Único
Bajo la Lluvia
La lluvia caía intensamente aquella noche en Seúl. Las calles estaban desiertas y los charcos reflejaban las luces tenues de los faroles. Dentro de un pequeño café, la atmósfera era cálida y acogedora, un refugio perfecto para escapar del clima inclemente. Jeon Jungkook estaba sentado en una esquina, con la mirada perdida en su taza de café. No podía dejar de pensar en él, en Park Jimin.
Había pasado más de un año desde que se conocieron. Jungkook todavía recordaba claramente el primer día que vio a Jimin. Estaba bailando en un estudio, sus movimientos eran elegantes y precisos, como si flotara en el aire. Jungkook quedó cautivado al instante. Desde entonces, sus vidas se entrelazaron de manera inesperada.
Jungkook era un cantante en ascenso, mientras que Jimin era un bailarín talentoso. Sus caminos se cruzaron en múltiples ocasiones, y una amistad se formó rápidamente. Pero lo que Jungkook sentía por Jimin era más que amistad. Era una atracción profunda, un deseo incontrolable que no podía ignorar.
Aquella noche, Jungkook estaba perdido en sus pensamientos cuando la campanilla de la puerta del café sonó. Levantó la vista y su corazón dio un vuelco. Era Jimin. Su cabello estaba mojado por la lluvia y llevaba una expresión de cansancio, pero para Jungkook, seguía siendo la persona más hermosa que había visto.
Jimin sonrió al verlo y se acercó a su mesa.
-¿Te importa si me siento? -preguntó suavemente.
Jungkook negó con la cabeza, sin poder ocultar su alegría.
-Claro, siéntate.
Jimin se sentó frente a él y suspiró.
-Ha sido un día largo. Necesitaba un descanso.
Jungkook asintió, comprendiendo perfectamente.
-Lo sé. Yo también.
Hubo un silencio cómodo entre ellos, ambos sumidos en sus propios pensamientos. Finalmente, Jimin rompió el silencio.
-Jungkook, hay algo que quiero decirte.
El corazón de Jungkook se aceleró.
-¿Qué pasa, Jimin?
Jimin tomó una respiración profunda, como si estuviera reuniendo valor.
-Jungkook, tú significas mucho para mí. Más de lo que puedo expresar con palabras. Y no quiero perderte. Pero... hay algo que no puedo evitar.
Jungkook sintió un nudo en el estómago.
-¿Qué es?
-Mis sentimientos por ti. Son intensos, confusos. Me asustan a veces. Pero sé que son reales. -Jimin lo miró directamente a los ojos, su mirada vulnerable y sincera.
El corazón de Jungkook se rompió y sanó al mismo tiempo. Había esperado este momento, temido este momento.
-Jimin, yo también siento lo mismo. Desde el primer día que te vi, supe que eras especial. Pero no quería presionarte ni asustarte.
Jimin sonrió, una sonrisa llena de alivio y esperanza.
-Gracias, Jungkook. Gracias por entender.
Se quedaron en silencio nuevamente, pero esta vez, el silencio estaba cargado de promesas no dichas y sentimientos compartidos. Jungkook tomó la mano de Jimin, entrelazando sus dedos.
-No sé qué nos depara el futuro, Jimin. Pero quiero estar contigo, quiero descubrirlo juntos.
Jimin apretó suavemente su mano.
-Yo también, Jungkook. Yo también.
Los días siguientes fueron como un sueño. Jungkook y Jimin pasaban cada momento libre juntos, explorando la ciudad, compartiendo risas y sueños. Pero a medida que el tiempo pasaba, Jungkook no podía evitar sentir una sombra de duda. Sabía que su relación no sería fácil. Ambos estaban en el ojo público, y su amor podría ser juzgado y criticado.
Una noche, mientras estaban en el estudio de baile de Jimin, Jungkook se quedó observando cómo Jimin practicaba sus movimientos. Cada paso, cada giro era perfecto. Pero algo en la expresión de Jimin le dijo a Jungkook que había algo mal.
-Jimin, ¿estás bien? -preguntó, acercándose a él.
Jimin se detuvo y lo miró, su rostro reflejando una mezcla de tristeza y determinación.
-Jungkook, he estado pensando. Nuestra relación... no será fácil. La gente no nos entenderá. Podríamos perder mucho.
Jungkook sintió una punzada de dolor en el pecho.
-Lo sé, Jimin. Pero creo que vale la pena luchar por ello. Por nosotros.
Jimin bajó la mirada, sus ojos llenos de lágrimas.
-No quiero que sufras, Jungkook. No quiero que nuestro amor sea una carga para ti.
Jungkook tomó su rostro entre sus manos, obligándolo a mirarlo.
-Jimin, tú no eres una carga. Eres lo mejor que me ha pasado. Pero si realmente crees que esto no es lo correcto, lo entenderé.
Las lágrimas de Jimin cayeron libremente ahora.
-No quiero dejarte, Jungkook. Pero tengo miedo. Miedo de lo que pueda pasar.
Jungkook lo abrazó, sintiendo el calor de su cuerpo y el latido de su corazón.
-No importa lo que pase, Jimin. Siempre estaré aquí para ti.
Pasaron semanas y su relación continuó creciendo, pero las dudas y miedos seguían presentes. Una noche, mientras caminaban por el parque, Jimin se detuvo de repente.
-Jungkook, necesito decirte algo.
Jungkook lo miró, sintiendo una sensación de déjà vu.
-¿Qué pasa, Jimin?
Jimin tomó una respiración profunda.
-No puedo seguir con esto. No porque no te ame, sino porque tengo miedo. Miedo de lo que podríamos perder. Miedo de que nos destruyan.
El mundo de Jungkook se derrumbó en ese momento.
-Jimin, por favor...
-Lo siento, Jungkook. Realmente lo siento. -Jimin se alejó, dejando a Jungkook solo bajo la luz tenue del farol.
Los días siguientes fueron un borrón de dolor y confusión. Jungkook se sumergió en su trabajo, tratando de olvidar, pero cada canción, cada nota le recordaba a Jimin. Finalmente, decidió que no podía seguir así. Necesitaba ver a Jimin, necesitaba una explicación.
Fue al estudio de baile, esperando encontrar a Jimin allí. Y lo encontró, practicando como siempre. Pero esta vez, había una tristeza palpable en sus movimientos.
-Jimin -llamó Jungkook.
Jimin se detuvo y se volvió hacia él, sus ojos llenos de sorpresa y dolor.
-Jungkook, ¿qué estás haciendo aquí?
-Necesito hablar contigo, Jimin. No puedo seguir así. Te extraño. Te amo.
Jimin cerró los ojos, luchando por contener las lágrimas.
-Jungkook, yo también te amo. Pero no puedo hacerlo. No puedo vivir con el miedo constante.
Jungkook se acercó y tomó sus manos.
-Jimin, el miedo siempre estará ahí. Pero también lo estará nuestro amor. No podemos dejar que el miedo nos controle.
Jimin lo miró, sus ojos llenos de conflicto.
-Jungkook...
Jungkook lo interrumpió, susurrando suavemente.
-No puedo prometer que será fácil, pero sí puedo prometer que siempre estaré a tu lado. Pase lo que pase.
Jimin finalmente cedió, abrazándolo con fuerza.
-Te amo, Jungkook. Y estoy dispuesto a intentarlo. A enfrentarlo todo contigo.
Desde ese día, decidieron enfrentar el mundo juntos. Sabían que no sería fácil, pero también sabían que su amor era lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo. Juntos, encontraron la fuerza para luchar contra el miedo y vivir su amor libremente, sin importar lo que los demás dijeran.
Jungkook y Jimin aprendieron que el amor verdadero no se trata de no tener miedo, sino de enfrentar esos miedos juntos. Y aunque sabían que el camino no sería sencillo, estaban dispuestos a recorrerlo, siempre y cuando estuvieran el uno al lado del otro.
La lluvia continuaba cayendo, pero esta vez, no parecía tan fría ni tan desalentadora. Bajo la lluvia, Jungkook y Jimin se encontraron más fuertes, más unidos, y más enamorados que nunca.
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Muchas gracias por leer la historia, espero y les haya gustado :), nos leemos después.
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