Habían pasado tres años desde que el rubio se había ido, esperaban su regreso en estos días. Itachi estaba nervioso, le había mandado unas cuantas cartas al pequeño, que no fueron contestadas, únicamente le respondió la última en la cuál decía "nos vemos pronto Itachi" se había limitado a una simple frase, no sabía qué esperar con su regreso. Sus padres habían hablado con los padres de Izumi para que la controlaran, fueron específicos al decir que su hijo se sentía demasiado incómodo con su presencia y su pareja estaba inconforme con la cercanía de la chica, habían logrado alejarla casi por completo. La chica era terca y no se rendía fácilmente, tuvieron que volver a ir meses después y esta vez para amenazar con quitar privilegios por ser parte del clan, sino obedecían a su líder, no le quedó de otra más que tomar distancia, pero algo le decía que no sería la última vez que la vería, sentía pena por la chica, porque había sido su pareja en aquel tiempo, pero demonios, tenían trece años, no podía ser tan intensa y no poder superarlo.

Venía regresando de misión, en la cuál su primo y él fueron enviados, su primo era comandante anbu, lo había solicitado como apoyo, su misión era eliminar a Orochimaru y a kabuto su asistente y por kami, habían sido una plaga difícil de eliminar, pero su misión había sido un éxito, el maldito se había transformado en una serpiente blanca gigante, los hizo invocar a sus Susanoos. Al final Shisui logró atrapar al escurridizo asistente e Itachi selló a la serpiente blanca que era la forma real de Orochimaru en Totsuka, su espada, por fin se había deshecho del maldito que quiso llevarse a su hermano.

Entraron a la oficina Hokage a dar su reporte- estoy satisfecho con su desempeño, son unos excelentes shinobis, dan orgullo al rango que representan, deben tener cuidado, a partir de ahora serán considerados rango s- ambos Uchihas sonrieron arrogantes y satisfechos, les alegraba darle honor a su clan y a su aldea.

En ese momento la puerta se abrió, un rayo amarillo se lanzó sobre el Hokage haciéndolo sonreír de alegría- bebé, me alegra que hayas regresado, te hemos extrañado demasiado, mandaste muy pocas cartas, no fueron suficientes- el pequeño rubio reía divertido. Itachi tenía los ojos muy abiertos, estaba bastante sonrojado, ese rubio que estaba frente a sus ojos, había cambiado demasiado, a pesar de ser pequeño a diferencia de su hermano, ahora que no usaba ese feo mono naranja, se podía definir mejor, era delgado y con una cintura definida, su cabello un poco largo atado en una coleta alta, sus ojos se veían alargados y grandes como los de un gato, sus facciones delicadas que siempre lo han definido y sus labios rojos y gorditos, más sus marcas características en sus mejillas que lo hacían ver como un zorrito, vestía un pantalón anbu tipo pesquero color negro y una camisa pegada color naranja con negro- papi te extrañé demasiado- Shisui codeó sus costillas haciéndolo reaccionar burlándose un poco de Itachi, el menor de los Uchihas quitó su máscara, realizó una reverencia y saludo al pequeño- gusto en verte Naruto- le dedicó una ligera sonrisa, el pequeño giró su rostro al no haberse dado cuenta de la presencia de Itachi, abrió los ojos y se sonrojó un poco al recordar el beso en la mejilla que le dio antes de irse- gracias Itachi, igualmente- Minato estaba complacido con la reacción de ambos, podía ver que sus miradas habían cambiado, conocía perfectamente a su hijo y sabía que los últimos tres años que estuvo en Konoha le aplicó el infierno al Uchiha, pero él no se involucraría, ellos tenían que resolverlo y tratar de conocerse.

-Vayan al pueblo, en un rato regresen a casa. Kushina preparará una comida de bienvenida. Por cierto, estás hermoso cariño- el rubio menor se sonrojó demasiado pareciéndole adorable a Itachi, salieron de su ensoñación cuando escucharon la estridente voz del sannin- Minato, Itachi, merezco su agradecimiento, tuve que espantar a los pretendientes en cada pueblo que visitamos desde hace un año, por fin podré descansar de esos animales, me voy con Tsuna, nos vemos en un rato- Itachi había apretado sus puños con fuerza, había fruncido el ceño ¿qué demonios había sido eso? Minato hizo lo mismo- Itachi, cuídalo bien - Naruto rodó los ojos- pa, me puedo cuidar solito, ¿adivina quién logró el modo sabio perfecto? ¿y quién completó el rasengan?- Minato y los presentes abrieron los ojos con sorpresa- oh por kami, bebé eso es genial, tendrás que mostrármelos, ahora eres una pequeña máquina de combate cariño, sensei me contó que completaste los doce niveles de fuinjutsu, tu madre se volverá loca cuando se entere- el pequeño tenía una sonrisa alegre y orgullosa en su rostro, estaban de piedra los Uchihas.

-Aún no es todo, pero guardaré mi último as bajo la manga, ni Ero-sennin lo sabe- Naruto reía divertido por sus rostros, bajó de las piernas de su padre camino hacia Itachi, tomó su mano y jaló de él- nos vemos en un rato pa, hola Shisui- el nombrado lo vio con una gota en la nuca, apenas se dio cuenta de su presencia, en verdad lo odia- me odia- Minato sonrió divertido- tal vez, pero sabe que no eres un mal chico, con el tiempo los aceptará. Itachi va por buen camino, conozco a mi hijo, estoy seguro que lo ha hecho pasar un infierno, pero cuando lo acepte en verdad las cosas cambiarán, es el niño más dulce que existe- Shisui abrió los ojos, el Hokage lo sabía, sonrió nervioso- espero que sí Minato-sama -no estaba tan seguro que tanto sabía, pero era un hecho que presentía algo de su desastrosa relación.