- Cariño... lo siento mucho - Mi madre me abraza pero yo no podía reaccionar.

Las chicas me quitaron el papel de las manos y lo leyeron confundidas y negándose a creer esto. Yo dejé caer mis brazos sobre mi regazo pero luego abracé a mi madre buscando consuelo.

- No entré... mamá, no entré - Repetía sintiéndome tan mal con la noticia y conmigo misma.

Me habían rechazado en la universidad de mis sueños...

- Habran más oportunidades... cariño... - Dice.

- Pero ir a esa universidad... era mi sueño desde que era niña... - Dije.

- Lo sé cariño... pero tranquila, hay más universidades, una de ellas aceptará el talento que tienes - Dijo.

- ¿Cuál talento? Si no me aceptaron en esta fue porque no tengo ninguno... - Mencione ya desesperada.

- Claro que tienes mucho talento cariño... -

No dije nada más, mamá se separa pero al instante fui rodeada por los brazos de Mateo quien me susurra al el oído para calmarme e intentar animarme.

***

***

- ¿Quieres algo cariño? - Pregunta mi mamá cuando llegamos a casa.

- Solo quiero dormir... - Dije suspirando y yendo a mi habitación.

Puedo caminar sola, me han puesto un yeso y un zapato especial para esto. Entré a mi habitación y cerré la puerta.

Me acosté en la cama y miré una y otra vez la carta de rechazo. No aguanté más y la rompí, abracé mi almohada y ahogué nuevamente el llanto. Había soñado con este momento toda mi vida... pero todo se fue a la mierda.

Pasaron las horas y yo había dejado de llorar antes, casi me había quedado dormida aún abrazando la almohada cuando escuché la puerta abrirse y cerrarse con llave. Miré hacia alli y estaba Josh con una expresión de pocos amigos.

- Así que tenías novio... -

Maldita sea...

- Supongo que tendré que enseñarte de una vez a quien le perteneces niña -

Me quise levantar pero corrió hasta mi agarrando mis muñecas y tirándome a la cama de nuevo, y queriendo romper mi ropa.

¡No puede estar pasándome esto... ! ¡¿Por qué?!

Narra Omnisciente

Lena comenzó a gritaba desesperadamente por ayuda a cualquiera que la pudiera escuchar. Todos aún estaban abajo sentados en la sala cabizbajos y en silencio, por lo que, los gritos de Lena fueron escuchados con claridad por todos ellos.

Todos se levantaron de golpe y extrañados, fueron a su habitación, e intentaron abrir la puerta pero al estar cerrada con llave no pudieron.

- ¿Lena? - Su madre estaba asustada y mos gritos de Lena se ahogaban por la mano de Josh que cubrió su boca.

Pero Lena muerde su mano haciendo que la quitara y gritó.

- ¡Mamá! -

- ¡Lena! ¡¿Que sucede?! - Pregunta desesperada e intentando abrir la puerta con fuerza. Todos estaba asustados y confundidos pero el único que comprendía bien la situación era Mateo, quien estaba más que furioso.

- Maldito hijo de perra - Dice Mateo dándose vuelta y yendo hacia la entrada de la casa, salió y corrió hacia el árbol que siempre escala para subir al balcón de Lena. Lo hizo con facilidad y entró en la habitación.

Mateo se acerca y Josh se detiene de estar intentando desnudar a Lena, lo mira molesto pero rápidamente recibe un golpe por parte de Mateo quien luego lo agarra por el cuello de la camisa y lo lanza hacia el otro lado de la habitación.

Josh se golpea contra la puerta de cristal y esta se rompe. Mateo se acerca a Lena quien intentaba cubrirse desesperada y casi sin poder respirar, estaba teniendo un ataque de pánico... Mateo la abraza rápidamente.

- Lena tranquila, estás bien, estoy aquí, mírame - Pide él agarrando su rostro delicadamente y haciendo que lo viera antes de besarla con dulzura, eso pareció funcionar ya que Lena pronto se calmó y le correspondió - Está bien... estás bien... - Murmura contra sus labios, ella se esconde en su pecho y él vuelve a cubrirla con sus brazos.

Pero en ese momento todos entran a la habitación luego de conseguir abrir la puerta.

- ¡Lena! - Sus amigas y su madre corren para socorrerla.

Mateo la cubre con la manta y las demás la abrazan. Sarah llama a la policía rápidamente y luego la abraza.

Los chicos mientras tanto se colocan frente a ella para protegerla del depravado que se estaba levantando.

Mateo, enojado, va hacia él y se coloca frente a todos, pero Josh, también molesto, se lanza hacia Mateo aunque estuviera mareado. Mateo se hace a un lado y lo agarra por el cuello antes de lanzarlo de nuevo al frente y tirarlo al suelo.

Mateo se queda en su lugar apretando sus puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

Pero algo que ninguno sabía... era del arma que llevaba Josh en su pantalón.

- Esto te enseñará a no meterte donde no te incumbe, niño... - Dice Josh riendo, nadie comprendió hasta que él sacó la pistola y disparó antes de que alguien pudiera mover un dedo.

- ¡Mateo! - El grito desgarrador de Lena hace eco en la habitación.

Todos miran desconcertados y asustados como Mateo cae al suelo arrodillando una pierna y apoyando una mano en el suelo mientras se sujeta el estómago y escupiendo bastante de sangre.

Las sirenas de los autos de la policía comenzaron a escucharse en ese momento, pero nadie pudo decir nada ante la escena...