XVII. Dotes Culinarios

*

Los segundos parecieron ser minutos para ________________ porque la castaña no articulaba ninguna palabra. Su rostro mostraba preocupación y podría ser que lo estuviese imaginando pero creía ver que los ojos de la castaña brillaban.

—¿Kim? —llamó Kang de nuevo.

Jennie pestañeo muchas veces para calmarse y calmar que sus ojos no derramaren lágrimas; estaba asustada del estado de ________________. La última vez que le vio no tenía esas heridas extras que estaba presenciado.

—Yo... —la castaña trató de decir todavía en shock—. Que... ¿qué te pasó?

—¿Qué haces aquí? —preguntó _______________ ignorando la pregunta.

—Vine para darte los apuntes de hoy, la profesora Seong sabe que estoy aquí para entregartelos y así no te pierdas los temas para los exámenes próximos que se avecinan —dijo Jennie viendo la carpeta que sostenía en sus manos y se los extendió.

—Gracias —dijo _____________ tomando la carpeta.

Se quedaron en silencio por un momento y ______________ notó eso. Apretó la manija de la puerta por las palabras que iba a decir.

—¿Quieres pasar? —ofreció _______________—. Viniste hasta acá y debes estar cansada por subir las escaleras también.

—Sí, claro —Jennie se adentró al apartamento con pasos nerviosos.

Nunca había entrado en otras residencias que no fueran aparte de las de sus mejores amigas. Notó lo sencillo que era el apartamento y ver que no era tan grande. _________________ le ofreció sentarse en el sofá y ella asintió, sentándose y dejando sus cosas a su lado.

—¿Quieres algo de beber? —preguntó ________________.

—Agua estaría bien —contestó Jennie.

Kang asintió yendo a la nevera para poder servirle un vaso. Mientras _______________ hacía eso, Jennie pudo ver en la pared algunas fotos que Ho-Seok tenía colgadas. Había una de Ho-Seok con amigos, con familiares y otra que parecía ser _____________ en su niñez. Notó que en la foto, ______________ sonreía y para Jennie era raro verle de esa forma pues nunca le ha sonreído.

—Ten —_____________ le extendió el vaso de agua.

—Gracias —Jennie agradeció y tomó un sorbo.

—¿Qué discutieron hoy? —preguntó _______________.

—Solo nos dieron tarea de práctica y dieron material nuevo en física.

—Lo revisaré más tarde y anotare todo en mi repaso.

—Fue raro.

—¿Qué cosa?

—No verte hoy, me hiciste falta.

—Creo que estuviste bien.

—Créeme no, creo que me acostumbre a que me ayudes.

—Entiendo.

—¿A quien engaño? La realidad no es eso, es que sentí extraño no estar contigo.

—¿Gracias? Supongo.

Jennie miró a _______________ y de nuevo fijó su mirada en los raspones y hematomas nuevos que tenía en su rostro. Otra vez sintió su pecho con pesadez ¿que había pasado? Se preguntó internamente, porque esas heridas parecían dolorosas.

—¿Qué te pasó en la cara? —preguntó Jennie con suavidad, como si se tratase de un murmuro, mirándole preocupada.

—Nada que debas preocuparte, solo me caí de la bici. Fui a correr por ahí y tropecé en la carretera. Habían muchas piedras de distintos tamaños —mintió.

—Pues las piedras fueron muy exactas —sabía que estaba mintiendo pero no quería insistir.

—Esas lo eran —dijo _______________.

Kang no sabía si agradecer para no seguir dando explicación o maldecir en esos momentos al oír su móvil sonar y ver que era su madre llamando por videollamada. ¿Qué iba a decirle? Si la razón por la cual estaba en Corea era porque ella quería que no volviera a pasar lo que había pasado en Japón.

—Mierda... —suspiró ______________.

Si contestaba su madre le iba a bombardear con preguntas y podría caer en una crisis. Si no contestaba pues lo mismo.

—¿No vas a contestar? —preguntó Jennie mirándo el móvil.

—Si contestó y me ve así, pensará lo peor —y claro que iba pensar lo peor.

El móvil volvió a sonar y ______________ suspiró para contestar. En ese momento, Jennie tomó la mano de _______________ para que le mirara.

—Tengo una idea —afirmó Jennie—. Dile que estas haciendo algo y que la llamas dentro de unos quince minutos.

_______________ tenía cara de confusión y aunque le costara confiar en las personas se dejó llevar. Hizo lo que Jennie le había dicho y le había enviado un mensaje a su madre de que la llamaría después.

—Siéntate —Jennie dijo desde el suelo con algunos cosméticos que tenía en su falda.

________________ se sentó y Jennie se acomodó frente a frente. —Te aplicaré un poco de maquillaje para esconder los moretones.

______________ no tenía otra opción y terminó aceptando la propuesta de la castaña. Ella asintió, empezó a sacar todas sus cosas de maquillaje. Lo más que iba a usar era base, así que con cuidado empezó aplicarle a ______________ para no lastimarle. Estaban muy cerca, Jennie estaba concentrada viendo que todo se escondiera y se viera natural. Kang podía escuchar la respiración de la castaña y oler su perfume que fácilmente podría ser Chanel Chance. Por su olor a floral-afrutada, acentúando la plenitud del absoluto jazmín exótico. Mientras libera una dosis justa de suaves y cremosas notas de almizcle blanco, creando efecto limpio y algodonoso. Tenía un olor agradable, no lo podía negar. En ese momento, Jennie estaba pasando el blender cerca de su cicatriz del labio, cosa que alarmó a _______________ tomando el brazo de la castaña en un rápido movimiento, ella se dio un pequeño brinco.

—Tranqui, no iba a tocar ahí —aseguró Jennie calmandole.

_______________ tenía su mano sujetada, hasta que lentamente la soltaba para que ella continuara con su labor. Jennie asintió y se preguntó a sí misma porque no dejaba que le tocaran en esa área y también como le había sucedido eso. Dando los últimos toques, Jennie examinó su trabajo y vio que había tapado la gran mayoría de los hematomas.

—¿Tienes una gorra? —preguntó Jennie—. No quería maquillarte el raspón de la ceja, ya que siento que esta un poco fresco.

Kang asintió y rápidamente busco una gorra negra de Ho-Seok para poder ponérsela. Aprovecho para verse en el espejo y tenía que aceptar que la castaña tenía cierto talento, no se le notaban los golpes, era como si nada de esa noche hubiese pasado. Así que tomó su móvil para llamar por videollamada a su madre.

—¡_______________! ¿Cómo estás? ¿Por qué tardaste tanto? —empezó hacer muchas preguntas.

—Perdón Eomma, estaba haciendo unas cosas para hablarte con tranquilidad.

—Vale vale, te creo.

—¿Cómo va todo por allá?

—Va bien, de verás.

—¿Ho-Seok te esta alimentando bien? ¿No te esta dando comida rápida?

—Ho-Seok me esta cuidando bien, no te preocupes.

El sonido de una de las brochas caerse hizo que la castaña por inercia se levantara para poder recogerla, notando que la conversación se detuviera. Jennie se paralizó porque sabía que la había cagado y cerró sus ojos.

—Kang... ¿Esa es una chica? —preguntó su madre con mucha sorpresa.

________________ cerró sus ojos también, pues ya se esperaba lo que venía más adelante.

—Sí, Eomma. Es una compañera de salón —trató de decir con normalidad.

—¿Compañera de salón? —alzó un poco la voz por su emoción—. ¿Por qué no me lo habías comentado? ¡Presentamela!

Kang se giró para mirar a Jennie y ella le había murmurado con mucha pena un: "lo siento". _____________ hizo un ademán para que se sentara a su lado para conversar con su madre. De por sí ya sentía lo incómodo que sería.

—Saludos, señora Kang —Jennie respetuosamente hizo una reverencia.

—Hola linda, yo soy la madre de ______________. ¿Cómo te llamas? —la madre de Kang no podía esconder su sonrisa.

—Mi nombre es Kim Jennie, es un placer conocerle —no perdió su compostura.

Los ojos de la madre de ______________ se abrieron por completo.

—¿Kim? ¿Kim Jennie? ¿Tú eres la que mi bebé habló aquella vez? ¡No puede ser que emoción! Sabía que serías una preciosa chica y muy educada —su madre estaba emocionada, no podía ocultarlo—. Que te dije ______________, que te ibas a juntar con ella. ¡Cariño! —llamó a su esposo y se asomó un momento—. Mira con quien esta _____________, es Jennie ¿te acuerdas?

—Claro que lo recuerdo, muy bien ______________ —asintió orgulloso su padre.

Jennie estaba sonrojada y ________________ estaba muriendo de la vergüenza por las ideas locas de su madre.

Eomma, primero que todo, es solo una compañera de salón.

—Así se empieza, siendo amistad y luego florece el amor. Pero a mi no me engañas, se que hay algo más que amistad.

_______________ sabía que no podía sacarle esa idea a su madre y que ya este con una ilusión equivocada.

—Con todo respeto, señora Kang...

—Dime Omonim —la interrumpió, logrando sonrojar más a Jennie—. Les dejo a solas, creo que deben estar haciendo cosas —su madre se despidió.

—Adiós eomma —____________ no iba a intentar corregirle, ya estaba hecho.

Al colgar, Jennie miró a _____________ con cara de arrepentimiento. Sabía que lo había arruinado y que podría ser que ______________ estuviese con molestia.

—Perdón —dijo arrepentida.

—No te preocupes, de alguna forma iba a pasar —dijo ______________ quitándose la gorra.

—De verdad, perdón —se volvió a disculpar.

—Dije que esta bien. Hubiese sido peor de no ser por ti en tapar los moretones —_____________ se levantó.

—Hablando de eso, aquí tienes —Jennie extendió las toallitas desmaquillantes.

______________ asintió y fue al baño para quitarse el maquillaje que le había puesto la castaña. Pasaron unos minutos y _______________ había salido con su rostro normal.

—¿Comiste? —preguntó ________________, devolviéndole sus toallitas.

—Sólo almorcé —contestó Jennie.

—Entonces es un no —dijo _______________ tomando su móvil para hacer una llamada.

—Hey, _____________ —contestó Nayeon.

—Hola, Nayeon. Me preguntaba si podría hacer una orden.

—Lo siento, mi padrino y yo cerramos por hoy. Saldré con Jihyo para hacer unas compras. ¿Necesitas algo? ¿Estas bien?

—No te preocupes, solo preguntaba ya que hay hambre.

—Bueno vale, me llamas cualquier cosa.

—Vale, cuídate.

______________ colgó la llamada y miró a Jennie.

—El restaurante del señor Choi cerró temprano y no conozco un restaurante cerca. Podemos hacer algo para comer aquí.

—Claro. ¿Sabes cocinar?

—De hambre no me muero.

—Solo me aseguraba, puedo ayudarte. Se de artes culinarios.

—Bueno, no creo que tenga suficiente para hacer un bufete como acostumbras a tener. Recuerdo que tenemos para hacer pasta.

—¿Pasta? Eso es pan comido.

—¿De verdad sabes cocinar?

—¿Me estas retando? Será la mejor pasta que hayas probado.

________________ le extendió un delantal de cocina.

—Eso veremos.

La castaña lo tomó como un reto y sonrió de lado. Así que se puso el delantal y espero a que ______________ le diera todos los materiales. ______________ veía como Jennie cocinaba con determinación y todo paso a que _______________ le pasara las cosas a la castaña.

—Échale todo el queso a la salsa —ordenó y _______________ echó todo el queso mozarella en la salsa y Jennie con la cuchara mezclaba hasta que se hiciera expeso.
Se dio cuenta que el agua estaba hirviendo y agarró la olla para sacar todo el agua caliente y poner la pasta en un escurridor. Y así tenerla lista para mezclarla con la salsa alfredo, que para no presumir, la castaña la hizo desde cero.

Exactamente una hora había pasado y la pasta ya estaba lista. Solo faltaba servirla y Jennie se adelantó a tomar un plato y servirle a ________________. Tomó un pedazo de pan integral, lo cortó para darle un poco de decoración al plato y llenarlo.

—Bon appetit —se burló la castaña sabiendo que le iba a gustar.

________________ tomó un tenedor y empezó a comer un bocado, masticando y saboreando la pasta.

—Apuesto a que es la mejor pasta que has probado, no lo ocultes —se echó aires.

—Esta normal —continuó comiendo.
Jennie rodó los ojos por el comentario, sabía que la pasta estaba exquisita y que _______________ no la elogiara por poco provocaba que la castaña le insultara. Por el lado de _______________ admitió mentalmente que esa pasta era una de las mejores que había probado, solo no quería darle el gusto a la castaña.

Comieron y ______________ le preguntó a Jennie en donde aprendió a cocinar. Ella le contestó que había ido a Italia a tomar clases en vacaciones. Así transcurrió el día, en repasar lo que se iba a dar en los exámenes hasta que llegó la noche.

—Creo que eso es todo —dijo Jennie cansada de estudiar.

—Sí —_____________ cerró sus libros.

Empezaron a guardar sus cosas y de momento sus móviles vibraron. Jennie fue por si IPhone para abrir su bandeja de emails. Se dio cuenta que la profesora Seong había enviado un correo electrónico de la clase. Al abrirlo apareció una lista con un mensaje.

"Saludos estudiantes,

Lamento por escribirles a esta hora pero olvidé avisarles que tienen un trabajo grupal en la cual consiste en presentar distintas ciudades de Corea del Sur. Es un trabajo sencillo para tener crédito extra en mi clase.

A continuación adjunto los criterios de evaluación y los grupos con su ciudad correspondiente."

Jennie abrió el documento y pudo ver todos los grupos hasta ver el suyo.

1. Park Chaeyoung y Park Jangyu = Busan

2. Jeon Jungkook y Kim Taehyung = Daegu

3. Minatozaki Sana y Hirai Momo = Jeju

4. Kim Jong-In y Cha Eun-Wo = Incheon

5. Kang Seulgi y Bae Joo Hyun = Gwangju

6. Kim Jisoo y Manoban Lalisa = Daejeon

7. Kim Jennie y Kang _____________ = Seúl

Jennie miró a _______________ quien veía su móvil.

—Parece que nos toca un trabajo grupal —dijo la castaña.

—Eso creo —contestó Kang.

En alguna parte, Kai había tirado su Iphone contra la pared al ver la lista grupal.

—Más vale que renuncies, Kang...

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¡Holis!

¡Muchas gracias, llegamos al 10K! ¡De verdad estoy muy agradecida y feliz, vamos por más!

¿Les gustó la lista grupal?

Los leo.

¡No olviden votar y comentar!

—Wonhos

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