Cap 118
HARRY
Lucinda suelta una natural y fuerte carcajada luego de darle un vistazo a su celular.
“¡Oh Dios, Harry!”
“¿Ahora soy gracioso?” Ladeo la cabeza con una sonrisa.
Ella sacude la cabeza y trata de controlar su risa. Apoyo mis codos en la barra mientras esperamos por nuestras cervezas.
“Nunca te hubiera imaginando contándome un chiste relacionado con Britney Spears,” ríe un poco más, apoyándose en sus codos como yo.
“Influencias de la internet y el tiempo libre,” respondo explicándole de dónde ha salido ese chiste.
“Fue gracioso, de verdad,” ella sonríe mientras se arregla los lentes.
Apoyo una mano en su espalda frotando suavemente, ella se acerca a mí y descansa su cabeza en mi hombro.
“Hoy ha sido un gran día.”
“A mí también me ha gustado.”
“¿Cuál fue la parte qué más te gustó?” Ella inquiere levantando la cabeza para poder mirarme.
“Me gustó tu regalo y la película.”
“Sí, mi primera vez en el cine.”
“Tus palabras bonitas no te van a salvar, fuiste primero con él,” entorno los ojos pero le doy un beso en la frente.
“Acá están sus cervezas,” escuchamos al cantinero y cogemos nuestras botellas.
“Esta es tu quinta cerveza, estoy impresionado,” comento mientras hacemos nuestro camino de vuelta a la mesa donde están todos los demás.
“Yo también pero no me embriagaré. Esta es como tu séptima cerveza y yo no he dicho nada,” ella me fulmina con la mirada.
“Tengo más resistencia que tú, tienes que admitir eso.”
Mi sonrisa cambia por una cara de confusión, llegamos a nuestra mesa y está vacía. Lucinda me envía una mirada de confusión y yo cojo mi celular para que saber que está sucediendo. Tengo un mensaje de Liam.
“Maldición, Kenneth está aquí. Niall está muy ebrio, están afuera. Vamos, tenemos que irnos.”
Mi novia deja la botella a la mitad sobre la mesa y yo bebo la mía de un solo trago y también la dejo sobre la mesa.
“¿Quién es Kenneth?”
“Kenneth solía trabajar con nosotros, Niall y él jamás se llevaron bien. Ellos tenían que vender juntos y Kenneth no era lo suficientemente bueno así que lo despidieron. Siempre tuvieron problemas y creo que Kenneth estaba envidioso y esop.”
Salimos del bar, el viento sopla levantando un poco el vestido de Lucy y yo entorno los ojos. Ella apoya su mano para arreglarlo ignorando completamente mi actitud.
Busco entre la multitud a alguno de mis amigos y veo que Liam está con la mano levantada para llamar mi atención. Lucinda y yo caminamos hacia ellos, todos están reunidos a excepción de Niall.
“¿Qué diablos sucedió?”
“Kenneth le dio un puñetazo a Niall y Niall le doy un puñetazo a Kenneth,” Zayn se encoge de hombros. “Detuvimos la pelea y Niall salió corriendo y lo perdimos.”
“Esto es como jugar a las escondidas, ¡piensen idiotas! ¿Dónde podría estar Niall Horan?” Louis chilla, la alegría se desborda de su voz y actitud. Eleanor suelta una risita. Bien, los dos están casi al borde de estar ebrios.
“Quizás está en ese coche amarillo, el que está al final de la calle.”
Disparo una mirada a Lucinda luego de escuchar su respuesta. Pensé que pensaríamos yo y mis amigos, nosotros conocemos a Niall.
“No hemos revisado coche por coche porque...maldición, esto es culpa del tequila,” Zayn replica cogiendo un cigarro. Liam le da un codazo, le señala a los coches y ambos se marchan.
“Ven, vamos,” le hago una señal a Lucinda y ella me sigue.
Revisamos debajo de los coches y alrededor hasta que llegamos al coche amarillo. Niall está agachado, se nos queda mirando con mucho asombro y luego suelta una risa. Hay sangre en su nariz.
“¡Me encontraron!”
Mi novia se libera de mi agarre y se agacha frente a Horan. “¡Niall! ¿Estás bien?”
Por supuesto que está bien, está consciente y sólo tiene un poco de sangre en la nariz.
“¡Niall está aquí!” Grito mirando en la dirección en la cual están Liam y Zayn.
Mis dos amigos se apresuran hacia nosotros, los dos se acercan con precaución, creo que tienen miedo que Niall se escape otra vez.
“Niall, necesitas descansar, tenemos que irnos a casa,” Liam habla lentamente como si Horan fuera un retardado.
El rubio se levanta y Lucinda hace lo mismo. “Hueles tan bien, como flores, como la otra vez, Lucy.”
“¿Qué diablos?” Espeto apretando los puños. ¿Cómo diablos sabe cuál es el olor de mi novia?
“Vamos, tenemos que irnos,” Zayn lo coge del codo y empieza a jalarlo.
“¡Lucy, hueles como fresas, frambuesa, chocolate, naranja, arándanos, manzanas!” Horan grita la frase mientras Liam y Zayn lo jalan hacia el coche.
Lucinda sí huele a fresas y frambuesas y me irrita saber que él está al tanto sobre eso. ¿Cómo diablos lo sabe? ¿Hay algo que Lucy me esté ocultando?
“¿Qué diablos fue eso, Fray?”
“¿A-A qué te refieres?” Pregunta mientras se acerca a mí.
“Estoy hablando sobre Niall.”
“Es mi champú y mi perfume, todos pueden olerlo, no actúes de esa manera.”
“No mientas,” declaro frunciendo el ceño.
Ella sacude la cabeza con decepción y empieza a caminar hacia el coche. El viento sopla y su vestido ondula, se mueve y se levanta unos centímetros.
“¡Maldición, Lucy, arregla tu vestido!” Le recrimino siguiéndola. El viento no delata nada pero estoy enfadado.
“¡No se ve nada y no grites!” Ella replica con sus manos sobre sus muslos ocultos por la tela.
Nos acercamos al grupo, Niall se suelta del agarre de Payne y luego corre hacia Lucinda envolviéndola en un abrazo.
“¡Quita tus manos de ella!” Yo me quejo audiblemente. Zayn me coge del codo antes de que pueda acercarme a ellos.
“Está ebrio, ya tranquilízate,” Malik frunce el ceño. “Vamos, tenemos que llevarlo a casa.”
“Lucinda, tú vas adelante conmigo," ordeno enseguida.
“¡No! ¿Puede quedarse conmigo? Me gustaría quedarme con Lucy y Zayn o Louis y Lucy, pero Lucy tiene quedarse conmigo, ¿por favor?” Niall desvía la mirada de mí aterrizando sobre Lucy cuando pronuncia sus últimas palabras.
Toda mi expresión es un grande ‘NO’ pero escucho claramente cómo Lucinda acepta la invitación de Niall.
“Él está ebrio, no hagas una escena, no seas ridículo,” Zayn recrimina más molesto que antes.
Respiro profundamente contando hasta diez y me subo al coche. Zayn se sienta dónde debería estar Lucinda y los demás se acomodan atrás. Eleanor se sienta en el regazo de Louis y ambos se besan apasionadamente, Liam está al lado de ellos con una cara de incómodo, Niall está al lado de Payne y Lucinda no puede entrar.
“¡Siéntate en mi regazo!” Horan ofrece.
“¡De ninguna manera!” Gruño claramente irritado.
“Puedes sentarte en mi regazo, Lucy,” Liam ofrece amablemente. Mi novia sonríe nerviosamente y asiente con la cabeza. Bien, Liam es mejor que Niall.
Una vez que todos están en el coche yo arranco a toda velocidad.
“¡Genial! ¿Quieres matarnos?” Zayn se queja.
Ignoro el reclamo de Malik, observo a través del espejo retrovisor como Lucinda limpia la sangre de la nariz de Niall con un pañuelo.
“¡Harry, para, detente!” Zayn grita a todo pulmón.
Mi vista se dispara al frente, hay un semáforo rojo, piso el freno con todas mis fuerzas y el coche obedece deteniéndose. Todos son empujados al frente debido a la fuerza del movimiento y Lucinda se cae hacia adelante.
“¡Jodido idiota, presta atención mientras conduces! ¡¿Quieres matarnos a todos?!” Brama Zayn, muy enfadado.
“¡Maldición! ¿Estás bien?” Le pregunto mientras ella se incorpora lentamente.
“Sí, estoy bien,” hace una mueca y vuelve a sentarse en el regazo de Liam.
El semáforo se ilumina de color verde y yo avanzo. Payne está hablando con Lucy pero no puedo escucharlos. Trato de concentrarme pero no puedo quitar mi vista del espejo retrovisor.
“¡Maldita sea, Harry! ¡Otro semáforo!” Zayn grita y su mano me da un golpe en la cabeza.
Vuelvo a pisar el freno con todas mis fuerzas y el coche obedece una vez más, todos se van hacia adelante pero esta vez Liam agarra a Lucy evitando otra caída.
“¡¿Qué diablos te pasa?!” Payne cuestiona con el rostro rojo de rabia. Lucinda tiene sus pobladas cejas fruncidas.
“¡Mierda, eso es todo! ¡Bájate, yo conduciré!” Zayn se baja del coche. “¡Imbécil!”
Ignoro las amables palabras de Zayn y obedezco bajándome del coche. Abro la puerta del copiloto y me quedo mirando a mi novia.
“Lucy, ven a sentarse sobre mi regazo, cariño,” yo le pido amablemente o al menos eso trato.
“No, gracias,” ella murmura desviando la vista de mí.
“¡A la mierda tus celos, entra al auto ahora!” Zayn me grita furioso. Hay una vena palpitante en su cuello.
El rechazo de mi novia sólo me enfurece aún más. Entro al coche dando un portazo. Zayn empieza a conducir y el coche está lleno de susurros, risas estúpidas por parte de Niall y el besuqueo incesante de Eleanor y Louis.
No vuelvo a mirar a Lucinda. Me quedo de brazos cruzados con la mirada a la ventana. Trato de no pensar demasiado, aunque tengo claras ideas en mi cabeza y preguntas qué quiero hacerle a ambos. Algo está sucediendo, lo sé, puedo sentirlo.
El silencio me tortura hasta que puedo ver la casa. Zayn aparca y me lanza las llaves antes de bajarse del automóvil.
“¡Imbécil!” Le grito enfadado. Zayn levanta un dedo hacia mí y entra a la casa dejando la puerta abierta.
Escucho la risita de Eleanor y Louis, ambos se bajan al coche y salen corriendo a través de la calle. Creo que están jugando, pura mierda infantil, en verdad no podría importarme menos. Horan se baja de un salto, luego ayuda a mi novia y Liam sigue después. Abro la puerta observando a ambos y Liam sacude la cabeza pidiéndome que no haga esto.
“¿Qué diablos está sucediendo entre ustedes dos?” Inquiero cerrando la puerta.
“¡Nada!” Niall ríe y desvía la mirada hacia Payne. “Estoy muy hambriento, mi estómago está vacío. Espera, ¿Eleanor y Louis están corriendo? ¡Espérenme!” Horan chilla y luego sale disparado en dirección a la pareja.
“Buena suerte,” Liam murmura hacia Lucy y después se marcha.
“¿Qué diablos sucede entre los dos?” Frunzo el ceño. Fray sacude la cabeza y empieza a caminar. “¡Te estoy hablando!”
Mi novia se detiene girándose hacia mí. “Nada sucede. Estás loco, casi nos mata y me lastimé."
Ella me muestra su brazo izquierdo y tiene un hematoma. Me desespero y me siento enfermo conmigo mismo.
“Maldición, nena, lo siento,” yo trato de agarrar su mano pero Lucinda retrocede. “¡Mierda! ¡Lo siento! Fui inconsecuente, ¿sí? ¡Lo lamento!”
“Nada sucede entre Niall y yo, ni siquiera somos amigos pero a veces hablamos.”
Hago una mueca y me cruzo de brazos. “¿Estás segura de que no te gusta?”
Me mira con asombro y luego frunce el ceño. “¿Te estás escuchando a ti mismo?” Murmura y parece dolida. “Jamás te haría eso, Harry.”
“Sólo estaba preguntando.”
“Lo que sea. ¿Puedes darme las llaves? Mis lentes se perdieron cuando frenaste por primera vez,” habla estirando el brazo hacia mí.
Con todo este problema, mis celos y la irritación que estoy sintiendo no me había percatado de que no está usando sus lentes.
“Mierda, perdón, yo iré por ellos,” le aviso antes de volver hacia el coche. Enciendo una pequeña luz y los encuentro enseguida. Se lo entrego a Lucinda y ella me observa con recelo.
“Entremos a la casa y-“
“Me quedaré un rato afuera con los demás,” ella me interrumpe haciendo un gesto vago hacia Eleanor y Louis, Niall no está a la vista.
“Está bien, me quedaré contigo.”
“Quiero estar sola, Harry,” ella suspira frustrada y luego hace su camino hacia la pareja antes de que yo pueda responder.
Genial, estamos peleados y ahora separados físicamente. Así no fue cómo me imaginé la noche pero debí sospecharlo luego de la pequeña escena que armé. Frunzo el ceño apretando los puños. Maldigo en voz alta y luego entro como un torbellino a la casa.
+
Me despierto a la mitad de la noche, estaba teniendo una horrible pesadilla y Lucinda estaba involucrada. Miro a la derecha y la cama está vacía. ¡¿Qué?!
Me levanto de un salto, me pongo una camisa y salgo de mi cuarto. Quizás Lucy se fue, estaba muy molesta conmigo y no volvió a dirigirme la palabra. ¡Maldición! ¿Y si va a dejarme otra vez?
Me dirijo al cuarto de Niall, él está durmiendo. Cierro la puerta y bajo por las escaleras en silencio. Escucho voces desde la cocina, reconozco la voz de Lucinda y de Eleanor.
"Esta noche fue increíble, estoy agotada, sí sabes a lo que me refiero," escucho la risa de Eleanor. "¿Harry te ha dicho algo sobre nosotros?"
"En verdad no, no hemos hablado. Yo podría hablar con Louis si quieres."
"¿De veras? ¡Sería genial! Te debería un favor enorme, Lucy."
"No te preocupes, no es la gran cosa. Quiero ayudar."
"Quizás estoy apresurando todo y exagerando pero me gusta un montón."
"Te entiendo y no estás apresurando nada. Supongo que toda chica debería saber a lo que se va a enfrentar."
Entro a la cocina, saliendo de las sombras, y las dos chicas saltan del susto.
"¡Dios mío! ¡Nos asustaste!" Lucy me dice mientras se lleva una mano al corazón.
Ambas están usando camisas como pijama, yo pensé que las piernas de Lucy eran delgadas pero Eleanor es la ganadora, sus piernas se podrían romper en cualquier momento. El largo cabello de Lucinda está suelto y cayendo por su espalda, no está usando lentes y sus labios están de un color rosado pálido natural. Me encanta, se ve preciosa.
"¿Qué están haciendo?" Inquiero mientras agarro la mano de mi novia, ella no me rechaza esta vez y estoy agradecido.
"Hablando cosas de chicas," Eleanor responde con una sonrisa. Ambas beben de sus tazas.
"Es tarde, volvamos a la cama, por favor, ¿sí?" Le pido a Lucinda jalando de su mano. Ella se me queda mirando y su expresión está más suave. Beso el dorso de su mano como una señal de que voy a comportarme.
"Está bien. Buenas noches, Eleanor. Fue agradable hablar contigo."
"Buenas noches y gracias."
Fray deja su taza sobre la mesa y después hacemos nuestro camino hacia mi habitación. Me encuentro más tranquilo ahora que estamos juntos. Aún es difícil para mí comprender lo aliviado que me siento al estar con ella. Siempre ha sido complicado para mí ser estable pero ese es el efecto que ella ejerce sobre mí y me gusta, siempre me ha gustado.
"Me desperté, no estabas y me preocupé."
"No me iba a ir a ninguna parte a esta hora," ella responde mientras cierra la puerta.
Me siento en la cama pasando una mano por mi desordenado cabello. Nuestras miradas se encuentran y Fray está seria y molesta.
“Lamento haber sido irracional, lamento que te lastimaras y no volverá a suceder, ¿sí?” Suelto toda la disculpa de una vez.
La chica de cabello marrón oscuro se sienta frente a mí y apoya sus manos sobre la cama. Estiro un brazo, mi mano ahueca su mejilla y ella recibe mi caricia. Bajo la mano a su brazo izquierdo y le doy un beso a su hematoma.
“Fui estúpido, muy estúpido. Estoy arrepentido por mi error, ¿sí?” Murmuro y vuelvo a besar el moretón.
“¿Lo prometes?”
“Claro que sí. Sólo estaba celoso.”
“Los celos…no son buenos, te hacen irracional e inconsecuente, no creo que sean una buena combinación,” Fray susurra haciendo una mueca.
Me inclino hacia ella con una mano sobre el colchón y la otra descansa en su mejilla, deslizo mi pulgar por su labio inferior y Lucy baja la mirada.
“Lamento mi estúpido arrebato. Yo no soy una buena combinación, estoy tratando de que no te des cuenta de eso. Definitivamente tengo más defectos que virtudes pero, joder, dame tiempo, ¿sí?”
“No dudes de mí, yo-yo jamás te engañaría, Harry,” susurra dolida sin mirarme.
“Lo sé pero…ah, maldición.”
“¿Por qué? ¿Qué está sucediendo?”
No puedo evitar la respuesta, la conversación se ha tornado notoriamente seria. Si rechazo responder será peor para ambos. Tengo que contarle, tengo que admitir mi palpable y real temor.
“No soy la mejor persona del mundo, tú lo sabes…y tal vez algún día eso te aburra y busques a alguien más. De ahí viene mi miedo,” yo susurro en la oscuridad. Esta es la primera vez que le cuento uno de mis más recientes temores.
“¿Tu…tu miedo?” Ella abre mucho los ojos, claramente asombrada por mi confesión. Asiento con la cabeza desviando la vista. “Yo también tengo miedo de perderte.”
Ahora que ha confesado su temor la atmósfera se ha vuelto tensa e inestable. Es raro hablar sobre esto, yo creo que nunca he admitido alguno de mis temores a Lucinda así que esto es un gran cambio pero tenía que hacerlo porque esa fue la razón de mi comportamiento. Otra razón por la cual esto es extraño es porque nos es difícil a los dos ser honestos cuando se trata de algo profundo. Creo que esa característica nos hace similares y no sé si sea una buena combinación.
El hecho de que haya admitido eso ablanda mi corazón y me tranquiliza inmediatamente. Me siento mucho mejor, definitivamente necesitaba escucharlo para saber que es real. Mis ojos se encuentran con los suyos, tiene una expresión de desaliento.
“¿Por qué crees eso?”
“¿No es obvio?” Ladea la cabeza con una sonrisa triste. “¿Y si encuentras una chica linda?”
“Tú eres linda,” replico de inmediato.
“No lo soy. ¿Y si encuentras una chica linda y que te guste?”
“Lo dudo,” confieso sacudiendo la cabeza. “Lucy, eres linda, inteligente, divertida, amable, generosa, valiente y encantadora. Eres una buena chica y para mi buena suerte me quieres, jamás podría cambiarte, no quiero cambiarte,” le digo sinceramente sonriendo un poquito.
Sus mejillas se ruborizan visiblemente pero una sonrisa triste se dibuja en su rostro. Su mano acaricia mi mejilla y luego toca mi hoyuelo.
“Me encantan tus hoyuelos…”
“Me encantas tú,” murmuro de vuelta.
Sus oscuros ojos se fijan en los míos, nos contemplamos el uno al otro en la oscuridad. La atmósfera se vuelve cálida, electrizante y hay cierta expectación por el próximo movimiento. Ella no se mueve así que decido hacerlo yo. Cierro la distancia entre nosotros presionando mis labios suavemente contra los suyos. Una pequeña explosión se origina dentro de mí mientras su cálida boca se mueve al mismo ritmo que la mía. Sus brazos se encadenan a mi cuello, mis manos se apoyan sobre su espalda y cierro los puños arrugando su camisa. La empujo suavemente sin romper el beso, ella se recuesta obedeciendo mi silenciosa orden. Trepo encima de la pequeña chica, mi erección crece rozando la parte interna de su muslo.
Estamos sin aliento, apoyo mi frente sobre la suya y ella entrelaza sus dedos con los míos. Sitúo sus manos encima de su cabeza y rozo mi nariz contra la suya.
“Hueles a fresas y flores y eres mía, jamás te cambiaría, Lucy," murmuro sin quitar los ojos de ella.
“Hueles a cerveza, a cigarro y a Harry, yo jamás te cambiaría.”
“Ah, espera, ¿no te molesta? Puedo ir a cepillarme-“
“No, estás bien, estás perfecto así,” ella declara con una pequeña pero sincera honesta.
Contemplo su rostro guardando en mi memoria cada una de sus facciones. Realmente tiene un olor a fresas y me vuelve loco.
“Jamás te cambiaría, Lucy.”
“Jamás te cambiaría, Harry.”
Libero sus manos de mi agarre y lo primero que hace es jalar de mi camisa. Obedezco la orden y segundos después estoy sin camisa. Agarro su brazo izquierdo y vuelvo a besar su hematoma.
“Perdón, nena, lo lamento mucho,” repito en un susurro.
“Está bien, acepto tus disculpas,” responde tranquilamente y yo suelto su brazo.
Lucinda reparte besos por mí mandíbula y cuello, creo que ha encontrado un lugar exacto que me provoca bastante. Suelto un gruñido desde el fondo de mi garganta mientras ella succiona cuidadosamente.
“Te ves preciosa, no hay nadie más que tú,” murmuro en su oreja.
Mis manos vagan por sus pequeños y pálidos muslos, dejo mis dedos acariciar su cintura y luego bajo entrando a su ropa interior. Lucinda se congela cuando introduzco un dedo dentro de ella. La muchacha cierra los ojos apretando las manos en mis anchos hombros. Suelta un suave gemido mientras mi dedo se mueve dentro de ella. Arquea la espalda y yo planto suaves besos por su cuello y clavícula.
“Jamás te cambiaría,” susurro. “Quítate la camisa, amor,” le ordeno.
Ella hace lo que le pedí y logra deshacerse de la camisa torpemente. Ahora está jadeando y sus labios están más rosados. Su piel luce perfecta, pálida y suave. Deslizo mis labios por su clavícula e introduzco un segundo dedo.
“Ah, Harry.”
Froto su parte más sensible con el índice y el dedo medio y Lucinda se retuerce debajo de mí. Está muy mojada y me encanta que sea bastante receptiva.
“¡Ta-da, estás súper mojada!” Murmuro con una sonrisa. Le enseño la evidencia y acerco mis dedos a su boca pero ella sacude la cabeza.
"Um, no gracias."
"Tú te lo pierdes,” replico antes de meterme los dedos a la boca y chupar tranquilamente. Tienen un buen sabor.
“¿Pu-Puedo hacer algo?” Susurra con sus ojos sobre mi rostro. Yo elevo una ceja. “Quiero tocarte ahí, como la otra vez, como tú me enseñaste.”
La miro asombrado y de pronto estoy súper emocionado y excitado. Me recuesto sobre el colchón apoyando las manos en la nuca. Fray se incorpora apoyando su peso en sus manos y rodillas. Su rostro se acerca al mío y nos besamos otra vez. Mis manos abandonan mi nuca para hundir mis dedos en su oscuro cabello. Nuestras lenguas juegan tímidamente, nuestros alientos se mezclan mientras profundizamos el beso. Me encantan sus lentos besos, me torturan y me desesperan.
Deslizo mi lengua por el labio superior cuando cortamos el beso. Lucinda me envía una sonrisa nerviosa, sus ojos no abandonan los míos mientras su boca viaja por mi torso. Su camino de besos va descendiendo y la anticipación me hace más duro.
Tira de mi bóxer con su fuerza y yo la ayudo para deshacernos de la tela. Se queda mirando mi erección, asiente la cabeza para sí misma y luego sus dedos tocan mi erección. Sus ojos se clavan en mí mientras bombea suave y cuidadosamente. Contengo la respiración mientras su pulgar juega con la punta, lo está haciendo tal y cómo le enseñé la última vez.
Me apoyo en mis hombros cuando Lucinda agacha la cabeza. Yo no le enseñé eso. Abro mucho los ojos en puro asombro y excitación pura. Su lengua caliente se mueve lento por la punta y luego lo mete en su boca y chupa. Me mira mientras lo hace y eso me envía a un maldito precipicio. Todo mi cuerpo se estremece y no puedo creer lo que estoy viendo.
Mi pequeña Lucy desliza su lengua una vez más antes de meterlo en su pequeña boca, chupa dos veces más y yo maldigo en voz alta. Me está volviendo loco la manera en que lo hace tan lentamente. De pronto se detiene y se endereza.
"¿Cómo...Cómo estuvo?" Pregunta, veo que está ansiosa y asustada por la respuesta. "E-Estoy tratando de hacer lo mejor posible."
Recupero la voz y empiezo a respirar. "Estuvo bien, excelente," suelto con voz ronca.
"¿De verdad? Estoy tan nerviosa, pensé que te ibas a burlar de mí porque yo no sé nada de esto. Moví mis manos como tú me enseñaste, usé mi boca porque sé que las chicas lo hacen pero no sé exactamente cómo lo hacen. Lo hice lento porque no quería lastimarte y porque tengo miedo. Perdón por no ir más profundo pero soy una principiante, además con este tamaño yo…yo no sé si pueda-"
"No te preocupes, estuvo excelente, " sonrío abiertamente.
Está súper parlanchina, supongo que es debido a sus nervios. Qué tierna. Me siento en la cama y cojo su rostro entre mis manos para besarla una vez más. Ella jadea sorprendida mientras uno de mis brazos envuelve su cintura. Acaricio su largo cabello, mis dedos pronto viajan por su espalda hasta llegar a su sujetador. Me deshago de la prenda y deslizo mi nariz por su esternón.
“Ah, Lucy,” murmuro besando su esternón.
Subo la vista para encontrarme con sus ojos oscuros. Aparto los mechones de su rostro colocándolos tras sus orejas. Ella me contempla sin decir ni una sola palabra. Se ve tan guapa, tan tierna, débil y pequeña, tan Lucy. No quiero vivir sin esta imagen o sin la imagen de minutos atrás cuando confesamos uno de nuestros temores. Quiero cada pequeño momento que pueda existir entre nosotros.
“Te ves preciosa y me estás volviendo loco. Te quiero, Lucy. Siempre.”
“¿Qué?” Susurra desconcentrada. Agarro su rostro entre mis manos y ella deja caer los brazos a su costado.
“Te quiero. Siempre,” repito sin quitar los ojos de ella.
Parpadea muy rápidamente y se muerde el labio inferior dos veces. “Yo también, Harry. Um…quiero estar arriba.”
Sonrío divertido pero frunzo el ceño tratando de simular que estoy molesto.
“Estaba tratando de ser romántico pero mi novia sólo quiere sexo.”
Ella suelta una risa mientras apoya sus manos sobre mis anchos hombros para poder empujarme de vuelta a la cama. Me quedo asombrado y completamente fascinado por su determinación.
“Ayúdame,” murmura y yo obedezco enseguida. Mi cuerpo se estremece una vez que estoy dentro de ella. “Ah, Harry.”
“Te quiero,” susurro ronco.
Ella agarra mis manos dejando ambas por encima de mi cabeza tal y como yo lo hice con ella. Sin quitar los ojos de mí empieza a moverse lentamente. Es una tortura, una deliciosa y dolorosa tortura. Me inclino hacia adelante, mi lengua se desliza por sus pechos. Lucinda gime audiblemente y sujeta mis manos con más fuerza.
“Suelta mis manos, Fray,” pido amablemente aunque me estoy muriendo por toda la satisfacción que me está entregando.
Ella hace lo que le pido, mis manos cogen su cintura y la ayudo a bajar con una fuerza extra. Ambos gemimos al mismo tiempo. Una de sus manos aterriza en mi hombro y la otra se apoya en la cabecera de la cama. Mierda, se ve increíble y estoy completamente fascinado. Me encanta la manera en que se está moviendo, sus ojos sobre mí, sus uñas hundiéndose en mi piel, la manera en que está gimiendo y la lista podría seguir.
Jalo de ella hacia mí con mi mano sobre su nuca, nuestras bocas se encuentran en un acalorado beso y su lengua se mueve tímidamente con la mía. Nos perdemos el uno en el otro. La habitación es pequeña y la temperatura está alta. Todo lo que soy son sensaciones, todos mis pensamientos son únicamente sobre ella. Estoy completamente perdido en un mar de cálidas y fuertes oleadas de sentimientos. La quiero. Siempre.
Entrelazo mis dedos con los de ella, beso su mano y muerdo uno de sus dedos. Ella aparta los mechones de mi frente sudada y me da un besito. Mi nariz acaricia la suya y nuestros ojos se conectan, en este momento sólo existimos nosotros y quiero que sea así por un largo tiempo. Joder, cuanto lo deseo.
“Te quiero. Siempre,” ella articula las palabras.
Mis manos vuelven a su cintura y en un acuerdo silencioso nos movemos más rápido. No dudaré mucho, honestamente está tan apretada que no voy a poder aguantarlo. Estoy en el precipicio y estoy a punto de caer. Le doy tres embestidas más fuertes de lo habitual y Lucinda suelta un gemido muy alto. Cubro su boca con una mano y ella colapsa sobre mí. Me deslizo una vez más y exploto en un orgasmo sencillamente genial.
Nos quedamos quietos al mismo tiempo que nuestros jadeos se dispersan en el aire. Su piel está muy caliente al igual que la mía. Mi brazo rodea su cintura y hundo mi nariz en su cabello.
"Te quiero. Todo el maldito tiempo, Lucinda."
Ella se acuesta a mi lado y nos acurrucamos juntos.
"Yo también," responde sin aliento. "Todo el-el maldito tiempo, Harry" sonríe.
Devuelvo la sonrisa luego de su declaración, ella nunca ha usado antes la palabra 'maldito'.
Mi novia esconde su rostro en mi cuello y yo jalo la sábana para cubrir su cuerpo. Nos sumimos en el silencio y al cabo de unos minutos creo que se ha quedado dormida. Suelto un bostezo.
"Espera, ¡no! ¿Estás cansado, Harry?" Me sobresalto al escuchar su voz.
"Un poco, ¿por qué?" Ladeo la cabeza para poder ver su rostro. Sus hermosos ojos encuentran los míos.
"Quiero...quiero hacerlo otra vez,” admite avergonzada.
Elevo una ceja ante su declaración. Ella cubre su rostro con su brazo.
"No me opongo. Por cierto estuvo increíble,” le doy un beso en la frente. Ella se revuelve en la cama y también me da un beso en la frente.
"Yo creo lo mismo."
"Me gusta que me montes."
"Me gusta hacerlo," ella susurra en la oscuridad. "Sabes, es raro porque nunca me imaginé haciendo esto."
"¿A qué te refieres?"
"Basándome en cómo me veo y cómo soy y sobre el hecho de que no me importaban los chicos yo sabía que mis oportunidades de tener sexo eran nulas."
"Basándome en cómo te ves y cómo eres tengo que admitir que estoy completamente loco por ti. Me gustó mucho, tú me gustas mucho."
Ella besa mi frente una vez más y luego sus dedos acarician mi cabello. Dejo un camino de besos por su mandíbula y cuello, su piel está caliente y tiene un olor espectacular. Mis grandes manos cogen su cintura y presiono mi erección contra la parte interna de su muslo. Fray sonríe tímidamente y no protesta cuando mis besos descienden hacia su estómago y más abajo.
+
Abro los ojos levantándome abruptamente. Estaba teniendo una pesadilla pero ahora no puedo recordar de qué se trataba. Creo que había un niño.
Estiro los brazos y cubro mi boca para bostezar. Me froto los ojos, estoy súper cansado. Miro a la derecha y Lucinda duerme tranquila y profundamente. Se ve muy tierna. Ruedo los ojos porque se ha vuelto a poner mi camisa, ella se niega a dormir desnuda. Me recuesto a su lado, un brazo envuelve su cintura y aparto su cabello para apoyar mi nariz en su nuca. Inhalo profundamente mientras cierro los ojos.
Anoche fue increíble, maravilloso y sencillo. Ella es adictiva y creo que le está gustando esto lo cual es bueno. Lucinda se está volviendo apasionada y me encanta escuchar sus gemidos, la manera en que dice mi nombre o cuando dice que me quiere. No hay mejor sentimiento que ese y ahora sé cómo verdaderamente se siente. Cada simple momento fue mejor que el anterior, no hay comparación y cuando estaba dentro de ella…¡sin condón! ¡Santa mierda, joder!
Me pongo pálido, el color y el calor se drenan de todo mi cuerpo. Me siento bruscamente en el colchón, observo a Lucinda y ahora estoy horrorizado y entrando en la pura desesperación y en pánico. Maldición, lo olvidé completamente. ¿Cómo pude ser tan estúpido? Y anoche lo hicimos como tres veces y ¡Dios mío, hay un montón de espermatozoides! ¡Ella podría embarazarse!
Vuelvo a mirar a Lucinda y ella duerme plácidamente, ¿debería despertarla? Creo que sí o mejor no, no quiero que entre en pánico como yo. ¿Qué va a pensar al respecto? Quizás se va a enfadar por mi responsabilidad, en verdad es nuestra irresponsabilidad. Bajo la vista hacia su estómago, me siento mareado. ¡Joder, mierda! ¡Un hijo! ¡No, santo cielo, no! Tengo que comprar la píldora, ¡ahora! ¿Cuántas horas tengo? ¿Veinticuatro o setenta y dos? ¡Mierda, el tiempo es oro!
Me levanto de la cama y empiezo a buscar ropa rápidamente. ¡El tiempo es oro, el tiempo es oro! Tiro de los jeans para que entren y cojo una camisa que está en el suelo. Mis ojos caen sobre Sherlock y él está afuera de su jaula, creo que me está mirando o quizás está mirando a la nada.
“Joder, Sherlock, esto está mal,” murmuro sacudiendo la cabeza.
“¿Harry?” Escucho la suave voz de Lucy.
Me doy la vuelta y el horror en mi expresión hace que ella me mire confundida. Se arregla el cabello y coge sus lentes.
“¿Qué sucedió? ¿Estás bien? Luces muy pálido y asustado.”
“Bueno…anoche tuvimos sexo tres veces y no usé condón, lo olvidé pero tú también lo olvidaste pero no importa, iré a la farmacia y-“
“Hey, cálmate,” ella me interrumpe con una suave sonrisa.
¿Qué diablos? ¡Es imposible calmarse en una situación como esta!
“Harry, estoy tomando una píldora anticonceptiva.”
Me quedo boquiabierto y dejo caer los calcetines que sujetaba en mi mano. ¡Santa mierda! ¡Todo está bien, misión abortada! Me relajo y me siento tranquilo instantáneamente pero no puedo evitar estar enfadado porque ocultó información.
“¿Qué mierda? ¿Por qué no me lo dijiste antes?” Gruño molesto. Me quito la camisa y me acuesto a su lado.
“Perdón, lo olvidé, además quería probar algo.”
“¿A qué te refieres?”
“Sólo quería saber como ibas a actuar sin tener conocimiento sobre esa información.”
Me llevo una mano al corazón y aún está latiendo fuerte. Me asusté demasiado, tener un hijo está lejos de encontrarse en mi lista.
“¿Te asustaste? Hey, perdón,” habla suavemente.
Su mano acaricia mi mejilla tratando de reconfortarme. Cojo su muñeca y jalo de ella, Lucy entiende mi mensaje y trepa encima de mí.
“Nunca más vuelvas a ocultar ese tipo de información, ¿me entiendes? Era muy importante, Lucinda, me asusté mucho.”
“Perdón. Te veías tierno preocupado y horrorizado.”
“Tierno mi trasero, casi me muero. Quiero saber la historia...¿Por qué lo estás usando? ¿Desde cuando?”
“Está bien pero primero iré a cepillarme los dientes y lavarme el rostro.”
Me incorporo y nos quedamos cara a cara. Hundo mi rostro en su cuello y ella me abraza.
“Joder, eso estuvo cerca,” murmuro. "Casi me orino encima, lo juro, Lucy," confieso seriamente y ella suelta una pequeña risita.
“Nunca existió un posible mini Harry, tranquilo.”
Me tranquilizo al aceptar la verdad. Me siento mejor. “Anoche fue increíble," sonrío. Dejo besos por su suave piel mientras mis manos acarician su espalda desnuda.
“Sí, estuvo excelente. Hey, ya, déjame ir, quiero cepillarme los dientes.”
“No me importa, eres mi mujer, quiero tocarte,” hago puchero.
“Si-Si me dejas ir podré cepillarme los dientes y luego regresaré y podrías tocarme,” murmura con mejillas ruborizadas.
Yo la suelto enseguida y ella se incorpora torpemente. Me da una miradita y su rostro está rojo de vergüenza. Coge su mochila y saca un cepillo de dientes y una pequeña toalla.
“Volveré enseguida, Harry."
2 ANUNCIOS IMPORTANTES:
1- Vuelvo a la universidad el 3 de marzo así que puta vida, las actualizaciones no serán con tanta frecuencia. Pensé que lograría terminar ow está verano pero misión fallida.
2-Pasen por mis otras fanfics >>>> Superficial de Louis y Revelación que también es de Harry. Estoy bastante emocionada con ambas y actualizo siempre cuando puedo.
Abrazos cibernéticos!! xox
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