VII. Dignidad


*

Aproximadamente una semana había pasado; ___________ poco a poco se adaptaba a la nueva ciudad. Había conocido al equipo de soccer del Colegio Hwan. Se llevaron una sorpresa al ver sus habilidades y en definitiva necesitaban a alguien como ____________ dentro del equipo para ganar la copa por décima vez consecutiva. Cada dos años se celebraba el Torneo de Soccer escolar contando con diversas escuelas privadas que le seguían después del Colegio Hwan en prestigio. Por parte de ___________ solo se limitó a practicar y audicionar por la posición delantera central. Tanto fue el asombro que los mediocampistas; Jackson y Jinyoung estaban preguntándole como hacía par de movimientos con el balón con cierta agilidad. Jungkook sonreía al ver que su equipo estaba completo y que ya para el primer encuentro que sería dentro de un mes podrían jugar sin ningún tipo de problemas.

____________ caminaba por los pasillos junto con Taehyung y Jungkook, era la hora del almuerzo y el menor se encontraba contando algo que le había pasado, se dio cuenta de que Jangyu no estaba y prefirió pensar que debía estar buscando alguna novedad. ____________ se limitaba a escuchar y se dio cuenta que cierta castaña no le había molestado en toda la semana. Pensó que ya se había rendido en buscar su atención y que nunca tendría que soportarla más, solo compartir aula por estar en la misma clase hasta fin de año. Mientras caminaban murmullos empezaron hacerse presente y que una larga fila estaba llegando hasta donde se encontraban.

—¿Acaso todos están haciendo fila hacia el comedor? —preguntó Jungkook sin poder creer la monstruosa fila.

Desde lejos se veía la puerta de comedor, tanto para Jungkook y Taehyung les resultaba extraño. La primera teoría era que podría ser que invitaron a los Manoban para servir el almuerzo, algo muy imposible y descartaron. La segunda, era la posibilidad de una celebridad pero también descartaron. Jungkook iba a mencionar una tercera pero Taehyung solo caminó para adentrarse al comedor. Al hacerlo, se dieron cuenta de lo que verdaderamente estaba pasando.

—Jennie ¿podrías recordarme porque estoy aquí? —preguntó Irene con cierta incomodidad al estar entrevistando a más de una docena de estudiantes.

—Ya te lo dije, necesito alguien que se tome enserio esto —dijo Jennie viendo a la peli-naranja haciendo aviones de papel para luego tirarlos—. No quiero parecer intensa.

—¿Alterando y emocionando a toda la escuela? —habló Lisa.

—¿Esto es necesario? Ya sabemos que solo quieres a una persona en específico y podíamos evitar esto con tan solo preguntarle —habló Jisoo resoplando.

Un chico que estaba listo para ser entrevistado había pasado y se sentó delante de las cinco chicas. Los nervios se le notaban a leguas pero mostraba seguridad para responder a todo tipo de preguntas.

—Te invitaré a comer pollo por esta semana entera —dijo Jennie.

—Bienvenido a esta entrevista para el trabajo de ser el asistente personal de Kim Jennie. ¿Podrías presentarte y decirnos un poco sobre ti? —se acomodó Jisoo con disposición junto con una sonrisa animada.

—Me llamo Huang Ren Jun, tengo dieciséis, soy de primero y mis padres manejan una compañía de seguros muy importante —se presentó con un semblante que reflejaba lo confiado que estaba.

—Un placer, mi pregunta para ti es la siguiente —Irene hizo una pausa para mirar al chico—. ¿Estarías dispuesto a atender cualquier tipo situación fuera del horario de trabajo?

—Efectivamente, normalmente soy muy responsable con mi educación y siempre adelanto todo para estar con el mayor tiempo libre. Cualquier cosa que necesite mi futura jefa, estaré ahí en un segundo —contestó el chico.

—En tu criterio —esta vez tomó Rosé la palabra—. ¿Qué es lo que debería tener el candidato ideal para este puesto?

—Disposición, responsabilidad, seguridad y estar las veinticuatro horas al pendiente de lo que necesite mi jefa —contestó sin titubear,

—¿Por qué quiere trabajar para Kim Jennie? —preguntó Lisa con los brazos cruzados.

—Considero que sería una gran experiencia trabajar para la misma Kim Jennie y creo que con ella puedo alcanzar lo que verdaderamente significa el compromiso laboral —Lisa quedó perpleja ante la contestación de Ren Jun

La presidenta de la clase y del consejo estudiantil sonrió para sus adentros, pensaba que ya el candidato perfecto estaba ahí frente a sus ojos y que ya podía retirarse para poder continuar sus otras labores. Pero toda su tranquilidad se esfumó en un segundo.

—¿Negro o rosa? —preguntó Jennie.

—Um... ¿N- negro? —titubeó ante la inesperada pregunta.

La castaña al oír su contestación cerró sus ojos negando. —Muchas gracias por tu participación, te llamaremos.

Confundido y decepcionado el chico se levantó de la silla para irse de allí; ese era el estudiante número sesenta que entrevistaban. La razón por la cual iban por ese número es porque Jennie con cada uno hacía preguntas sin sentido que solo ella tenía la respuesta. Además, la mayoría de las veces era quien preguntaba primero y el estudiante no duraba mucho sentado.

—¿Cuál es la siguiente, Jen? ¿Perro o gato? —se burló Jisoo.

—Gracias por la inspiración. ¿Respuesta? Kuma y Kai —dijo Jennie sonriendo.

—¿Y cuál era la respuesta de esta? —preguntó Irene masajeando su sien.

—Las dos —contestó la castaña tomando un sorbo de agua.

_____________, Jungkook y Taehyung mientras hacían la verdadera fila para comer veían lo que estaba aconteciendo. Ese momento Jennie había hecho contacto visual con _____________, cosa que no duró mucho porque ___________ se dedicó a pedir los alimentos que iba a consumir y por parte de la castaña; ella deseaba cumplir su objetivo. Al sentarse en una mesa aparte, el grupo estaba comiendo y a la vez mirando cada estudiante irse decepcionado o llorando por fallar la entrevista.

—Oye Kang —Jungkook llamó su atención—. ¿No lo intentarás? Digo... estás buscando un trabajo cerca de tu casa y...

—No —sentenció—. Simplemente no.

Jungkook iba a preguntar pero Taehyung lo miró indicándole que no insistiera; y si lo hacía _____________ no iba a entrar en detalles. No podría imaginarse estar al servicio de una niña mimada como Kim Jennie y mucho menos estar soportándola. Así que siguió comiendo hasta que el timbre por fin había sonado para empezar las clases de la tarde. Los que estaban haciendo turno para ser entrevistados, la mayoría de ellos no habían almorzado y tendrían que esperar al finalizar las clases para ingerir algo.

Cuando finalizaron las clases, ____________ rápidamente tomó su mochila para poder salir a buscar trabajo que quedaban cerca el barrio donde vivía. Los chicos se ofrecieron a llevarle por milésima vez en la semana y obtuvieron la misma respuesta. Despidiéndose al asentirle a cada uno, salió con paso acelerado, no sin antes ir a su casillero para llevar algunos libros que utilizaría el fin de semana para completar ciertas tareas que habían dado los profesores para entregar y para su mala suerte cuando cerró la puerta del casillero se encontró con la castaña observándole.

—¿Qué quieres? —preguntó ___________ con cierta molestia.

—Interesante —contestó ella observando su cuerpo.

—¿Ademas de aprovechada eres una pervertida también? —_____________ arqueó una ceja.

—¡No seas idiota! —exclamó Jennie—. Solo calculaba cuanta resistencia puedas tener.

—¿Segura que no eres una pervertida? —preguntó de nuevo.

—Entre tu y yo, tú estás mal pensando las cosas —la castaña suspiró—. Aunque, eso me deja en cuenta que pensaste en...

—No pongas palabras en mi boca que yo no dije —__________ la interrumpió.

—Entonces deja de decirme pervertida no sin haber escuchado una contestación completa —dijo y ____________ solo cruzó los brazos—. Veo en ti que tienes resistencia para cargar mis bolsas de compras y mis cosas. También para acompañarme a mis citas y ayudarme en todo lo que necesite, eres la persona que busco. ¿Te interesaría ser mi asistente?

—Definitivamente no —dijo _____________ sin pensarlo.

—Sabía que ibas a decir eso.

—¿Entonces para que me preguntas?

La castaña suspiró y contó hasta tres para poder calmarse. Era obvio que _____________ iba a ser difícil y para poder lograr su cometido tenía que jugar bien sus cartas. Así mismo, Jennie sacó una tarjeta en donde indicaba su dirección y número de teléfono.

—No la pierdas, es la única y era para la persona que me interesara —dijo Jennie guardando la tarjeta en el bolsillo del gabán de ___________—. Tienes hasta mañana para decidir.

Sin preámbulos, Jennie se marchó sin nada más que decir. _____________ podía ver como poco a poco desaparecía y sacó la tarjeta de su bolsillo. Al verla, efectivamente pudo ver la información de ella y caminó hasta el bote de basura más cercano para poder tirarla pero en ese momento al ver la tarjeta por detrás miró el horario y cuánto se estaría ganando por hora. No sabía si era intencional o una estrategia de la castaña para hacerle ceder sin pensarlo. Al menos, Kim logró que ____________ se mantuviera con ese pedazo de papel.

Al salir para buscar su bici; una camioneta negra del año se acercó lo suficiente para llamar su atención. Al bajar la ventana se encontraban Taehyung al volante y Jungkook de copiloto, le estaban esperando. _____________ suspiró, sabía que no aceptarían un no por respuesta por lo que el menor se bajó para tomar su bici y montarla atrás. Así mismo se subieron a la camioneta; ___________ solo miraba los asientos de cuero que tenía a su alrededor y la gran pantalla táctil que tenía integrada.

—¿Esto es un secuestro? —preguntó ____________ causando que Jungkook riera—. Ya saben que puedo irme en bici.

—Deja decir tonterías y dinos donde vives —esta vez Taehyung habló.

Y sin ganas de discutir, ____________ accedió a darles su dirección.

***

—¡¿Y no vas aceptar?! —___________ se tapó los oídos.

Pudo jurar que la voz de Im Nayeon se había escuchado por todo el barrio y si no fuera porque le había insistido en que le hablara del tema se hubiese ahorrado esa conversación. Porque todo comenzó cuando ___________ sacó la tarjeta que le había dado la castaña e Im al verla empezó hacer muchas preguntas. Luego de que los chicos le habían dejado en su apartamento, decidió ir al restaurante del señor Choi para comer algo antes de ir por el barrio a preguntar si necesitaban personal. Las ganas de ayudar a su primo con las cuentas del apartamento le habían abrumado un poco y de pensar que ahora tenía que cuidarle era el doble de gasto. Era cierto que Ho-Seok no pensaba de esa manera pero el pensamiento de sentirse como una carga por parte de ___________ podía más.

—¿No que no te caía bien los ricos de esa escuela? —preguntó ____________ mirándola.

—Sí pero no soy tan estúpida para no aceptar un trabajo como ese. ¿Cargar bolsas solo por esa cantidad de dinero? Le cargo todo el centro comercial si me lo pide —dijo Nayeon limpiando una mesa.

—Prefiero mi estabilidad emocional ante todo —respondió ___________.

—No estoy imponiendo que eso no debe de importar pero piénsalo. Vivimos en un lugar como este y estamos tratando de ganarnos la vida a como de lugar. ¿Crees que no sé que mi padrino prefiere mi educación antes que comprar sus medicinas? —Nayeon dejó el trapo de tela en la mesa para mirar hacia un lado y soltó un suspiro para poder continuar—. Lo que quiero decir es que oportunidades cómo estás no llegan tan todos los días y por casualidad, muchos aquí quisiéramos tener un salario digno pero aveces ni alcanza para todo lo que debemos. Así que sea cual sea tu necesidad detrás de buscar un trabajo, yo tú me pongo a pensar cuanto provecho podrías sacarle a esa oportunidad.

Las palabras de la chica con mejillas redondas hicieron que ____________ reflexionara. ¿Era mucho dinero? Por supuesto. ¿Podría saldar las cuentas del hogar por un tiempo? Por supuesto. ¿Ver a su primo aliviado le haría sentir mejor? Por supuesto. ¿Soportaría a Kim Jennie? Por su... No, claro que no, ni en sueños. No dejaría que ella se acerque y mucho menos estar en el mismo sitio que ella, bastante tenía compartiendo salón de clase. Y de tan solo pensar que debía seguirla a todos lados le repudiaba. Así que rápidamente la idea de aceptar el trabajo se hacía poco probable pero nuevamente llegaron los puntos positivos al hacerlo.

Miró nuevamente la tarjeta que le había dado.

¿Entonces lo haría?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la presencia de una tercera persona entrando al restaurante y notó que Nayeon no mostró una actitud profesional ya que se veía que la conocía. Una chica con cabello corto de color azabache que poseía unos ojos grandes y redondos, su presencia hacía que te detuvieras a mirarla por más de lo esperado.

—¡Unnie! —Nayeon se acercó para recibirla—. ¿Qué haces por aquí? ¿No se suponía que estarías en el entrenamiento?

—El coach canceló la práctica y yo estuve de acuerdo porque tengo un presentimiento de que necesitaba estar aquí —comentó la chica.

—Que linda ¿Viniste a verme trabajar? —Nayeon le hizo ojitos.

—No precisamente —declaró y Nayeon puso una cara de ofendida.

—¡Vete a tomar por culo! ¡No más descuentos para ti! —Nayeon cruzó los brazos molesta.

La chica rodó los ojos divertida. —No seas tonta, obviamente una de las razones también para ir aquí es verte.

—Ya el daño está hecho —bufó—. ¿Café con leche con crema batida en la parte superior con un poco de canela y tres cucharadas de azúcar?

—Me conoces tan bien.

—Sí, si ajá, guárdate el discurso.

Cuando Nayeon se fue a la cocina, la chica se sentó al lado de ____________. Cuando le miró ella le sonrió sin mostrar los dientes, pudo sentir las vibras positivas de la pelinegra.

—Deberías aceptar —dijo mirando la tarjeta.

—¿Eh? —_________ la miró con expresión confundida.

—Estas pensándolo mucho yo tú acepto.

—¿Cómo...

—No lo sé, yo solo sé que tengo una intuición que nunca falla. Tómalo o déjalo —rió.

—¿Me estás diciendo que tome consejo de una desconocida? —preguntó ____________.

—Park Jihyo, mejor amiga de la dramática de Nayeon —extendió su mano.

—¡Te escuché Park! —exclamó Nayeon desde la cocina.

____________ miró la mano de la chica que todavía tenía una sonrisa en su rostro y aunque tardó en reaccionar, estrecho su mano. —Kang ___________.

—Presiento que te irá bien si aceptas y que tu vida dará un giro inesperado. También presiento que nos llevaremos bien —comentó Jihyo.

—¿Y cómo estás tan segura? —preguntó _____________.

—De nuevo, solo sé que nunca fallo —aseguró.

¿Giro inesperado? ¿Ganará más dinero y podría ayudar aún más a Ho-Seok? Si eso era a lo que se refería Jihyo pues con más razón aceptaría.

—Café con leche con crema batida en la parte superior con un poco de canela y tres cucharadas de azúcar —apareció Nayeon dejando la taza de café a su amiga en la barra.

—¿Ves que no estás molesta? —preguntó Jihyo sonriendo al ver el café.

—Todavía sigo molesta contigo —rodó los ojos Nayeon.

Jihyo tomó un sorbo de su café y sintió la suave crema batida juntándose con el amargo sabor del café, estaba en el cielo porque su mejor amiga preparaba el mejor café, aunque nunca se lo había mencionado por aquello de molestarla.

—Delicioso pero... —Nayeon abrió sus ojos.

—¿Qué le falta? ¿Más azúcar? Te juro que lo hice como siempre —habló rápido con un poco de alteración.

—¿Preocupada? ¿No dijiste que estabas molesta? —rió Jihyo—. Solo bromeaba, esta perfecto.

Tch —bufó Nayeon pero no duró tanto su enojo porque soltó una pequeña risa—. Nunca me puedo molestar contigo.

—Me alegra que lo admitas. De paso, ya conocí a Kang, me agrada —tomó otro sorbo.

—Es buena gente aunque su cara deja entender que le caes mal —se burló Nayeon—. Solo bromeo, me agradas.

—A mi también me agrada —acababa de entrar Jungkook sujetado de un Taehyung.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó ____________.

—El niño quería dar una vuelta por el barrio y empezó a preguntar en donde estabas, que vergüenza... porfavor no pienses que te estoy acosando.

—¡Tú también querías ver el barrio, mentiroso! —exclamó el menor.

—¿____________ quienes son ellos? —preguntó Nayeon confundida y al ver los uniformes tenía más interrogantes.

—Ellos...

—Somos sus compañeros de clase y sus amigos, soy Jeon Jungkook —se presentó.

Esa palabra era la que quería evitar pero siguió la corriente.

—Soy Kim Taehyung, un placer —dijo el chico de pelo casi largo.

—Im Nayeon, veo que son del Colegio de Hwan. Siento no poder ofrecerles lo que acostumbran a consumir.

—¿Bromeas? Adoro lo local y cualquier tipo de comida —dijo Jungkook sentándose al otro lado de ____________—. ¿Sirven kimbap? Me encantaría uno.

—Enseguida... —Nayeon miró a ____________ aún confundida y ____________ solo alzó sus hombros.

Luego de una tarde un poco extraña pero no negativa ya que a Nayeon les cayó bien a los chicos llevándose una sorpresa de no eran tan superficiales como los pintaba. ____________ sintió raro porque no acostumbraba a estar con compañía y mucho menos en las tardes, admitió un poco que le agradó. Al llegar al apartamento y su mochila en el sofá, sentándose para mirar el techo, sacó la tarjeta para mirarla. Así mismo se levantó del sofá y caminó por todo el apartamento mirándola, se paseó de lado a lado y sobre pensando los pros y contras.

"Así que sea cual sea tu necesidad detrás de buscar un trabajo, yo tú me pongo a pensar cuanto provecho podrías sacarle a esa oportunidad."

"Presiento que te irá bien si aceptas y que tu vida dará un giro inesperado."

"De nuevo, solo sé que nunca fallo."

"No deberías preocuparte _____________, tengo todo bajo control."

Pensó en las palabras que le dijo su primo.

—¿Debería? —se preguntó suspirando.

—SIIIIIIIIIIII —escuchó al dueño del mini market; el señor Shin, desde su apartamento.

Luego escuchó que su esposa lo mandó a callar amenizándolo con tirarle una chancla y ______________ respiró hondo por tantas señales que querían que fueran las contrarias. Sacó su móvil mientras observaba el número de la castaña.

Un minuto había pasado.

—¿Bueno? Habla con Kim Jennie.

___________ sintió que perdió su dignidad.

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¡Hola! Disculpen la demora ;_; la universidad me esta matando.

No olviden votar y comentar, me haría feliz ver el apoyo. ¡Perdonen los errores!

Espero que les haya gustado.

—Wonhos

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