Capitulo 86

[Harry]

El camino no fue demasiado largo. Tuve que abrir las ventanas porque dentro del auto se sentía muy caliente. Fumé un cigarro, luego el segundo y un tercero antes de bajarme del automóvil.

Caminé hacia la negocio de mi madre y realmente me aseguré de no verla a la vista antes de entrar. Había un par de personas comprando cosas y Barbara estaba de cajera.

“Te ves como un desastre, Harry,” fue lo primero que dijo.

“¿Cómo me veo?” Pregunté confundido, mi rostro está normal ¿o no?

“Horrible y con muchas ojeras,” se giró hacia otro trabajador y le señaló a la caja. “Tengo té, vamos.”

“No me malinterpretes pero el té no suena como una buena idea,” dije mientras la seguía. “Un buen whiskey estaría bien.”

 Hay una habitación tras una puerta donde los trabajadores dejan sus pertenencias, está la pequeña oficina de mi madre y también este es un lugar para comer.

Tomé asiento y Barbara me entregó una taza de té.

“No encontrarás nada aquí, niñito alcohólico,” sonrió y se sentó. “Estoy impresionada que me hayas llamado, no has venido aquí en mucho tiempo.”

“No quiero venir aquí,” abracé mis piernas y apoyé mi barbilla en una de mis rodillas.

“¿Vamos a hablar de problemas familiares?” Ella me miró y yo negué con la cabeza.

“Probablemente mamá se enfadará conmigo porque mentí.”

“Bien, no es nada nuevo,” entrecerré los ojos hacia Barbara. “No actúes como si fueras inocente, ninguno de nosotros lo somos y no estoy aquí para decir: ‘Oh pobre Harry’ y tú sabes eso.”

Le doy un sorbo al té y desearía lanzar la taza porque necesito algo más fuerte.

“Tengo unos 15 minutos, ¿qué va mal, Harry?”

No quiero hablar pero tengo que hacerlo porque ya estoy aquí. Tragué saliva y miré al techo.

“Te dije que le mentí a mamá, le mentí sobre Lucy y sobre nosotros.”

“Lucy, Lucy, creo que tu madre ha hablado de ella,” Barbara agarró su taza de té. “Si vamos por partes nos tomará mucho tiempo y tengo que regresar al trabajo así que necesito que me digas todo.”

Apreté los labios en una fina línea y miré hacia otro lado.

“Puedes contarme, Harry, por eso estás aquí. No voy a juzgarte o contarle a tu madre, puedes confiar en mí,” ella habló y yo asentí.

“Le hice algo terrible a Lucy, no puedo decirte porque probablemente me lanzarías el té caliente. La cosa es que no debí hacerlo pero no tenía opción, fue horrible porque ella es la persona más buena que conozco. Creo que si la llamara ella me ayudaría aunque tenga sentimientos negativos por mí. Desearía que ella me odiara pero sé que no lo hace y eso no es bueno pero a veces me agrada porque siento que necesito hablar con ella,” susurré.

“Sigue.”

“¿Alguna vez te has sentido decepcionado de alguien más?” Barbara asintió. “Me siento decepcionado de mí mismo, me siento horrible. Últimamente me he dado cuenta que todo lo que he sido, todo lo que me ha gustado ya no es de mi agrado, ya no me causa ninguna emoción. Todo en lo que creía no es cierto y me hace sentir muy vacio,” me encogí de hombros.

“Puede suceder alguna veces, sigue.”

“Había una chica de la cual estaba muy enamorado, loco por ella pero se marchó y ahora que regresó nada es lo mismo. La miro y me cuestiono a mí mismo de mis decisiones. No siento nada por ella y desapareció tan pronto que me asusta,” apoyé la palma de mi mano sobre mi frente. “Emily no es lo que yo creí.”

“Sólo estás decepcionado, lo entiendo—“

“Pero sobre todas las cosas de mi vida, todo,” interrumpí. “Hoy vi a Lucy con Adam.”

“¿Quién es él?”

“Un amigo de ella pero yo sé que a él le gusta,” rodé los ojos. “Me desagrada y además Charlie estaba con ellos.”

“¿Enserio?” Yo asentí. “Entonces ella conoce a Gemma,” asentí otra vez. “Harry, ¿quieres hablar sobre chicas o tu vida o sobre todo?”

“Sobre todo.”

“Bien.  Hm, ¿puedes describirme a Emily? Tu madre ha hablado de ella también hace mucho tiempo.”

“Emily es rubia, alta, le gusta mucho el maquillaje y tiene un buen cuerpo. Tiene una banda y es divertida pero la mayoría de las veces detesto su carácter. Antes solía soportarla pero ahora no tengo paciencia y me pregunto cómo pude soportarla en el pasado.”

“Muy bien. Eh, ahora ¿podrías describir a Lucy?”

“Ahm, ella es de estatura baja, usa lentes, tiene grandes cejas pero me gustan, tiene muchas pecas por todo su rostro y bonitos ojos. Sus piernas están más delgadas ahora y no sé qué pensar al respecto y su cabello es castaño y muy largo, siempre está usando trenzas lo cual la hace lucir como una niña pero de cierta manera me he encariñado de su estilo. Honestamente al principio solía burlarme de ella pero ahora no veo imperfecciones en su manera de ser o de vestir,” suspiré. “¿Qué más puedo decir? Ella es sensible, tímida pero graciosa a veces, es  fiel, siempre estará ahí para ayudarte y también es inteligente como mi tonto primo Marcel… ¡Y sorpresa, esos dos son mejores amigos!” Barbara asintió y bebió más de su té. “Lucy golpeó un chico en el rostro, lo cual fue una de las cosas más graciosas que he visto en mi vida. Además es una chica muy valiente y como te dije Lucinda es la persona más buena que he conocido y estoy seguro que jamás podría encontrar a alguien como ella.”

“Entiendo que tengas tus propios problemas, es normal. Entiendo que son complicados principalmente en tu edad.”

“¡Exacto! Tengo 19 años y sé que mis padres saben que yo soy un completo fracaso.”

“Harry, no lo eres, sé que a veces tratas de acercarte a tu familia, no sé sobre tu padre pero te he visto con tu madre un par de veces,” fruncí el ceño. “No te sientas como un fracasado porque fallar es de humanos.”

“Lo que sea,” murmuré. “Y no hablo con mi padre, a veces lo ayudo con algunos papeles pero eso es todo.”

“La cosa es que…me estás contando estos problemas a mí y lo que tienes que hacer es empezar a enfrentarlos, hablarlos de a poco con las personas que necesites hablar o contigo mismo, ser más honesto contigo mismo. Tratar de pensar más y llegar al verdadero problema.”

“Pero te conté un poco de mis problemas, mi vida es un desastre ahora, Barbara. ¿Qué pasa si trato de hablar y no funciona?”

“Tienes que tratar aún más.”

“Pero es súper frustrante, tú no conoces a Lucy,” apoyé mis codos sobre la mesa.

“¿Y qué hay de Emily o de ti mismo?” Ella preguntó curiosa y yo sacudí la cabeza.

“No creo que lo demás sea realmente importante.”

“Niño, eres un desastre pero trata de pensar más y llegarás al verdadero problema, la respuesta quizás está en ti mismo,” ella dijo y esto es frustrante.  “Quizás si lo hablas con la persona que necesitas hablar o si piensas en la solución a tus propios problemas podrías arreglar el rompecabezas.”

“No debí hablar contigo,” me levanté del asiento.

“¿Por qué no? Porque no dije lo que querías escuchar, ¿cierto?” Barbara elevó su ceja.

“Probablemente.”

“¿Y qué quieres escuchar?” Me encogí de hombros y ella suspiró. “Estás muy perdido niñito, ni sabes lo que quieres a excepción del whiskey que mencionaste al principio de la conversación,” ella sonrió y yo traté de no hacerlo.

 “Lo que sea. Gracias Barbara pero ya no tengo tiempo para esto,” me crucé de brazos y caminé a la puerta.

“¡Espera, tengo algo más que decir!” Me giré a ella a regañadientes. “¿Tienes miedo de enamorarte?”

“No, es algo normal,” me encogí de hombros. “Pero pensé que estaba enamorado de Emily pero era todo una mentira, no fue real, no siento que fue real.”

Barbara asintió y sonrió. “No estaba hablando de Emily, hablaba de Lucy.”

“¿Qué?” Retrocedí un poco impactado por su respuesta.

Barbara se levantó de su asiento y caminó hacia mí.

“Siempre me he preguntado por qué los hombres son tan ciegos.”

“¡Barbara!” Fruncí el ceño cuando ella pellizcó mi trasero. La mujer se rió y abrió la puerta.

“Oh cariño, nada personal pero eres tan tonto a veces porque estás completamente enamorado de esa chica Lucy.”

+

 [Lucy]

“Bien, estos son los contenidos,” el profesor me entregó un papel y yo asentí. “Son contenidos básicos, sólo tienes que repasar y contestar sus dudas.”

“Está bien, sí,” respondí mientras leía la página.

“Son sólo 6 niños, no será difícil. Trata de mantener el orden y ser seria o si no ellos no te prestarán atención.

“Puedo hacer eso,” murmuré y doblé el papel.

“Gracias Lucinda, buena suerte. Si necesitas algo sabes dónde estoy.”

“Gracias, profesor,” me di vuelta e hice mi camino de vuelta a la sala. “Puedo hacerlo,” murmuré para mí misma.

Tengo que hacer clases para unos niños que necesitan ayuda en matemáticas. Lo acepté para estar más ocupada y pensar menos.  Enseñé a mis compañeros pero con niños las cosas son muy diferentes…sólo espero hacerlo bien.

Cuando regresé a la clase los niños ya están ahí y están rodeando el escritorio. Están riéndose y hablando.

“¡Quiero tocar el hámster!” Escuché un chillido.

“¡No, yo quiero tocarlo!”

“Hola,” hablé detrás de ellos y sólo dos me miraron y luego prestaron atención a Sherlock.

“¡¿Cuál es su nombre?!” Un niño moreno me preguntó.

“Sherlock.”

“¡¿Puedo tocarlo?!”

“¿¡Por qué está corriendo tanto!?”

“¿¡Por qué está aquí!?”

“¿¡Podemos jugar con él!?”

Ya me siento mareada de tantas preguntas.  Agarré la jaula antes de que uno de ellos lograra abrirla. Todos me miraron con caras tristes y yo sonreí.

“Tenemos clase, Sherlock está corriendo porque posiblemente esté estresado, está aquí conmigo y no podemos jugar con él ahora,” respondí todas sus preguntas y ellos me abuchearon al unísono. “Pueden verlo después.”

Los niños obedecieron e hicieron su camino a sus asientos. Dejé a Sherlock sobre el escritorio y el hámster siguió corriendo en su ruedita.

“Lo siento,” susurré.

Agarré una tiza y leí rápidamente la hoja. Miré a los niños y de pronto me sentí muy nerviosa.

“Mi nombre es Lucinda Fray y estoy aquí para ayudarlos con sus dudas. Vamos a ver un poco de fracciones y no teman preguntar, ¿sí?” Todos me miraron y nadie contestó.

Me di vuelta y escribí el título y una fracción de ejemplo.

“¿Alguien quiere decirme el significado de fracción?” Todos me miraron con semblantes serios y ninguno tenía intención de contestar. Quizás esto va a ser difícil. “Una fracción es dividir algo en partes, como una manzana.”

“¡Una pizza!”

“¡Un pastel!”

“Exacto, cuando los dividimos en partes,” asentí y dibujé una pizza y la partí en cuatro pedazos.

Iba a continuar con la clase pero alguien tocó la puerta.  Miré a los niños y los conté, los 6 están acá.

“¿Adelante?” Dije confundida.

La puerta se abrió y yo golpeé mi frente con la palma de mi mano, el sonido de la palmada fue ruidoso y escuché pequeñas risitas.

“Lo lamento, ¿qué pasa, niños?” Harry hizo el signo de paz con una de sus manos y caminó hacia mí. Yo retrocedí lo cual era muy ridículo.

“¡¿Qué estás haciendo aquí!?” Susurré una vez que estuvo frente mío.

Harry miró a los niños y luego a mí, se inclinó y sentí su aliento rozar mi oreja.

“Estoy aquí por Sherlock y también tengo una duda.”

“¿Có-cómo sabías que estaba aquí?” Pregunté confundida.

“Siempre voy a encontrarte,” me guiñó el ojo y se sentó en el asiento del escritorio. “Esperaré aquí.”

Me quité mi chaqueta  y la dejé sobre el escritorio, de pronto está demasiado caliente aquí adentro. Miré a los niños y sonreí pero todos ellos estaban mirando a Harry. Styles sacó un cuaderno de su mochila y uno de los niños levantó su mano.

“¿Él también va a enseñarnos?”

“¿Estás hablando conmigo?” Harry levantó una ceja y el niño moreno asintió. “No, no, yo apesto en matemáticas, ella es la genio.”

“Yo apesto también,” comentó otro niño.

“Sí, yo también,” dijo otro.

“No, basta, por favor, aquí nadie apesta ¿sí? Todos somos inteligentes, todos podemos hacerlo,” traté de recuperar la atención de los niños. “Bien, ¿entonces podemos volver al ejemplo de la pizza?”

A pesar de que Harry estaba aquí logré explicarles sobre fracciones. Fue difícil tener la atención de todos los chicos el tiempo completo. Estaba nerviosa porque no quería arruinar esto. Un par de veces mis ojos encontraron a Harry y él me estaba mirando como si también estuviera prestando atención a mi explicación. Tragué saliva cada vez que sus ojos se encontraban con los míos, froté mis manos contra mis vaqueros porque estaba sudando mucho. Detesto esto, detesto su presencia porque a pesar de todo este tiempo aún me hace sentir nerviosa.

Una vez que terminé la explicación escribí cuatro ejercicios en el pizarrón y les di unos 15 minutos para hacerlo. Ahora que los niños estaban ocupados debía volver a mi mesa, agarré una silla y me senté frente a Harry.

“Una manzana para la maestra, Lucy,” él señaló la fruta roja en el escritorio.

Miré la manzana sorprendida por su gesto y traté de relajar mis músculos.

“Gracias,” sonreí.

“¿Por qué estás tan nerviosa?” Él preguntó.

“¿Cómo lo sabes?”

“Hombros, la manera en que estás de pie y siempre estás frotando tus manos en tus jeans.”

“¿Soy tan obvia?” Suspiré. “Me siento como un personaje plano.”

“No lo eres,” él negó y yo me quedé mirando su rostro. “Creo que eres…que eres mucho más de lo que crees.”

“¿Estás tratando de hacerme sentir especial?” Rodé mis ojos.

“Decía la verdad, y en el hecho que estés nerviosa es adorable, al menos es eso lo que yo creo,” Styles respondió y sus ojos escanean mi rostro.

Pretenderé estar sorda y olvidar lo que él dijo.

“Estoy nerviosa porque son niños, pensé que no me prestarían atención y me lanzarían sus cuadernos y me abuchearían o algo por el estilo,” Harry sonrió y negó con la cabeza.

“Lo estás haciendo bien.”

“Gracias. Entonces, ¿cuál es tu duda?”

Harry entregó su cuaderno y señaló un ejercicio.  Agarré un lápiz que estaba en el escritorio e hice el ejercicio.

“Léelo y dime si lo entiendes ahora o no.”

“No es tan difícil como pensaba,” él comentó con sus ojos en el cuaderno. “Gracias, eres muy inteligente, Lucy,” dijo y me miró directamente a los ojos.

 “¿E-eso es todo?” Pregunté, me gusta resolver dudas y no quiero que Harry me siga mirando.

“Hm, tengo una pregunta más,” asentí. “¿Por qué vives en tanta paz?”

“¿Qué?” Bien, esto fue gran cambio de conversación.

“¿Por qué tu vida es tan tranquila?” Dejó el cuaderno sobre el escritorio y juntó sus manos.

“Nada interesante sucede en mi vida, Harry,” me encogí de hombros. Esa es la única razón.

“No, no es sólo eso,” él habló y yo miré a Sherlock porque sus ojos se estaban volviendo demasiados intensos. “Tú eres tranquila.”

“Creo que eso es algo que todos lo saben.”

“No, a lo que me refiero es que tú haces a las personas sentirse más tranquilas.”

“¿Por qué estás diciendo esto?”

“Porque estaba pensando en ti y olvidé el hecho de que tú me hacías sentir de esa manera,” lo miré sorprendida.

“¿Qué?” Estoy demasiado desconcertada como para realmente entender lo que me está diciendo.

“Me hacías sentir más tranquilo.”

“¿Eso es-es bueno?” Creo que estoy actuando como tonta por mis preguntas pero a Harry no pareció molestarle.

“Es increíble,” murmuró y mi corazón se detuvo. “Tú eres increíble.”

Pensé que debería decir gracias pero creo que mis cuerdas vocales ya no están funcionando.

“Lo echo de menos…, extraño sentirme de esa manera…contigo,” él contestó lentamente cada palabra  y yo sentí, en vez de mariposas, elefantes en mi estomago.

Abrí mi boca para tratar de decir “¿Conmigo?” pero creo que estoy a punto de colapsar.

¡Corre, corre!

Me levanté de la silla y apunté a los ejercicios. “¿To-todos han terminado?” Los chicos asintieron pero una chica levantó la mano.

“No pude hacer el número 4,” gracias a Dios que tiene una duda.

Expliqué el ejercicio y una vez que sus dudas están aclaradas sigo explicando otras cosas. En algún momento Harry se levantó y se marchó, no dijo adiós tampoco me miró. De alguna manera me sentí aliviada una vez que no está pero también tengo angustia por lo que él dijo. Me pregunto a  que se refería pero probablemente él quería decir exactamente lo que dijo. Si eso es cierto, ¿qué está tratando de hacer?

Una vez que los niños se marcharon me senté y miré a Sherlock, ni siquiera se llevó al pequeño hámster.

“Supongo que nos vamos a casa juntos,” le dije y el hámster se escondió en su propia casita.

Guardé mis pertenencias, agarré mi mochila y la jaula de Sherlock. Caminé a la salida del establecimiento, quería tomar el autobús y estar sola. Miré hacia abajo y sólo espero que ninguno de mis amigos me vea.

“¿Puedo hablar contigo, Lucy?” Casi me caí cuando Niall apareció de la nada.

“No, estoy ocupada,” seguí caminando y él me siguió.

“Es algo muy corto,” lo ignoré y seguí caminando. “Es sobre Harry, creo que deberías hablar con él.”

No respondí y sostuve la jaula de Sherlock contra mi estomago.

“Sé que nos odias pero si no aclaras las cosas jamás serás feliz.”

Me sorprende el pensamiento violento que saltó en mi mente, si la jaula estuviera vacía quizás golpearía a Niall con esto.

“Necesitábamos algo y estábamos dispuestos a hacerlo a cualquier precio, lamentablemente—“

“Detente, te entiendo,” gruñí y sólo dije esto porque no quiero escuchar más.

“No digo que no sea nuestra culpa pero—“

“¡Basta, Niall!” Me quejé y la parada de autobús no estaba tan lejos. “Necesitaban dinero y alguien les ofreció—“

“Taylor,” él corrigió y yo miré sus ojos azules.

Son todos unos idiotas y bastardos, Taylor fue lo suficientemente falso para hablarme cuando él también estaba involucrado. ¿Por qué les daría dinero tan fácilmente sólo para hacerme eso?  ¿Acaso quería algo para reírse?

“Pensé en decirlo pero Harry quería hacerlo pero—“

“Lo que sea,” murmuré y me detuve en la parada de autobús. “Por favor déjame en paz.”

“Sólo…habla con Harry, por favor,” quería gritarle que no pero bajé la vista a Sherlock y no respondí.

El tatuado rubio echó sus manos a los bolsillos e hizo su camino de vuelta hacia la escuela.

“Desearía ser un hámster, parece más fácil,” susurré con mi mejilla apoyada sobre la jaula de metal del pequeño hámster.

El próximo autobús apareció a los 15 minutos, me subí y decidí ir al centro con Sherlock.  Su jaula es espaciosa y creo que un juguete sería genial.

Nos bajamos luego de unos 20 minutos de estar sentados y aburridos. Sostuve la jaula de Sherlock y caminé por un par de calles antes de encontrar un lugar para comprar cosas para mascotas.

Le mostré la jaula a la vendedora y ella me ayudó a elegir un tubo para Sherlock. Lo pagué y ella lo instaló. Sherlock se metió en el tubo y se quedó ahí.

“¿Es seguro?” Pregunté a la vendedora y ella asintió. “Gracias, adiós.”

Observé su jaula mientras caminaba, él seguía en el tubo. Mi dedo golpeó suavemente el juguete y Sherlock se movió. Bien, al menos no está estancado ahí adentro.

Caminé dando muchas vueltas alrededor de las calles, quería tener la mente en blanco pero siempre encuentro una manera de pensar. Lo peor es que no puedo quitarme las palabras de Harry de la cabeza pero tengo que hacerlo porque sé que no tienen un significado.

Por un momento pienso en ir a su casa para dejar a Sherlock pero cambié de idea y decidí llevar el hámster conmigo.

Tomé otro autobús y casi caigo dormida en el camino a casa. Una vez que estoy abajo camino hacia mi destino.  Ya estoy cansada y mi espalda está un poco adolorida por el peso de mi mochila.

La casa está oscura y vacía y no es ninguna sorpresa.  Bebí un vaso de agua y subí las escaleras junto a Sherlock.  Dejé la jaula sobre mi cama y decidí tomarle una fotografía.  Lo pondré de mi foto de perfil porque prefiero que aparezca un hámster que yo.

No quería tomar la foto con mi celular porque quiero algo de mejor calidad. Busqué la cámara fotográfica en la habitación de mi madre pero no pude encontrarlo. Revisé cada rincón pero no hay nada. No sé si Madison está aquí pero podría preguntarle.

Toqué la puerta de su habitación pero nadie contestó. Bien, no está aquí, no creo que se entere si reviso su habitación sólo por esta vez. Abrí un poco la puerta pero alguien lanza algo y tengo que cerrarla. Parece que Madison en verdad está aquí.

“¡Vete!” Escuché su voz pero algo iba mal, esta no era su voz común.

“¿Estás bien?” Pregunté desde afuera, quería volver a abrir la puerta pero temía que me lanzara algo.

Madison no contestó y empecé a preocuparme. Ella nunca llora, nunca está triste y tampoco nunca está en casa. Estas son malas señales y además está aquí y sin amigas. Sé que fue cruel conmigo y que no ha pedido perdón pero sería muy malvado de mi parte dejarla sola. Sé que no quiere mi ayuda pero a veces tienes que tratar.

“¡Por favor no me lances nada!” Avisé antes de abrir la puerta.

Ningún objeto cayó sobre mí y eso fue un alivio, sin embargo la habitación de Madison no está en buenas condiciones. Todas sus cosas, cuadernos, ropa, lápices, zapatos, todo estaba en el suelo como si un huracán hubiese pasado por aquí. Madison está sentada en su cama y puedo ver que está llorando. Quizás discutió con Mike.

“Hola,” murmuré y ella no contestó. “¿Qué…qué sucedió?” Negó con la cabeza y miró a otro lado. “¿Necesitas agua?”

“Me robaron algo.”

“Espera, ¿robaron la casa?” Pregunté preocupada.

“Sólo a mí.”

“¿Era muy valioso?” Me senté en la esquina de la cama.

“Sí.”

“Espera ¿y cómo? ¿Y qué es?”

“No puedo decirte.”

“Madison, es importante—“

“No puedo decirte,” repitió con mandíbula tensa.

“¿Sabes quién lo hizo o por qué?”  No contestó y más lágrimas empezaron a correr por su rostro. “Madison, esto es serio, ¿quién hizo esto? Si lo sabes tenemos que hacer algo al respecto.”

“No-no puedo.”

“¿Por qué? Por favor, dímelo, puedo ayudarte.”

“No puedes.”

“Puedo tratar,” presioné y quiero hacerlo.

“Probablemente lo conozcas, fue…fue Taylor.”

“¿Qué?” Murmuré desconcertada. “Lo-lo conozco pero ¿por qué?”

“Fue él,” es lo único que ella dijo sin responder mi pregunta.

Justo cuando me entero que él es la causa inicial de mis problemas ahora descubro que está atormentando mi hermanastra. Quizás ella cometió un error pero robar algo es grave, es serio.

“Tenemos que hacer algo, hablar con él.”

“No, él es…él es…, sólo no puedo hacerlo.”

De pronto me enfada su actitud, su manera de no enfrentarse al problema y esconderse en su habitación. Este hombre la está lastimando y ella sólo va a quedarse aquí. No puedo permitirlo, por mí misma y por todo lo que ha sucedido yo no puedo permitir que esto suceda. No soy la gran cosa, no puedo causar gran problema y ciertamente no soy tan buena defendiéndome a mí misma pero necesito hacerlo por mí y por ella y quizás por cualquier chica que ha sido lastimada de alguna manera por quien sea. El sentimiento sólo saltó en mí, es raro pero se expande por mis venas y corazón y me siento furiosa, completamente furiosa. Pero lo más importante es que no estoy asustada. 

Sé que Harry y Eric me dijeron que era peligroso pero honestamente no podría importarme menos. Por primera vez no es importante mi seguridad sino más bien un pensamiento tan fuerte como es la defensa de uno mismo.

Por un momento mi cerebro me muestra una imagen de Taylor riéndose de mí porque él empezó todo esto y probablemente sin razón, tiene que ser así porque jamás lo había visto en mi vida. La imagen de él riéndose de mí se siente como si todos estuvieran haciéndolo. Apenas lo conozco pero ha causado un gran daño, no sólo en mí pero también en Madison. 

“Bien,” me levanté. “Quédate aquí y llora. Pensé…pensé que eras diferente, Madison.  ¿No quieres hacer nada al respecto? Bien pero entonces yo lo haré, yo iré a hablar con Taylor ahora mismo.”

No saquen conclusiones tan pronto????????? El capitulo no estuvo tan bueno (excepto por la parte de Harry y Barbara que me costó un montón escribirlo) pero creo que los próximos que están por venir serán más ¿intensos? 

(( Estaba leyendo algunos capitulos y la metamorfosis de Harry me impresiona :p ))

En fin, gracias por esperar, tengan un buen fin de semana xx pd: no lo he revisado por si hay algún error, es tarde y ZzZzZ

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top