𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 15

"El barco"

Ekaterina echó una ojeada al perfil lateral de Dazai, y aunque la mirada del castaño estuviera al frente y no hubiera nada que ver más que los autos y personas en la calle, el chico no quitaba esa sonrisa de niño pequeño de su rostro. Su carácter empedernido y juguetón siempre veía la luz.

Esta mañana Dazai había dicho que tenía una misión, un trabajo muy importante, ella trató de negarse, pero él insistió con mucha persistencia y perseverancia en que debían hacerlo juntos. La protagonista creía haberle dejado en claro que ella no era una miembro de A.D.A, pero al parecer a Osamu eso no le importaba en lo más mínimo y siempre parecía salirse con la suya.

Kate odiaba esa mirada segura de sí mismo, consciente de que podría analizar y sobrellevar cualquier situación, de que podría hacerle frente a todo. Sabía que ya le había demostrado en más de una ocasión que él era capaz de eso y mucho más, pero aún así la irritaba. ¿Saben por qué? Porque había encontrado a alguien superior a ella, y esa persona era realimente molesta.

Aún así, examinándolo bien podrías darte cuenta de que es atractivo, por supuesto, hasta que abre esa gran bocona que tiene.

Todas estas y muchas más conclusiones logró sacar Kate mientras aquel raro pero agradable silencio la abrazaba. Le gustaba examinar a Osamu, de cierta forma.

—Rina-chan si sigues taladrándome con la miradame abrirás un hueco en la cabeza —comentó para doblar una esquina.

—Y murió la magia —susurró para sí misma la mencionada, todo el atractivo murió, justo como había mencionado antes. Ella estaba dispuesta a no darle continuación a su evidente intento de discusión, le interesaba más la supuesta misión del día —¿A dónde vamos Bakazai?

—Sentí un insulto ahí —comentó neutral, para mirarla.

—Me estoy familiarizado mucho con el idioma —conestó la chica, y segundos después le dedicó una gran sonrisa falsa.

Dazai alzó la bandera blanca imaginaria, Kate era alguien increíblemente difícil, y por supuesto, para él los retos son divertidos.

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Pronto Kate comprendió a donde se dirigían con pasos lentos. El camino que seguían la llevaba al lugar por el cual había llegado, el puerto Yokohama. Se preguntó incontables veces qué harían ahí pero prefirió descubrirlo después, disfrutaba la tranquilidad que había cuando su compañero castaño estaba callado.

Raramente, desde que un chico caminaba a la par de ambos todo se había puesto tenso. A Ekaterina le daba curiosidad puesto que parecía ir en su misma dirección.

Se trataba de un jovencito de cabellos naranjas largos, recogidos en un moño a un costado. Tenía unos ojos azules muy bonitos y profundos. Vestía elegante, con un gran abrigo colgando de sus hombros, y en su cabeza portaba un ridículo sombrero.

Se habían topado hacía unos minutos, y todo ese tiempo él y Dazai se dedicaban miradas fugaces, como si ya se conocieran de algo. El castaño sólo sonreía con aparente inocencia, y el otro lo fulminaba con la mirada.

Otra mirada de ira por parte de los dos hombres colmó su paciencia. ¡Bien! Si nadie le decía nada, si nadie daría el paso al frente, ella lo haría. Ella tendría iniciativa, sería una mujer moderna y madura.

Se apartó del lado de Dazai, que corrió los ojos y sonrió como siempre, para caminar donde el otro, que se detuvo en seco, dudoso por como sería su reacción, la de aquella mujer que ni siquiera conocía pero que ya odiaba por respirar el mismo aire que Osamu. La miró alzando una ceja mientras ella llevaba una mano a uno de los bolsillos de su short para sacar algo que no se podía divisar.

—¿Qué hace- intentó cuestinar el del sombrero pero antes de terminar la oración, la mano de la castaña se abrió frente a sus ojos mostrando un caramelo.

—¿Quieres un dulcecito, niño? —dijo burlona para sonreírle.

A sus espaldas Dazai estalló en carcajadas totalmente reales, su barriga le dolió de tanto reír, parecía que en cualquier momento se lanzaría al suelo como en una de esas comedias baratas. Kate puso los ojos en blanco por la exagerada reacción del castaño. Y el de ojos azules... bueno él...

—¡¿Cómo te atreves estúpida mujer?! —exclamó lanzando de una palmada los dulces al suelo. Su enfado crecía por segundos y ahora mismo estaba rojo de la rabia.

Cuando Kate volvió a mirarlo no pudo evitar rerise, tenía una vena en la frente realmente irritada, mostrando el desagrado hacia la broma, sus ojos estaban entrecerrados y tenía el seño realmente arrugado. Era la personificación de la "ira" en esos momentos. Todo por su tonto comentario.

—Yo sólo quería matar tensiones —explicó rápidamente mientras trataba de contener las risas —hace un rato noté que tú mi...—hizo una pausa pensativa —y esa cosa que se está riendo por allá atrás —apunto a Dazai  rapidmante dejó su semblante feliz y lo cambió a uno sombrío —se están lanzando miradas que si asesinaran, ya ambos estarían a tres metros bajo el suelo.

—Solo voy a reconsiderar no matarte por el insulto a Dazai —el chico acomodó su traje y se recuperó. poco a poco su rostro fue tomando la forma normal.

—Se conocen ¿verdad? —ella observó al castaño acercase a donde ambos.

—Ojalá y no —contestó el pelinaranja.

—Sin embargo no esperé que la Port Mafia enviara a alguien, no sabía que era tan grave —mintió y los tres lo sabían, Osamu peinó algunos de sus cabellos para rodear de los hombros a Kate y sonreirle, la misma estaba tan impactada por escuchar el nombre de la organización que se quedó paralizada sin tan siquiera poder apartar al chico que tanto la irritaba, sus ojos se abrieron de par en par y se cuestinó a sí misma si habían venido por ella, pensó en miles de posibles batallas que se desatarían a unos metros del puerto. Se mostró intranquila, pero ante esto, él sólo la apretó con fuerza atrayéndola a sí —. Tranquila amor, este chico no es peligroso —le dijo para tranquilizarla.

—¿Amor? —interrogó asqueado el ojiazul —¿Eres pareja de esta cosa?

Ekaterina fue a responder con todas sus fuerzas que no pero Dazai tapó su boca —¿Me das un segundo a solas con mi cielito?

En ese segundo pasaron muchas cosas, Kate aprovechó la situación para morderle con fuerza el brazo al castaño, de todas formas una que otra venda más no haría la diferencia. Osamu no borró su sonrisa pero de sus ojos comenzaron a brotar lágrimas de dolor, si que tenía fuerza la jodida. Y el de la Port Mafia examinó la escena sin entender nada pero disfrutando del sufrimiento impartido a quien odiaba.


Sin esperar nada de nadie él arrastró a Kate unos metros para esconderse en una esquina. La espalda de la chica chocó contra la pared y cuando se dio cuenta Dazai se encontraba verdaderamente cerca de su rostro mientras sostenía sus hombros con las manos. Ella se sintió pequeña justo ahí, bajo la potente mirada de su contrario.

—Eso dolió Rina-chan —hizo un puchero.

—Venganza —escupió rápidamente para sonreír de medio lado.

El castaño se llevó la mano a la boca para besar el lugar herido, de verdad que le dolía, Kate tenía un talento, una mordidita y vencería hasta a Mori. La chica observó su gesto y río victoriosa para sus adentros.

—¿Qué? —preguntó él para alzar la vista—, ¿te gustaría ser esta mano?

—¿Te gustaría que te la partiera? —respondió velozmente sin pensarlo, con una sornisa angelical en su rostro.

—Dejémoslo en empate por hoy —sonrió del mismo modo.

—Háblame de ese chico y me lo pienso —cerró sus ojos y dobló su rostro, era la viva imagen de la maldad.

—Su nombre es Nakahara Chuuya y no conoce tu rostro —comenzó a explicar sin tan siquiera dudarlo —, seguramente esta enterado de que buscan a una chica llamada Ekaterina pero no es del tipo que se involucra en ese estilo de misiones, él es fuerza física.

—Entonces, ¿por qué estamos aquí? —lo separó, hasta ahora Osamu se había mantenido cerca de ella y sentir esa respiración tan cercana la ponía nerviosa—. No puedes esperar que escuche que estamos frente a alguien de la Port Mafia y que no me asuste.

—Justo ahora —la tomó de la mano —mi linda novia.

—No había necesidad de eso —reprochó.

—Claro que si —comenzó a caminar con ella de la mano, casi que daba brinquitos de felicidad —, sería demasiado sospechoso involucrarme con alguien que no sea de la agencia. ¿Qué pintarías tu conmigo?

—¿Sabes que entre tu y yo nunca ocurrirá nada? —le dijo mientras divisaba a Chuuya —¿y también sabes que sé que está es una de tus payasadas para molestarme?

—Desconfías demasiado de mí, yo, que decidí ayudarte a rescatar a tu prima —volvió a hacerse el ofendido, uno de los muchos moviemientos obvios que tenía —, y contestando a lo otro: nunca digas nunca, Rina-chan —le giñó un ojo.

Ella quería atravesarlo con una lanza pero estaban demasiado cerca del Nakahara, si hablaba seguramente sería escuchada por él y no quería levantar sospechas, aún así, este no era el fin de la discusión. Esto continuará...

Cuando ambos se detuvieron frente a Chuuya, una fugaz pero aparente buena idea cruzó la cabeza de Kate, iluminándola. Sonrió para mirar a Dazai y este negó a sabiendas de lo que haría y de que no podría detenerla.

—¿Ya terminaron de meterse mano en la esquina? —cuestinó el chico sin saber que para su pregunta sólo habría otra.

—Responde por favor: ¿Dónde está Celeste? —Agregó aquel "por favor" porque Chuuya le había caído bastante bien, odiaba a Dazai como ella, pero los tres sabían, que lo formulado no era una petición, era más bien una orden.

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