Capitulo 2: los alrededores
Ya de noche Yamaguchi salía de su trabajo, caminando hasta el callejón al lado del supermercado
Noya: llegas
Yamaguchi: recién salgo
Noya: mira...no voy a complicar las cosas, he escuchado rumores de que se está formando otra banda
Yamaguchi: ¿sabes quien es el jefe?
Noya: no, su nombre no se menciona
Yamaguchi: será mejor proteger nuestras calles, la reciente discusión con Tendou dejó varios de los nuestros heridos
Noya: cuídate, no es como si la gente de Tendou se hubiese calmado
Yamaguchi: lo sé
Dio un suspiro, Noya ya iba saliendo del callejón
Noya: si escucho algo nuevo te diré
Yamaguchi: si, gracias
Al Noya irse, Yamaguchi acomodó su chaqueta cubriéndose del frío, mirando al cielo nocturno unos segundos para luego salir del callejón, comenzando a caminar a su casa, deteniéndose al frente del edificio de apartamentos
Yamaguchi: ¿en que habitación de que piso estará?
Se preguntó a si mismo, observando el edifico unos segundos para luego seguir caminando, hasta llegar a su casa, sacando las llaves de la bolsa de su pantalón y abriendo la puerta, su casa no era desordenada, era algo pequeña pero solo vivía el allí, olía bien ya que siempre se encargaba de tener aromatizante de vainilla y canela, un olor que ciertamente le calmaba, así respiro el buen olor al cerrar su puerta, quitándose la chaqueta y poniéndola en la mesa de la cocina junto con las llaves, dirigiéndose a su habitación, lanzándose a la cama y dando otro suspiro
Yamaguchi: ...ese hombre...
Pensó teniendo la imagen fina en su cabeza, recordando los pequeños momentos que habían hablado
Yamaguchi: su personalidad no es tan refinada
No es como si no estuviese acostumbrado, muchas personas se les quedaban viendo a él y al resto de su banda cuando iban en grupo, o aún si iba solo muchos le miraban, sus pantalones rotos, sus camisas negras, los aretes en sus orejas y lo que más le acomplejaba (aunque era en lo mínimo que la gente se fijaba) sus pecas
Yamaguchi: ¿entonces por qué?
Se acosto de medio lado mirando a su closet pero sin mirar nada específico, se preguntaba el por qué el hombre rubio les había mirado con esa mirada llena disgusto, a simple vista le había parecido una persona bastante interesante, alguien con un auto caro y que con solo verlo sabía que tenía dinero, les había mirado con disgusto
Yamaguchi: supongo que...somos de mundos diferentes
Rió cerrando sus ojos, pensando que quizás le había ofendido al ofrecerle una revista como esa
Yamaguchi: que idiota
Volvió a reír un poco más suave, dando un bostezo y al final quedándose dormido
-al día siguiente-
Ya había salido, desde temprano y ya se encontraba con los otros tipos como el, Yamaguchi tenía bastantes contactos
Yamaguchi: ¿has visto a Oikawa?
Terushima: tiene tiempo de no asomarse por aquí
Yamaguchi: es un espíritu libre, a excepción de Iwaizumi
Conversaban mientras caminaban, el día estaba bastante frío, ambos llevaban abrigos gruesos, Yamaguchi llevaba su gargantilla negra y sus cadenas al cuello, a Terushima le bastaba con llevar su abrigo negro con estampas de groserías
Yamaguchi: por cierto, contáctame a Iwaizumi o pásame su número, se ha dejado mi motocicleta por mucho tiempo
Terushima: pensé que ya la habías olvidado
Yamaguchi: olvidar una motocicleta es más complicado que olvidar a un ex
Mencionó deteniéndose al llegar al lugar, Terushima se quedó al lado de él, y miraron al frente
Terushima: Eita Semi
Semi: ¿qué hacen los perros de Tanaka aquí?
Yamaguchi: nos debes algo, ¿recuerdas?
Shirabu: quizás debería aclararé la memoria, con el dicho de "el que se lo encuentra, se lo queda"
Semi y Shirabu, un dúo perteneciente a la banda de Tendou, daban problemas, se entendían sin tener que hablarse, y por si fuese poco, también habían entrado en discusión con Terushima
Terushima: rompiste mi auto hace unos días, no he visto indicios de querer pagar por ello, así que hemos venido a reclamar
Shirabu: el auto estaba más cerca de nuestras calles que de las suyas
Terushima: solo acepta que lo hiciste porque no toleraste perder, nuestra banda le gano a la tuya, supéralo
La situación iría peor, pero alguien pasaba por delante del callejón, sus monedas se cayeron sonando el tintineo en el pavimento, interrumpiendo la discusión, los cuatro voltearon a verle
Semi: ¿quien es el?
Yamaguchi reaccionó de inmediato, podría estar viviendo en un apartamento, en un apartamento donde la mayoría eran señoras bastante mayores que solo se dedicaban a tejer, pero sí otras bandas se enteraban de que alguien algo adinerado estaba allí, asaltarían en su apartamento lo más pronto posible
Yamaguchi: acaba de mudarse
El hombre les miró de vuelta, ignorándoles y continuando su caminar
Yamaguchi: probablemente solo este de paso
Shirabu: ¿es todo lo que sabes?
Yamaguchi: es todo lo que sé
Shirabu: curioso, llevaba un reloj fino, y justo ayer me llegó el rumor de que alguien adinerado había llegado
Tanto Shirabu como Semi comenzaron a caminar fuera del callejón, Yamaguchi maldijo a lo bajo, lo sabían, era cuestión de tiempo para que le diesen alguna amenaza
Yamaguchi: el apartamento está dentro de nuestras calles
Semi: es solo una persona, es un robo casual
Salieron del callejón, dejando a Yamaguchi pensando
Terushima: ¿crees que vayan?
Yamaguchi: ¿tú crees? Es obvio que irán
Terushima: ...si tú estás no harán nada, armarían un desorden
Yamaguchi: ¿y como quieres que entre?
Terushima: por la puerta
Sonrió, acercándose a Yamaguchi y susurrándole el plan
-9pm- -edificio de apartamentos-
Yamaguchi miró la hora en su teléfono, sentado en las gradas que estaban en la entrada del edificio de apartamentos, se levantó mirando la máquina expendedora que estaba al lado de una panadería, sacando una soda para volverse a sentar —si no fuese tan tarde hubiese podido comprar pan de melón- pensó Yamaguchi abriendo la lata —o una cerveza— volvió a pensar tomando la gaseosa
Para cuando había acabado de beber el contenido de la lata, miró de nuevo su teléfono, eran las 9:15 y junsto guardaba su teléfono en la bolsa de su pantalón cuando el hombre rubio apareció
Yamaguchi: oh...¡hey! Hombre algo y rubio, te sonará extraño lo que voy a decirte
Se levantó, el hombre le observó confundido unos segundos y luego abrió la puerta que daba entrada a la serie de apartamentos, y la cerró sin dejar hablase a Yamaguchi
Yamaguchi: ...¿e..eh?
El hombre se quedó dentro un rato y luego volvió a abrir la puerta con histeria —¿qué quieres?— preguntó directo
Yamaguchi: los tipos de la mañana tienen la intención de venir, si me dejas entrar sabrán que al yo estar adentro sería un problema intentar asaltar
El hombre le observó —no dejó entrar desconocidos— iba a cerrar la puerta cuando Yamaguchi puso su mano en medio, asomándose de forma nerviosa
Yamaguchi: Tadashi, soy Yamaguchi Tadashi
Sonrió nervioso, haciendo dar un suspiro al hombre quien le dejó pasar, y al cerrar la puerta tras de sí le miró acomodándose los lentes —Kei, Tsukishima Kei— dijo, haciendo dar una sonrisa a Yamaguchi
Continuará...
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