❀Incorrecto❀

Parte 5 de 7

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Llegó con apuro a su habitación, juraba que de la emoción sus piernas le traicionaban, a tal grado que caerse no le sería molesto; sonríe con desquicio y es un alivio que nadie admirara aquella desagradable mueca suya.

Peter estaba emocionado.

-No puedo dejar este trabajo a alguien más...necesito hacerlo por mi cuenta- susurra a la soledad de su fina habitación, que ahora abruma en forma tétrica, pero a aquel albino de ojos verdes no le interesaba ser visto o actuar como un loco mientras obtenga lo que desee.

Entonces suspira, debía arruinar y alejar a su sobrino de todas formas.

-Su trabajo...

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-¿No puedes alargar mi castigo hasta hoy? Te juro que amo la escuela, podrías dejarme aquí en casa solita y yo padecería como nunca te lo hubieses imaginado mamá, por favor.

Dina niega su cabeza por décima vez, mientras sonríe tiernamente, acomodando el cuello de la blusa de su hija, quien suspira derrotada.

-Emma, ir a la escuela es por tu bien, debes entenderlo- afirma entre risas la mayor, y Emma tan solo asiente, metiéndose una galleta a la boca -Me extraña que hoy no desees ir temprano como siempre lo haces.

La de ojitos verdes parpadea un par de veces, mira con desespero la hora y golpea su frente levemente, mientras los desaparecidos ánimos que comúnmente muestra llenan su cuerpo y sonríe, da brinquitos (y Dina comienza a pensar que le hecha mucha miel a sus galletas)

-Mamá, se me hace tarde ¡Adiós!

-Pe-pero Emma, no se te hace tarde, es temprano y ¡Tu desayuno! - exclama Dina, con preocupación en su tierno rostro, mientras levanta sus manitas temblorosas, como si quisiese alcanzar a su hija quien ya está en la puerta.

-Yo también te amo mamá.

-Pe-pero yo, tú...Emmaaa~

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Con la respiración agitada cruza las grandes rejas de su institución, mientras camina más serenamente.

Había llegado temprano (como siempre, desde que lo conoció) y para aquel joven que cuidaba de la entrada le parecía algo extraño ello, pero a Emma no le importa tal detalle, lo había considerado desde un inicio, quizás, un riesgo aquel sujeto, mas con el transcurso de días lo fue tachando porque simplemente no ocurría nada que la pueda delatar.

Así que se adentra con entusiasmo a las instalaciones, y su corazón palpita fuertemente mientras sus ojos de esmeralda parecen tintinear cual estrellas en el apoteósico cielo nocturno, y le es inevitable, desea verlo.

Suspira delante de la puerta blanca, llevando ambas manos a su pecho, creyendo poder disimular los tiernos golpes que le da su rebelde corazón. Y está decidida, desliza con sutileza la puerta mientras un cosquilleo aparece, y le hace sentir tan bien que no puede evitar sonreír.

-Normaaan~- susurra acercándose a él, viendo como su rostro luce dormido, encima de los papeles esparcidos sobre la mesa; y tiernamente acaricia su cabellera de algodón, sonriendo mientras observa como los párpados del mayor se abren, pudiendo apreciar lo bonito de sus ojos cielo.

-¿Emma? ¿Qué hora es?- pregunta desorientado, y ella suelta risas diminutas al verlo de tal forma.

-Es temprano, no te preocupes por ello, Norman- responde, peinando los cabellos desaliñados del mayor, quien cierra los ojos y sonríe amable.

-¿Pasó algo cuando llegaste a casa?- interroga con notoria preocupación a la vez que ella toma asiento a su lado y se acurruca en su hombro.

-No te preocupes por eso, ya pasó.

-Entonces realmente ocurrió algo, lo siento mucho ¿tú estás bien?

-Sip, no fue nada grave en realidad, mamá es muy comprensiva y Yuugo...Yuugo es Yuugo.

-Entiendo, me alegra que ahora estés bien Emma- pronuncia dulcemente, acariciando el rostro de ella con ternura, y la pelinaranja sonríe ante ello, disfrutando de la muestra de afecto.

-¿Sabes? Pasado mañana será mi cumpleaños- afirma Emma con entusiasmo -En realidad quería que ese día la pasemos solos tú y yo, normalmente no pido cosas por ese día pero realmente quisiera estar contigo ya que...es muy importante para mí ¿podrías?

El de cabellera incolora sonríe enternecido, ella y sus dulces mejillas coloreadas de rosa son sin duda alguna, cautivadoras de ver, así que no le puede negar nada y asiente con sutileza.

-Claro, al fin y al cabo es el día en que naciste, eso lo vuelve muy especial, Emma- responde amable, entonces su reloj suena, lo que quiere decir que ya es hora de despedirse de ella brevemente, y Emma lo sabe muy bien; por lo que, de forma rápida, se levanta de la silla y camina hacia la puerta.

-Te daré más tarde los detalles Norman, hasta luego- alega de forma alegre, moviendo su mano con suavidad, y él simplemente sonríe con dulzura ante ello.

-Emma, espera.

Por un momento, pensó que estaría mal, incluso sentía un profundo remordimiento ante ello (y una voz le repite que no lo haga) pero deseaba sentirlo una vez más; y con delicadeza tomó el cálido rostro de ella con sus pálidas manos, mientras comienza a acercarse lentamente, y admite con orgullo que no hay otra cosa mejor que lo rosados labios de Emma junto a los suyos.

Y la fémina de hermosos ojos verdes acepta tal acto, porque también le encanta sentir aquel roce, hasta que se separan, y un suspiro sale de los labios de ella, quien sonríe tiernamente.

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Los días lunes eran sin duda una tortura, Gilda lo tenía bien claro, y una prueba de ello eran sus ojitos queriendo cerrarse y caer en profundo sueño, pero no, sin estudios no hay futuro...o al menos eso dice a cada instante su madre.

Soportó como nunca creyó las clases más arduas, y maldecía internamente al profesor Ray por ser malo, cruel, pirómano pero sobretodo...por dejar tareas excesivas.

-Esto no se quedará así, profesor- masculla entre dientes, esperando por fin salir de aquella prisión -Emma- susurra, captando la atención de la jovencita de bonito cabello naranja.

-Dime Gilda- responde sonriente, y la chica de lentes no puede creer que aquella hermana suya pudiese tener tantos ánimos.

-¿Cómo puedes estar tan despierta?

-Mmmm, no lo sé, simplemente estoy feliz, deberías hacer lo mismo Gilda.

La peliverde tan solo recuesta su cabecita en la mesa con pesadez -Que suerte la tuya.

-Vamos, no falta mucho para que finalicen las cla...

El milagroso sonido resuena en sus oídos, y ese pequeño momento en la vida de Gilda se llama felicidad.

-¡Gracias a Dios!

-Que extraño Gilda, normalmente luces tranquila, no, siempre lo haz sido ¿por qué tanto desespero por salir?- alega Emma, siendo jalada por la menor quien no parece inmutarse por la mirada de todos sus compañeros

-Tengo vecinos ruidosos...- confiesa, al fin saliendo del abrumador salón de clases -Y solo existe un culpable para mi desgracia.

-¡Emma, Gilda, espérenme!- ambas voltean, una con una cara mejor que la otra -Vamos juntos a casa- alega sonriente Don.

-¡Todo esto es culpa tuya!- exclama Gilda molesta, señalando sin temor alguno al moreno -Si tan solo hubieses bajado el volumen de la música yo hubiese podido descansar tranquila.

Don tan solo atina a sonreír nervioso -Lo-lo siento Gilda, no fue mi intención no dejarte descansar, perdón- confiesa apenado, y la de lentes suspira agotada.

-Alumna Nevermind- la nombrada de ojos esmeralda gira sonriente (y Gilda ve algo más en aquella expresión)

-¿Pasa algo profesor Norman?- pregunta ella, sonriéndole amable mientras observa el rostro del contrario- Gilda, Don; adelántense, creo que tardaré un poco.

-Claro Emma, adiós profesor- se despide el moreno sin desconfiar un poco de las palabras de su amada hermana de cabellos naranjas, pero Gilda no puede pasar por alto ello.

-¿No deseas que me quede, Emma? Puedo ser de ayuda- anuncia con rapidez la de lentes.

-¿Qué estas diciendo Gilda? Tú eras la que te quejabas de que querías salir, vamos, despídete, alza tu manita y vámonos, adiós profesor- finaliza Don, jalando a Gilda con diversión mientras ella asentía con desconfianza.

-Adiós chicos- habla Norman con gentileza, quien posa su mirada luego a Emma- Parece que ella sospecha de algo ¿no crees?

-Sí, ha estado actuando extraño últimamente- alega la menor con sonrisa melancólica.

-Supongo que debo hacer lo posible para agradarle, al fin y al cabo es como una hermana para ti ¿verdad?- pronuncia el de ojos cielo con sonrisa tierna, mirando a su alumna de manera comprensiva. Emma no lo puede evitar y sonríe ante tal respuesta, asintiendo levemente.

-¿Me llamaste para algo importante?- interroga Emma de forma entusiasmada.

-Claro- responde soltando sutiles risas- Hoy te acompañaré a tu casa a presentarme con tu madre.

La de cabellos naranjas lo mira sorprendida, junto a sus mejillas pintadas de un adorable rosa

-Pe-pero ¿y Yuugo?- pregunta casi con miedo, jugando con la manga de su chompa.

-Mencionaste antes que tu mamá era alguien comprensiva, Yuugo por otro lado será el más difícil de convencer, pero será mejor decírselo cuando ya seas mayor de edad ¿no crees?

-Mmm, tienes razón, es mejor primero comenzar con mamá; verás que le caerás muy bien.

-Bueno, entonces vamos- suelta con sencillez, sonriendo de forma alegre mientras van saliendo del gran centro escolar.

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-¿Crees que Emma ya haya salido, Don?

-Gilda, lo primero que debe existir en una amistad es la confianza ¿por qué crees que mi mejor amigo siempre me cuenta todo? Ni siquiera debo preocuparme si miente; además, Emma nunca te ha mentido ¿por qué dudar de Emma?

-Don, tu "mejor amigo" no es más que una niña que no hace mucho acaba de cumplir 10 años...y tu tienes 17

-¡Ey! Que Conny sea mi mejor amiga no causa ningún problema- alega indignado.

-Ahh, lo sé, lo siento por ello pero...No debí pedirte consejos a ti Don- afirma la peliverde, riendo al ver la cara del moreno.

-¡Auch, tus palabras duelen más que lo golpes! Pero ni en el polo norte hace más frío que en tu corazón.

-Quisiera que Emma...~no pasara tanto tiempo con él, como últimamente lo hace~ Solo quiero que llegué bien a casa.

༻❀༺

-Creo que fuera de la institución y sin los lentes no pareces un profesor- pronuncia Emma con diversión, mientras balancea sus manos entrelazadas con primor.

-¿No te agradan mis lentes?- aventura el albino de forma solaz mientras sonríe tiernamente.

-Sí me gustan, pero creo que te hacen ver más maduro...¡Oh! ¿Crees que si yo los tengo me veré más madura? Eso sería de mucha ayuda- afirma de manera agraciada, cortando la distancia entre ambos.

-Pienso que la Emma autentica es más linda, no necesitas lentes para demostrar madurez- alega con cariño, pasando su brazo por los hombros de ella mientras sonríe -Yo siempre amaré a Emma, al fin y al cabo- la de cabellos naranjas sonríe y aquellas esmeraldas que posee como ojos parecen brillar ante lo dicho, y es feliz. Es feliz sin importar ya lo que pudiesen opinar las demás personas, solo eran él y ella, ambos en un hermosa burbujilla tornasol que deseaban tanto que no se rompa.

Pero...

-Ella es menor, Norman- el nombrado gira junto a su compañera, quien observa curiosa al adulto que tiene frente a sus ojos, dándose cuenta del parentesco que lleva con su pareja.

-Norman, él es...

-Es mi tío, Emma- pronuncia con la voz seria, frunciendo levemente el ceño al ver la sonrisa ladina que Peter muestra en su rostro y se va acercando lentamente, con pasos firmes y desesperantes para el joven de ojos cielo- Emma, ve a tu casa, apresúrate por favor- ordena con firmeza, haciendo que la fémina entienda la situación actual en la que se encuentran ambos.

Así que avanza sin él, con las piernas temblorosas y su corazón latiendo fuertemente preocupado, voltea brevemente mientras Norman le mira a lo lejos con una sonrisa diminuta, queriendo tranquilizarla al menos de aquella forma, pero ella debe seguir.

Aunque simplemente no lo quiere dejar solo.

-Yo...bueno, supongo que esta situación se debe hablar en un lugar más privado ¿no?

-¿Qué quieres, Peter?

-Tu novia es linda, no veo porqué le dijiste que se fuera ¿te avergüenzas quizás de lo que haces?

-Si fuera tú, no le tocaría ningún cabello...puedo ser capaz de muchas cosas y entre ellas no me guardaría ningún remordimiento en hacerte algo a ti- anuncia con ojos llenos de odio, como si en aquel azul se reflejara las bravas y fuertes olas del mar, pero al adulto de ojos verdes no le interesa, ríe secamente mientras abre la puerta del carro que esperaba por ellos.

-Sube, como dije, no es un buen lugar, tu perderías más que yo si alguien te escucha- anuncia con sencillez, y Norman no hace más que acatar lo mandado.

Así que sin formular palabra alguna, el camino hacía la mansión Ratri es abrumador, y Norman piensa en cómo salir de aquel lío, cómo Emma puede no salir perjudicada por tal descuido cometido por él, y se maldice internamente al no haber sido precavido, apretando con fuerza sus dientes mientras mira tras la ventana la entrada de rosales que da a entender que ya habían llegado.

-Bienvenidos- los recibe Vincent, saludando de forma cordial mientras mira de reojo, con sorpresa, al joven albino quien junto al hombre más adulto pasa con expresión sería hacía la sala de estar.

-Tu padre no se encuentra ahora, así que podemos hablar con normalidad, puedes maldecirme, insultar, lo que desees; ahora yo te tengo en mis manos y sabes que estás en desventaja.

-¿Qué es lo que quieres exactamente, Peter?

-Bien, no perderé tiempo, quiero que declines a todo lo que mi hermano pueda dejarte de herencia, claro...para ello debes convencerlo.

-¿Todo esto es por la estúpida herencia?- interroga con fastidio, mientras observa detenidamente cada expresión o pista que lo pueda ayudar, y ante ello sonríe -¿Temes a que te pueda hacer algo ahora mismo?

-Cállate, solo debes de ser consciente de que tengo fotos tuyas con esa...jovencita, vamos sobrino ¿cuántos años tiene? ¿por qué deseas estar con ella? Acaso es porque...

-Lo que haga o no con mi vida no te importa ¿Tan solo me amenazarás con fotos? Pensé que eras más brillante.

-Sabes que no son cualquier cosa ¿deseas que se las muestre a su amiguita? A esa chica de lentes ¿Crees que eso le hará bien a tu novia? O quizás a sus padres, tengo en cámara todo lo que te perjudicará si no haces nada.

-Entiendo...temes a que te robe lo que piensas, es tuyo ¿sabes? No hay ningún problema, no me interesa quedarme con la mansión ni herencia Ratri.

-Tan solo acepta, ninguno de nosotros perderá nada, tu podrás ser feliz con tu novia esa mientras yo tendré lo que debía ser mío.

-Está bien, tan solo no muestres ni digas nada, yo me encargaré de mi padre y cuando esto acabe borrarás cada fotografía.

-Claro pero...tendrás que aceptar las condiciones, aunque sé que eres inteligente y no harás una estupidez.

-¿Será que tienes miedo a que te gane con la gran ventaja que tienes?

-Tu tan solo escucha y no hables estupideces; primero, tendrás prohibido el acceso a la Mansión Ratri, lo que quiere decir que debes citar a tu padre cuando desees charlar sobre la herencia donde quieras; segundo, no tendrás comunicación con nadie del servicio de esta mansión, sé que no les hablas pero aún así no sé a que tácticas puedas llegar con hacer algo que te salve.

-No entiendo porque te preocupas, no soy de fiar para nadie de esta mansión, además, sabe que tenemos la mejor seguridad habida en el país; soy consciente de lo que puedo perder Peter.

-Bueno, eso sería todo, desde que salgas de esa puerta tendrás prohibido el acceso ¿estás de acuerdo?

Norman tan solo asiente por lo bajo, mientras con seriedad estrecha la mano de Peter, quien sonríe victorioso, y sabe que de forma u otra luce humillado ante los ojos de él, pero simplemente ya no le interesa.

༻❀༺

-Norman ¿qué haces aquí?

-¡Oh! Anna, buenas noches; necesito hablar con Ray por favor- responde con sonrisa amable, mientras la rubia, quien devuelve el gesto con ternura, lo deja pasar.

-Ray, Norman vino a visitarnos, deja a los niños y ven- llama de forma dulce la de ojitos azules, sirviendo el té con delicadeza.

-¡Ey, tú! ¿Qué es lo que pasó exactamente?- exclama Ray, acercándose y tomando asiento delante del albino quien sonríe nervioso ante ello.

-Bueno...me descubrieron- admite con seriedad, y el azabache tan solo suspira con pesadez ante lo dicho.

-Te dije que te meterías en problemas, Norman ¿Quién lo vio?

-Fue Peter.

-De todas las personas, tuvo que ser tu "amado" tío Peter, ya sé por dónde quieres llegar.

-Verás, él piensa que tiene gran ventaja en mí, y es así, pero...ya sé como acabar con su amenaza, y tú, Ray, serás parte primordial de mi plan.

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Holi boli :3 Sí, lo sé; creo que esta es la parte más larga que he hecho, pero necesito acabar con este long-shot (;ω;)

¡Muchas gracias por leer,los quiero mucho!🌜🌻

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