"Infiltrarse"

Dazai apartó la mirada mientras esperaba una respuesta, él sabía lo impulsiva e incontrolable que podía ser Ekaterina, realmente le encantaría que fuera así de fácil y que su excompañero pudiera darles la posición de la prima de Kate, sin embargo lo conocía a la perfección y podía decir con toda seguridad que no obtendrían nada. Aquella castaña sólo estaba perdiendo el tiempo.

-Celeste... -mencionó Chuuya -¿Quién es Celeste?

-Te dije que no hablaras -le depósito un sutil golpe en la cabeza con su mano.

Kate lo recibió mientras porcesaba la respuesta del Nakahara. ¿Quién podría trabajar en la Port Mafia y no saber nada del mayor plan trazado actualmente?

-Chuuya -le contestó Dazai -, vive en su propio mundo y hace lo que él quiere, cuando quiere. Creeme que él nunca sabe nada -mencionó recordando como hace un tiempo tampoco fue capaz de darle información sobre los compradores de Atsushi -. A pesar de tener un rango muy alto en la Port Mafia, sólo se encarga de votar la basura, los trabajos de poder y violencia.

-No leas mi mente Bakazai -lo miró furiosa, ahora mismo era un volcán en peligro de erupción. Le molestaba el hecho de que no podía hacer nada, le molestaba saber que Dazai volvía a tener razón y le molestaba ese espantoso frío que comenzaba a hacer.

-Alguien está sencible -canturreó Dazai para alzar sus manos y moverlas como si de gelatina se trataran.

-Chuuya sólo olvida está pregunta y sigamos adelante, esto nunca ocurrió -volvió ordenar para girarse hacia Osamu -Y tú, dime de una vez de qué va esto.

-No seas agresiva Rina-chan -negó con un dedo -pidémelo por favor.

-Vete a la mierda -Kate le sacó su dedo príncipe para sonreírle de medio lado -. Si no quieres volver a pagarle una docena de dulces a Rampo empieza a hablar ahora -llevó ambas manos a su cintura y sonrió con malicia.

-Rina-chan serías una genial Yakuza -el castaño lloró mares de lágrimas.

-La chica me cae bien -comentó Chuuya por allá atrás satisfecho con lo que veía -¿Te llamas Rina?

-Si -respondio ella pero luego reaccionó -¡digo no! -entonces recordó que él no podía saber su auténtico nombre -. Ahg si, mi nombre es Tenrouji Rina, pero que lo diga Dazai hace que realmente lo odie.

-Te entiendo, hace que de alguna forma hasta tu propio nombre sea irritante -Chuuya se quitó el sombrero y puso una expresión seria, como si alguien se hubiera muerto -, debes ser una mujer muy valiente para mantener una relación con él, te admiro.

Ekaterina miró de reojo a Dazai y puso una sonrisa socarrona y juguetona, de esas curvaturas maquiavélicas que sólo pondrían los auténticos demonios -. Verás, Dazai está perdidamente enamorado de mí, antes de estar juntos vivía siguiéndome y arrastrándose, lloraba como un niño pequeño para que le diera una oportunidad.

-¡Rina-chan! -exclamó el mencionado.

-Si, ya veo, es algo muy común en él -Nakahara se creía cada palabra con total inocencia.

-¿Qué es esto? -los ojitos de Dazai se aguaron mientras ponía una expresión tierna -¿Un complot hacia mi persona?

-Aún así hay días que son muy duros -Kate ignoró por completo a Dazai para seguir en los suyo.

-Yo fui su compañero y comprendo mejor que nadie -el ojiazul volvió a colocarse el sombrero.

-¡Bueno ya! -el más alto hizo un puchero para luego mirar a Kate -, pensé que querías saber lo de la misión.

-Si por favor -esta miró a Chuuya esperando su colaboración.

-Lo que pasa es que desde que este barco desembarcó ilegalmente en las costas todos los policías que han venido a comprobar y examinar han desaparecido -explicó veloz.

-Tanto talento para ser profesor desperdiciado -soltó Dazai sarcástico -. El barco arribó hace unos dos días, un escuadrón fue enviado a verificar el permiso, su llegada no estaba registrada en ningún lugar, pero lamentablemente nadie regresó, la comisaría solicitó la ayuda de Rampo antes de hacer nada precipitado y este nos advirtió que se trataba de un caso peculiar, seguramente los que ahora se encontran dentro sean personas con poderes. Rampo también me sugirió llevarte conmigo.

-¿Involucras a tu novia en una posible batalla? -cuestinó Chuuya.

-Mi novia puede llegar a dar miedo -le advirtió -, creeme, entre esos chicos ella, los delincuentes son los tiernos.

-Eres una muy mala pareja -lo apuntó.

-Y en la cama ni siquiera es bueno -zanjó Kate buscándose una mirada indescriptible por parte de Dazai, en ese segundo, sin que el tercero se diera cuenta, ella sintió miedo.

-No perdamos más el tiempo -irrumpió Nakahara para comenzar a caminar dejándolos a ambos atrás -, me dio hambre.

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Tres cabezas se asomaron por en sima de unos barriles, seis pares de ojos examinaron la embarcación lujosa y bella que se extendía ante sus ojos. Se trataba de un barco bastante moderno e innovador, aunque se veía claramente que era de carga, tal vez traficaban drogas. Habían varias personas rodándolo, se veían bastante animados, como si trabajaran esplendorosos.

-¿Cuál es el plan? -interrogó Kate a Dazai.

-Debemos ser lo mas sigilosaos posibles -a su vez este se giró hacia Chuuya -¿entendiste?

-¡No me tomes por tonto! -masculló el último con desdén.

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Y veinte minutos después...

La puerta del almacén calló al suelo de una patada, del otro lado Chuuya sonreía, Dazai y Kate tenían sus ojos en blanco y más atrás de ellos una gran cantidad de marineros estaban tendidos en el suelo, algunos aún conscientes, otros muchos se hacían los heridos para no tener que luchar más, y la gran mayoría se encontraba desmayado.

Afortunadamente habían logrado colarse en el barco con el poder de Chuuya, quien los había hecho volar, en un momento de descuido de los guardianes, hacia la popa. Desde allí todo fue un desastre, el mismo chico comenzó a llamar la atención cuando estaban dentro y la pelea inevitablemente se desató.

Ahora los tres se encontraban avanzando inevitablemente a través del viejo almacén repleto de cajas mientras pateaban algunos traseros. Después de comprobar que en el interior no había ningún tipo de drogas y no implicaba ninguna sustancia o mercancía ilegal, debían buscar respuestas en otro lado.

-¿Acaso no conoces el significado de la palabra sigilo? - preguntó la protagonista a Nakahara alzando una ceja.

-Es mi perro, sólo está entrenado para ladrar y morder a los malos -respondió Dazai por él, desde el otro lado de Chuuya.

-¡Cállate imbécil!-intentó atinarle una patada pero Osamu fue capaz de esquivarla mucho antes.

-¿Y no se suponía que tú con tu increíble poder de ver el futuro y leer mentes supieras que esto iba a pasar? -Kate tomó una carta para lanzársela a un tipo que corría hacia ellos, la Reina de corazón rozó en pie del hombre abriendo de este modo una gran herida, y así él calló al suelo.

-Cielito te amo tanto, pero hay veces que me dan ganas de lanzarte al mar con los tuburoncitos para que ellos se diviertan -comentó Dazai mientras tomaba la cabeza de uno y la estrellaba contra el suelo, a este mismo sujeto le robó una pistola -Pero también sé que terminarías abusando de los pobres animalitos.

-¡Tu voz me irrita! -gritó enfadada, segundos más tarde disparo pasó por su lado, impactando de lleno en el brazo de un hombre que se encontraba cerca de ella, Kate se giró a observarlo, sabiendo perfectamente quien era el obrador aquella acción. Dazai portaba una pistola y su característica sornisa sádica.

-Ups, está cargada -llevó una mano a su boca ocultando su curvatura.

-Podrías haberme matado estúpido -resopló furiosa.

-Agradeceme por tener esa gran oportunidad y no aprovecharla.

-¿Qué clase de pareja son ustedes? -lanzó Chuuya desde el otro extremo del almacén con el seño fruncido.