Celos;

—¿Quieres que entrenemos juntos?— la joven abrió los ojos sorprendida.

— ¿Qué no escuchaste? Dije todos los fines de semanas joder — respondió el ya molesto Katsuki, se suponía que esta invitación duraría menos de cinco minutos.

En la cara de Ochako se dibujó una sonrisa, algo que le dio un cierto repudio al mayor.

— Vale, como gustes Katsu-kun. ¡Nos vemos mañana entonces! — dijo la castaña despidiéndose de su compañero.

Al irse Bakugou sólo meditó esas palabras, sonrojado por el honorífico.

— "¿Katsu....-kun?" — pensó, sacudió su cabeza como si eso fuera a quitar el calor de sus mejillas pero fue en vano.

-----------------------------------------------

— Uraraka-san, es el cumpleaños de mi madre y si tú pudieras... ¿me acompañarías a comprarle un regalo hoy? — preguntó el peloverde terminando de masticar su almuerzo.

— Sería genial Deku-kun — Ochako reflexionó un momento, acordándose de Katsuki — pero... no puedo. Voy a entrenar con Bakugou-san y dudo poder acompañarte, de verdad lo siento.

La morena se angustió, le hubiese encantado ayudar a su mejor amigo a comprar un regalo para la madre de aquel; pero contado su promesa con el rubio de las explosiones locas... si fallaba este no duraría en irle a buscar. Por el bien de Midoriya.

No bastó más de cinco segundos para que el pecoso casi se atragantara con su comida, cuando se pudo calmar y reponer le habló su compañera como si viera un fantasma.

— ¿¡Con Kacchan!? — .

El nombrado que se encontraba a unos metros de distancia de estos chicos (e Iida) volteó inmediatamente decifrando que tal vez Ochako le contó al nerd sobre el tema.

En ese mismo instante Katsuki tomaría de las manos a la cara redonda y se la llevaría sin más. Pero sabe que si los veían juntos Kirishima y Kaminari y los extras de la clase 1-A les molestarían como si fuera el último día de sus vidas. Entonces también reflexionó (así como Uraraka) en qué hacer, simple. No moverse hasta que termine la hora de almorzar, pero conocemos a Bakugo Katsuki que no está de brazos cruzados.

— Sshhhhh silencio — le calló la chica.

— Lo siento em... es que me he sorprendido por eso que dijiste sobre Kacchan y yo...

— Sí entiendo, pero no grites. Todos piensan que Bakugou es malo aunque yo no lo creo —.

— También me sorprendí Uraraka-san, si vas a entrenar en el gimnasio con él cuidate mucho — dijo Tenya, serio pero sereno. Se sintió fuera de conversación así que prefirió hablar antes de que olvidaran su presencia.

— Gracias Iida-kun — sonrió la muchacha.

Algo temblorosa por si Katsuki había escuchado todo, y exactamente el tipo oyó pero no la mayoría de la conversación.

Al terminar de comer Izuku tamboreó sus dedos en la mesa observando cada movimiento de la fémina que se encontraba en frente de él. Embobado, casi completamente en los cabellos de ella hasta que la susodicha levantó la vista uniéndola con sus ojos.

— eh.... — los nervios no tardaron en aparecer, el azabache de gafas movió su asiento y se retiró de ahí.

Los otros dos imitaron la acción de Iida, Ochako se fue y Midoriya volteó a buscar un cubierto olvidado en el puesto de la mesa. Lo recogió y se encontró con la asesina mirada de Bakugou, por poco daba un salto hacia atrás, el rubio lo estaba intimidando cada vez más y debía irse antes de que comience una discusión.

-----------------------------------------------------

Midoriya caminaba tarareando una melodía con gusto, acababa de comprar el regalo para su mamá y se sentía feliz de ponerla orgullosa y alegre. Al pasar por el centro comercial el hambre le invadió (y sabiendo que la comida chatarra es muy dañina) entró una pizzería. Tenía dinero suficiente para realizar compras como esas así que aprovechó, se sentó en una de las mesas con la pizza individual en sus manos y comió. Por unos momentos recordó cómo pudo haber sido salir con la linda hija de los Uraraka.

No le gustaba esa chica, no no, ¡claro que no! Solo le llamaba la atención su personalidad y apariencia, cuan dulce y hermosa era.

— Deku — .

En frente de él apareció un Katsuki vestido deportivamente sentándose en la segunda silla de la mesita, ¿qué hacía Bakugou aquí? Quién sabe, siguió al de pecas hasta ese local.

— ¿K-Kacchan sucedió a-algo? — titubeó al verlo, no hallaba explicación de su presencia allí.

— Jodido nerd, te vi — .

Izuku se confundió por la rara respuesta del ojicarmín.

— ¿A q-qué te refieres?

— Le estabas mirando — Katsuki apoyó sus dos manos en la mesa y acercó su rostro al de Deku.

— ¿Hablas d-de O-Ochako?

— ¡Sí maldita sea!

Ahora entendía todo, si Bakugou fue hasta allí para reprocharle sobre su dada atención hacia Uraraka era porque él se preocupaba. O quizá... le guste aquella chica.

— Y-yo...

— Quiero que sepas que si te acercas a ella lo suficiente como para un beso, o te le quedas mirando así. Te golpearé infeliz miserable — el mayor alejó su cuerpo.

— ¿A-acaso son n-novios? — preguntó Midoriya sin pensar, la curiosidad le atacó.

Para su sorpresa el ajeno quedó en silencio, dos o tres segundos logró contar y abrió su boca.

— Eso no es tu asunto, bastardo — .

El de quirk explosivo caminó hacia la puerta, sin más palabras que decir estuvo a punto de dar un portazo.

Izuku tuvo otro dilema.

Bakugou y Uraraka... ¿tienen una relación?

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

¡Lo terminé gente! Espero que les haya gustado todos estos pequeños relatos Kacchako/Bakuraka.

Si les gusta el ship u otras de bnha les invito a pasarse por mi perfil.

Kacchako/Bakuraka: imágenes y más: el título lo dice todo.

Y otras más. No los obligo, sólo si quieren <3.