El beso con Mateo poco a poco subió de intensidad, yo me agarré por sus hombros y él bajó sus manos a mi trasero el cual levantó mientras apretaba y me hizo quedar sobre su regazo con mis rodillas en el suelo a sus lados, me sujetó las piernas y las apretó y acarició.

Metió su lengua en mi boca y yo lo acerqué más a mi. Nos separamos jadeando pero veía el deseo y lujuria en sus ojos y estaba segura de que yo estaba igual.

- Vamos a dentro - Murmuré en una exhalación.

Volví a besarlo antes de que hablara y sentí su suspiro perfectamente, él nos acomoda y como si no fuera nada me levantó, yo había agarrado el sobre y cuando llegamos a la cama yo lo dejé en la mesa de noche pero no sabía si quedó allí o había caído al suelo.

Mateo baja que besos a mi cuerpo y sentí sus manos tocando la piel desnuda de mi cintura y yo, por un momento me sobresalté y jadeé de una forma diferente... él me mira y se aparta.

- Lena... ¿Estás segura? - Pregunta.

Yo cubrí mis ojos con mis manos y suspiré.

- Quiero hacerlo... más que nada porque estoy segura que es contigo con quien quiero hacerlo... y también porque no quiero que mi padrastro me siga atormentando aún estando lejos de mi... -

Él se me queda mirando, lo sabía porque sentía su mirada sobre mi, pero luego agarra mis muñecas y besa mi frente.

- No apresures las cosas si no estás lista, no te fuerces -

Él se levanta y se estira relajado y suspira, yo me arrodillé en la cama juntando mis manos y agachando la mirada apenada.

- Entonces ¿Te gustaría ver una película? Escuché de una que es... - Él se gira hacia mi pero yo me levanté la camisa bajo su atenta mirada.

La lancé a sus pies y me sujeté un brazo sonrojada.

- Quiero hacerlo... estoy segura... -

Él me mira de arriba abajo y resopla.

- Qué remedio... - Levanta las manos y sonríe de lado, pero cuando abre los ojos y me mira... sentí una corriente pasando por mi cuerpo estremeciendome y erizandome por completo.

Sus ojos se oscurecieron y se acercó a mi, me tomó por la cintura con una mano y con la otra acarició mi mejilla, yo me estremecí al sentirlo cerca y tocándome cuando estaba semidesnuda frente a él.

- No te preocupes... prometo no lastimarte - Dijo y yo asentí.

- Confío en ti - Dije segura - Tienes experiencia ¿No? -

- No empieces - Dice riendo y tirándome a la cama sujetando mis muñecas a mis lados, yo igual me reí pero luego él sonríe de lado y se acerca a mi oído.

- Pero recuerda... mi parte gentil solo aparecerá esta vez porque es tu primera vez... la próxima no esperes que lo sea... -

Mordió mi oreja levemente y yo me estremecí una vez más, él baja y comienza a besar mi cuello y se desliza hasta el centro de mis pechos, yo me ericé y solté un jadeo. Su tacto era tan delicado... tan... tierno... que no tenía como pensar en Josh, porque ese idiota no se compara ni un poco a Mateo...

Acaricia mis muñecas mientras continúa besándome, pero luego siento una de sus manos agarrar mi brasier por detrás, tuve que arquearme para que pudiera llegar y luego sentí como este se aflojaba y Mateo me lo quita y lo lanza hacia atrás.

Se me queda viendo mientras que yo me avergüenzo bastante y luego me cubrí el rostro.

- N..No te quedes mirando... - Dije.

- ¿Por qué no? Si solo admiro lo hermosa que eres - Dice apartando mis manos y besando mi mejilla antes de bajar nuevamente, pero esta vez sentí su otra mano deslizarse por mi abdomen hasta adentrarse en mi short.

Me mordí el labio inferior con nerviosismo pero solté un jadeo cuando él presionó mi intimidad por sobre la tela de mis bragas, y a la vez se llevaba uno de mis pezones a la boca. Yo estaba tan sensible que cerré los ojos con fuerza y me estremecí.

- Nhg... -

Sus dedos se abren paso apartando mis bragas y me toca directamente comenzando a frotar, yo me sobresalté y sentí como mi cuerpo comenzaba a temblar levemente pero no por algún sentimiento de miedo... no es nada de eso.

- Mhg... M..Mateo... - Solté, él acelera los movimientos de sus dedos y succiona y muerde un poco mi pezón ocasionando que mi cuerpo se crispara.

Sentía mi intimidad mojándose cada vez más por Mateo, sus dedos se deslizaban muy fácil por aquella zona, pero luego, sentí como introducía una de sus dedos en mi y por la sensación de invasión en mi interior me arqueé y lo apreté.

- Relájate... estás muy apretada, apenas puedo mover mi dedo, hermosa - Murmura con la voz gruesa pero tenía una sonrisa de lujuria por su comentario.

Yo avergoncé por sus palabras pero él comenzó a embestirme con su dedo, yo comencé a sentirme extraña pero de una buena forma.

- ¡Mhm! Nhg... - Me mordí el dorso de mi mano ante estas sensaciones pero en un momento él se aparta, sentí como una extraña frustración y vacío cuando lo hizo.

Pero luego me quita el resto de mi ropa y vuelve a acomodarse de una mejor forma para esta vez meter dos dedos y yo me arqueé.

- ¿E..Es realmente n..necesario esto... ? - Murmuré.

- Si quieres que no te duela, si, es realmente necesario - Dice sonriendo - Y ya no cubras tu boca, Lena... quiero oírte -

Él se acerca a mi aún embistiéndome con sus dedos.

- Y más cuando esté dentro de ti como se debe... - Me sonrojé aún más y él ríe por aquello, vuelve a echarse para atrás y acelera los movimientos.

Sus dedos comenzaron a entrar en mi tan fácil, y él metió un tercer dedo pero este igual entró facil, sonríe pero no se detiene, aunque luego de un momento más yo sentí mi vientre bajo revolverse y como algo salía de mi y yo soltaba un gemido bastante fuerte.

- Eso bastará... - Dice sacando sus dedos, noté que estos estaban llenos de mis fluidos y yo sentía mi intimidad goteando.

Me dio tanta vergüenza... pero sentí como Mateo se movía y se cuando lo miré de reojo lo vi sin camisa y desabrochando su pantalón.

Abrí los ojos de par en par cuando sacó su miembro el cual ya estaba duro, me puse roja nuevamente pero no podía dejar de mirar como él se masturbaba para prepararse mientras que separa mis piernas y se coloca mejor en medio de estas.

- E..Espera no... tenemos... - Dije.

- No te preocupes, terminaré afuera - Dice y sentí como rozaba la punta de su miembro en mi entrada.

Me sobresalté y sentí mi cuerpo temblar cuando él comenzó a frotarse más directamente contra mi para asegurarse de que seguía mojada, y luego... lo sentí meter la punta un poco lento.

Cerré los ojos esperando sentir algo de dolor mientras él entraba pero en lugar de dolor, solo se sentía bien... Su miembro entró deslizándose en mi con facilidad y lo único que sentí fue un ligero ardor cuando entró completamente en mi. Al ver su tamaño creí seriamente que sentiría mucho dolor...

- Te lo dije... Prepararte con mis dedos hizo que no sintieras dolor - Dice al ver mi expresión, se inclinó hacia mi y me besó mientras agarraba mis piernas y las acomodaba.

Lo sentía dentro de mi y eso ocasionaba que mi cuerpo temblara y lo apretara, él soltó un gemido grueso que me hizo estremecer.

- Aún así estás apretada... - Murmura resoplando pero sonriendo. Él se acomodó con sus manos apoyadas a mis lados y comenzó a mover sus caderas.

- ¡Ah... Mhm... ! - Me agarré por sus hombros y apreté las mantas con mis pies.

Sus embestidas no fueron tan gentiles como había dicho... habia empezado con fuerza y rapidez, pero me gustaba.

Lo abracé escondiendo mi rostro en su hombro y sintiendo cada embestida llegar hasta lo profundo de mi, rasguñé su espalda. Él besa mi cuello y sostiene mi espalda con un brazo, e instintivamente enredé mis piernas en su cintura.

- ¡Ah... Mateo... ! - Dije sintiendo como llegaba a tocar un punto muy sensible en mi interior.

Lo golpeaba una y otra vez, mi interior se calentaba por sus movimientos y me sentía cada vez más húmeda.

- Mhm... Lena... - Murmura cada vez que lo apretaba.

Pero luego de un momento aumentó drásticamente la velocidad y dureza de sus embestidas, tanto que mi cuerpo era empujado hacia atrás una y otra vez, en ese momento yo no aguanté y me corrí de nuevo, pero él salió de mi y sentí algo llenar mi abdomen.

Ambos jadeamos y nos separamos, él me mira al rostro y acaricia mi mejilla antes de besarme, yo suspiré profundamente en el beso pero luego él me suelta y se levanta, yo creí que iba a dormir pero no, en realidad me cargó y me llevó hasta el baño.

- ¿Te duchas tú o lo hago yo? - Dice con una sonrisa pícara en cuanto me dejó en la bañera y encendió el agua.

- Creo que... nos duchamos juntos - Dije agarrándolo por sorpresa, él no se esperaba que dijera algo así pero no dijo nada en contra, simplemente se quitó la ropa que aún tenía puesta y se metió junto a mi.

Yo me apoyé en su pecho y cerré los ojos, estaba tan relajada que hasta podría quedarme dormida, Mateo me rodea con sus brazos y besa mi cabeza.

Ambos nos quedamos allí bastante tiempo pero no me había dado cuenta cuando me quedé dormida en su pecho.

Creo que este fue el mejor día de mi vida... y todo gracias a Mateo.