XXVII. Miedo
*
—Claro... te mandaré fotos.
____________ al escuchar las últimas palabras se puso sus zapatos rápidamente, cerró la puerta de su habitación para dirigirse hacia donde estaba el chico. Respiró hondo para poder calmarse y así formular lo que iba hacer.
—Hey —________________ le saludó.
—Tengo que colgar —guardó su móvil en el bolsillo—. ¿Se te ofrece algo, Kang?
—Sí y discúlpame por meterme pero también me interesa.
—¿A que te refieres?
—Fue inevitable no escuchar la conversación. Yo también quisiera unas.
—No sé de qué hablas.
—Vamos, yo te escuché y sé que tienes mercancía. ¿Te importaría darme unas cuantas? Yo también tengo mis necesidades.
El chico balbuceaba y luego se rindió, se rió.
—Vaya no pensé que también querrías a alguien, bien, vamos a mi habitación para hacerte precio.
Bingo, lo había conseguido. ______________ lo siguió y mientras caminaban, el chico le hacía conversación. ______________ sólo apretaba los puños para poder controlarse. Siguieron un poco más hasta llegar a la habitación, sólo tomó un piso hacia abajo.
—Aveces hay que tomarlas por la fuerza —lo dijo en un tono burlón mientras abría la puerta de su habitación con la tarjeta de acceso—. Pasa.
—Tú primero, para que puedas buscarlas.
—Vale.
El chico entró primero y Kang le siguió, cuando la puerta se juntó; Kang se aseguró de cerrar la puerta con seguro. Se acercó y miró que el chico estaba buscando en su maleta y sonrió al encontrar un pequeña bolsita plástica. La habitación era la misma que poseía con Jangyu, solo que a la inversa y el color era distinto.
—Aquí tienes dos capsulas de Rohypnol. Puedes echarla en una bebida y caerá en un profundo sueño. ¿Lo más gracioso? No recordará nada —se rió fuertemente mientras entregaba las pastillas a Kang.
La sangre de _______________ ardía como lava de un volcán en erupción. No soportaba su risa burlona y mucho menos le agradaba sus intenciones. Su mirada se tornó fría y oscura, cuando por su mente vio a Jennie. Su pecho le dictaba que nadie podía hacerle daño, no podía permitirlo. Las palabras de la abuela Kim, de nuevo resonaron en su mente.
"Sea lo que sea, por favor cuida de ella."
Y esa promesa, Kang la cumplirá con todas sus fuerzas.
Su puño impactó en la mejilla del chico, logrando que cayera al piso. Su rostro reflejaba dolencia y confusión.
—¡¿Por qué fue eso?! —preguntó histérico.
Otro puñetazo en el rostro, justo en la nariz y en cuestión de segundos, un hilo rojo bajaba por los orificios de su nariz.
—¿Ves como se siente? ¿Ser el débil en esta situación? —dio otro golpe pero esta vez en la mejilla.
—No sé de qué hablas —gruñó pero dentro de sí estaba asustado.
—Te lo pondré sencillo —se bajó para acercarse—. Ibas abusar de una chica indefensa.
—No es que fuese tu problema...
—Cierto, pero la situación es que... ella es una promesa.
______________ dejó escapar su frustración sobre el chico, golpeándolo multiples veces en su rostro y uno que otro en su estómago. El chico, quien se llamaba Seo porque Kang se lo había preguntado para tener unos segundos de respiro, trataba de defenderse pero era débil ante la fuerza de _______________. Así que continúo con su otra mano para seguir golpeándolo, sentía rabia y las suplicas de Seo empezaban a salir.
***
Hace unos años atrás...
—No dejes que tu enemigo se aproveche ni un segundo.
Su padre le decía mientras ________________ le pegaba al saco de boxeo.
—La duda es una debilidad en el ring, recuerda eso.
Después de enterarse de que atacaban a _______________, el Kang Haneul se encargó de enseñarle todo lo que sabía. En sus tiempos de universidad, era una estrella en el kickboxing, hasta que de momento una lesión en su espalda terminó todo el sueño que un joven añoraba. Por lo menos, _____________ podría defenderse de sus agresores y quizá, si se lo disponía, podía meterse en ese mundo porque veía en _____________ una gran capacidad.
—¡Bien! ¡Bien! —le alentaba por asestar buenos golpes.
Luego de una hora de entrenamiento se habían sentado para poder tomar agua y Haneul aprovechó para darle retroalimentación a _______________.
—Se te da bien la lucha pero tienes que mejorar tu postura, es lo único. Pero lo demás, estas más que bien.
—Gracias, Appa.
—Usa mis enseñanzas para defenderte o para un bien, pero no lo utilices contra el débil.
—Lo prometo.
—Dales su merecido.
***
—¡Basta! ¡Para! ¡Para! —casi lloraba.
—Pues escúchame bien —su voz era fría—. Por ninguna circunstancia, te vas acercar a Jennie.
Seo asintió rápidamente y trataba de respirar por la boca ya que su nariz no paraba de sangrar.
—Y no vas abusar de ninguna chica, jamás. O si no... —sacó su móvil.
Reprodujo el audio y se podía escuchar lo que Seo había dicho hace minutos atrás. Se escuchaba fuerte y claro, no tenía defensa.
—Esta bien... —lágrimas salían—. Lo prometo.
—Bien, otra cosa. Sí te preguntan, te asaltaron en la calle y no viste nada. ¿Entendido?—.
Seo asintió rápidamente, ya quería que terminaran los golpes. Así que ____________ se levantó y buscó todas las Rohypnol que poseía mientras le preguntaba a Seo. Las que iba a usar con Jennie en ese instante y en su maleta, que tenía solo tres bolsitas más. Al tenerlas todas, fue al baño y las tiró por el inodoro. Bajó la cadena y vio como desaparecían con velocidad. En ese momento, se dio cuenta de que sus nudillos estaban rojos y con manchas de sangre, sobretodo su mano zurda.
Así que tomó jabón líquido para poder limpiarse y sintió un poco de ardor en su mano izquierda. Cuando se iba sacando la sangre, notó que sus nudillos estaban acercándose a un color morado, tenía que aplicarse hielo y pronto. Al terminar, cerró la llave del lavamanos y tomó una toalla, al salir del baño vio que Seo estaba sentado en el piso. ____________ lo miró y le tiro la toalla para que se limpiara con ella.
—Hay un botiquín en el baño, curate tú mismo —______________ le lanzó una última mirada antes de irse de la habitación.
Al salir, caminaba por los pasillos con paso ligero, su mano empezaba a doler pero quien reinaba en su mente era la castaña. ¿Estará bien? ¿Y si con el que estaba hablando Seo tenía los mismos planes? Sus pasos se dirigieron hacia al elevador para ir al último piso, en donde era la fiesta. Presionaba el botón múltiples veces y al abrir, había entrado enseguida. Movía su pie repetidas veces con desespero, porque de tan solo pensar que Jennie estuviese en peligro le ponía impaciente.
Ni dejo que las puertas se abrieran por completo y salió de inmediato para poder llegar a su destino. Era fácil llegar por la alta música y porque estudiantes vestidos con ropas para ir de fiesta estaban caminando hacia donde se dirigía el ruido. ____________ iba con prisa, esquivando a cada persona, cuando lo hacía la música se escuchaba más clara. Cuando entró, el olor a alcohol, cigarro y sabores de vape estaban mezclados en el ambiente. Era una de las tantas cosas que no le gustaba las fiestas, así que ignorando el ambiente buscaba a la castaña con cierta rapidez.
Miraba cada rostro y cuando no identificaba que no era ella, cambiaba de objetivo. Era frustrante ¿desde cuando hay muchos grupos de último año? Continúo su recorrido sin resultado, hasta que encontró una cara conocida. Bueno, dos para ser exactos y se trataba de nada más y nada menos que con Dahyun junto con Sana. Parecían intercambiar palabras de manera tranquila.
—Hey, lamento interrumpir —dijo _______________.
—¡Kang! Pensé que no irías —contestó Dahyun al verle.
—Créeme ese era el plan. ¿Han visto a Jennie? Es muy importante —su rostro reflejaba desespero.
—¿Unnie? Pues esta cerca de la piscina —contestó Sana.
—Gracias.
Cuando se iba a ir, le lanzó una mirada a Dahyun y ella le sonrió muy feliz. Estaba teniendo una oportunidad al platicar con Sana. De seguro en unos días ambas le contarán desde sus puntos de vista. Así que siguió su camino buscando el área de la piscina y efectivamente allí estaba la castaña cerca del barra junto con sus amigas. Esto activó los sentidos de Kang y aceleró el paso.
—Y entonces le dije que se fuera al diablo —Jennie rodó los ojos.
—Bien hecho, Jen. Además, no te merecía —le dijo Jisoo.
—Nadie me merece... nadie.
Iba a tomar un sorbo pero ______________ se apareció en ese instante quitandole la bebida.
—¿_____________? —preguntó sorprendida—. Pensé que no ibas asistir.
—Cambio de planes.
—Me alegra verte, enserió —ella le sonrió—. ¿Pasa algo con la bebida? Si no, dámela de vuelta.
—Mejor no —dijo ___________ mirando por dentro la bebida, verificando que no hubiese nada extraño.
—¿Vale? —le miró extrañada—. Bueno, si no hay bebida pues acompáñame a la pista de baile porque esa es una de mis canciones favoritas.
—Yo no bailo.
—Yo te enseño.
—Espera...
—Diviértete, te noto en tensión.
______________ dejó la bebida en la barra antes de que Jennie le agarrara la mano para obligarle a ir a la pista con ella. Lisa se burló de la situación y le deseo éxito, pues sabía como Jennie era bailando.
Cuando llegaron, _______________ solo estaba de pie mirando a su alrededor sin hacer nada. Al contrario de la castaña, se movía bien y luego se acercó a ______________.
—¿Puedo? —preguntó Jennie poniendo sus brazos alrededor del cuello de ____________.
Como era de esperarse los brazos de _____________ estaban en su lugar. Jennie soltó una pequeña risita.
—Para que funcione, deberás poner tus manos en mi cintura. A menos que quieras que sea más... —se acercó a su oído—. íntimo si las pones en mis caderas...
_____________ suspiró y con mucho cuidado con manos temblorosas puso sus manos en la cintura de la castaña. Sentía la suave piel de su jefa pues tenía una camisa corta sin mangas. Sus cuerpos casi se tocan pero Jennie iba a ser prudente, por lo cual estaban a una distancia apropiada. A pesar de eso _____________ podía oler su perfume Chanel Chance, ese olor a fruta-aflorada, su aroma característico.
—¿Estas bien? —____________ la miró, todavía tenía la preocupación.
—Sí ¿por qué debería estar mal? —ladeo su cabeza mientras trataba de guiar a ____________ en el baile.
—¿Te sientes soñolienta o mareada?
—¿No? ¿Por qué lo preguntas?
—¿Alguien te ofreció algo? ¿Una bebida?
—Solo pedí la que me arrebataste.
—¿Alguien se te acercó o...
—¿______________ te encuentras bien?
______________ miraba a sus alrededores, pendiente a que nadie se le acercara a Jennie o que nadie esté planeando nada. Su corazón latía muy rápido por el desespero que sentía, sentía calor y mini capas de sudor empezaban crearse.
—______________ mírame.
Kang seguía sin mirarla, Sus sentidos estaban activos y su cuerpo no mostraba nada de relajación y su respiración estaba intranquila. Sentía temor, temor de que un agresor fuese a lastimar a su jefa.
Nadie, absolutamente nadie ayudaba a Kang de sus agresores cuando estaba en peligro en Japón. Sentía miedo, miedo de que Jennie estuviese en peligro, miedo de que nadie la salvase, miedo de que la lastimen al igual que _______________.
Miedo de no poder lograrlo.
Voces resonaban en la mente de ______________. Escuchaba los comentarios de Gwi-nam, diciendo que no había escapatoria. Y que lo mismo pasaría con la castaña. Su cuerpo empezó a temblar y su respiración se volvió más irregular. Trató de concentrarse de estar alerta pero las voces hacían más ruido. Hasta que de momento reventó la burbuja.
—Oppa —esta vez Jennie con sus delicadas manos agarró el rostro de Kang para que la mirara, cosa que logró—. Concéntrate en mi —esta vez hizo caso, ella veía que sus ojos reflejaban miedo—. Respira —ella inhaló para que ____________ la siguiera.
Jennie agarró la mano derecha de ___________ para ponerla su pecho, para que _____________ sintiera sus latidos mientras respiraba hondo y lentamente. ______________ miraba su mano siendo arropada por la de Jennie, se dio cuenta que la mano de su jefa era pequeña a comparación de la suya.
—Eso... respira... —musitó Jennie mirándole—. Estoy bien ¿Vale? Nadie me ha hecho nada.
________________ cerró los ojos, intentando escuchar las palabras de Jennie con atención; su voz era suave, tranquila y llena de paz. Sintió en su pecho, una mano, era Jennie. Esto incitó a que _____________ pusiera su mano encima de la de ella, al igual como lo estaba haciendo ella con su otra mano. La castaña miró sus nudillos maltratados pero ahora no venía al caso. _____________ copiaba la respiración de su jefa y en ese instante, sin darse cuenta pegó su frente con la de ella. Sus rostros estaban cerca pero eso no importaba ahora mismo, poco a poco se iba calmando, las voces se iban.
—Estoy bien... —Jennie repitió y pudo deducir que esas palabras le hacían sentir mejor—. Estoy a salvo, estoy aquí contigo...
Kang seguía con los ojos cerrados mientras recibía esas palabras de afirmación, asentía cada vez que Jennie le comunicaba.
Las chicas podían ver ese momento junto con los chicos, se volvieron a reunir luego de estar en otra area y no lo podían creer. Pues pensaban que estaba pasando algo a gran escala. Jennie lo sabía pero las explicaciones las haría después, lo que importaba en este momento era su asistente personal.
—Todo va a estar bien ¿vale? Estoy aquí, estoy aquí junto a ti —Jennie sentía la respiración de ______________ volviendo a su normalidad.
______________ abrió sus ojos y unos segundos Jennie los abrió también. ______________ nuevamente hacía la misma respiración que Jennie, logrando calmarse en su totalidad. Por unos pequeños momentos aunque se sentía como una eternidad; Jennie pudo ver el color de ojos de Kang y pensó en lo hermosos que eran. Le dedicó una mirada de seguridad, de que ella estaba segura a su lado y asegurarle que no había ningún peligro.
Y como era de esperarse poco a poco se separaron. _____________ a pesar de estar en completa tranquilidad, gracias a Jennie. Era inevitable no sentir sus mejillas arder por el momento íntimo que acaban de tener o no sabía si llamarle así pues nunca ha estado en esa situación con nadie.
—¿Quieres tomar aire fresco? —preguntó Jennie aún con la mirada fija en ______________.
______________ asintió y Jennie tomó su mano para irse de aquel lugar.
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¡Holis!
Espero que les haya gustado el capítulo ♡
Créame tenía muchas ideas y esto salió naturalmente, sentí una conexión, no se jaja.
Por favor, no olviden comentar y votar, me ayudaría mucho al saber como esta yendo la obra.
Estimo que el próximo capítulo será en unos días ya que estoy libre.
En fin, los amo.
¿Kang le dirá la verdad a Jennie?
Descubrelo en el próximo capítulo
-Wonhos
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