Capitulo 101

HARRY

Estaba exhausto. Lucy me dejó tomar una siesta, dormí bastante. Una vez despierto tomé una ducha y Lucy fue mi enfermera. A pesar de mi estado terminamos el proyecto de biología. Lo bueno fue que ella decidió no hablar del tema y sólo concentrarse en el proyecto.  Pero sé que tendremos que hablar sobre lo sucedido.

No hablamos mientras tratábamos de hacer nuestro trabajo. Mis ojos encontraban el rostro de Lucy y a veces ella también estaba mirándome. Es un extraño juego, una extraña manera de empezar desde el principio.

Memoricé sus pecas otra vez, el brillo de sus ojos o la manera en que se arregla los lentes. A veces su frente se arruga o ella mira a un punto infinito mientras piensa. Me pregunto si ella nota algo de mí, si ella memoriza al menos un pequeño detalle de mí.

Compartimos toda la tarde y aunque el silencio estaba con nosotros a veces yo simplemente sabía que no podría aburrirme en su presencia.

Lucy se quedó hasta altas horas de la noche. Comimos algo y la dejé en su casa. Traté de besarla pero debí suponer que sería un intento en vano.

Regresé a casa esa noche sólo para salir una vez más. Necesitábamos vender al menos un poco de la droga que habíamos recuperado. Entonces eso hicimos con Niall.  Ya sabemos los puntos donde hay gente dispuesta a comprar. No fue una noche difícil.

En mi mente pensé que sería una buena semana pero estaba bastante equivocado.

Llamé a Lucy, le dije que podría recogerla si quería pero se negó. No esperaba eso y lo más inesperado es que en verdad me dolió su rechazo.

Pensé que estaba bien ella tenía el derecho a rechazarme. Al final del día la palabra ‘nada’ era lo que describía exactamente lo que somos.

Asistí a clases. Tan aburrido, la misma mierda.

Vi a Lucy como por 5 minutos en el almuerzo. La divisé hablando con Ryan. La ira dentro de mí estaba quemando mi sangre. Estaba de mal humor después de eso. Estaba celoso.

Traté de llevarla a casa pero Lucy saldría con sus amigas. Un puñetazo en las costillas se sintió. No sé por qué lo estoy pensando pero ella se ve…más independiente. Eso es algo bueno pero mi lado egoísta no quiere que sea de esa manera.

Y me doy cuenta de que si pudiera Lucinda sería mía todo el día. Sin excepciones.

Mi celular suena y reviso el mensaje. No sabía que Emily pudiera ser una especie de psicópata.  Creo que ha perdido la razón.

No tengo nada más que hacer una vez que soy libre. Quizás debería repasar lo qué tengo que decir sobre el proyecto pero no estoy de humor.

Una vez que el bar de Taylor está abierto yo paso el resto de las horas ahí.  Sentado, conversando y bebiendo. Ashton siempre es una buena compañía. Él no necesita preguntar para saber que estoy de mal humor o que algo me ha ocurrido.

Ashton invitó unos amigos.  Él trabaja mientras comparte sus amigos. Estoy en el grupo y trato de establecer una conversación. Hay chicas y están bien bonitas.  No tengo problemas en hablar con ellas.

Son guapas y no tardan en coquetear conmigo. Juro que ellas están prácticamente dispuestas a un trío pero me siento aburrido. Ninguna de ella es Lucinda y jamás podría serlo.

Claro que la echo de menos y la vi hoy, tan sólo unas horas atrás. Pero estaba ocupada con el idiota de Ryan o con sus amigas. Yo quiero ser su centro de atención. Mierda, soy muy egoísta.

Ya sabía que tenía unas pinceladas de egoísmo pero esto ha superado mi límite, no sabía que podría superarlo.

Acostumbrado a mis malos hábitos sigo bebiendo y lo hago hasta que no puedo sentir el sabor de nada más. Cuando uno de tus sentidos falla sabes que estás del otro lado.

Me despierto con un gran dolor de cabeza. Es feroz y destructivo. Gruño como un animal y me muevo en la cama sin sentido.

Sé que los chicos trataron de despertarme porque mis sabanas y mis almohadas están en el suelo. Idiotas, detesto cuando hacen eso.

Lo hago todo como un robot. La ducha, el desayuno, agarro mi mochila y me subo al auto.

Llego tarde muchas veces, más de las que debería pero me aprovecho por el hecho que mi padre conoce al director. No debería hacerlo ¿pero me importa? La respuesta es no.

No logro llegar para biología así que me pierdo una valiosa clase junto a Lucy. Espero por un mensaje de ella preguntando donde estoy pero no recibo nada. Es triste, ciertamente lo es.

De camino a mi próxima clase me pillo con Ryan en el pasillo. Agarraría su peluca rubia y se la arrancaría o aplastaría su pequeña cabecita contra la pared. Nos miramos por unos segundos, veo odio en ambas direcciones.

“Te mataré,” murmuro y sonrío por mi amenaza. No lo mataría pero me encantaría insertar un puñetazo en su rostro.

Tomo asiento en la última mesa, me acurruco en la silla y me quedo dormido durante toda la clase. Una vez terminado me decido por encontrar a Lucy.

Me coloco lentes de sol sólo para ocultar mis ojos cansados y busco por ella entre la gente. Encuentro a Lucy junto a Billy. Me apresuro hacia ellos y agarro su mano.

“Hola Harry,” ella sonríe suavemente y mira curiosa a mis lentes de sol.

“Hola Billy, chao Billy,” le digo y empiezo a jalar a Lucinda hacia otro lado.

“¡Hey!” Lucy se queja pero de todas maneras me sigue.

Nos deshacemos del montón de gente y logro encontrar un pequeño espacio entre un pasillo menos atestado.

“¿Cómo estás?” Pregunto mientras mis manos acarician sus mejillas.

“Estoy bien. ¿Por qué estás usando lentes de sol cuando estamos adentro de la escuela?”

“Sólo quería ser cool,” respondo.

Finalmente tengo un minuto ‘a solas’ con ella. Mis dedos se deslizan por su piel, tan suave y cálida. Los ojos de Lucy no abandonan mi rostro mientras lo hago. Se paraliza un poco cuando me inclino hacia ella y apoyo mi frente sobre la suya.

“¿Qué te sucede?” Ella murmura.

“¿Qué te sucede?” Repito y ella sonríe con los ojos cerrados.

 “¿Dónde estabas, Harry?”

“Me quedé dormido.”

“Hueles un poco raro, espera, ¿has estado bebiendo?” Pregunta y su rostro se aleja un poco del mío. No, no.

Me mordí el labio y mis manos todavía agarran el rostro de Lucy. Me quita los lentes de sol y me obliga a mirarla a los ojos.

“Quizás, no, bueno, en verdad sí,” respondo torpe y de pronto nervioso.

Ella suspira y baja la vista.

“Harry, apenas es martes…”

Oigo la decepción en su voz y puedo ver toda la expresión pintada en su rostro.

“¿Lo lamento?” Respondo, ni idea que más puedo decir.

“¿Por qué?”

Por ti.

“Fue sólo por diversión pero perdí el control,” me encogí de hombros.

Lucinda retrocede, mis manos abandonan su rostro y pierdo todo el calor de su cuerpo.

Nunca doy explicaciones pero siento que le debo a Lucy eso, sé que ella merece explicaciones y respuestas y mucho más de lo que pudiera ofrecerle.

“Es preocupante, sabes…”

“No soy un alcohólico si eso es lo que crees,” respondo y esta vez sueno un poco enfadado.

“No es una manera de vivir, Harry.”

“¿Qué sabes tú, Lucy?” Fruncí el ceño.

Mis palabras corren por su cerebro, se procesan y su expresión cambia a enfado pero la decepción sigue ahí.

No quería decir eso pero mi respuesta fue sólo una manera de protegerme a mí y a mis malos hábitos.

“No quiero pelear, no contigo,” digo enseguida y trato de remediar mi error.

Necesito cambiar esto.

“Eso fue grosero. No trato de cambiarte, sólo quiero ayudar,” ella susurra.

“¿Por qué? No estoy herido.”

“Pero parecieras, Harry,” ella se encoge de hombros.

“Yo también quiero ayudarte, tú estás más herida que yo.”

Cuidadosamente estiro mis manos hacia ella y agarro su cintura. Lucinda esconde su rostro en mi pecho y yo acaricio su espalda.

No sé qué es esto, no sé que nos trajo a esto pero ahora puedo ver nuestros puntos débiles. Somos débiles. Actuamos de alguna manera pero estamos heridos, ella más que yo. Es toda mi culpa, cada pedazo caído de Lucy es mi culpa y esa es una de las cosas que más duelen. Quizás mis intentos son en vano y nunca podré recuperarla.

“Voy a salir con Adam hoy,” ella susurra.

Quiero gritar un ‘QUÉ’ pero trato de mantener tranquilidad.

“¿Enserio?” Trato de sonar ingenuo.

“Sí, vamos a ver una película.”

Eso suena extremadamente romántico. Detesto Adam.

“¿Por qué me dijiste eso?”

“Creo que deberías saberlo.”

Abrazo su cuerpo un poco más fuerte y mi nariz se desliza por su cabello. Ignoraré a Adam y pretenderé que cada pieza de Lucy me pertenece a mí. No él. Yo.

“¿Cuándo me dejarás besarte?” Murmuro. Trato de cambiar de tema, trato de pensar en otra cosa.

“Tienes que ganártelo,” murmura y puedo sentir su caliente respiración contra mi camisa.

Tiene razón, debo ganarlo.

“Harry, estoy hambrienta, ¿podemos irnos?”

“Está bien pero almuerza conmigo.”

Me mira dudosa por una fracción de segundos pero finalmente asiente.

En verdad elegimos una mesa para nosotros y almorzamos en paz. Por un par de segundos mis ojos se encuentran con Emily y puedo ver la fuerza que aplica para tratar de doblar su tenedor.

Mi pacifico almuerzo con Lucy no dura mucho debido a que Cassie, Billy y Mandy invaden nuestra mesa. ¿Qué diablos?

Lucy articuló un ‘lo lamento’ hacia mí pero yo ni traté de esconder mi enfado e irritación por estas presencias indeseadas.

Por un momento me pregunto por qué están haciendo esto y después creo que ellas deben odiarme. Esa podría ser la razón.

+

Exceder los límites de mí mismo se estaba convirtiendo en una costumbre. Desde mi ruptura y culpabilidad hacia Lucy empecé a entrometerme más en su vida, en verdad a averiguar más de ella a través de otras personas. Le iba a decir a Billy que lo hiciera pero esta vez yo seguí a Lucy con Adam. Necesitaba verlo por mí mismo.

No los sigo al cine pero veo lo qué hacen el resto de la tarde.

Fue una mierda, una mierda para mí ver todo esto. Él ha estado haciendo esto el tiempo entero en el cual yo he estado ausente. Adam lleva la delantera, él está ganando.

Adam actúa normal así que dudo que Lucy le haya contado sobre mí y sobre lo que está sucediendo entre nosotros. Podría ser malvado y alejarlo de ella contándole la verdad pero eso sería egoísta. No puedo ser tan egoísta. Ella no me querrá si soy de esta manera.

Es extremadamente difícil ver la chica de la cual estás enamorado con alguien más. Sé que no están haciendo nada mal pero los celos y mis pensamientos me están destrozando, pisoteando y ahogando. Yo la quiero conmigo y en mi vida más de lo que imaginaba.  De alguna manera estaba más atraído a Lucy de lo pensaba.

Mientras hago mi camino de regreso a casa sé que debo volver al juego, he estado flojo y esa no es una excusa. Ella es la chica que quiero necesito luchar por ella hasta el final. Esa es una cosa. Una vez que llego a mi casa hay otra cosa que debo hacer y es aprender a lidiar con Emily quién está afuera de mi casa.

+

Otro día de mierda y esta vez tengo una herida en la mejilla derecha. Emily y sus arrebatos alocados. Se volvió loca y no paró de gritarme. Le enferma saber la verdad, saber que Lucy es la chica para mí. Le enferma saber que ha sido reemplazado y que no ha sido ella quién me ha reemplazado.

Realmente no me importa Emily. Sólo quiero hacer las cosas bien con Lucinda pero este es sólo otro día en el cual me encuentro solo. Lucinda pasa su tiempo con sus amigas y con Billy. Me siento ignorado. Realmente quiero lanzar mi bandeja cuando veo que Billy rodea los hombros de Lucy con su brazo. Tendremos una conversación más tarde.

“Estás obsesionado,” Louis comenta y yo niego con la cabeza.

“Sólo la quiero, estoy enamorado de ella.”

“¿Estás seguro? ¿Y si es un capricho?”

“¡Ella no es un capricho!” Reclamo y sin querer alzo la voz.

“Harry, necesitas aprender que no siempre puedes obtener lo qué quieres, ¿sabes?” Zayn dice enfadado. “Acostúmbrate y deja de actuar como un idiota.”

Miro a los otros chicos en busca de apoyo, en busca de defensa pero parece que todos piensan lo mismo.  Y otra vez me encuentro a mí mismo aislado.

+

Pasé la noche bebiendo y hablando con Lana. Esta vez no trató de acostarse conmigo. Sólo hablamos y disparamos todas nuestras inquietudes y problemas.

“Lo mereces completamente, sabes, Harry.”

“¿Qué?” Pregunto confundido. Por un momento pensé que tenía dos vasos pero sólo es uno.

“Lo que Lucy te está haciendo o de la manera en que está actuando.”

“Cállate, me duele.”

“Mereces dolor, mereces sufrir. Piensa en ella, en cuanto sufrió.”

Mi pequeña Lucy, sólo quiero correr a su casa y pedirle perdón hasta que no tenga más voz, hasta que sus lagrimas no sean más por mí, hasta que mis besos pudieran desvanecer la tristeza entre nosotros.

“El dolor es un compromiso,” Lana se encoge de hombros.

“¿Desde cuándo eres inteligente?” Sonrío y Lana levanta el dedo del medio hacia mí. “¡¿Qué debería hacer, qué debería hacer, qué debería hacer?!”

“¡Deja de gritar!” Lana cubre mi boca con su mano. “Mi consejo es: Luchar con más esfuerzo, más fuerza. Y necesitas ser paciente, te conozco y eres una persona que lo quiere todo fácilmente, Harry.”

“Es la manera que he vivido.”

“Tienes aprender porque no es la única.”

Asentí y luego dejé que el familiar ardor del fuerte alcohol quemara mi garganta.

“Necesitas actuar rápido. Tenemos el chico bueno contra el chico malo. Adam el bueno, el muchacho que le daría al mundo a Lucy y después tú, el malo, el chico que usa drogas y es la imagen de la lujuria.”

“¿Qué? ¡No quiero que ser eso! ¡Quiero  que Lucy me vea como un osito, alguien que pueda darle mucho amor y atención!” Me quejé como un niño pequeño. Lana se ríe y yo no entiendo por qué.

“Muy gracioso. Pero hablo en serio, necesitas ser rápido y créeme no siempre gana el malo, Harry.”

No importaba todo lo que yo era o lo que podría ofrecer, Adam siempre tendría ventaja y siempre podría ofrecer mucho más que yo.

+

Trabajamos duro y jugamos duro y después descansamos pero en mi descanso no encuentro lo qué quiero.

“Me pregunto qué le sucede a Lucy,” le digo a Sherlock. “¿Y si se dio cuenta que soy una mierda?”

El hámster me mira por unos segundos y luego se recuesta en el heno.

“Tal vez ella es muy buena para rechazarme,” suspiro. “Sé que he dicho que debo luchar pero estoy en profundo dolor. Su rechazo me hace sentir de esta manera y he estado sufriendo todo este tiempo pero esto es mucho peor.”

Sherlock rueda en el heno. Vuelco los ojos, él no está ayudando.

“Tener esta botella de vodka no me está ayudando tampoco,” comento para mí mismo. “Además esto es de Louis lo robé pero él lo merecía, ¿cierto?”

Sherlock sigue jugando y creo que eso es un sí.

“Nunca bebas vodka, Sherlock.”

Suspiro.

“Estoy en gran dolor si así se sentía Lucy yo sólo quiero sanarla.”

Este es el momento en el cual Sherlock debería decir que soy el idiota más grande del mundo.

“Juro que la cantidad de celos que he sentido esta semana es insoportable, no puedo creerlo. ¿Y si lo está haciendo a propósito? No, mi Lucy jamás haría eso.”

+

Louis se enfadó por su botella desaparecida. No le dije que fui yo. De todas maneras ahora tengo otra y estoy enfadado. Siempre hay un punto en el cual explotas.

Me estoy sintiendo débil, inútil. Todo sobre Lucinda me está volviendo loco.

Esta ha sido una semana dura, una semana en la cual Lucy ha estado en otro mundo. Apenas ha existido conexión entre nosotros y yo necesito esa conexión, yo la necesito.

La manera en la cual hemos estado separado pero juntos me han hecho darme cuenta de muchas cosas y todo es sobre ella. Estoy lejos de rendirme pero mi inestabilidad me ha hecho recaer otra vez.  Tropezarme y enviarme al extremo. Me metí en una pelea con Cameron, pero vamos, él se lo merecía.

Estoy bebiendo otra vez. Fui a la casa de Barbara por ayuda, se enfadó y me echó. Ser un desastre es la única manera que conozco.

El problema de esta semana es que yo he pasado muy poco tiempo con Lucinda mientras ella ha pasado mucho tiempo con Billy y Adam. Me ha dicho lo que ha hecho y aprecio su honestidad pero me está matando. Se siente como constantes puñaladas y el dolor es insoportable.

Estoy enfadado porque esto es lo que recibo pero no es lo que quiero aunque lo merezca. Necesito hablar con ella, aclarar. Quizás ella aún no entiende todo lo que estoy sintiendo por ella, aunque hasta para mí mismo es difícil de explicar.

Conduzco a su casa y no pienso en nada más que Lucinda. Una vez que me estacionó no veo el auto de sus padres y es obvio que ellos no estarían aquí lo cual es genial.

Cuando mi puño golpea su puerta yo sé que esto va a ser una especie de discusión pero que vamos a escuchar verdades por ambas partes.  

No le toma mucha en abrir la puerta.

“Hola, ¿cuál es el problema?” Preguntó confundida.

¿Qué puedo decir?

“Tú, tú eres el problema,” respondo de pronto.  “Lo que estás haciendo no es justo.”

“¿Qué estoy haciendo?”

“La manera en que me estás haciendo sentir.”

“¿Has estado bebiendo, Harry?”

"Tal vez sí, ¡pero ese no es el problema!" Me quejé. “Has estado ocupada y sin ti juro que el mundo es peor. Quizás aún no te has dado cuenta o no he sido claro pero te quiero, mucho.”

Contiene la respiración pero no responde.

“Te necesito. No tengo paciencia y soy un desastre pero puedo hacerte feliz. Tal vez ya lo dije antes pero creo que necesitas entender y darte cuenta que no me iré y que esto es de verdad.”

Mi corazón está latiendo muy fuerte y rápido. Esto es emocionante.

“Y me hace sentir enfermo la manera en que hablas con Billy o cuando te vi con Ryan o cada vez que sales con Adam. Estoy celoso. Siempre supe que era egoísta pero tú me haces sentir aún más egoísta.”

“¿Celoso? ¿Egoísta? ¿Mi culpa?”

“¡Sí! Pero sé que no puedo restringirte en eso y tampoco lo haría,” suspiro y deslizo mis dedos a través de mi cabello.

“No, no puedes...,” murmura.

“Esa es la cosa, te necesito y no voy a olvidarte o rendirme. Pero sólo necesito…necesito más de ti,” suspiré.

“No sé qué decir.”

“Tú me tienes, sólo acéptame, Lucy,” me encojo de hombros. “Puedes hacerme sentir el mismo dolor que hice contigo y tu sabes que lo lamento. Y este dolor es muy real y es tan destructivo Lucy.”

“Lo es…,” ella susurra.

Sus grandes ojos no abandonan mi rostro. Sus manos están juntas y sus hombros están rígidos.

“Sí, y eso quería decir,” suspiro y apoyo mi cuerpo contra su puerta. "Estoy enamorado de ti, puedes tenerme."

“Puedes entrar, tengo algo que contarte, Harry.”

Obedezco y cierro la puerta. Con precaución ella agarra mi mano y nos dirigimos a su habitación.

“Tengo algo para ti, ¿puedo rayar tu pared?”

“¿Qué?” Preguntó confundida.

“O quizás la puerta de tu armario o tu escritorio, sólo necesito un pequeño espacio.”

“¿Por qué no me lo dices?”

“Quiero dejar una marca, quiero que lo leas cuando lo necesites y que no sólo lo recuerdes,” me encojo de hombros.

Sus mejillas se encienden y luego señala a su escritorio.

Tomo asiento y palmeo mi regazo mirando a Lucy.

“No voy a morderte, Lucinda,” digo suavemente.

Obedece y se sienta en mi regazo. Suelta un gran suspiro y yo apoyo mi barbilla en su hombro. Lucinda me entrega un rotulador y miro su tierno y lindo rostro una vez más.

“Esto es para ti,” murmuro antes de empezar a escribir.

Te extraño. Extraño no tocarnos. Extraño no vernos, no respirar el uno sobre el otro. Te quiero. Todo el tiempo. A nadie más, Lucinda Fray. H.

Mira atónita la frase y sus ojos se deslizan por las letras y palabras una y otra vez como si no pudiera creer lo que está leyendo.

El silencio no repleta la habitación por completo. Lucinda enrolla sus brazos en mis hombros y esconde su rostro en mi cuello.

“Bebé,” susurro y siento su aliento caliente expandirse por mi piel.

Quiero esto y haría lo que fuera por permanecer de esta manera.

“¿De dónde lo has sacado?”

“Es un secreto,” contesto. “Sherlock me ayudó a tomar esta decisión.”

“¿Enserio?” Ríe alegre. “¿Cómo?” Se aparta un poco para que nos miremos a los ojos.

“Ese hámster es todo un poeta, no tienes idea.”

Sonreímos y ella acaricia mi cabello. Agarro su cintura y presiono un beso en su frente.

“Somos tan raros y disfuncionales pero encuentro consuelo y honestidad en esto,” ella susurra.

Mi corazón se derrite.

Esto es tan raro pero es tranquilo, no nos gritamos el uno al otro, no nos faltamos el respeto, no disparamos lo malo del otro sólo para herirnos, no buscamos razones para tener remordimiento o vivir una relación de odio.

Respiro el aroma de su piel y planto un beso en su cuello.

“Quiero más, mucho más de ti, Lucy.”

“Si eres honesto y si eres un buen chico y compensas tus errores.”

“Lo haré, de todas maneras ¿no es lo que estoy haciendo ahora mismo?”

“Sí, exacto.”

Empujo unos mechones detrás de su oreja. Lucy se inclina hacia mí y me besa por una fracción de segundos. Eso me pilló con la guardia baja. Sus mejillas están rojas y yo la miro impresionado. Si ella lo hizo yo también puedo hacerlo.

Agarro su rostro y choco nuestros labios con necesidad. Me besa de vuelta y nuestros alientos se mezclan al igual que nuestras inseguridades, deseos, temores y esperanzas…pero sólo por segundos pequeños. Lucinda sitúa su mano entre nuestras bocas y yo muerdo sus dedos suavemente.

“Estás aprovechando la situación.”

“¡Tú lo hiciste también, no es justo!” Hice puchero y mis labios están calientes.

“La situación me hizo hacerlo. Gracias por lo que escribiste, es muy dulce, yo también te extraño, Harry.”

“Me alegro que te gustara. Hey, ahora que lo recuerdo dejé Sherlock en el auto,” sonreí inocente.

“¿¡Qué!?” La mandíbula de Lucy cae. “Vamos a buscarlo.”

Nos levantamos y ella agarra mi mano.

“Espera, ¿significa que estamos juntos de nuevo?” Pregunto inocente mientras bajamos las escaleras.

"Ja-Ja nop,” Lucy niega con la cabeza pero una pequeña sonrisa baila en su boca. “Tenemos que hablar sobre algunas cosas. Además tienes un par de heridas en tu rostro quiero saber de donde vienen, Harry.”

Maldición, aún así tenía esperanzas. Lo bueno es que nos besamos y estamos un poco mejor, un paso más para nosotros. A pesar de todo la semana no fue tan mala.  

harry sin lucy es un desastre y sherlock es un poeta encubierto disfrazado de hámster y se viene acción en los próximos capítulos,  bye

pd: gracias asthir por la foto, eres un amor xoxo (pueden enviarme fotos de lurry si quieren o de sherlock y las subiré)

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