- Lena... -

Quité rápidamente mi mano y me cubrí con el abrigo nuevamente.

- Ya déjame, Mateo... - Dije - ¿Sabes algo? Haznos un favor y desaparece de mi vida, eso será lo mejor para los dos -

- No, tal vez tú creas eso pero te aseguro que nos será lo mejor para los dos - Respondió - Porque... - Se queda callado pero con las ganas de continuar.

- ¿Por que... ? - Lo incité para que continúe.

- Porque yo... - Se vuelve a quedar callado, suspira frustrado y mira el suelo.

- ¿Ves? No hay nada que impida evitarnos el uno al otro - Dije.

Él se queda mirándome y yo sentía un nudo en mi garganta, quería alejarme de él, no quería que se metiera en esto, puede que a él no le importe lo que pueda pasarle pero a mi si. Aunque me cueste admitirlo en voz alta, me importa, no quiero que ocurra algo por mi culpa...

Retomé mi camino hasta mi casa dejando a Mateo allí atrás, esta vez no volvió a seguirme.

Llegué a casa y escuché lo peor que una hija puede escuchar de su madre...

- Oh Josh~... -

¡¿Por qué no tardé en llegar?! Que asco...

Fui a mi habitación rápidamente y cerré la puerta con llave, me puse mis audífonos y puse la música a todo volumen para no escuchar eso...

Intenté dormir también, pero luego de mucho tiempo de no lo conseguirlo fui a comer algo, aunque en ese momento mi madre salió de su habitación a la par que yo y al verme empalideció.

- Oh Hija, ¿C..Cuándo llegaste? - Preguntó.

- Recién - Respondí.

- Esta bien - Dice suspirando y volvió a entrar en su habitación.

Yo fui a la cocina y me preparé mi cena para luego subir de nuevo a mi habitación y comer en el balcón.

Veía las estrellas mientras comía en la silenciosa noche. Esto era muy tranquilo para mi y me gustaba... al menos algo de tranquilidad podía tener de vez en cuando...

Al terminar de comer, dejé mi plato en mi mesa de noche para llevarlo mañana y me acosté en mi cama donde por fin pude dormir.

***

***

En la mañana ayudaba a mi mamá a preparar el desayuno, y si que me estaba tentando a ponerle un poco de veneno al desayuno de Josh... pero no tenía veneno, por desgracia...

- Oye hija - Me llama mi mamá.

- ¿Mm? -

- ¿Qué pasó con ese chico lindo? Am... Mateo - Dijo y yo me tensé.

- Nada - Respondí.

- ¿Por qué ya no aparece por aquí? - Preguntó - Nunca traes a nadie - Agregó.

- Porque no - Respondí simple.

- Tienes que traerlo alguna vez para que Josh lo conozca, se llevarían bien -

Si con bien te refieres a que Josh lo matará de alguna u otra forma, aunque sea frente a tí... pues si... si, se llevarán bien, claro.

- Él no puede, está muy ocupado ž Respondí.

- ¿Quién está muy ocupado? - Josh entra a la cocina.

- Un amigo de Lena - Dice mi mamá antes que yo responda. Josh me mira enarcando una ceja y yo me sentí asustada, mis manos comenzaron a temblar y sentía el sudor frío bajando por mi frente.

- ¿Y quién es ese amigo? - Preguntó.

- Nadie, porque ya no es mi amigo - Dije.

- ¿Qué, desde cuándo? - Pregunta mi madre.

- Me tengo que ir - Dije agarrando mi bolso y mis muletas para luego irme rápidamente, pero al pasar por el lado de Josh, este me sujeta disimuladamente.

- Hablaremos después - Susurró entre dientes, sabía que estaba molesto.

El miedo aumentó y lo único que pude hacer fue asentir levemente, él solo me soltó y me fui rápidamente.

Llegué al instituto y todo fue como siempre, no hubo nada nuevo.

¡Agh! Ya quiero que todo esto termine.