C07 || NO SOY FEMENINA

Mamá siempre me dijo: "el talento sin disciplina es el derroche en su máximo esplendor"

Repasemos su lista de reglas sobre la disciplina:

Pulcritud y puntualidad: check.

Seguridad y responsabilidad: check.

Compromiso y competitividad: check.

Más bien, todo "check" hasta hace exactamente treinta y dos minutos si mi reloj no se equivoca. Mi cuerpo está aquí, sentado al lado derecho de Ryker de frente a la pizarra enfocando a la joven profesora que algunos alumnos, miran con ojos depredadores. Como esas miradas que me echa Ryker a cada nada y se cree que no capto.

Toda mi atención está en él, en la forma despreocupada en la que se sienta manteniendo la espalda recta o en cómo su boca juega con el bolígrafo color metal, entretanto pierde tiempo mirándome.

Hay algo raro con el ser humano sobre acceder y querer que te tomen sin permiso. Por alguna razón quieres que la otra persona averigüe sobre tus sentimientos sin exponerte verbalmente. Estoy bien con eso, a veces tememos del rechazo. Entonces, están esas otras personas que, o bien, envían mal el mensaje y el receptor capta lo que quiere o puede. Ya esto tiene consecuencias un poco más severas.

¿Qué les impide decirlo claro y alto?

Si las personas no se guardaran para sí mismas lo que piensan habría un por ciento más de paz en el mundo. Eliges decir lo que lastima a otros, pero no lo que puede lastimarte. No, no estoy pensando en decirle al chico a mi lado que me gusta, solo reflexiono sobre la obra que estudiamos en clase donde una mujer es abusada y el hombre se excusa con incongruencias como: "ella me provocó" "su ropa gritaba fóllame" "primero que sí y luego que no".

Señor, si su señora esposa de un siglo de casado le dice "NO" y usted lo hace, es una violación aunque desencadene cinco orgasmos. Según leí en un artículo el cuerpo tiene reacciones involuntarias, lo que se traduce a que si usted estimula las zonas erógenas estas reaccionarán. Puedes vomitar del asco que te produce y tener un orgasmo, una cosa no interfiere en la otra.

Exhalo sonoramente.

No estoy interesada en escuchar sobre una obra que he leído antes y aunque tiene gran significado me deja un mal sabor en la boca.

Perdida en mi cabeza recupero la secuencia vigente del sueño en la noche anterior, no recuerdo todo, pero sí lo suficiente como para sentir esa ya familiar descarga eléctrica recorrer mi cuerpo hasta deshacerse en cierto lugar que no pienso mencionar.

«Sé femenina» No solo se refiere a mi aspecto. Desde tiempos remotos las mujeres debemos de reprimir nuestro deseos sexuales siendo solo una máquina de procreación. Solo prejuicios sociales.

Pese a ser una persona instruida no conozco muchas de las expresiones contemporáneas y no comprendo la mayoría de las oraciones con dobles intensiones, como pueden haber notado. Sin embargo, soy una mujer, un ser humano, capaz de sentir lo mismo que los demás porque las reglas rigen mi comportamiento, mas no mis instintos primitivos.

Abanico mi rostro con mi mano y respiro profundo pensando en Oymyakon, pueblo ruso, debe de hacer mucho frío allá. La nieve, tanta nieve y las temperaturas tan bajas que morirías de una hipotermia solo con asomarte en la puerta...

Unos dedos largos que... bueno, que deslizan un trozo de papel, aparecen en mi campo de visión y es solo cuando se retiran que lo tomo.

«¿Qué es lo que te tiene tan sonrosada?»

Leo el contenido de su nota al desplegar el papel, respondo en el renglón de abajo y se lo devuelvo.

Vuelve a hacer lo mismo.

«¿De casualidad ese "nada" lleva mi nombre»

Sonrío, conteniendo una carcajada. Engreído.

«¿Por qué debe llevar tu nombre, amigo?»

La maldita palabra me hace descargar la molestia en el lapicero. No pierdas el control.

«Auch, eso me dolió»

El papel pasa de un lado a otro tantas veces que no puedo contarlas.

«Hay algo que quiero comentarte»

Sonríe ampliamente cuando termina de leerlo.

«No puedo esperar a que me digas»

Niego con la cabeza divertida.

«Tu novia, la rubia del auto rosa, ha estado muy rara y no me refiero a su comportamiento egocéntrico habitual, sino a una anomalía en él. Está como en modo automático»

Toma el papel y frunce el ceño unos segundos después. Debe haberle extraño tanto como a mí.

«¿Quién te dijo que es mi novia? Y ¿Por qué me debe importar?»

Me giro observando en diagonal, tres puestos detrás en la tercera hilera está ella, absorta en su celular. Tiene la mirada perdida, como si estuviese ausente, vacía.

«¿Terminaron? Eso explicaría de alguna forma  su comportamiento»

Bien, puede que me esté aprovechando un poco de la situación, pero es una cosita de nada. Conste que no estoy celosa, es solo estar informada.

Su hermosa sonrisa de labios cerrados vuelve a estar en su rostro haciéndome cosquillas en el estómago.

«¿Celosa?»

Si debo definir mi estado ahora mismo no sería como celosa, sería algo como ENOJADAMENTE CELOSA, el maldito no respondió mi pregunta, o si lo hizo, pero con otra pregunta.

«¿Por qué estaría yo celosa de ti? Deja de ver telenovelas»

Deja de ver telenovelas y mira mi canal porno. Por dios, como el estúpido roce de su pierna contra la mía puede tenerme con la piel de gallina y la bellota pegajosa.

Exhalo sonoramente sintiendo el calor.

«Soy más de ver porno o hacerlo»

La respiración coincide con la lectura y me atoro al leer sus palabras. Comienzo a toser como una foca mal formada —no sé si eso existe—, pero llamo la atención de toda la clase. Hasta la maestra se acerca a cerciorarse que estoy bien.

No respondo. Me enfoco en la clase luego de beber agua y asegurar no me voy a morir de un paro respiratorio. Sus palabras me afectaron y él lo notó, no puedo ser más patética.

La campana suena, los alumnos se levantan dejando a la maestra con la palabra en la boca y salen desesperados como si fueran a quitarle su merienda si no se ponen las pilas. Me tomo mi tiempo para recoger mis pertenencias con la mirada verde clavada en todo mi cuerpo, no me va a dejar en paz.

—¿Me alquilé un siamés y nadie me notificó? —me burlo descaradamente.

—Pegado a ti quisiera estar todo el día.

Oh, no. Él no dijo eso.

—¿Qué quieres, Ryker? —Me cruzo de brazos abandonando mi tarea—. Habla claro.

—Creo que lo he estado haciendo porque decirte hace unos minutos que no era con mi ego con lo que quería asfixiarte es una prueba clave.

Me muerdo el labio dudando. Bien, admitir tu ignorancia te hace más sabio.

—No entendí la referencia.

Cierra los ojos por un momento. Cuando los vuelve a abrir veo negro, muy negro, como oscuro y sofocante. Sus pasos acortan nuestra distancia manteniendo a lo máximo cinco centímetros entre nuestros cuerpos.

No es que me queje, claro.

—Quiero que envuelvas tu mano alrededor de mi pene mientras me masturbas hasta alcanzar una erección potente. Luego quiero comprimir tu garganta con una mano mientras mantengo la otra enredada las hebras de tu coronilla y te hago tragar centímetros y centímetros de mi longitud. Imagina tus ojos llorosos y las arcadas que no puedes contener mientras piensas "quiero más".

Bien, reporte de mi estado: líquido.

—¿Tú quieres una mamada? —pregunto aún choqueada por la magnitud de sus palabras.

Nunca se alejó y ahora utiliza su pulgar para desestabilizarme todavía más recorriendo mi labio inferior con él.

—No, Rojita —casi susurra en un tono tan jodidamente sensual y viril haciéndome dudar de mi cordura—. Quiero follarte esta linda boca.

Mis mejillas de por sí sonrosada echan chispas y yo, siendo Livi Dessen tengo que hacer incongruencias a mi altura. Por ejemplo, no puedo reaccionar como una persona normal, sino que alcanzo mi mochila y antes de que pueda reaccionar salgo corriendo del salón, lejos, muy lejos de él.

La carrera no se detiene hasta que el manto de soledad me cubre dentro del baño de las chicas. La campana que da inicio a la próxima clase hace su aparición ordenando a todos ir a sus salones y yo opto por saltarme la clase, luego pensaré en la excusa.

«Te hago tragar centímetros y centímetros de mi verga»

«Quiero follarte esta linda boca»

Tapo mi rostro frustrada ahogando un grito. No me ve solo como su amiga, quiere follarme la boca y no solo eso, sino que su maldito lenguaje sucio me hizo sentir en medio de un incendio. Su maldito lenguaje sucio hizo que quiera que me folle la boca.

Riendo me paso los dedos entre las hebras pelirrojas que andan a su aire como si nadie pudiera domarlas.

¿Va Caperucita a tentar al lobo? Por supuesto, porque la idea del lobo arrodillándome no me parece descabellada, al menos en ese ámbito.

Salgo del cubículo a por el lavamanos donde me refresco el rostro y la nuca, suerte que no uso maquillaje. Saco papel sanitario del rollo secándome el rostro y las manos y salgo de mi escondite.

Ahora que lo pienso, mi lobo feroz debe estar molesto porque su presa huyó otra vez, pero no puede esperar que diga cosas así y mi cerebro, virgen, reaccione como los demás.

De lo único que puede estar seguro es que si "ser femenina" es cohibirme de esa electricidad deliciosa que me atraviesa al cuerpo cada que pienso escenas +18 con él, entonces, no soy femenina.

Una regla más a la basura.

Dejo que mis pies me guíen al campo de fútbol donde un grupo juega, otro está observando y un profesor, pasado de peso y barbudo, da órdenes haciendo acopio de su silbato. Camino por el terreno verde perfectamente podado queriendo alcanzar el árbol al otro lado. Tiene sombra y tranquilidad.

Necesito tranquilidad para idear una conversación en mi cabeza donde le doy a Ryker un discurso sobre mi comportamiento irracional y cuanto quiero que proclame mi boca como suya, pero antes debo instruirme.

Igual y me paso por una página porno, quizás dan clases de felaciones.

¿Una felación es lo mismo que follar la boca?

Me encojo de hombros no siendo apta para responder a mi pregunta.

Un cabello rubio resalta a un lado del árbol y estoy tentada a darme la vuelta e irme cuando no solo la persona me llama la atención, sino la actitud. No pierdo tiempo acercándome a la chica sentada en el suelo con los pies bien estirados y la espalda recta pegada al tronco.

—Alexia —llamo su nombre.

Como una muñeca su cabeza gira en mi dirección tal cual la niña del exorcista. El movimiento es brusco, casi que automático. Sus manos están envolviendo su celular con tanta presión que temo lo rompa, su cuerpo rígido muestra una sonrisa de cuadro surcada por unos labios secos.

Explayo los ojos de la impresión.

Parece una muñeca, un ser no viviente.

—¿Alexia? —llamo en un tono cuidadoso—. ¿Todo está bien?

Mis ojos chocan los suyos que permanecen vacíos. No vacíos tipo Ryker cuando camufla sus emociones, los percibo huecos, sin trasfondo.

Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando asiente de la misma forma.

—Bien. —Asiento de vuelta.

Entonces, echo a correr por segunda ves en el día, no literalmente, pero camino adoptando el andar de un gigante. No se cual es la próxima clase de Ryker, pero recorro todo el instituto asomándome aula por aula. Probablemente obtenga un llamado de atención, solo pido que mi madre no se entere.

Fuera de eso todo bien.

Sigo recto, doblo en la esquina al único camino disponible y así paso largos minutos recorriendo la mayor parte de la escuela hasta que doy con él en el laboratorio de química. Toco la puerta e incluso en el toque se puede sentir mi desesperación.

—Adelante —concede el profesor.

—Disculpe, señor Hamilton. El director requiere al señorito Winston en su despacho, ahora mismo.

El profesor asiente afable y enfrenta su clase pidiéndole a Ryker que vaya a la dirección. Espero afuera a que salga y en cuanto lo hace olvido el incidente en el salón de clases y lo tomo de la mano jalándolo.

—¿Vas a llevarme a un lugar apartado donde pueda follarte la boca? —cuestiona, jocoso.

No me detengo, al contrario, apresuro el paso.

—Te dije que algo estaba mal con Alexia. —Los nervios me los trago pareciendo serena.

Su mano intenta soltarse ganándose una mirada reprobatoria y la intensificación de mi agarre.

—Yo te dije que no me importa lo que le pase a esa loca.

Respiro profundo para no mandarlo a la mierda.

—¿No me importa? —Detengo mi paso girándome en su encuentro—. Quiero ayudarla, algo está realmente mal. Lo he notado, el ambiente es diferente, ella ha poseído esa anomalía y no me detendré hasta saber que está bien.

—¿Por qué? —Me desafía con la mirada—. ¿Te entretiene ver como me coquetea?

—No me importa lo que ella haga porque no es ella quien me... —Cierro la boca antes de decir algo de lo que pueda arrepentirme—. Solo quiero hacer lo que siento y deseo ayudarla, no voy a estar tranquila si algo le pasa y estuvo en mis manos ayudarla. Puedo ver que ella no te importa en lo absoluto, pero puedes hacer esto por mí, por favor.

Las últimas palabras salen en un susurro suplicante y espero a que me diga que estoy loca y se largue, pero en cambio dice:

—Vamos.

Tomo su mano recorriendo el trayecto hasta el árbol del campo de fútbol donde dejé a Alexia. Puede que parezca una exageración, que me preocupe por alguien que no conozco o que esté armando una tormenta en un vaso de agua, pero estoy segura de lo que vi.

Su rostro era...

—No está aquí. —No, no, necesito encontrarla.—Seguro se fue a clases y estás preocupada por nada.

La mirada verde vivaz se encuentra con la mía que debe ser toda preocupación.

—¿Me crees? —pregunto con un deje de alteración en la voz. —¿Crees en mí?

Ryker asiente y para dar peso a su afirmación dice. —Sí.

—Tenemos que encontrarla ya.

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Capítulo dedicado a: ThanyMorgan

¡Hola, hola!

Se adelantó la actualización porque las chicas en el grupo son muy insistentes😂 y yo muy fácil de convencer. Tendremos actualización hoy y el sábado, obvio.

Como leyeron tenemos grupo de WhatsApp para fangirlear *gritos de perra loca*. Si quieren entrar en el grupo solo deben ir a mi perfil, en la info está el link o si me tienes agregada, pues pueden pedírmelo al priv.

Hay háganme feliz y entren que estoy dejando spoilers por allá.

Hasta mañana,

Los amito.

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