Capítulo 12

Clemont y Bonnie felicitaron al entrenador, sin embargo, este sólo veía a Serena con una sonrisa y viceversa, Serena veía a Ash con una sonrisa.

-¿Qué se traen estos dos?- susurró la pequeña Bonnie a su hermano

-Luego te explico.- contestó el rubio haciendo una mirada pícara

-Felicidades, lo lograste.- habló Serena interrumpiendo su guerra de miradas.

-Era obvio.- respondió el azabache.

Clemont propusó celebrar la victoria de Ash con una rica comida en un restaurant. El resto del grupo aceptó y fueron a comer.

Al terminar de comer, regresaron al centro Pokemon para, finalmente, poder tomar un merecido descanso.

-Ya deberíamor ir a dormir.- propusó Clemont.

Ash y Bonnie asintieron, sin embargo, la pelimiel se sentía confundida. Quería aclarar unas cosas con Ash.

-Antes de dormir, ¿puedo hablar un momento contigo, Ash?- preguntó con una iluminada sonrisa.

-Eh... está bien.- respondió extrañado.

Los rubios entendieron la situación, por lo que decidieron salir del cuarto para darles algo de privacidad.

-¿Pasa algo?- preguntó el azabache mientras se sentaba en una de las camas.

-¿¡Qué si pasa algo!? Primero tratas de besarme y ahora actúas como si nada hubiera pasado.- la pelimiel se sentó a su lado y dio un leve suspiro.- ¿Qué signífica?

-No te quedó claro, ¿verdad?- el azabache, inconscientemente, acercaba su cara hacia la de su compañera.

-No...- la chica estaba haciendo lo mismo que Ash.

-Tú me gustas...- confesó el azabache totalmente decidido.

Sin darse cuenta, las caras de ambos jóvenes estaban casi juntas, podían oír la respiración del otro.

-¿Te gusto?- preguntó la perfourmer en un tono... se podría decir... ¿seductor?

El pelinegro finalmente se decidió. Delicadamente, con su mano derecha levantó el mentón de Serena para mirar sus hermosos ojos que parecían unos bellos diamantes. Tras unos segundos de estar viendo, para él, los ojos más hermosos, pegó sus labios con los de la pelimiel. Finalmente estaba ocurriendo, aunque no quisieran demostrarlo, ambos estaban disfrutando ese mágico beso. Después de todo, sus sentimientos correspondían.

Ambos jóvenes estaban muy nerviosos, ni uno de los dos había besado a alguien antes y temían no estar haciéndolo bien. De un suave movimiento, ambos se separaron para poder tomar algo de oxígeno.

Los dos tenían el color rojo en sus caras. Parecían unas pelotas rojas pero ambos pensaban que su "pareja" se veía tierna en ese color.

-Se que te gustó.- rio el entrenador.

-Pues no besas mal. Ahora que me doy cuenta, t-tú ta-también me gustas.- confesó la pelimiel.

Ash se sorprendió. La chica dura y agresiva que había conocido, ahora se había enamorado. Y lo que le sorprendía más... ¡se había enamorado de él! Para él era algo increíble.

-Vaya vaya, la chica que dijo que nunca se enamoraría de un inmaduro como yo...- bromeó Ash, mientras un notorio sonrojo se apoderaba de él.

-Es que... ¡eres un inmaduro lindo!

Ash solo sonrió por tan tierno comentario viniendo de alguien como Serena.

-Por cierto, mañana vendrás conmigo a comprar ropa para mi performance.

-Está bien. Creo que deberíamos dormir ya.- Ash fue a la puerta para avisar que ya podían pasar.- ¡CHICOS! ¡YA PUEDEN VENIR!

Rápidamente, un par de rubio cruzó la puerta del cuarto donde se encontraban Ash y Serena pero Ash al notar una gran sonrisa en ambos, se puso un poco nervioso.

-¿Por qué esa sonrisa?- preguntó Serena.

-¡Clemont ya me dijo todo!- respondió la rubia pequeña.

-Lo siento chicos, no pude evitarlo jeje.

-¡Ash y Serena se aman, se quieren, se besan!- cantaba la niña.

Ash y Serena no pudieron evitar sonrojarse, lo que cantaba Bonnie era cierto, excepto lo de amarse. Tal vez era muy pronto para decir que se amaban, sin embargo, era cierto que se querían y tampoco era mentira que se habían besado. Ahí la causa de su sonrojo.

Los amigos de Bonnie ignoraron sus cantos y se dispusieron a dormir.

La noche transcurrió demasiado rápido aunque también afectó que cuando durmieron ya eran las diez y media de la noche.

-¡Buenos días!- despertó energética una pelimiel.

-Buenos días.- fue Ash quien saludó.

Posteriormente, también despertaron Clemont y Bonnie con la misma energía que la de Serena.

Tras ducharse y alimentarse, el grupo se puso a platicar para concordar que harían.

-Ash vendrá conmigo.- avisó Serena posesivamente.

-Pues supongo que sí.- contestó Ash riendo un poco.

Los dos hermanos rieron entre si al ver que Serena quería que Ash estuviera con ella.

-Está bien. ¡Sólo porque son novios!- dijo Bonnie causando las risas de su hermano.

-Hay Bonnie, que cosas dices jeje. ¡Nos vemos luego!- Clemont y Bonnie salieron del centro Pokemon, dejando a la pareja aún no oficial sola.

-¿Nos vamos ya?- preguntó la pelimiel.

-¡Sí!

Los dos amigos salieron del centro Pokemon en dirección a un pequeño centro comercial que había en la ciudad. Ambos, trataban de disimular su nerviosismo. Aunque no lo pareciera, los dos estaban sumamente nerviosos. No era lo mismo estar con los hermanos a estar ellos dos sólos. Por su parte, Ash quería tomar la pequeña mano de Serena y esta quería enredar su brazo con el del entrenador, sin embargo, ambos sabían que era muy pronto.

-¡Ahí está!- señaló Serena.- ¡Vamos!

La pelimiel, impulsivamente, agarró la mano de Ash y corrió hacia las distintas tiendas ropas de moda.

-¡Primero esa!- dijo Serena totalmente emocionada.

La chica finalmente dejo libre a Ash y entraron a la tienda.

-¡Toda esta ropa!- Ash quedó asombrado ante la tremenda variedad de ropa.

-¡Vamos! ¡No finjas que no me quieres ver modelar!- dijo la chica llendo a la sección de ropa para mujer.

Ash dio un suspiro. El entrenador prosiguió a seguir a su compañera.

Serena empezó a probarse varios trajes mientras que la función de Ash era calificarlos.

Tras probarse una gran cantidad de trajes, finalmente decidió cuales comprar.

-¿Tú los vas a pagar?- preguntó el entrenador.

-Este... yo... no traje dinero jeje.- respondió la pelimiel.

-Está bien... yo los pagaré.- Ash de su bolsillo, sacó un billete para dasrselo a Serena.

La pelimiel agradeció el gesto tan caballeroso de Ash y prosiguió a pagar. Tras comer algo tranquilo, decidieron regresar al centro Pokemon a descansar.

-Ash, ¿puedo preguntarte algo?- la pelimiel repentinamente, empezó a ponerse nerviosa.

-Sí, ¿qué pasa?

-¿Cuándo me pediras que sea tu novia?- preguntó sonrojandose un poco.

Ash nunca se había preguntado eso. De hecho, ni siquiera sabe como tuvo el valor de besar y confesarsele a Serena. Aún no lo podía creer.

-No lo sé... todo llegará a su tiempo.- respondió un poco nervioso.

-¡Quiero que sea pronto!

-¡Que desesperada!- Ash le quitó el sombrero a Serena y de manera jugetona, le revolvió todo el cabello.

-¡Oye! ¡Me despeinas tonto!- la pelimiel haciendo un tierno puchero, se puso de nuevo su gorra.

Ash se quedó pensando un poco y tuvo el valor para tomarle la mano a Serena. Pareciera algo muy simple, pero para él era algo muy complicado.

Y así regresaron al centro Pokemon, tomados de la mano como una pareja que recién experimenta el amor. Aunque ellos no eran pareja, eran como los típicos adolescentes de la secundaria que les llamaban "quedando".

Al regresar, tuvieron que aguantarse las bromas de los hermanos rubios, que apesar de todo, les gustaba ver a Serena y Ash de esa manera.

Y nuevamente, transcurrió otro gran día. Donde ahora el grupo se enfocará en el próximo objetivo: la Master Class y la liga pokemon.

Bueno, espero les haya gustado este cap! No olviden votar y comentar, eso me motiva mucho!

Tampoco olviden pasarse por mi otra historia que estoy escribiendo con Josu347 y Ale_081015 (siganlos, ellos subiran las próximas temporadas ;) )

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