El café me quema tanto en las manos que tengo que cambiarlo cada varios segundos para no abrasarme. Me lo llevo a los labios y soplo antes de dar un sorbo.
El cartel de "Laboratorios Star" se ilumina por encima de las tibias luces de las farolas.
Aún es de noche, el sol aún no ha salido y me adentro en las instalaciones de mi trabajo.

Hoy hace siete años, Killer Frost murió y yo cometí el que probablemente sea el peor error de mi vida.
Yo la dividí y la integré a todos los tiempos posibles dentro del portal.
Y no tengo ni idea de las terribles consecuencias de mis actos pero espero que ninguna sea tan grave como la que yo viví.
Hace cinco años, el último metahumano atravesó el portal y comenzó la reconstrucción de nuestra Ciudad.

Termino de recorrer el largo pasillo y mi mirada se centra en la primera persona que veo.
—Buenos días, Cisco. —Sonrío y saludo al chico latino que empezó a trabajar aquí hace un par de meses.
No le conozco mucho pero, por alguna extraña razón, me recuerda a Caitlin.
Así que me cae bien.

—Señor Allen.
—Señor Wells. —También saludo al "viejo" Wells. El "viejo" Wells empezó a trabajar aquí hace dos años atrás.
Su inteligencia es increíble y le siento muy cerca de mi, casi como un mentor.

Me siento en el laboratorio y me termino el café. Lo lanzo a la papelera y hago pleno. Sonrío.

—¿Tienes listo el suero, Barr? —Cisco me pregunta. Le entrego el pequeño bote y el latino abandona la sala.
Y entonces todo se queda en silencio.

O tal vez, mi mente deja de identificar los sonidos y se centra en sus propios pensamientos.

A veces todavía cierro los ojos para dormir y veo su rostro.
La veo mirándome, sus manos alzadas y lista para luchar.
A veces sonríe también. Pocas, muy pocas.
A veces también me cuesta recordar su cara y cuando eso sucede, tomo la foto que tengo de ella y la observo durante un largo rato.
Tratando de memorizar sus rasgos otra vez, intentando no olvidar como era.

Y a este punto he aceptado con felicidad que nunca lo haré del todo.
Que será para siempre dentro de mi.
En mi corazón, el para siempre para siempre nuestro será.

También a veces me pregunto como habría ido todo si ella no hubiera muerto esa noche.
Si habríamos seguido siendo aliados.
Si habríamos sido amigos o incluso algo más.
A veces lo pienso y me enfado, me enfado mucho.

Sé lo difícil que es pensar en un final feliz para un científico expulsado del ejército y una asesina con súper poderes.
Pero quiero creer que habría funcionado. Que habríamos tenido una pequeña posibilidad, aunque sea.

Pero supongo que así es como funciona la vida.

Y es que algunas historias no tienen finales felices.
Sólo finales.

FIN.

Ha sido un absoluto placer escribir esta historia y espero que os haya gustado. No puedo decir si volveré a escribir sobre Snowbarry o no pero lo que sí puedo asegurar es que seguiré escribiendo. Siempre ❤.

Nunca olvidéis que Snowbarry ES y SERÁ endgame aunque sea dentro de nosotros.
Os quiero mucho gente, nos vemos x.