Quién me busque
bajo la misma estrella,
que me devuelva el cielo
donde ayer
era uno, conmigo.

Porque me busco
en el trozo,
donde ayer
extendía latidos,
desde algún sueño
a la inmensidad.

En ese hueco
dónde ayer
el ansia me habitaba,
dónde el sentir
era una sed,
dónde me rendía a la vida
y bebía de su manantial.

Que me devuelvan 
mi propio aliento,  ruego.

Ni medio muerto,
ni medio vivo,
aquí me espero.

Quién me busque
no encontrará
uno solo de mis palpitos
aunque tan joven,
y de cerca hoy me vea.

Solo hallará más espacio
y más vacío
dentro de mi corazón,
que desde esta muerte rara
al infinito.

Que me devuelvan
tembloroso el pecho,
las ganas de vivir en cada hora,
la sangre que me hervía en un poema
y que hoy anda fría por el mármol.

Si alguien me busca,
que me encuentre
y me lo diga.

Yo me llevo días
esperando.

¡Oh tiempo inmutable!
¡Oh vejez inexorable!

Estoy en el último periodo de la vida,
mi cuerpo lánguido y mi alma melancólica,
estoy en la última estación del año,
recuerdo con nostálgia mi época de antaño.

En el hogaño no hay ilusión, hay desilusión
ahora mis ojos ven borrosos, casi sin visión.

Que dolor tan colosal hay en mi corazón,
me estoy yendo a lo recóndito, a la desolación
este es el punto más álgido de mi vida
no siento miedo sino dolor y tristeza por la vida.

Es está senectud que de toda mi esencia me despojó
estoy en el ocaso porque toda mi plenitud me la quitó.

Hoy soy una estrella que se está apagando
hoy soy una vida que se está muriendo.

Autor: tresmundos y Cristofer Solarte