Naruto observaba las facciones del Uchiha con fascinación, era exageradamente hermoso, no podía negarlo, era un completo adonis. Desde el primer momento que lo había visto en su casa de visita le había gustado, pero con las acciones de su hermano y clan lo había catalogado en el mismo grupo, mordió su labio reprimiendo esos pensamientos y regañándose mentalmente recordando sus palabras, a él le gustaban las chicas, bajó su cabeza con tristeza, desde que se fue no había podido dejar de pensar en él, era claro que le pasaban cosas con el mayor, la insistencia del azabache en querer llevar una amistad, al pequeño lo había confundido al grado de creer que podían llegar a algo más, respiró con tristeza al poner los pies sobre la tierra, era un sentimiento no correspondido, suspiró fuertemente tratando de alejar esos pensamientos, abrazó sus piernas y recostó su cabeza sobre sus rodillas esperando que Itachi reaccionara.

Minutos después el Uchiha despertó, sus ojos pesaban y trataba de adaptarse a la luz, lo primero que captó fueron los grandes y hermosos ojos azules de su prometido, se veían tristes y perdidos, observaban a la nada, mordió su labio con duda, estiró su mano con miedo, quería acariciar su rostro. Cuando estuvo a punto de hacerlo se arrepintió, con un dedo tocó su mejilla. El rubio espabiló, giró su rostro al Uchiha- despertaste bello durmiente- el nombrado se sonrojó por el apodo.

-Vamos a casa, quiero ver a mamá, a la abuela y a Kakashi- esa era otra, seguía esa molestia cuando el rubio se refería al peliplata o tenían muestras de cariño hacia él- Kakashi es muy importante para ti ¿verdad?- el rubio lo vio con curiosidad- eso es obvio, es mi hermano- Itachi abrió los ojos con sorpresa y confusión  Naruto entendió su duda al ver su rostro- mmmm mis papás adoptaron a Kakashi como un hijo, cuando perdió a su equipo se sumió en una gran depresión y mis papás lo llevaron a casa para apoyarlo, lo adoptaron cómo hijo, mis seis primeros años de vida estuvo a mi lado, luego comenzó con otro tipo de misiones que constantemente lo tenían fuera de la aldea, se había mudado de casa a su departamento. Después de eso lo veía pocas veces, hasta que volvió como mi sensei, lo quiero mucho, es mi hermano-

Itachi soltó el aire que retenía desde que hizo la pregunta, tranquilizándose, por fin podía ver a su senpai de otro modo, no entendía porqué siempre existía esa molestia, igual con el chico Nara. Comenzaron a caminar con calma de regreso a casa de Itachi, tenía que darse una ducha rápida y cambiarse, acababa de llegar de misión, iban en un silencio cómodo, ya no se sentía incómodo sino relajante.

Entraron por el barrio Uchiha, los miembros veían con interés al rubio. Itachi vio la molestia en el menor, tomó su mano apretándola un poco. Naruto se sonrojó y bajó un poco el rostro, cuando estaban por llegar, una chica se atravesó frente a ellos, el rubio la recordaba perfectamente, se molestó bastante. Itachi había quedado en solucionar su problema con la chica, quiso zafarse de la mano del Uchiha, pero este no se dejó, apretó su mano y trató de evitar a la chica por el camino.

Izumi se molestó- ¿por este me cambiaste?- Itachi se enojó, acercó al rubio hacia su cuerpo abrazándolo del hombro. Naruto se sonrojó en extremo, estaba bastante sorprendido- tus padres quedaron de alejarte, sino habría consecuencias para tu familia, tenías meses sin aparecer ¿qué es lo que quieres? fue un noviazgo de niños de trece años, ya supéralo. Tengo pareja y con él me voy a casar - la chica abrió sus ojos en sorpresa- te vas a arrepentir de haberme humillado de este modo- el Uchiha apretó el hombro de Naruto, vio con molestia a la chica- ¿estás amenazándome? te recuerdo que seré el líder del clan en un año, no te conviene hacer nada, si le tocas un sólo pelo a Naruto o atentas contra él de alguna manera, la que se va a arrepentir eres tú- la chica abrió sus ojos demasiado, comenzó a llorar, salió corriendo del lugar.

Itachi vio a su pareja, lo soltó- lo lamento, no volverá a ocurrir- el rubio negó, le sonrió satisfecho - vamos a que te bañes, no te preocupes por tonterías -Itachi sonrió agradecido, no sabía cómo iba a responder por la aparición de la chica y por haberlo abrazado, creyó que podía molestarse- haz madurado bastante- el rubio hizo un puchero, pero no soltó su mano- sólo un poco- el azabache sonrió, lo invitó a pasar, le pidió esperar un momento en la sala de su casa, suponía su familia estaba en la casa Namikaze.