Capitulo 131

HARRY

 


A veces pienso que soy un maldito adulto pero otras veces creo que soy un niño. Desde que me enteré de la noticia y de que yo soy el responsable de contarle a Lucinda que su mamá se ha escapado a quién sabe dónde he decidido comprarle un par de cosas. Le he comprado a Lucy un pequeño ramo de flores, helado, galletas con muchas chispas de chocolate y una revista de animales que tiene pingüinos en la portada. Lucinda ama los pingüinos. Al principio pensé que sería una gran idea pero ahora me parece un poco tonto.

"Maldición," murmuro y guardo todo lo que he comprado debajo del sofá. "Todo esto es tu culpa Sherlock."

Agarro una manta de la habitación y lo lanzo sobre el sofá. Enciendo la televisión y reviso mi celular. Escucho el sonido de las llaves, recojo la revista de animales y comienzo a leerla para actuar normal.

"Hola, Harry," subo la vista cuando escucho la voz de mi Lucy.

Parece cansada y su coleta está un poco desordenada. Deja el libro que está cargando sobre la mesa y su mochila en el suelo. Camina hacia mí y se sienta en mi regazo escondiendo su rostro en mi cuello.

"¿Cómo te fue?" Le pregunto deslizando un brazo alrededor de su cuerpo.

"Megan está súper triste, me siento mal por ella," se aparta y sonríe cuando ve la revista de animales. "Pingüinos, me encanta. ¿Qué haces leyendo esto, Harry?"

"Decidí que era momento de aprender a leer," respondo y ella sacude su cabeza. "Es para ti, en verdad."

"¿Sí? Gracias, novio."

Acaricio su cabello mientras pienso cómo puedo contarle lo que ha sucedido. Ella coge a Sherlock en sus manos y deja la revista abierta en su regazo. Parece muy tranquila y contenta. No quiero arruinar su día, me hace sentir pésimo tener que darle esta noticia.

"Me encantaría quedarme aquí contigo pero tengo mucho que estudiar," suspira y deja a Sherlock en su jaula. "No te he dicho pero...Emily ahora es parte de nuestro equipo."

"¿Qué?" Inquiero confundido.

"Sí. El profesor la incluyó. Tiene excelentes calificaciones."

"Si te molesta tienes que avisarme," frunzo el ceño.

"Puedo controlarlo. Tal vez se ha metido al equipo porque quiere participar."

"En ningún de estos años Emily ha querido meterse al equipo de física porque no es muy buena trabajando en equipo y realmente se cree muy buena. Me parece absurdo que quiera hacerlo ahora, simplemente no me da buen presentimiento."

"Tranquilo, estaré bien," dice antes de levantarse.

"Lucy, espera," cojo su mano para que no se vaya.

"¿Qué? Necesito preparar café y estudiar mucho," murmura y ahora suena angustiada. "He estado un poco perezosa y muy distraída," habla lo último con voz baja y avergonzada.

"No protestas cuando yo consumo todo tu tiempo, creo que te gusta bastante," sonrío un poco.

Lucinda me fulmina con la mirada con una pequeña sonrisa y se sienta a mi lado.

"¿Qué quieres decirme?"  

Entrelazo nuestros dedos y ella me observa atentamente. Detesto pensar en lo que va a suceder. No quiero imaginarme su rostro. Espero que no sufra tanto.

"Madison me llamó. Tu madre ha dejado a Mike," hablo lentamente. Bien, ahí va la primera bomba.

El semblante sereno de Lucy desaparece, ahora se ve más seria y decepcionada.

"Era...Era inevitable," murmura.

"La otra noticia es que...simplemente se marchó sin avisar, Madison y Mike no saben de su paradero."

"Oh."

Me destroza el corazón cómo su expresión va pasando por estados cada vez más negativos. La chica de cabello marrón aprieta los labios en una fina línea y se libera de mi agarre. De pronto se levanta del sofá y se abraza a sí misma.

"Tengo que...eh, tengo que estudiar."

Desaparece de la sala sin esperar respuesta de mi parte. La sigo hasta el dormitorio y está agarrando un par de cuadernos. Pasa a mi lado sin decir ni una sola palabra y deja los cuadernos sobre la mesa. Camina hacia la cocina y se dispone a preparar café. Me quedo en la entrada de la cocina y estoy completamente pasmado por su reacción. Pensé que lloraría.

"Lucy, puedes hablar conmigo."

"Lo sé."

Se queda mirando el hervidor con la taza en la mano. Puedo notar que está completamente anonada, triste y ausente. Creo que la noticia ha sido mucho para ella.

"Tengo galletas para ti," susurro.

"¿En serio? Eso sería genial."

Voy rápidamente a la sala de estar y cojo las galletas que están escondidas debajo del sofá. Veo el helado y no tengo que olvidar de guardarlo. Es mejor una sorpresa a la vez. Regreso a la cocina y Lucinda está preparando dos tazas. Saco un cuenco y coloco todas las galletas ahí.

Lucinda me entrega una taza y nos quedamos en completo silencio. Ella se bebe su taza y coge una galleta. No me mira, está haciendo todo de una manera robótica. Es como si hubiese activado el modo automático y su mente estuviese completamente desconectada. Espero y espero pero creo que será en vano.

"Estoy satisfecha. Estaba deliciosa la galleta, gracias," murmura antes de salir de la cocina.

"Lucinda una galleta no es nada," señalo con una mueca.

"No tengo hambre, tengo que estudiar," responde dejando la taza sobre la mesa.

"No, no tienes que estudiar. Has recibido una pésima noticia. Necesitas sentarte y hablar, yo estoy aquí para escucharte," espeto cruzándome de brazos.

"No hay nada de qué hablar. Mi mamá está en...en alguna parte y-y no le importo si no se habría comunicado conmigo. Eso es todo, no hay nada de qué hablar. Realmente necesito estudiar."

Fray se sienta, abre un libro y coge un lápiz para empezar a anotar. Me quedo de pie observándola enfadado. Supongo que esta es su horrible manera de manejar las cosas pero la entiendo. Tiene que ser difícil para ella principalmente sabiendo de qué tipo de familia viene y el tipo de persona que es Lucy.  Es muy dulce e ingenua, esto es un golpe muy bajo para ella.

Me quedo mirándola por unos minutos más pero ella se ve bastante concentrada leyendo y anotando un par de cosas en su cuaderno. Lanzo un largo suspiro y recojo lo que he traído. Dejo el helado en el refrigerador y luego me voy a la habitación con Sherlock.

+


Cuando despierto la habitación está a oscuras y la cama está vacía. Esta es la tercera noche en la cual despierto y Lucinda no está, las dos primeras veces la pillé sentada en el sofá sin hacer nada más que respirar. Me froto los ojos y me incorporo de la cama. El departamento está en silencio. La puerta del baño está cerrada pero la luz está encendida. Apoyo la oreja sobre la puerta, es apenas perceptible pero creo que está llorando. Por un momento pienso que debería darle su espacio pero no puedo dejarla sola.

Coloco la mano sobre la manilla y abro la puerta. Lucinda está de pijama y sentada en el frío suelo. Está llorando y tiene las manos en el estómago. Me pongo pálido enseguida.

"¿Estás embarazada?"

Niega con la cabeza y se limpia las lágrimas. Entro al baño y me agacho para cogerla en brazos. No protesta debido a mi asalto. La dejo sobre la cama y me siento frente a ella. Fray se cubre el rostro con las manos y yo me quedo en silencio mientras ella trata de controlar su llanto. Luego de unos minutos peina su cabello con los dedos sin mirarme a los ojos.

"Me siento...a-abandonada."

"Lucinda, no digas eso, me tienes a mí," entrelazo nuestros dedos y planto un beso sobre el dorso de su mano.

"No me ha llamado y su teléfono está apagado, ¿cómo...pudo hacerme eso?" Habla sin mirarme. "Me siento...abandonada."

"No te sientas así. No estás abandonada, tienes un hogar y es junto a mí," le digo firmemente.

Lucinda me mira por un par de segundos y más lágrimas corren por sus mejillas. Sus ojos se ven oscuros y tiene ojeras púrpuras que la hacen ver muy cansadas.

Ella desvía la mirada y se muerde el labio inferior. Llora en silencio. Detesto verla sufrir. Me siento destrozado por el estado en que se encuentra. Jamás me había sentido así. Sólo quiero consolarla y hacerla sentir mejor.

 "Una vez le dije que si de verdad iba a marcharse yo me devolvería con mi padre, sonó como una amenaza pero...todo lo que quería era que ella reflexionara. No tardó en decir: Muy bien, vete si quieres, Lucinda. Lo dijo como si no significase nada. Supongo que no soy nada—"

"Calla, no digas eso," la interrumpo. Me siento más cerca de ella y cojo su rostro entre mis manos. "No te atrevas a decir eso otra vez. Vales oro y esa es la única verdad," murmuro mirándola directamente a los ojos.

"¿Realmente lo crees, Harry?"

"Por supuesto que sí, ¿por qué lo dudas, Lucy?" Hago una mueca. Ella sacude la cabeza. "Vales oro, eres hermosa, eres mía y voy a protegerte, estoy aquí para ti."

Fray me observa por un momento muy largo y me pregunto que estará pensando. Apoya una de sus manos sobre la mía y descansa su mejilla recibiendo mi caricia. Lucinda cierra los ojos. Nos quedamos en silencio en el medio de la oscuridad, la única luz es la que se ha escabullido por la cortina semiabierta.

"Harry...," murmura sonriendo a medias. Abre los ojos. "Harry...te amo."

Me quedo desconcertado cuando escucho sus palabras. Lo dijo una vez pero no estaba en el mejor estado. Ahora lo ha dicho y ha sido honesta, ha sido real. Un cálido y verdadero sentimiento se expande por mi pecho. Me siento ridículamente feliz.

Sonrío. "Yo también te amo, Lucy."

Lucinda alza la cabeza y nuestros labios se rozan. Compartimos un beso lento mientras tratamos de comunicar lo que sentimos por el otro. La muchacha se sienta encima de mí y me acaricia con delicadeza el cabello. Mis brazos rodean su cuerpo y aprieto mi agarre a su alrededor.  

Nos admiramos el uno al otro cuando nos separamos y tratamos de recuperar el aliento. Descanso mi cabeza en su hombro y las manos de Lucy arman una diminuta coleta con mi cabello.

"Ha crecido rápido."

"Sí, pronto estará tan largo como el tuyo," murmuro con el rostro en su cuello.

"Me gusta, te ves diferente."

Luego de unos minutos nos acostamos y nos cubrimos con una grande y gruesa manta. Abrazo la almohada y me acomodo boca abajo. Iba a cerrar los ojos para dormir pero me percato que Lucinda se queda mirando el techo, ha dejado de llorar pero está muy pensativa.

 "¿Qué sucede?"

"Sólo estoy pensando..."

"Cuéntame."

Lucinda me observa afligida. Cierra la distancia entre nosotros y me abraza. Apoyo mi cabeza en su pecho y apenas puedo escuchar su corazón.

"Estaba pensando...sobre mi mamá y cómo esto me hace sentir. En verdad...no es la primera vez que sucede. No pensé que volvería a repetirlo. No tenía idea que dolería como si fuese la primera vez."

"Tienes mucho corazón y eso me encanta pero también te hace fácil de lastimar."

"Supongo. No sé qué puede lastimarte a ti..."

"Tengo un corazón pequeño pero es tuyo."

"Cliché pero lo agradezco."

Cierro los ojos y Lucinda lanza un largo suspiro. Planto besos en su cuello y ella hunde su nariz en mis desordenados rizos. Hay algo inquietante pero reconfortante en nuestro silencio y en nuestras caricias. Me siento en el limbo.

"No me regañes pero sí me siento abandonada...por ella por supuesto. Es mi mamá, se supone que es mi incondicional mejor amiga y que siempre estaría a mi lado," comenta sin mirarme.

"Las madres no son perfectas," hago una mueca de disgusto.

"No sé cuánto tiempo durará este dolor, sé que apenas han pasado días pero lo que cuenta es lo que ella hizo...desaparecer sin dar señales. No sé qué haré cuando nos veamos otra vez...¿Qué harías tú?"

"Somos diferentes. Yo soy más orgulloso y no perdonaría, en cambio tú eres más sabia, más humana y piadosa."

"¿Estás tratando de decir que perdono fácilmente?"

"No, además de eso tampoco olvidas fácilmente, Lucy."

"En eso tienes razón, las malas experiencias tienden a traumarme."

"Lamento haberte traumatizado, Lucy."

"Me he curado con el tiempo..."

"No del todo," susurro besando cariñosamente sus pechos por encima de la tela.

"Bueno no pero estoy aquí por Sherlock."

"Sabía que Sherlock trataría de robarse a mi chica," sacudo la cabeza con desaprobación.

Lucinda también hace el mismo gesto en desaprobación. "Estás loco, jamás ha existido competencia."

"Eso espero."

Apoyo mi cabeza en su pecho una vez más y pienso en todo lo que ha ocurrido. He podido consolarla bastante bien y eso me hace sentir muy orgulloso de mí mismo. Me siento menos inútil y siento que soy bueno para ella. Finalmente empiezo a creer que realmente la merezco.

"Lucy, dijiste que esta no es la primera vez que esto sucede..."

"La primera fue con mi padre, por supuesto. Nadie se lo esperaba, fue un gran impacto para nuestra supuesta familia. Supongo que por eso mi hermano Daniel le tiene tanto desprecio a mi madre, nosotros éramos niños...," susurra débilmente. No quiero que llore.

"Lo lamento, Lucy, puedo entender eso."

"Pero para ti fue mucho más duro y difícil," murmura y mi cuerpo se tensa.

"Bueno...yo no viví en el mismo ambiente familiar que tú, el tuyo fue mucho mejor."

"Oh, Harry..."

Levanto la cabeza y nuestras miradas se encuentran. "Hey, ya no importa, es pasado."

"No puedes borrar el pasado—"

Apoyo mis labios sobre los de ella para callarla. Me aparto y Lucinda me fulmina con la mirada.

"Aunque no pueda cambiarlo sí importa porque ningún niño merece eso, Harry."

"Lo sé, por eso nuestro hijo tendrá mucho amor," sonrío un poco descansando mi mano en su estómago.

"Estás...loco, Styles. En tus sueños."

"Bueno, un chico puede soñar con píldoras perdidas y un Harry sin condones."

"Estás m-muy loco. Si mis píldoras se pierden inhalaré cualquier cosa tóxica del laboratorio de química."

"Estás loca si crees que no vas a tener un hijo mío. Mis espermatozoides son muy inteligentes, ya encontraran la manera."

Lucinda suelta una carcajada y yo una mueca aparece en mi boca. Estaba tratando de sonar suavemente amenazador, honesto e inteligente. Creo que soy una gran broma.

"No sé por qué dices este tipo de cosas, esa vez que tuvimos relaciones y tú no sabías que tomaba píldoras querías correr a la farmacia. Estabas a punto de tener un infarto, Harry."

En sus labios aparece una pequeña sonrisa. Acaricio su mejilla y ella hace lo mismo.

"Eso es cierto, lo admito. Pero me amas así que tengamos un hijo, Lucy."

La chica de cabello castaño sacude su cabeza, gira los ojos y se queda mirando el techo. Observo su perfil y luego mi nariz acaricio su cuello.

"Has dicho que me amas, no digo que no haya sido el momento apropiado pero no me lo esperaba."

"Salió con naturalidad. Tú eres la única persona que me importa. Has sido un buen chico y has demostrado que te has equivocado. Ahora estamos viviendo juntos, me soportas y me has aguantado estos días que no han sido buenos. Te has despertado en la mitad de la noche, has estado conmigo en este momento en el cual me siento pésimo y me has escuchado... ¿cómo no podría amarte?"

Entrelazo nuestros dedos y sus ojos se encuentran con los míos.

"Yo debería decir lo mismo. Mi adorable cerebrito," suspiro. "Me encantas. Tú eres la persona más importante para mí en esta estúpida vida, ¿cómo no podría amarte, Lucy?"


+


LUCY


Cojo unos pocos espaguetis con el tenedor y lo lanzo adentro de mi boca. Mastico mirando mi plato y el sabor esta delicioso. Quiero mantenerme ocupada, quiero mi mente en blanco...es una buena manera de no pensar en mi madre y sus errores.

Me sobresalto cuando alguien deja su bandeja sobre la mesa. Levanto la vista y Marcel se sienta frente a mí.

"¿Dónde está Harry?" Marcel pregunta mirando la bandeja intacta que está al lado mío.

Por un momento creo haber escuchado mal, jamás pensé que Marcel diría algo así.

"Vuelve enseguida. Él...Él está...haciendo algo."

"¿Vendiendo drogas en la hora del almuerzo?"

Eso es exactamente lo que está haciendo. Me deja toda nerviosa pensando que podrían atraparlo.

"Ahm, sí," respondo incómoda.

"Bueno, esperaré. ¿Por qué tienes un anillo de papel?" Marcel inquiere confundido. Agarra mi mano y examina el anillo de fantasía. Hace una mueca. "Te has comprometido con él, ¿cierto? ¿No crees que sea muy pronto? Eres muy joven Lucy, te perderás un montón de oportunidades con otros chicos como por ejemplo yo—"

"No soy su prometida, es un anillo que me ha hecho y lo llevo porque me gusta."

"Siempre es así," sacude la cabeza. "Primero te dan un anillo de fantasía y luego cuando menos te lo esperas ¡boom! Se están arrodillando frente a ti con un anillo de verdad. Eso le sucedió a mi madre. ¡Hola, primo!"

"Hola gusano," dice sin mucho interés. Harry se sienta a mi lado y ataca su plato de espaguetis. "¿Qué es lo que quieres?"

"Las chicas me han destrozado el corazón y ahora quiero ir a las peleas."

Harry suelta una carcajada y yo los observo a ambos. ¿Las peleas? ¿A qué se refiere?

"Quiero pelear. Tengo un enemigo, quiero que me ayudes a darle una paliza."

"No seré tu guardaespaldas, aprende sólo niño precoz."

"¡No soy precoz!"

"Harry, no- no seas grosero," le regaño con una mirada de desaprobación.

"Sí, no seas grosero y llévame a las luchas."

"Tendrás que pagarme."

"¿Qué? ¡Olvídalo!" Marcel se cruza de brazos.

"¿Adivina qué? El dinero rige el mundo y lo necesito así que esa es mi condición."

"Marcel, no puedes ir a las luchas, tu madre va a castigarte."

"No seas aguafiestas, Lucinda," Marcel rueda los ojos. "Eres como la abuelita."

Me pongo roja de vergüenza y porque me molesta que me digan así. Cojo mi tenedor y mastico más espagueti.

"Te pagaré pero no mucho, no te pases."

"Está bien," Harry gruñe. "¿Quieres ir, Lucy?"

"¿Qué? ¿Quieres que la violen? Allá sólo habrá mucha testosterona."

"Lo sé idiota. Jamás expondría a Lucy a un peligro innecesario, yo la protegeré."

"Duh, yo también podría protegerla."

"Terminarías violado tú también," Harry espeta y suelta una carcajada. Le doy un codazo, ha sido grosero con Marcel.

"Lastimas mi honor masculino, me voy de aquí."

"Tú no tienes honor masculino, tú eres el único Styles que tiene una vagi—"

"Harry," le doy un codazo y él sonríe malévolamente. "Basta."

"Probaré que soy un hombre. Nos vemos en las luchas, seremos como los tres mosqueteros," Marcel coge su bandeja y se marcha.




pd1: El miércoles en la noche estaba borracha y me enfadé con un chico porque no podía aprenderse mi nombre o creo que no le importaba (ni me acuerdo) y le lancé el vaso al suelo y me fui. Ahora que lo pienso estoy super avergonzada de mi acto jajajaja, jamás me había sucedido antes y me sentí vulgar (barriobajera). Pero he vuelto a ser una señorita que le gusta escribir.

pd2: Si quieren ver una peli vean white bird in a blizzard, es buena. O Birdman, ¿alguien la ha visto? Me encanta.

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