Aquel día había sido un completo dolor de cabeza.

Era lógico que no te llevabas bien con mi madre, en especial porque hace unos años, ella te demandó para que tú apellido dejara de aparecer en mi registro civil y que en cambio, quedara el suyo. Lo peor era que ella había ganado la demanda.

Ahora lo entendía perfectamente.

Y este caso era similar, sólo que un poco más dramático.

Ella quería tener mi custodia. Y tú, lógicamente, la tachaste de loca desquiciada y te negaste a dejársela.

Pero no entendía la ferviente necesidad de tenerme cuando estuvo ocho años sin mí sin siquiera llamarme para ver cómo estaba, o ir a verme, o haber dado señales de vida.

Aunque lo que me preocupaba era que ella llevaba la ventaja en esta demanda, porque como dije, yo tengo su apellido y no el tuyo. Y eso tiene mucho que ver.

Pero el tío Namjoon, quién es un abogado de alto prestigio y bastante talentoso en lo que hace, nos ayudaría a intentar ganar esta demanda.