitar que me delatara. Se empezó a burlar de mí en mi propia cara y yo no iba a dejar que me siguiera molestando. Le disparé por la ira que sentía hacia él, pero me arrepentí. 

Rojuno: (calmado a Ornedo) Entonces, ¿Estás dispuesto a aceptar un trato conmigo? Si tú me ayudas en detener a todos los miembros de tu pandilla, entonces podrías pagar tus delitos con servicio comunitario en vez de ir a la cárcel por mucho tiempo. No desaproveches esta oportunidad, porque no se la doy a cualquiera. Mi nombre es Rojuno.

(Ornedo piensa y su miedo desaparece) (Ornedo se muestra tranquilo a Rojuno)

Ornedo Lurena Binte: (tranquilo a Rojuno) Está bien, oficial. Yo me acuerdo dónde se ubica la casa de Cobrutno donde se reúne toda la pandilla para repartirse los robos, los asaltos y los homicidios alrededor de todo el distrito de San Miguel. El líder de ese grupo me acaba de echar hacia afuera de la pandilla recientemente. Por ello, estoy dispuesto a ayudarlo para arrestar a los demás chicos de esa agrupación. 

(Ornedo Lurena Binte, Rojuno, el policía varón 1, el policía varón 2, la policía mujer 1 y la policía mujer 2 se retiran caminando por el pasillo derecho del escenario)

(Cierre del telón) (Fin de la escena XXV)