La mujer vio satisfecha como su experimento, aquel en el que tantísimos años había trabajado, dio resultados. El gran portal de color amarillo opaco tenía el aspecto de una llama circular, con puntas en los extremos superior e inferior, pero refulgente e increíble.

Sonrió. Sus ojeras eran marcadas, su cabello muy corto, apenas llegando a su nuca y de un color blanco, aunque no a la vejez necesariamente. Había estado sujeta a muchísimo estrés durante treinta y ocho años. Pero todo con tal de salvarla.

Inspiró profundamente.

—Déjame a mi— dijo aquella mujer, que durante casi cuatro décadas estuvo siendo su sombra, siempre al acecho.

—Esto es algo que debo hacer yo— respondió ella con una mueca.

—No puedes separarte de mi, cariño. Y lo sabes mejor que nadie.

Ella suspiró con desgano. Nunca lograría deshacerse de aquella mujer tan insoportable. Si, podía ser útil, pero... en general, casi siempre era un estorbo.

La ignoró. Estaba de muy buen humor como para que ella se lo arruinara. Inspiró nuevamente, repasando el plan en su cerebro. Y cruzó el portal al pasado.

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NOTA DE AUTOR:

HE VUELTO HIJOS DE PERRA.

Tuff: Dale pelotudo.

Perdón. Ya enserio, perdón por haber eliminado mi cuenta original. Tenía un síndrome del impostor bien potente. Pero debo agradecer a G_Not_Found por motivarme y siempre apoyarme en todo. Te quiero amiga <3.

Esta vez voy a llegar hasta el final. También un agradecimiento a todas las personas que siempre tienen presente mi historia, en especial a BetoBarrn.

En fin, ya nos estamos viendo. Chaoitooo.