ACTO I (Cuarta escena)

Escena IV: El asalto en la tienda de Lunjo

Lugar: La tienda de Lunjo

Fecha: 8 de marzo del 2020 (Noche)

Personajes:

· Murlobo

· Ornedo

· Lunjo

· Cobrutno

(Descripción del lugar: La tienda de Lunjo es un espacio amplio que contiene las diversas características. Por el lado izquierdo, podemos observar que hay una puerta con muchas rejas plateadas con dos botes de basura. Por el lado derecho, podemos percatarnos de muchos dulces, galletas, sobre de café, snacks, botellas de agua, etc. Estos recursos ubicados alrededor de esa parte de la tienda. Además, existe un escritorio de vidrio y metal sobre los lugares contenidos de los productos. Dentro de ese escritorio, hay un cajón donde hay cien mil soles y un celular negro.)

(Se abre el telón) (Ingresa Lunjo caminando mientras lleva puesta su mascarilla blanca en su boca por el pasillo derecho hacia el escenario) (Lunjo se dirige al público)

Lunjo: (reflexivo al público) No he logrado vender ninguno de estos productos ni en la mañana ni en la tarde. Espero que esta cuarentena se termine pronto, porque no llegaré a recolectar el dinero que necesito para pagar el alquiler de esta tienda. En la radio, han informado sobre el aumento de las actividades delictivas en las calles.

(Música criminal) (Ingresa Murlobo con su ropa de delincuente llevando una pistola negra en el bolsillo izquierdo de su pantalón cochino y un gas para pintar grafitis en el bolsillo derecho de su pantalón cochino) (Murlobo se acerca a Lunjo y saca su pistola de su bolsillo izquierdo de su pantalón)

Murlobo Jolun: (agresivo mientras apunta a la frente de Lunjo) ¡Pongan sus manos arriba! ¡Ahora todo el dinero de su tienda es completamente mío! ¡Dígame dónde está la ubicación del dinero¡¡Apuraté si no deseas morir esta noche!

(Lunjo se pone nervioso y le apunta con el dedo hacia su escritorio de vidrio y metal)

Lunjo: (nervioso a Murlobo) El dinero está dentro de ese escritorio de vidrio y metal. Por favor no me dispares, ya que tengo la obligación de sustentar económicamente a mi familia y no quiero morir para no hacerles sufrir a mis hijos.

Murlobo Jolun: (agresivo mientras apunta a la frente de Lunjo) ¡Dame todo el dinero antes de que mate a balazos! ¡Viejo de porquería! ¡Muévete lentamente hasta que me entregues toda la plata que pertenece a esta local!

(Murlobo dispara su pistola al escritorio de vidrio y metal) (El vidrio y el metal del escritorio)

Lunjo: (nervioso a Murlobo) Por favor deje de usar su pistola, porque me pone más nervioso. Te daré lo que me pidas, jovencito. No deseo fallecer tan fácil por tu ruidosa pistola. ¿Quieres que te alcance todos los objetos valor incluyendo el dinero?

Murlobo Jolun: (agresivo mientras apunta a la frente de Lunjo) ¡Hazlo de una vez! ¡Anciano inútil! ¡No estoy parado en tu tienda para esperarte todo el día! ¡Apuraté! ¡No me hagas dispararte una y otra vez para que me entregues la maldita plata!

(Lunjo va al escritorio de vidrio y metal y abre el cajón) (Lunjo saca los cien mil soles que se hallaban allí Lunjo le da toda la plata a Murlobo) (Murlobo dispara con su pistola hacia el pie de Lunjo) (Lunjo cae al piso y grita de dolor) (Murlobo se empieza a tranquilizar)

Murlobo Jolun: (serio mientras sostiene su pistola) Gracias por colaborar en este asalto, anciano. Los que robamos a señores indefensos como tú no son solo sus pertenencias, sino su deber de responsabilidad. Usted es un imbécil por no tener cámaras en esta tienda.

(Lunjo se comienza a enojar y su rostro se muestra alterado hacia Murlobo)

Lunjo: (alterado a Murlobo) ¡Maldito delincuente! ¡Ya verás que la policía te atrapará cuánto antes para meterte preso! ¡Eres un pordiosero de la calle! ¡Nadie va a quererte de verdad! ¡Todos huyen de ti, porque eres un monstruo para ellos!

(Ingresa Cobrutno Rutkio al escenario caminando mientras lleva una pistola en la mano izquierda por el pasillo izquierdo) (Cobrutno observa a Murlobo y todo el desastre que hizo)

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Nunca dejas de sorprenderme, Murlobo. Tu gran trabajo como criminal es innegable para mí. Sin embargo, creo que este asalto lo he visto antes o previamente. Incluso me acuerdo que estaba relacionado contigo.

Murlobo Jolun: (serio a Cobrutno) ¿De qué estás hablando, Cobrutno? Mejor dime qué hago ahora. Me llevaré la plata, pero no sé si debo coger algo más. ¿Me llevo algunos dulces o snacks? ¿Debo pintar la pared? ¡Dímelo ya! ¡Por favor!

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Agarra varios chifles, sándwiches, golosinas y los demás snacks para el resto de los miembros perteneciente a nuestra pandilla. Recuerda que yo soy el líder y debes hacer lo que yo te diga, Murlobo.

Murlobo Jolun: (serio a Cobrutno) De acuerdo, Cobrutno. Pensaba matar al dueño de esta tienda o amenazarlo de muerte para que no llame a la policía. Estoy dudando sobre qué elección tomar. Por favor, ayúdame a elegir la opción más adecuada.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Te ordeno que lo mates y agarres el cadáver de tu víctima hasta el local de la pandilla. Recuerda que todos los miembros del grupo nos reunimos a medianoche en mi casa localizada por la calle Independencia 254 en este mismo distrito de San Miguel.

Murlobo Jolun: (serio a Cobrutno) Está bien, Cobrutno. Limpiaré la escena del crimen cuando haya terminado de matar al tipo de la tienda para que él no me incrimine. Llevaré todo lo que me pides para los integrantes de nuestro grupo criminal.

Cobrutno Rutkio: (malvado a Murlobo) Recuerda que soy el líder de la pandilla, Murlobo. Tú eres un miembro más dentro del grupo y debes obedecerme cuando yo quiera. Espero que no me defraude luego de admitirte forzosamente a la pandilla.

(Cobrutno Rutkio dispara hacia la frente de Lunjo) (Muerte de Lunjo) (El cadáver de Lunjo se halla en el piso) (Cobrutno Rutkio se retira caminando del escenario por el pasillo izquierdo) (Murlobo Jolun se dirige al público)

Murlobo Jolun: (serio al público) La vida de un criminal no es tan fácil como ustedes piensan. Asaltar, robar y matar no es un acto de rebeldía, sino de intimidación masiva hacia cualquier persona que nos quiera hacer daño.

(Ingresa Ornedo Lurena Binte caminando mientras lleva puesta su mascarilla y los dos soles en su mano izquierda por el pasillo izquierdo) (Ornedo observa a Murlobo y el cadáver de Lunjo) (Ornedo se empieza a alterar por el ambiente que observa)

Ornedo Lurena Binte: (alterado a Murlobo) ¿Qué rayos ocurrió aquí? ¿Quién eres tú? ¿Acabas de disparar a ese hombre? ¡Debes tener mucho odio para lo que hiciste! ¡Me encargaré de llamar a la comisaría de San Miguel con algún teléfono que encuentre aquí!

(Murlobo Jolun se comienza a enojar y apunta su pistola hacia la frente de Ornedo)

Murlobo Jolun: (enojado a Ornedo) ¡Alto ahí! ¡No sabes con quién estás hablando! Si te atreves a delatar mi robo o homicidio, te juro que morirás al instante y no tendré compasión para matarte.

(Ornedo se sorprende de la respuesta de Murlobo y se tranquiliza para negociar con él)

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) Yo solo vine para coger un sobre de café. No sabía que te gustaba intimidar a las personas. ¿Cómo te llamas? ¿Te sientes bien? ¿Por qué no quieres que llame a la policía?

Murlobo Jolun: (enojado a Ornedo) Coge lo que necesites agarrar de esta tienda. No podré esperar por tanto tiempo tu presencia así que apúrate. Ahora no estoy de buen humor para hablar con chicos como tú.

(Ornedo Lurena Binte ve los sobres de café en la tienda y los agarra) (Ornedo observa a Murlobo mientras ellos continúan hablando) (Murlobo se muestra desconfiado a Ornedo) (Ornedo se muestra generoso y sincero a Murlobo)

Ornedo Lurena Binte: (generoso a Murlobo) ¿Deseas que te ayude con algo? Te observo muy estresado y quizás puedas necesitar mi ayuda. ¿Cuál es tu nombre si lo puedo saber? (sincero a Murlobo) Mi nombre es Ornedo y no llamaré a la policía si me convences de no hacerlo.

Murlobo Jolun: (desconfiado a Ornedo) ¿Quién eres tú para preguntarme si debes ayudarme o no? ¡Mejor vete de aquí con tu maldito sobre de café y deja de molestarme! Personas como tú son iguales, porque son egoístas y les agrada delatar a los chicos como yo.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) Siéndote sincero yo también no me encuentro totalmente bien y no me gusta ver a otras personas como tú con mucho enojo. Si no me haces caso, entonces solo me dejas opción de contactarme con los serenazgos de San Miguel.

(Murlobo baja la pistola y la coloca en el escritorio de la tienda) (Murlobo se muestra extrañado a Ornedo)

Murlobo Jolun: (extrañado a Ornedo) ¿Cuál es la razón de que me hagas tantas preguntas relacionadas a mi estado de ánimo? ¿Acaso quieres perder tu vida negociando con un delincuente como yo? (desconfiado a Ornedo) Mi nombre es Murlobo y no quiero conocerte mucho sobre tu vida.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) ¿Por qué mataste a ese hombre? ¡Créeme que si me convences de una buena manera al final no te voy a delatar con ninguna autoridad de San Miguel! Es tu oportunidad para hablar conmigo, Murlobo.

Murlobo Jolun: (extrañado a Ornedo) Solo te diré que yo no lo maté, pero vine a este local para robar toda la plata que se encuentra en esta tienda. (Murlobo Jolun le muestra los cien mil soles a Ornedo) Ahora ya no me hagas más preguntas, Ornedo.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) En realidad, no lograste persuadirme completamente. Seguro puedes tener razones para asaltar está tienda, pero todavía no me explicaste tu justificación para matar al dueño de la tienda

(Murlobo Jolun comienza a desconfiar de Ornedo otra vez)

Murlobo Jolun: (desconfiado a Ornedo) Ese hombre viejo estaba acusándome de ser un pordiosero. Se lo merecía, porque nadie puede subestimarme a mí. Asimismo, tú no deberías interesarte por mí. Si tuviera un poquito de paciencia, ya te hubiera disparado.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) Yo comprendo tu malestar con el señor que está muerto en el piso. En mi caso, mi familia me controla diariamente mi comportamiento y personalidad. Por ello, no tengo una buena relación con ningún miembro de mi entorno familiar.

Murlobo Jolun: (desconfiado a Ornedo) Ornedo, eres un mongol al contarme toda tu vida normal en comparación a la mía. Se nota que no eres un chico como los otros, porque me hubieras delatado al instante. Además, tú no te has defendido bien de mis amenazas.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) De lo que me estás contento, no creo que eres un chico muy peligroso, sino que podrías parecerte a mí. Tal vez podamos charlar más acerca de nosotros y quizás te ayudaría a deshacerte del cadáver.

Murlobo Jolun: (desconfiado a Ornedo) No creo mucho en tus palabras, Ornedo. Yo no confió en lo que me cuentan las demás personas. Vivo en la calle durante varios días y quizás deberías hacerlo.

Ornedo Lurena Binte: (sincero a Murlobo) Un gusto conocerte, Murlobo. Tal vez deba vivir en la calle para no soportar más. Gracias por tu colaboración, amigo. Espero que consigas salir impune del crimen que cometiste.

(Ornedo Lurena Binte se marcha caminando mientras llevaba el sobre del café en su mano izquierda por el pasillo izquierdo)

(Murlobo se retira caminando mientras lleva el cadáver de Lunjo por el pasillo izquierdo)

(Cierre del telón) (Fin de la escena IV) 

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