-Luka-

La temperatura había aumentado, pero no en el ambiente sino en nosotros.

Sabía perfectamente que le encantaba tomar las riendas así que se colocó encima mío y me siguió besando pero tampoco quería quedarme de brazos cruzados, bese su cuello, metí mis manos por debajo de su blusa y acaricié su espalda baja.
Creo que finalmente hoy tendremos nuestro momento.

Dije las palabras necesarias para destransformarme, Sass no dijo nada simplemente salió de la habitación dejándonos solos.

Marinette me hizo recostarme sin dejar de besarme, me quito la camisa arrojandola al piso, lo mismo hizo con su blusa y sostén.

- Eres preciosa - Deje un chupetón en su clavícula y me atreví a mordisquear uno de sus pezones

- ¡Ahh... Eres la jodida gloria

Sonreí aún con su pezón en mi boca, le di la misma atención al otro mientras una de mis manos bajaba lentamente hasta llegar a su centro y comenzar a masturbarla. Mordió su labio inferior tratando de no soltar otro gemido.

Nuestros sexos chocaron provocando que yo gruñiera ante la increíble sensación, se aferró a mi espalda sus uñas clavándose en mi piel, debo de decir que adoraba la sensación y el ardor que sus uñas me provocaban.

- Estar conmigo es placentero ¿O me equivoco? - Pasó su lengua por mi cuello

- No, no te equivocas... Necesito liberarme de enorme tentación que siento por ti

- La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella

- ¿Citando una frase de Óscar Wilde? Me gusta

Nos miramos a los ojos por varios minutos, pude notar el gran amor que sentía por mí, no cabía duda de que en verdad me amaba. No pudo evitar sonreír y juntar su frente con la mía.

- Lamento mucho lo que te hice en el pasado, era... era tonta y...

- Olvida eso

- Me siento mal por aquello, nunca lo voy a superar. Quiero arreglar mis errores, hacer las cosas bien está vez porque te amo

- Yo también te amo, olvida el pasado, enfoquemonos en el presente

- Nuestro presente - Corrigió

Sin esperar a más nos quitamos el resto de nuestras prendas quedando completamente desnudos. Soñé un millón de veces en verla de esta forma.

Saque de uno de los cajones un persevativo, Mari lo tomó sin dudas, lo abrió y me lo colocó sin problemas para después lamerse los labios, admito que eso me excitó.

- Tan inocente que te ves y resultase ser una chica traviesa

Me guiñó - No tienes idea de cuánto

- Pues quiero averiguarlo... Quiero que me enseñes todo lo que sabes hacer

Tomó mi miembro y lo colocó en la entrada de su feminidad, gimió cerca de mi oído al estar dentro y volvió a arrañar mi espalda.

Sabía perfectamente que ya no era virgen, me lo había confesado una noche por video llamada admitiendo que se arrepentía de aquello pues fue en una borrachera hace meses.

- ¿Segura que lo quieres hacer... conmigo? - Pregunté en un susurro

- Por supuesto ¿Por qué crees que no?

- Yo... - Baje la mirada, no quería que pensara que estaba inseguro

- ¿Acaso tu no quieres?

- Por supuesto que quiero, por primera vez quisiera hacer el amory no solamente sexo, por primera vez quisiera saber como es el amor y tú eres la chica con la que quisiera experimentar eso

Comenzó a moverse lentamente causando que una descarga eléctrica recorriera toda mi anatomía, me aferré a su cintura mientras aceleraba el ritmo.

- Yo también quiero experimentar por primera vez del amor verdadero, eres el chico con el que quisiera estar... ¡Ahh... joder se siente tan bien

- Eres fantástica querida - Tomé entre mis dientes el lóbulo de su oreja y tirándolo un poco. Aspire el dulce aroma que desprendía embriagandome con este

Estábamos cerca de la liberación que tanto ansiabamos. Solo se escuchaba el sonido de nuestros cuerpos chocar, las palabras indecentes y gemidos.
Un par de estocadas más y llegó, ambos llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo. Mientras regulabamos nuestras respiraciones nos recostamos y nos cubrimos con una sábana.
Finalmente tuvimos nuestra primera vez.

Me quité el persevativo y lo tiré a la basura. Un par de minutos después se había quedado dormida, su cabeza recargada en mi hombro. Le di un beso en la cabeza y casi de inmediato caí a los brazos del morfeo también.

•∆•

- ¿Y que crees que pasaría con Chatnoir? - Pregunté mientras acariciaba su sedoso cabello

- No lo sé y temo que de verdad renuncié a su miraculous, además de ser mi compañero es mi amigo y no quisiera que nuestra relación se vuelva incómoda o se desmorone

- Ya verás que se arrepentirá y volverá

- ¿Encerio lo crees?

- Si, así que mientras yo estaré ahí para apoyarte

- Te lo agradezco, sabía que eras el indicado para esto, eres ideal para poseer un miraculous - Me besó - Debo irme pero no quiero

- Ya son más de las 8 debes ir sino estarás en serios problemas

- Tienes razón, bueno supongo que te veré mañana - Se levantó, se vistió y me besó por última vez

- Hasta mañana Luka - Acarició mi pecho. Siempre tan atrevida

- Hasta mañana linda

En cuanto salió de la habitación solté un suspiro.

- Los sueños se hacen realidad

-Marinette-

Saliendo de la casa de los Couffaine me dirigí a mi hogar. Estaba sumamente feliz porque después de mucho deseándolo Luka y yo tuvimos un momento a solas sin interrupciones.

Había pasado un par de meses desde que tuve relaciones así que me costaría un poco acostumbrarme a eso de nuevo.

Justo antes de llegar a mi destino sentí que alguien me seguia así que acelere el paso pero para mí mala suerte me tropeze. Aquella persona logró alcanzarme, cuando estuvo lo suficientemente cerca pude ver que se trataba de Adrien

- ¿Estás bien? - Preguntó extendiendo su mano

Aunque dude un poco al final tomé su mano y me tomó de la cintura.
Me preguntaba porque estaba a estas horas fuera pero no me atreví a preguntarle.

- ¿Estás bien? - Volvió a preguntar

- Estoy bien no te preocupes

- Te llevaré a casa

- No es necesario Adrien yo...

- No puedes irte tu sola así que aunque no quieras te llevaré

Asentí, no tenía caso discutir. Llegamos a mi casa y cuando mi madre le dio las gracias por haberme traído Adrien se despidió y se fue.
Ya estando en mi habitación me puse a pensar en la actitud de Adrien pues durante todo el trayecto no dijo nada y pude atraparlo de vez en cuando mirarme de una forma... No sé como explicarlo pero me pareció extraño.

Luego de recibir un regaño por parte de mi kwami está se durmió mientras yo decidí leer un poco, estaba tan concentrada que no me percaté de que estaba siendo observada hasta que sentí el peso de una mirada. De pronto la trampilla se abrió y Chatnoir asomó su cabeza.

- ¿Que haces aquí? - Exclamé un poco molesta por invadir mi habitación

- Debemos hablar ahora - No sonó a petición más bien a una orden

Hasta aquí... Es hora de ponerlo en su lugar.