Capitulo 85
[Lucy]
“¿Sherlock?” Pregunté confundida y miré al hámster y luego de vuelta a Harry. Grandes ojos verdes me están mirando y su expresión es una mezcla de sorpresa y preocupación.
“No sé de qué estás hablando,” él trató de agarrar el hámster pero yo lo esquivé.
“Este es mi hámster también,” retrocedí porque otra vez él estaba muy cerca. “¿Vas a decir algo?”
“No sé qué decir,” se encogió de hombros y yo miré las golondrinas pintadas bajo su clavícula.
“Harry, este es mi—“Me detengo cuando el hámster mordió mi mano. “¿Acaba de morderme?”
“Él siempre hace eso”, esta vez Harry agarró el animalito y Charlie trató de quitarme los lentes. “Creo que sería mejor si entraras.”
Charlie se movió inquieto entre mis brazos y yo lo devuelvo al suelo. El pequeño niño se metió corriendo dentro de la casa y mis ojos se encuentran con Harry. Estamos solos en la entrada de su casa, mis músculos están tensos porque él me sigue mirando. Últimamente yo siento que sus ojos siempre están perforándome, es muy intimidante.
“Puedes entrar si quieres,” repitió.
Su invitación es tentadora pero me pregunto si él está solo.
“Sólo soy yo y Charlie si eso es lo que te preguntas.”
¿Cómo lo supo?
“Bien,” murmuré y segundos después mi cuerpo está dentro de su cálido hogar.
Charlie está sentado en el sofá, tomé asiento junto a él y Harry caminó frente a nosotros. Me gustaría que él se pusiera una camisa o algo porque honestamente no puedo concentrarme con él sólo usando shorts amarillos.
“Volveré enseguida,” él dijo y corrió escaleras arriba.
Suspiré, soltando aire que no sabía que estaba reteniendo. Styles no tomó mucho tiempo y pronto regresó vestido con una camisa negra y con la jaula de Sherlock en sus manos.
Colocó la jaula en la mesita de café y se sentó en el sofá individual. Nos miramos el uno al otro de brazos cruzados y el único sonido entre nosotros es Charlie y sus juguetes. Me debatí en mi mente qué debería decir, vine por una razón y ahora me enteré de esta nueva sorpresa.
El silencio me estaba matando al igual que sus ojos.
“Harry, este hámster también es mío,” susurré. “¿Por qué lo ocultaste de mí?”
“¿Por qué lo olvidaste?” Él respondió con otra pregunta. Primero estaba sorprendida pero de pronto me siento un poco molesta.
“¿Enserio me preguntas eso?” Elevé mis cejas. “Estaba completamente devastada luego de lo qué hiciste, pensé en el hámster pero ya no quería verte más. Sé que lloraría como la chica estúpida que soy y no pude hacerlo. Después de eso seguía devastada por todo, lloré mucho, sufrí mucho y comí mucho helado y me encerré en mi casa. En alguna parte de ese camino olvidé a Sherlock porque las cosas malvadas que hiciste fueron más fuertes,” hablé, no con odio pero actué tranquilamente.
Esa fue una buena respuesta, no esperé eso.
Nos miramos el uno al otro y otra vez los juguetes de Charlie son todo lo que podemos escuchar. Sus hermosos ojos verdes me están perforando pero traté de mantener la mirada. No parece enfadado o indiferente, se ve más pensativo o nervioso o quizás… ¿herido?
“Me estás matando, Lucy…”
“Que bien,” murmuré.
“Sí, súper bien,” dijo con sarcasmo.
Suspiró y sus dedos se enredaron en su cabello. Frotó su mano contra su frente y volvió a mirarme.
“Si me dejas explicar, si tan sólo pudiéramos conversar,” Harry habló rascándose la nuca.
“¿Explicar qué? No hay nada más,” respondí.
“Deberíamos hablar, sería bueno para nosotros.”
“¿Hablar?” Él asintió. ¿Hablar sobre qué? No hay nada más entre yo y Harry. “¿Por qué no me lo recordaste?” Pregunté con los ojos sobre la jaula.
“No lo sé,” él se encogió de hombros y no aceptaré esa respuesta tan vaga.
“Debe haber una razón,” presioné.
“Amo ese hámster, Sherlock significa mucho para mí,” contestó y está siendo honesto y lo sé por la mirada en sus ojos.
No estaba esperando esa clase de respuesta, por supuesto que no tenía idea que Harry le tiene mucho cariño al pequeño hámster. Mi posición se suavizó y decidí pensar en el hámster.
“Eso es tierno, veo que lo has cuidado bien, Harry.”
“Él es como nuestro hijo.”
“¿Es?”
Harry asintió. “Sí, ¿por qué no?”
Suspiré y miré a Charlie. Las cosas están siendo tan difíciles y siempre hay algo que me une a Harry.
“Podemos compartirlo,” escuché su ronca voz y mis ojos se encontraron con su hermoso rostro. “Podemos compartir a Sherlock.”
“¿Enserio?”
“Por supuesto.”
“Gracias,” es lo único que vino a mi mente. “¿Puedo tocarlo?”
Él sonrió y mi corazón se derritió. “Lucy, Sherlock también es tuyo.”
Abrí su jaula, agarré a Sherlock y acaricié su pelaje. Está más grande y gordito y es tan tierno. Apenas lo recuerdo pero me hace tan feliz verlo ahora. No puedo creer que lo haya olvidado pero la única razón que tengo es porque mi mente estaba llena de otras cosas más.
“Él es tan tierno.”
“Lo sé,” Harry se sentó al lado de Charlie y su cercanía me hace sentir nerviosa.
Sentí los pequeños dientes de Sherlock mordiendo mi mano y solté un quejido. Harry sonrió mirando al hámster y luego a mí. Se ve…¿feliz?, quizás encantado de que yo esté con Sherlock.
Recordé que antes de que todo sucediera lo compartimos por un par de semanas. También recordé el momento cuando lo compramos y una pregunta saltó en mi cabeza.
“¿Realmente lo compraste para mí, Harry?”
Mi pregunta lo tomó por sorpresa pero luego de unos segundos él finalmente asintió.
“Sí, lo hice por ti.”
“¿Por mí?” Solté impresionada por sus palabras. ¿Escuché bien?
“Sí, estaba en tu lista.”
“¿Mi-mi lista? ¿Lo recuerdas?”
“Sí, lo hago, está como atascado en mi cabeza.”
“¿Mi lista?” Pregunté otra vez porque han pasado meses, ¿cómo puede recordarlo?
“Sí, tú querías un animal y compré un hámster porque pensé que sería fácil para nosotros cuidarlo.”
“Sí, quería un animal.”
“Era lo más fácil porque las otras cosas eran más complicadas. Fuiste a Comic-con con Marcel y querías nadar con los delfines, lo cual era imposible para mí en ese momento.”
“Lo recuerdas…,” susurré y las memorias me hacen sentir tan triste de pronto.
“Sí, lo hago, pero Lucy, apuesto a que tú también recuerdas cosas sobre mí,” dijo mientras acariciaba el cabello de Charlie.
Me pilló con la guardia baja. Me tomé unos segundos para recordar unos pocos detalles sobre Harry y respondí las primeras cosas que vinieron a mi mente.
“Ahm, te gusta comer helado cuando llueve al igual que yo, fumas cigarrillos cuando estás estresado y la cerveza es tu favorita. Tu planeta favorito es Júpiter y te gustaba mirar las estrellas cuando eras pequeño. Oh y una cosa más, te gusta acurrucarte cuando duermes.”
“¡Sí! Lo recuerdas, wow. ¿Cómo sabes que me gusta acurrucarme? Dormimos juntos muy pocas veces.”
“Las pocas veces que lo hicimos siempre te acurrucabas, no fue difícil adivinar.”
“Sí, me encanta,” Charlie lanzó un juguete al suelo y Harry lo recogió. “Eras muy cálida y acogedora, por eso me gustaba.”
La temperatura de mi cuerpo se elevó repentinamente y me sentí muy pequeña frente a su confesión. Él nunca había dicho algo así antes.
“¿Cálida y acogedora?” Repetí, es difícil de creer.
“Sí y siempre hueles bien como a frutilla o algo así.”
Nadie jamás había comentado sobre mi olor.
“Eh, um, ¿te gustaba?” Pregunté sin mirarlo.
“Sí, me gusta, si me dejas olerte seguro estoy correcto.”
Mis mejillas no podrían estar más ruborizadas. Tiré mis mechones rebeldes tras la oreja y bajé la vista a Sherlock.
Harry dijo “me gusta”, él está usando las palabras en tiempo presente… ¿lo dirá enserio?
“¿Recuerdas algo sobre mí?” Solté de pronto, dejándome ir por la extraña atmósfera que se ha creado entre nosotros.
“Te gusta comer helado cuando llueve al igual que yo. Quieres nadar con los delfines, no tienes un helado favorito porque siempre te gusta mezclar y probar nuevas combinaciones. Eres una persona buena pero no crees en ti misma—“
“Eso no es algo sobre mí, es algo que tú opinas,” lo interrumpí pero no debí hacerlo.
“Bien, lo siento. Hm, te gusta la playa y andar en bicicleta. Te encanta Londres y la nieve y la lluvia. Eres súper buena para el póker y ¡Hey, a ti también te gusta acurrucarte!” Él sonrió al terminar la frase.
Traté de contener mi sonrisa y asentí. Él aprendió de mí, él sabe cosas sobre mí que otras personas no lo saben. Marcel, mi mejor amigo, jamás sabría que me gusta acurrucarme o jugar al póker.
“¿Cómo estás tan seguro que me gusta acurrucarme?” Me atreví a mirar sus ojos verdes.
“Lo hacías conmigo,” se encogió de hombros, “todo el tiempo.”
Sí, lo hacía.
“Me gustaba,” agregó.
No mientas, mi mente contestó.
Me di cuenta de que me estoy sintiendo completamente triste, esa no es la idea así que es mejor olvidar todo lo que hablamos hace unos segundos atrás. Dejé a Sherlock de vuelta en su jaula y luego crucé los brazos.
“Harry, vine aquí para hablar algo importante contigo.”
“Estoy escuchando,” me miró como si estuviera de veras curioso.
Junté mis manos sobre mi regazo y decidí finalmente hablar.
“Tu madre me llamó,” su expresión inmediatamente cambió.
“Mierda,” maldijo.
“Sí, te preguntaría por qué pero ya lo sé. ¿Por qué no le dijiste a tu madre de que nosotros ya no estamos juntos?”
Traté de pensar cuál sería la respuesta pero no tengo ni idea cuales podrían ser sus razones. Harry vaciló por unos segundos y como siempre esperar por sus respuestas son una eternidad.
“No quería hacerlo.”
“¿Por qué?” Pregunté antes de contener el aliento.
“Mamá te quiere. Sí, entiendo que ella no ha hablado contigo en meses y eso es mi culpa porque lo he estado evitando.”
“¿Por qué harías eso?”
No puedo entender por qué Harry crearía esta gran mentira para ocultar la verdad a su madre.
“No quería que supiera la verdad, la verdad siempre es cruel y mala.”
Levanté mis cejas, ¿eso es todo?
“Harry, no creo que decirle a tu madre que yo ya no era más tu novia hubiese sido gran cosa.”
“Lo sé pero estaba de alguna manera orgullosa y estaba feliz cada vez que le hablaba sobre ti.”
“¿Qué dijiste sobre mí?” Cuestioné curiosa.
“Las cosas que hacíamos, Gemma también estaba feliz y por primera vez en mucho tiempo sentí que hice algo bueno.”
“Pero todo era una mentira.”
“Lo sé,” suspiró. “Tú eras buena para mí.”
Tragué saliva y me urgieron las ganas de salir corriendo.
“No sé qué estás tratando de decir pero yo no iré y tú debes decir la verdad.”
“Pero la verdad—“
“Sé exactamente lo que la verdad significa, Harry,” suspiré cansada. “No tuviste problemas en decírmelo,” solté y mi voz es neutral, sin tristeza, sin rabia.
Más silencio, sin miradas y la atmósfera cambió otra vez.
“Creo que deberíamos ir por un café.”
Él es un desastre, no tiene sus ideas organizadas y yo no puedo comprenderlo aunque esté tratando.
“¿Por qué haríamos eso?”
“Así podemos hablar.”
“De ninguna manera,” negué con la cabeza. “No hay nada más.”
+
Estar en el colegio nunca me ha molestado hasta el día de hoy. Estaba tan enfadada y decepcionada que apenas fui capaz de comerme mi manzana. Hoy no era mi día. Cassie no está en la cafetería y extrañamente siento un cierto rechazo a conversar con Ryan y Mandy. No estaba celosa pero me molestaba verlos juntos.
Mandy ahora está sonriendo pero unos minutos atrás estaba seria al igual que Ryan y la mesa estaba .en completo silencio. Los miro y a veces pienso que su relación es falsa pero otras veces creo que tienen sus diferencias y problemas pero aún así deciden estar juntos. Si la última opción es cierta entonces encuentro que son muy tiernos y perseverantes. ¿Pero y si ellos están juntos porque no quieren estar solos? Podría ser cierto pero necesitaría más pruebas para comprobar mi hipótesis.
Pretendí leer un libro sólo así ellos no sabrían que los estaba espiando. A veces Ryan me mira y yo desvío la mirada. Estoy sentada con ellos pero honestamente pareciera que yo no existiera. No quiero ser mala pero no quiero formar parte de su conversación, en verdad no quiero hacer nada hoy. Este es la clase de día cuando quieres estar en tu cama viendo televisión y comiendo. Me gusta hacer eso los fines de semana, nunca sucede estos días pero es sólo una señal de que estoy triste.
No odio a Eric pero simplemente me siento muy decepcionada. Compartimos una clase juntos y hubo una actividad en pareja, yo no tenía compañero y él tampoco así que tuvimos que hacerlo juntos. Bromeó como siempre pero no me pareció gracioso porque eran bromas pesadas sobre nuestros compañeros y una vez mencionó a Marcel y realmente me enfadé. Sus bromas no eran tan malas cuando era mi amigo, quizás verdaderamente él es así. Traté de mantenerme neutral e hicimos la actividad, yo hice más que Eric pero sólo quería terminar así que decidí no decir nada al respecto.
Me molesta su actitud, me molesta el hecho que él dijo que yo le gustaba pero actúa de otra manera, quizás estaba mintiendo y yo le creí. Me enfadé más conmigo misma porque debo admitir que lo extraño como amigo, solíamos divertirnos bastante juntos.
Sacudí mi cabeza y cerré el libro. Tengo que parar de pensar en chicos, son innecesarios y lo único que hacen es confundirte, ignorarte o jugar contigo o lo que sea. Probablemente tenga que encerrarme en la pequeña casita que está en mi patio trasero con todas las cosas que me hacen la persona que verdaderamente soy y así olvidaría todo sobre ellos.
Cassie me llamó y me dijo que necesitaba mi ayuda con un ejercicio de geometría. Esa fue la perfecta excusa para marcharme de ahí. Me despedí de la pareja y caminé tranquilamente mirando el suelo.
Estaba casi llegando a la puerta, levanté la vista y había un obstáculo: Harry.
“Hm, ¿hola?” Él dijo con las manos en los bolsillos.
Aprecié por unos segundos su lindo rostro y luego fingí más interés por mis uñas. No quería mirar a Harry porque últimamente su mirada es intimidante.
“¿Qué tal? ¿Qué sucede?” Pregunté y pretendí interés por todo a mí alrededor excepto él. En verdad apestaba porque no sabía a dónde mirar.
“Sólo quería saber cómo está Sherlock.”
Sonreí y asentí. “Él está bien.”
Como mi plan de fingir interés por todo estaba resultando torpe decidí mirar mis pies.
“El corre mucho en esa ruedita.”
“Sí, constantemente está haciendo ejercicio.”
“Muerde bastante también,” agregué.
“Sí, es como un vampiro.”
Sólo me reí porque el comentario fue irrelevante y sin sentido.
“Lo traeré mañana. Oh y ¿tienes algún consejo cuando se trata de limpiar su jaula?”
“¡Sí! Tengo un montón de consejos, he aprendido mucho sobre los hámsters en la internet. Bueno, primero—“
“No importa, Harry. Hm, tengo que irme, adiós.”
Creo que escuché un ‘adiós’ pero no volví la mirada. Mi pregunta lo haría hablar más y pasar más tiempo juntos y honestamente es un no para mí. Tengo razones pero sólo 3 vinieron a mí mente, primero porque Harry es intimidante, segundo porque él aún recuerda cosas sobre mí y sabe que me gusta acurrucarme y eso es súper secreto ya que sólo me he acurrucado con él y un oso de peluche y tercero porque tenemos Sherlock y nos veremos más constantemente por el pequeño hámster, así que es mejor ahorrar tiempo y callar conversaciones innecesarias.
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{Harry}
Estaba viendo una maratón de Harry Potter en el TNT. Lancé unas palomitas a la boca y dejé el cuenco sobre mi estomago. Debería estar haciendo la tarea pero estoy pensando seriamente en quemarla o decir que Sherlock se la comió. Ninguna de las dos opciones es válida así que en algún momento tendré que hacer la puta tarea.
Mientras veo la película pienso que las tareas de Harry Potter son lejos mejores que la mierda que nos dan a nosotros. Comí más palomitas y olvidé traer algo para beber. Decidí quedarme con la boca seca porque estaba muy perezoso como para ir a la cocina.
Honestamente me estaba divirtiendo con la película hasta que de la nada Emily irrumpe en mi habitación. Ah mierda, ¿ahora qué?
“Hola,” ella dijo cerrando la puerta. “¡Tengo algo para ti!” La rubia sonrió y apoyó una mano en su bolso para ponerle énfasis a sus palabras.
“Emily, ahora no,” me senté en la cama cuando ella hizo lo mismo. “Estoy viendo Harry Potter.”
Ella miró la televisión y luego a mí con el ceño fruncido. Ignoró mi comentario y buscó algo en su bolso.
“Lo hice hace dos días atrás y están muy buenas,” sacó su pequeño estuche de maquillaje.
“¿Tu maquillaje?” Bromeé y ella sacó una pequeña bolsa de plástico.
“Pensé que sería bueno para nosotros hacerlo juntos, como los viejos tiempos,” abrió la bolsa de plástico y reconocí enseguida lo que estaba dentro de su interior.
“No.”
“¿Pero por qué?” Se quejó y estiró un pequeño papel de LSD. “Vamos, juntos como los viejos tiempos.”
“Emily, ya no hago eso, no más,” negué con la cabeza.
“Pero esto sería bueno para nosotros, lo hicimos un par de veces ¿y recuerdas cuanto nos divertimos?” Ella sonrió con esperanza en sus ojos azules. La miré un par de segundos y no sentí nada.
El rostro del que yo solía estar enamorado ahora no provoca ninguna sensación en mí. El ‘amor’ se acabó, desapareció tan rápido. Solía adorarla y hacer todo por ella pero ahora sólo creo que he perdido mi tiempo. Ella me hace sentir vacío, no, en verdad no debería culparla a ella. Yo me siento vacío y Emily no puede ayudarme, no con esa insoportable actitud. ¿Cómo aguanté su actitud? Oh sí, probablemente porque yo solía ser igual que ella. Maldita sea, era un pendejo insoportable.
“Lo siento pero es un no para mí, Emily.”
La expresión esperanzada de su rostro desapareció, frunció el ceño y guardó la droga en su bolso. Miró por unos segundos a su regazo, luego hundió su rostro en su bolso y gritó contra el material. Ella hace eso cuando está frustrada. No quiero que esté aquí pero permití que liberara sus sentimientos.
Paró de gritar y lanzó su bolso al suelo. Toda una mezcla de sentimientos se plasmaban en su rostro pero lo que más pude ver fue rabia.
“¿Qué va mal contigo?” Preguntó.
Me encogí de hombros y estiré el cuenco de palomitas hacia ella. Emily lanzó el cuenco hacia un lado y las palomitas volaron y aterrizaron por todas partes en el suelo.
“Gracias,” dije sarcásticamente.
“¡Mírate! ¡¿Qué va mal contigo?!” Demandó en un grito.
“Por favor, márchate,” me levanté y señalé con el dedo índice a la puerta.
“¡No, quiero respuestas!” Gritó, terca como siempre.
“Vete, ahora.”
“¡No, no, no!” Reclamó y también se puso de pie.
“¡Emily no es tan difícil de ver que yo ya no te quiero más!” Respondí elevando la voz. No grité porque no quiero gastar mis energías con ella.
“¿Por qué?” Preguntó. “¿Por qué no? No he hecho nada malo.”
“Porque ya no me siento como antes. Emily, la gente puede cambiar, ¿lo sabías?”
“¡No, tú no puedes hacerlo!” Gritó resignada a aceptar la verdad. “¡Eres un pedazo de mierda, un mentiroso!” Me empujó furiosa.
“Bien, ya basta, Emily,” agarré sus manos y ella pisó mi pie. “Mierda, basta. Realmente necesitas marcharte.”
“No lo haré, no tengo a nadie más que a ti.”
“No seas mentirosa,” sonreí con ironía.
“No estoy mintiendo.”
“Tienes un par de amigos, tienes tu madre y hermanas y apuesto que tienes Taylor si vas a tocar a su puerta,” Emily me dio una bofetada y mi mejilla picó por el suave dolor.
Estoy harto, necesito mi espacio. Agarré una chaqueta, las llaves y mi billetera.
“¿¡A dónde vas!?” Ella me siguió escaleras abajo.
“¡Lejos de ti!” Respondí.
Niall y Louis nos miraron a ambos desde el sofá pero ninguno dijo una sola palabra. Escuché la manera en que se rompió la lámpara y me giré hacia ella.
“¡Vas a pagar por eso!” Señalé la lámpara en el suelo y ella lanzó un viejo reloj que teníamos.
“¡Eso era mío!” Niall se quejó.
Abrí la puerta y ella me agarró del brazo.
“¡Déjame en paz!” Gruñí y me deshice de su agarre.
“¡Idiota, hijo de perra!” Me gritó mientras caminaba a mi coche.
Un objeto sólido golpeó mi cabeza y ella me lanzó su bota. Tiene buena puntería. Froté la zona lastimada y eso dolió.
No debería escaparme pero sé que ella no se marchará. Cerré la puerta y encendí el motor. Emily seguía gritando profanidades desde la entrada de la casa y sé que le gustaría que yo estuviera frente a ella gritándole de vuelta pero eso son los viejos tiempos. Me sentí mucho mejor una vez que estoy fuera de mi calle y lejos de la casa.
Encendí la radio y conduje por un par de calles hasta que me detuve debido a un semáforo. Observé mis manos sobre el volante y me percaté que no tenía a donde ir. Supongo que puedo conducir por unos minutos más y después pensar en un lugar donde quedarme por un par de horas.
Conduje sin dirección mirando alrededor pero no realmente prestando atención. En algún momento me distraje y frené agresivamente cuando me percaté que estaba en el principio de la calle de Lucy.
“¡Maldición!” Me quejé.
Quería retroceder el coche pero algo llamó mi atención. Lucy está en la calle, sé que está distante pero aún así puedo reconocer su cuerpo. Ella hizo una señal con sus manos mirando a su casa y puedo ver que está con un chico. No es Marcel, yo lo reconocería, y tampoco es Cameron. Por supuesto, ¿cómo podría olvidarlo? Adam.
Escuché una bocina y otro coche quería entrar a la calle. Estacioné el coche a varias casas de distancia pero aún así podía verlos. Un pequeño niño apareció en la escena y abrazó la pierna de Adam. Por un momento pensé que podría ser el hermanito de Adam pero reconocería ese cabello rubio y esa camiseta azul en todos lados. ¡Es Charlie! ¿Por qué está con Lucy en vez de estar conmigo? Detesto mi hermana.
Por un momento estuve a punto de salir del coche porque Charlie no puede abrazar al idiota de Adam pero aparecer de la nada ciertamente arruinaría el momento para ellos. No quería arruinar el momento para Lucinda. Lo único que yo haría sería molestarla, ya puedo imaginar su rostro si me viera aparecer y puedo imaginar la manera en que su sonrisa y toda su expresión desaparecen. Antes solía sonreír cada vez que me veía y creo que eso es lo que más duele.
“Maldición,” murmuré y ahora me doy cuenta cuanto duele no ver ni una sola sonrisa de Lucinda hacia mí.
Mi mirada se elevó hacia ellos y Lucy está colocando a Charlie en su triciclo azul. Mamá le regaló eso a Charlie y Gemma estaba muy sorprendida. Lucy también se montó a su bicicleta y dio vueltas alrededor de Charlie y él la persigue con la mirada. Adam se agachó frente a Charlie y tenía algo verde en su mano. Creo que es una hoja, Adam es un puto idiota. Charlie lanzó la hoja al suelo y yo me sentí muy orgulloso de él.
Lucinda se bajó de la bicicleta y creo que Adam está hablando con ella. Él beso su mejilla y yo toqué la bocina y me escondí rápidamente. ¿Cómo se atreve a besarle la mejilla en frente a Charlie? Él es muy pequeño para saber de esas cosas. La próxima vez me bajaré del coche e iré por Charlie.
Mientras Adam estaba con su bicicleta Lucy se sentó en la vacía calle y le entregó un juguete a Charlie. De alguna manera, sin Adam en la escena, yo sé que yo debería ser la tercera persona ahí. Yo debería estar allí y no Adam. Lucinda y yo con nuestras bicicletas y Charlie con sus juguetes y triciclo, sólo por un momento hasta que la verdadera realidad me abofetea en el rostro. Probablemente eso nunca sucedería porque soy el hijo de puta más grande del mundo.
Lucinda y Adam cambiaron de turno y ahora ella está dando una vuelta con su bicicleta. Su largo cabello se movió por el viento y su cuerpo se alejó de mi visión a medida que pedaleaba en dirección contraria a la mía.
Recuerdo que un día salimos con nuestras bicicletas, como una cita. Lo gracioso e inesperado fue el hecho de que me caí mientras trataba de impresionarla. Ni idea de cómo me caí pero estaba muy avergonzado. Pensé que Lucinda se reiría pero ella sólo se agachó y me preguntó si estaba bien. Estaba tan avergonzado y nervioso que hice un par de chistes, no fue un movimiento realmente inteligente para ser honesto. A pesar de mis estúpidos chistes Lucinda se rió y ese momento me di cuenta que me gustaba tanto su risa que no pude evitar sonreír. No sé por qué pero pensé que ella era el ser humano más adorable y amable que he conocido. Siempre supe que no habría otra persona como Lucinda.
Ella regresó con Adam y ambos se sentaron en la calle, charlaron mientras Lucy jugaba con Charlie. Miré a otro lado y apoyé mi frente contra el cristal de la ventana. El espacio a mí alrededor se sintió más pequeño y frío y hostil. Presioné mi frente más fuerte contra el cristal y siento…algo, me siento devastado y sin esperanzas. Y todo esto por una chica, por la culpa que no puedo olvidar, porque todo lo que yo alguna vez quise ya no representa interés alguno para mí. No persigo nada más excepto ella, de alguna manera siempre mi camino me trae de vuelta a Lucy pero realmente no importa porque se siente como si nosotros estuviésemos a millones de kilómetros de distancia.
Volví a mirarlos y ellos aún están conversando. No tengo que adivinar para saber que están felices y eso realmente me molesta. Lucinda y Adam están en paz y divirtiéndose mientras que yo vivo en el caos que es soportar a Emily y en lo perdido que me siento.
Ella rió y echó la cabeza hacia atrás. Fruncí el ceño y detesto que Adam sea el chico que la esté haciendo reír, él jamás me agradó. Me crucé de brazos y me quedé mirando a Lucinda desde la distancia. ¿Por qué creo que ella se está volviendo más feliz cuando yo me estoy volviendo completamente miserable?
Mi problema no sólo es Lucy sino que lo es todo, creo que estoy teniendo una crisis adolescente. Agarré mi teléfono y revisé mi lista de contactos, no sabía a quién llamar, no sabía a quién pedirle ayuda. Respiré profundamente mientras sentía que el coche se encogía aún más.
Quizás no sea la mejor idea pero llamar a Barbara podría ayudar. Ella trabaja con mi madre y a veces solíamos hablar. En verdad creo que llamarla es la peor idea pero ella es más vieja y es una mujer y debe tener conocimientos que podrían ayudarme. Por un momento pensé en llamar a Gemma pero tendría que evitar hablar de Lucy y necesitaba hablar sobre ella con alguien así que mi hermana no era una opción. También consideré a Angelina pero no sabía si a ella le gustaría escuchar mis problemas.
“Por favor contesta, por favor contesta,” repetí mientras esperaba a que contestara la llamada.
“¿Harry? ¿Qué sucedió, niño?” Barbara contestó curiosa.
“Barbara, te necesito,” dije y el auto era demasiado pequeño y yo me estaba sintiendo demasiado pequeño e insignificante.
“Harry, tengo 58 años no podemos estar juntos,” ella bromeó y me gustaría reír pero estoy empezando a sentirme desesperado.
Subí la vista a Lucy y Adam agarra su mano y la ayuda a levantarse. “Barbara, necesito consejos, ayuda.”
“¿Cómo una terapia?” Ella preguntó y yo asentí aunque ella no me estuviera viendo.
“Sí, ahora, yo-yo necesito hablar ahora,” cerré mis ojos sólo para no ver a Adam abrazar a Lucy.
“¿Estás bien? No te escuchas muy bien, Harry.”
“Podría ser en la panadería, ¿está mi madre ahí? Es que…hm, no quiero verla.”
“No, sólo estoy yo y otros compañeros de trabajos, puedes venir ahora.”
“Bien, gracias.”
“¿Puedo preguntarte qué sucedió?”
“Hm, muchas cosas.”
“¿Acaso esto envuelve a una chica?”
“No, quiero decir, algo así…en verdad, sí,” tomé una gran bocanada de aire y encendí el motor. Para mi buena suerte Lucy, Adam y Charlie ya no estaban en la calle.
“Preparé té, nos vemos.”
“Gracias,” colgué el teléfono y lo dejé en el asiento vacío a mi lado.
Necesitaba ayuda, necesitaba hablar sobre la vida, sobre lo desesperado y devastado que me estaba sintiendo y de alguna manera no quería admitirlo pero sabía bien en el fondo que todo esto se resume a una sola persona: Lucy.
¡Hola! Esto es lo que he escrito en mis tiempos libres y decidí subirlo ahora que tengo un pequeño receso, aunque ya me voy para seguir estudiando :(
Muchas gracias por su paciencia y apoyo. Las quiero a todas, muchos saludos y nos leemos el próximo fin de semana xx
pd: La foto en la multimedia es exactamente cómo me imagino a Lucy (la versión de Lily más joven) para que tengan una idea.
PD2: ¿Serie de televisión favorita? La mía es Sherlock, games of thrones, friends.
(Alguien ha visto breaking bad???)
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